Monday, January 8, 2024

Aguas Siniestras (Night Swim)


Síntomas: Ray Waller (Wyatt Russell) y su familia se mudan a una nueva casa con piscina, donde podrá hacer ejercicios de terapia acuática que le ayudarán a recuperarse de una condición médica. Pero la piscina tiene otros planes...

Diagnóstico: Reconozco que hay cierta novedad en la premisa de la piscina maldita; sin embargo, fuera de eso, Aguas Siniestras se desarrolla exactamente como cualquier relato de "casa embrujada". La única diferencia es que los fenómenos no ocurren en el ático o en el sótano, sino en la piscina que oculta algo más peligroso que agua sucia y hojas secas.
El director Bryce McGuire gasta media hora en establecer la situación, lo cual parece excesivo considerando que es lo mismo de siempre: una familia en crisis (el padre sufrió una enfermedad que arruinó su carrera deportiva) se muda a una nueva casa, y encuentran manifestaciones que nadie toma en serio hasta que es demasiado tarde. Desde luego hay una tragedia del pasado conectada con la actividad paranormal; una búsqueda de información en Internet; y la obligatoria visita con la enigmática anciana que podría guardar la clave del misterio. A eso añadimos algunos sobresaltos, efectos especiales, y el twist final para confundir nuestras expectativas, y quizás preparar el terreno para la secuela (o precuela), dependiendo del éxito en taquilla. Resultado: noventa minutos de genérico "horror" que olvidaremos al salir del cine.
Lo cual, a pesar de todo, no es tan malo si vemos Aguas Siniestras con bajas expectativas y un poco de afinidad por el "horror acuático", un sub-género que siempre disfruto, incluso cuando la experiencia es menor a la suma de sus partes.
Entre esas partes: los fenómenos causados por la piscina son suficientemente ambiguos para inspirar curiosidad sobre su origen. Parece que cada miembro de la familia encuentra algo distinto, de modo que no sabemos si se trata de un fantasma vengativo, una entidad demoníaca, o hasta una "creature feature" ubicada en el incongruente marco de un suburbio norteamericano.
Otro elemento positivo fueron las actuaciones, un poco más detalladas de lo habitual. Wyatt Russell (The Falcon and the Winter Soldier) interpreta al padre afable que quiere ver el lado bueno de una mala situación; su prometedora carrera como beisbolista profesional terminó antes de tiempo, pero ahora puede pasar más tiempo con sus hijos. Kerry Condon (The Banshees of Inisherin) es la madre dispuesta a todo para proteger a su familia; y Amélie Hoeferle y Gavin Warren son los niños curiosos que sospechan algo mucho antes que sus padres. Y todos tienen la habilidad de un nadador olímpico. O al menos así parece durante las secuencias submarinas donde nadie necesita respirar.
Los efectos especiales son adecuados, complementando la cinematografía de Charlie Sarroff que combina locaciones acuáticas y "secas" sin perder consistencia visual durante la transición. Particularmente me impresionaron las tomas nocturnas, donde la cámara captura con igual nitidez los eventos dentro y fuera del agua.
No sé si esos aciertos técnicos bastan para recomendar Aguas Siniestras; pero el misterio de la piscina podría divertir al espectador casual en busca de sustos prefabricados y una historia muy elemental que no exige esfuerzo alguno... lo cual me hace pensar que Aguas Siniestras funcionará mejor en video casero. Tan solo otro experimento de Blumhouse con mediocres resultados, y algunas valiosas lecciones para su siguiente incursión en el horror acuático. Por ejemplo: un mejor diseño para la criatura. O fantasma, o demonio, o lo que sea.
Calificación: 6

IMDb

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