Síntomas: A lo largo de los años, la familia Chen atraviesa momentos difíciles que transforman su perspectiva del mundo.
Diagnóstico: Creo que necesito redefinir mi concepto de "drama familiar". O tal vez A Sun pertenece a un nuevo género... algo así como una "novela visual" que conjuga múltiples historias en una experiencia globalmente impactante, pero al mismo tiempo satisfactoria en sus componentes individuales. En resumen: un épico relato familiar que puede apreciarse en cada uno de sus detalles gracias a su impresionante visión artística.
A Sun es una película bastante larga (dos horas y media) y un poco lenta, pero nunca se siente aburrida porque el director Mong-Hong Chung nos obliga a sentir cada emoción de los personajes, como si fuéramos miembros de la familia afectados por los mismos problemas y malas decisiones.
Todo empieza cuando el hijo menor, A-ho (Chien-Ho Wu), es arrestado por participar en un delito violento. Su madre, la Sra. Qin (Samantha Shu-Chin Ko) trata de ser tolerante, pero su padre, el Sr. Chen (Yi-Wen Chen) no muestra afecto ni compasión, porque considera a A-Ho como una causa perdida. Por el contrario, el hermano mayor A-Hao (Greg Han Hsu) estudia mucho y tiene un prometedor futuro como doctor... aunque tiene sus propios secretos. Y así, con el paso del tiempo llegan nuevas sorpresas e inesperadas tragedias que podrían destruir a la familia, o fortalecer sus tenues lazos.
A Sun es una producción taiwanesa, pero comparte muchas características con el cine de Corea del Sur, empezando por un tono impersonal que hace el drama más intenso que cualquier exageración hollywoodense. No entiendo exactamente cómo funciona este truco, pero el estilo frío y distante del cine asiático consigue efectos devastadores que parecen inversamente proporcionales a la moderación de las actuaciones, o la sobriedad de la dirección. Supongo que esa es exactamente la magia de "menos es más".
Como sea, los actores aportan profundidad y empatía a sus personajes, enfocándose en las contradicciones típicas en cualquier familia: por muy decepcionados que sientan los padres, nunca pierden el amor por los hijos... aunque en ocasiones se manifiesta en formas inesperadas. Y por mucho rencor que acumule la generación joven, siempre persiste el respeto por la autoridad paterna que moldeó su personalidad (para bien o para mal). El conflicto primario de A Sun se desarrolla entre el padre y el hijo menor, lo cual hace más lucidoras las actuaciones de Chen Yi-Wen y Wu Chien-Ho (respectivamente). Pero tampoco podemos ignorar el trabajo de Samantha Ko y Xu Guang-Han como la madre y hermano mayor, ni de Ivy Yin y Apple Wu como una mujer e hija que se involucran en el drama de la familia Chen y alteran su dinámica para siempre.
Al igual que las actuaciones, la cinematografía de Nagao Nakashima y la dirección de Mong- Hong Chung son tan naturales que se vuelven invisibles. A Sun es una de esas películas que borran todo rastro de artificialidad para convencernos de que estamos en la misma realidad que los personajes. Es raro (al menos para mi) sentir este grado de inmersión, y esa es la mejor recomendación que puedo darle a esta obra maestra taiwanesa (disponible en Netflix). Se siente real... pero afortunadamente no lo es.
Calificación: 9
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