Thursday, December 28, 2023

There's Something in the Barn


Síntomas: Bill Nordheim (Martin Starr) y su familia se mudan a Noruega con la intención de renovar la propiedad que les dejó su abuelo y convertirla en un "Bed & Breakfast"; pero el granero adjunto tiene un extraño inquilino que no está contento con los cambios.

Diagnóstico: Aunque no es tan buena como otras películas noruegas de terror, There's Something in the Barn ofrece suficiente sangre, humor y mitos folclóricos para satisfacer el apetito de "horror navideño" propio de la temporada. Sin embargo la larga espera para llegar a "lo bueno" me impide recomendarla con entusiasmo universal.
La primera mitad de There's Something in the Barn me recordó aquellas atroces copias de E.T. donde un niño hace amistad con una criatura "mágica" (como Nukie, Munchie, y Mac and Me). Sin embargo, para ser justos, There's Something in the Barn tiene mejores valores de producción, competentes actuaciones, y simpáticos comentarios culturales, por no mencionar efectos especiales de alta calidad, y el irreverente sentido del humor que se manifiesta en el tercer acto.
La llegada de la familia Nordheim a la tierra de sus ancestros sienta las bases de una comedia de "pez fuera del agua", donde los americanos encuentran "jocosas" dificultades para adaptarse a Noruega. Entiendo que el director Magnus Martens quiso aprovechar los clichés de Norteamérica para hacer un contraste humorístico con el adusto temperamento europeo; y, desde luego, los actores cubren perfectamente los estereotipos de "americanos ignorantes" que llegan a Noruega sin preocuparse por aprender el idioma y las costumbres, porque asumen que todo será igual que en su país. Sigue siendo un comentario válido sobre la miopía cultural de los Estados Unidos, pero ya se usó tantas veces que no inspira las mismas risas de antaño.
Y así transcurre una hora de blandos chistoretes, hasta que aparece el primer cadáver; entonces There's Something in the Barn se transforma en el relato de terror que yo esperaba... hasta cierto punto. La película tampoco llega lejos en ese aspecto, pero los asesinatos con tema navideño y la excelente caracterización de la criatura (¿o criaturas?) del granero renovaron mi interés y compensaron parcialmente la insipidez de la primera mitad.
El reparto incluye a Martin Starr (Spider-Man: Homecoming, Silicon Valley) en su primer papel estelar (creo), interpretando un típico padre de familia con más entusiasmo que sentido común; Amrita Acharia (Dead Snow 2) es la madrastra "new age" que quiere resolver todo con frases de auto-ayuda; y Townes Bunner y Zoe Winther-Hansen son los hijos en eterno conflicto con sus padres. Por el lado noruego destacan Jeppe Beck Laursen como el "Santa Claus" local, y Calle Hellevang Larsen como el académico que ha escuchado rumores sobre la granja Nordheim, pero no los cree hasta que es demasiado tarde. Este personaje me hizo pensar que There's Something in the Barn hubiera sido una mejor película con un reparto exclusivamente noruego, reemplazando el rancio humor americano por un contraste entre las creencias rurales de Europa y los visitantes de la gran ciudad. Mismo concepto de "pez fuera del agua", pero con mayor potencial creativo que otro papá inepto haciendo el ridículo en Navidad. Y además el ángulo folclórico tal vez hubiera acelerado la llegada del horror, haciendo There's Something in the Barn más ágil y satisfactoria para fans del género. Habiendo dicho eso... indudablemente fue mejor que Munchie y Mac and Me, así que no debería quejarme.
Calificación: 6.5

IMDb

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