Saturday, January 14, 2023

White Noise


Síntomas: A mediados de los ochentas, el profesor universitario Jack Gladney (Adam Driver) y su familia atraviesan catastróficos eventos que cambian sus vidas y transforman su futuro.

Diagnóstico: Lo voy a admitir desde el principio: no puedo defender White Noise como una buena película. El argumento vaga sin rumbo durante dos horas en busca de sentido o motivación, resultando en una frustrante experiencia que desperdicia su talentoso reparto y sus altos valores de producción.
Sin embargo, como fan del director Noah Baumbach, disfruté su peculiar visión en brillantes escenas individuales que expresan profundas ideas con un mordaz sentido del humor, incluso si nunca se integran en una historia coherente. Un clásico caso de "el resultado fue menor a la suma de sus partes".
Dichas partes incluyen al reparto que prácticamente justifica la existencia de White Noise, a falta de un argumento satisfactorio. El fino ojo de Baumbach para seleccionar actores confirma el viejo adagio de "la mitad de la dirección es el 'casting'". Una vez que Baumbach asocia a un actor con su personaje, tiene la mitad de la batalla ganada... aunque desde luego eso no excluye la posibilidad de una derrota.
Ya basta de apologías.
White Noise es una mala película construida con buenas escenas. La historia sigue varios meses en la vida de la familia Gladney: Jack (Adam Driver) es un profesor universitario especializado en el estudio de Hitler; su esposa Babette (Greta Gerwig) da clases de gimnasia para ancianos; y sus hijos tienen sus propias ocupaciones en un hogar generalmente feliz. Entonces ocurre un accidente que requiere la evacuación del pueblo entero, y la familia Gladney pierde su confortable estabilidad.
Suena como una "película de desastre" filtrada por la sensibilidad post-moderna de Noah Baumbach, donde la catástrofe es tan solo un catalizador del conflicto familiar. Al mismo tiempo, White Noise aborda temas comunes en la filmografía del director, incluyendo el temor a envejecer (While We're Young), tensión marital (Marriage Story), y la complejidad de las relaciones personales (Mistress America). El problema es la ausencia de una constante emocional, de modo que White Noise (disponible en Netflix) se siente como un desfile de situaciones marginalmente interesantes por sí mismas, pero irrelevantes para la narrativa global. 
De cualquier modo disfruté las actuaciones (mención especial para Don Cheadle como el profesor obsesionado con Elvis Presley), la cinematografía de Lol Crawley que revive los colores y texturas de los ochentas, y los detalles cómicos que salpican el fracturado melodrama (como el número musical más inesperado del año, con una canción de LCD Soundsystem). En el mejor de los casos podría decir que White Noise fue el experimento fallido de un artista en busca de su siguiente nivel creativo. Pero, en el peor de los casos (como probablemente opinará la mayor parte del público), White Noise es una insufrible letanía de pretenciosa palabrería que no conduce a nada. Estoy de acuerdo con ambas perspectivas; pero aún así me hizo reír el drama, y me puso a pensar la comedia. Típico Noah Baumbach.
Calificación: 6

IMDb

No comments:

Post a Comment