Monday, May 10, 2021

Lapsis



Síntomas: En el futuro cercano, la llegada de la computación cuántica requiere una compleja infraestructura de cables para conectar nodos que procesan inmensas cantidades de información. Esto genera oportunidades laborales para individuos emprendedores que no temen internarse en el bosque con el fin de "cablear" y ganar grandes cantidades de dinero... aunque en el proceso a veces pierden su humanidad.

Diagnóstico: No es fácil escribir la sinopsis de una película que no entendí. O, mejor dicho, no es fácil resumir una historia que parece intencionalmente obtusa para obligarnos a pensar y analizar sus múltiples metáforas sobre el crecimiento descontrolado del tecno-capitalismo, el desequilibrio económico, y el papel que la Humanidad está jugando en su propia explotación. O extinción. O algo así.
Nada es claro ni concreto en Lapsis... pero encontré fascinante la contemplación de sus provocativas ideas y su pesadillesca atmósfera que nos contagia la confusión del protagonista, atrapado en una actividad que solo podría describirse como "sisifeana" (aludiendo al mito griego de Sísifo, condenado por Zeus a empujar una roca cuesta arriba por toda la eternidad).
En el caso de Ray Micelli (Dean Imperial), el trabajo consiste en tender cable a través del bosque, siguiendo rutas programadas en su dispositivo GPS por la empresa CBLR. Es más difícil de lo que parece, pero la paga es extremadamente buena, y Ray necesita dinero para mantener a su hermano Jamie (Babe Wise), quien padece una extraña enfermedad posiblemente relacionada con la tecnología omnipresente en la vida cotidiana.
Uno de los obstáculos más grandes en el trabajo de "cablear" es la competencia, no solo con otros trabajadores humanos, sino con pequeños robots que avanzan por el bosque sin necesidad de descansar, comer, ni dormir. Esto significa que cualquier trabajador pierde su comisión si se le adelanta un robot. Además, las condiciones de trabajo pueden complicarse por una serie de factores, desde tormentas hasta falta de provisiones, que cada trabajador debe llevar por su cuenta. Y también hay desperfectos mecánicos, bandidos que roban cable, y el estricto control ejercido por CBLR para mantener un implacable ritmo de trabajo y satisfacer las necesidades del mercado.
Hasta ahí parece obvio que Lapsis está haciendo un comentario sobre la "economía temporal" (o "gig economy") que utilizan empresas como Uber y Amazon, contratando "proveedores externos" que no son empleados, y por lo tanto no tienen prestaciones, pero sí tienen muchas obligaciones y presión por parte de sus patrones (para una exploración más real y humana de este fenómeno recomiendo la cinta Sorry We Missed You, de Ken Loach). El simbolismo de Lapsis es un poco extraño, pero funciona gracias al libreto del director/ productor/ escritor/ editor/ compositor Noah Hutton, y al excelente trabajo de Dean Imperial en el papel de Ray, un hombre desesperado en un trabajo que no comprende, pero trata de cumplir para salvar a su hermano.
Además de esa obvia metáfora, también existe una conspiración que se extiende entre algunos cableadores, la cual podría estar conectada con el GPS de segunda mano que está usando Ray, y con una pequeña tienda de tés herbales. Como dije: nada es claro. Sin embargo esa confusión intencional (espero) forma parte del atractivo de Lapsis, y nos mantiene atentos a cada pequeño detalle que podría ser una pista en la solución del gran misterio... lo cual incluye el final que casi me hizo gritar por su aparente arbitrariedad. Repito: "aparente". Después de pensar un rato, saqué mis propias conclusiones (probablemente erróneas). Por eso recomendaría Lapsis para el público que aprecia ese tipo de retos, y disfruta el "cine raro" que plantea muchas preguntas, pero no ofrece respuestas... ni garantía de que existan. Puede ser frustrante, pero a veces el proceso de reflexión es más satisfactoria que el resultado. Al menos cuando no nos pagan por hacerlo.
Calificación: 8

IMDb

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