Tuesday, June 27, 2023

The Wrath of Becky


Síntomas: Becky Hooper (Lulu Wilson) escapa de sus padres adoptivos y trata de sobrevivir en los márgenes de la sociedad; pero cuando tres hombres secuestran a su perro, Becky decide rescatarlo.

Diagnóstico: En el año 2020, la película Becky propuso un violento y divertido re-planteamiento de Home Alone, donde una niña se defendió de varios criminales que invadieron su casa. El libreto tenía inconsistencias y situaciones inverosímiles para lograr que la niña saliera victoriosa; pero lo compensó con abundante sangre, un mórbido sentido del humor, y un trágico final que reconoció el daño psicológico de Becky después de sobrevivir una experiencia traumática.
Desafortunadamente la secuela, The Wrath of Becky, no solo repite los errores de la primera película, sino que los extiende hasta el punto de la caricatura, desperdiciando el potencial dramático del personaje y el subtexto político que le hubiera dado relevancia a la gastada fórmula de "venganza personal".
No voy a enlistar quejas específicas porque serían "spoilers"; sin embargo todas caen en la categoría antes mencionada: conductas absurdas y situaciones inverosímiles que reducen la credibilidad de la cinta, revelando la pereza (o ineptitud) de los directores y guionistas Matt Angel y Suzanne Coote para encontrar soluciones ingeniosas a los retos que enfrenta Becky (Lulu Wilson) en su lucha contra los patanes que robaron a su perro Diego (Pac Williams).
Y ahí tenemos un buen ejemplo de las incongruencias de The Wrath of Becky: ¿por qué tres neo-nazis roban el perro de una niña? Repito, no describiré las circunstancias que conducen a ese evento, pero créanme que NO TIENEN SENTIDO. Entonces Becky, quien lleva años entrenándose en defensa personal, se prepara para el rescate... y lo único que logra es empeorar la situación, revelando información que los villanos pueden usar en su contra. En resumen: The Wrath of Becky fue una decepción, aunque no exenta de virtudes.
Entre ellas: la actuación de Lulu Wilson (Annabelle: Creation) como Becky, deliciosamente desafiante a pesar del peligro; la hilarante saña de las muertes (mi favorita fue la granada de mano); y la expansión de una mitología un poco ridícula, pero adecuada para continuar la historia y completar la trilogía.
Irónicamente, lo mejor de The Wrath of Becky fueron los villanos (interpretados por Seann William Scott, Michael Sirow, Aaron Dalla Villa, Courney Gains y el co-director Matt Angel), quienes representan distintos aspectos del extremismo político en los Estados Unidos. Podríamos llamarles "neo-nazis", pero dentro de esa genérica descripción existen variaciones que la cinta explora a nivel colectivo e individual, esbozando las diferencias en métodos e ideologías dentro de las organizaciones supremacistas. Si los demás elementos de The Wrath of Becky tuvieran la misma profundidad y ambición, sería un nuevo clásico del cine de venganza. Pero con su mediana ejecución solo podría recomendarla como un paso obligatorio en el camino a una tercera parte que, con suerte, finalmente cumplirá el potencial de la premisa. Ya no pido realismo, sino simple lógica.
Calificación: 6.5

IMDb

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