Thursday, October 3, 2019

Bliss



Síntomas: La artista Dezzy Donahue (Dora Madison) no ha logrado terminar la nueva pintura que le prometió a un cliente. Entonces, para encontrar inspiración, Dezzy se sumerge en un torbellino de sexo, drogas y rock que tendrán efectos inesperados en su creatividad... y en su vida.

Diagnóstico: Me alegra decir que el director Joe Begos ha mostrado consistente mejoría en cada una de sus películas (Almost Human, 2013; y The Mind's Eye, 2015). Y si Bliss es muestra adicional de su evolución, podemos esperar grandes cosas de este cineasta. Asumiendo que quiera seguir trabajando en el género de terror. Lo cual me parece evidente.
Sin embargo, por mucho que me haya gustado Bliss, no podría darle una recomendación general porque definitivamente no es para todos los gustos. Más allá del consumo de drogas, orgías y demás perversiones, Bliss nos atrapa en una pesadillesca atmósfera que ocasionalmente confunde la narrativa de la película, ya de por sí excéntrica y oblicua. En lo personal, eso fue lo que más disfruté en Bliss: la sensación de compartir las bizarras experiencias de Dezzy, y después la confusión de no saber exactamente qué ocurrió. Es un misterio envuelto en una alucinación de la que no podemos escapar. Pero no toda la gente apreciará esta ofuscación intencional de su percepción, ni la consiguiente incertidumbre sobre el rumbo que tomará la cinta. Y ni siquiera hemos llegado a la sangre y violencia que eventualmente intervienen en la delirante espiral destructiva/creativa de Dezzy. Solo diré que Bliss funciona en múltiples niveles, y el espectáculo "gore" es tan solo el más básico de ellos.
En el papel principal Dora Madison es intensa y carismática. Hubiera sido fácil convertir a Dezzy en un cliché de "artista cool y accesible", pero Begos y Madison buscaron algo mas humano y realista, presentándola como una protagonista de ambigua moralidad, expuesta a tomar malas decisiones como parte de su proceso creativo. Al mismo tiempo Begos esboza con sutil ironía el "underground" artístico de la ciudad de Los Ángeles, pretencioso y decadente, pero honesto en su admiración del talento real.
Tru Collins, Rhys Wakefield, Jeremy Gardner y Graham Skipper ocupan papeles secundarios de variable duración, pero todos relevantes para la cruzada psicodélica de Dezzy. Algunos le ofrecen drogas; otros la presionan para vender más pinturas; y otros la apoyan en distintas y perturbadoras maneras. No diré más, porque es mejor experimentar las sorpresas de Bliss al mismo tiempo que la agobiada protagonista.
Lo cual significa que tampoco puedo detallar los aspectos terroríficos de Bliss. Baste decir que la primera mitad de la película parece un estilizado melodrama "indie", pero eventualmente recompensa nuestra paciencia con eventos y situaciones que pertenecen por completo al horror más puro y tradicional, presentado de una manera fresca e inusual que no requiere explicaciones porque Begos confía en el público y sabe que podemos leer entre líneas. O entre las pinceladas del delirante cuadro que está pintando Dezzy. El proceso artístico puede ser sublime o tortuoso, pero siempre será efímero. Lo que vive para siempre es el resultado final. Igual que en el cine.
Calificación: 9

IMDb

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