Monday, December 11, 2023

Wonka


Síntomas: El joven Willy Wonka (Timothée Chalamet) tiene grandes planes para fabricar y vender los mejores chocolates del mundo... pero no tiene dinero, y además sus enemigos están conspirando para evitar que sus sueños se vuelvan realidad.

Diagnóstico: No soy devoto de la clásica cinta Willy Wonka & The Chocolate Factory (1971), ni del remake Charlie and the Chocolate Factory (2005) dirigido por Tim Burton. Sin embargo, puedo apreciar en ambas obras el humor negro que alteró el tono de un relato infantil para convertirlo en algo más interesante... casi subversivo. Desafortunadamente no encontré rastro alguno de ese humor en Wonka, una blanda y genérica precuela que se limita a seguir el esquema del cine familiar hollywoodense, y a consecuencia pierde todo lo que hizo memorable a sus predecesoras (ya de por sí mediocres, en mi humilde opinión). En resumen: otro caso de "precuelitis" culturalmente irrelevante y artísticamente vacía... pero aún así funcional como entretenimiento desechable para toda la familia. No todo está perdido.
Al principio de Wonka conocemos a Willy Wonka (Timothée Chalamet), experto confitero que ha dedicado su vida a producir exóticos chocolates, los cuales espera vender en la misma plaza que comparten los mejores chocolateros del mundo. Pero cuando Wonka llega a la gran ciudad, es víctima de dos estafadores que arruinan sus planes. ¿Podrá el joven escapar su mala fortuna? ¿O será parte de un complot para suprimir su talento?
Una y otra vez Timothée Chalamet ha desafiado mis expectativas en roles que parecían fuera de su rango, pero que florecieron con su inflexible convicción y carisma personal. Me sucedió con Bones and All (¿Chalamet como caníbal sensible?), con Dune (¿este alfeñique como el indomable Muad'Dib?), y ahora volvió a ocurrir en Wonka, donde Chalamet revive un personaje inerte inyectándole energía hasta que se vuelve casi humano. O quizás sobre-humano. Como sea, no voy a decir que sea una gran actuación (creo que el material no permitiría ese milagro), pero bastó para sostener mi atención durante ambiguas escenas de "realismo mágico" y antipática comedia que no produjo una sola risa en el cine donde vi la película (aunque vale advertir que estaba casi vacío, salvo por otros viejitos amargados como yo). Ah, y Chalamet tampoco resultó malo como cantante.
¿Mencioné que Wonka también es un musical? Las canciones son tan insípidas como el libreto, pero al menos justifican vivaces coreografías y efectos especiales que reviven parcialmente la experiencia. Lástima que el compositor Joby Talbot no encontró refranes memorables para permanecer en la mente del espectador. Tampoco estoy pidiendo mega-hits del tamaño de Let It Go, sino una que otra pieza pegajosa que nos haga silbar al salir del cine. De otro modo, los números musicales se convierten en un obstáculo más de la lerda narrativa.
Después de tantas quejas, necesito reiterar mi observación inicial: Wonka no se acerca ni de broma a la excéntrica visión de las películas anteriores; sin embargo la actuación de Timothée Chalamet, la sobria dirección de Paul King (Paddington), y las aportaciones del reparto secundario (incluyendo a Hugh Grant, Olivia Colman y Keegan-Michael Key) bastan para pasar dos horas de inocuo entretenimiento familiar que podría inspirar a los niños para seguir sus sueños culinarios... o para comer más chocolate. Desafortunadamente yo no necesito esa excusa para ceder a la tentación.
Calificación: 7

IMDb

1 comment:

  1. Si, desde el trailer se veía muy poco prometedora.

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