Sunday, May 2, 2021

Jumbo



Síntomas: Durante sus vacaciones de verano, la joven Jeanne (Noémie Merlant) consigue trabajo en el parque de diversiones que frecuentaba en su niñez. Pero la situación se complica cuando Jeanne se enamora de un juego mecánico.

Diagnóstico: No es metáfora ni eufemismo: Jeanne (Noémie Merlant) se enamora de un juego mecánico. Y el romance NO es platónico.
Después de tantas películas de terror sobre objetos inanimados que cobran vida (como Killer Sofa, Rubber, y Slaxx), era lógica la creación de un romance con la misma premisa. La pregunta es cómo abordaría la directora Zoé Wittock esta excéntrica historia de amor: ¿sería una comedia absurdista? ¿Un thriller psico-sexual? ¿O una gentil fantasía con una lección moral? La respuesta es: todo eso, y un poco más.
Jeanne es una joven tímida y solitaria que vive con su madre Margarette (Emmanuelle Bercot), quien alienta constantemente a su hija para encontrar pareja. Pero la joven prefiere aislarse en su habitación, donde construye una maqueta del parque de diversiones cercano a su casa. Entonces la joven consigue empleo limpiando el parque durante la noche, y empieza a sentirse atraída por el juego mecánico "Move It"... y la atracción es mutua.
El desarrollo de este "romance mixto" requiere un precario balance entre realidad y fantasía, y Wittock mantiene el equilibrio durante la mayor parte de la película, aunque tropieza de vez en cuando con reacciones incongruentes de los personajes, o situaciones un poco forzadas para facilitar el flujo de la historia. Sin embargo lo importante son las emociones de Jeanne, y en ese aspecto Jumbo mantiene absoluta seriedad, respetando el conflicto de la joven que desde luego reconoce lo absurdo de la situación... pero no puede negar lo que siente. Los encuentros de Jeanne con "Jumbo" (el apodo que le pone al juego mecánico) están filmados con un estilo visual que sugiere una ambigua fusión de sueño y realidad; el director de fotografía Thomas Buelens baña las imágenes con colores que contrastan con la gris existencia de Jeanne y Margarette, sugiriendo que quizás todo ocurre en la mente de la joven; pero, como dije, sea cual sea la "solución" del misterio (¿realmente está vivo Jumbo, o es una mórbida alucinación de Jeanne para aliviar su soledad y escapar su disfuncional vida doméstica?), el romance se siente auténtico, y atraviesa las mismas etapas de una relación normal.
Por otro lado... ¿qué significa "normal"? La madre de Jeanne es divorciada, y salta de un amante a otro sin pensar en el futuro, o en la incomodidad que le causa a Jeanne encontrar un nuevo hombre cada mañana en la cocina de su casa. No es una situación "normal", pero su madre parece disfrutarla. Y también está Marc (Bastien Bouillon), el jefe de Jeanne que se interesa en ella, y empieza a acosarla. ¿Sería normal aceptar una relación abusiva solo para obedecer las reglas de la sociedad?
Esas son algunas de las preguntas que Zoé Wittock plantea en Jumbo; y desde luego hay otras interpretaciones de la película, desde una alegoría sobre homosexualidad, hasta un honesto y tolerante retrato de la "objetofilia". Cada quién decidirá lo que expresa esta producción franco-belga. Yo prefiero ver Jumbo como una excelente muestra de "cine raro" que finalmente encontró la forma de interesarme en un relato romántico. Porque, a fin de cuentas, hay muy poca distancia entre un juego mecánico y un robot. Y ese amor lo siento desde niño.
Calificación: 8

IMDb

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