Sunday, November 3, 2019

El Arte de Defenderse (The Art of Self-Defense)



Síntomas: Después de sufrir un violento asalto callejero, Casey Davis (Jesse Eisenberg) decide tomar clases de karate en el "dojo" de Sensei (Alessandro Nivola), un instructor sereno y filosófico que empieza a cambiar la actitud de Casey... aunque no necesariamente para bien.

Diagnóstico: Después del extraño thriller Faults (acerca de un "deprogramador" de víctimas de cultos religiosos), no esperaba una comedia negra del director Riley Sterns, pero en retrospectiva parece apropiado que haya enfocado su atención en otra variedad de "líder" manipulador y carismático, cuyas enseñanzas parecen positivas, pero ocultan un propósito siniestro. La diferencia es que El Arte de Defenderse no busca inspirar temor, sino risas incómodas por las bizarras actitudes de los personajes y su patética confusión entre "fuerza" y "masculinidad". Sí, es una película "con mensaje", pero creo que su estilo surrealista y socarrón indica que no debemos tomarla muy en serio.
De hecho, El Arte de Defenderse es como The Karate Kid, si Daniel-san no hubiera estudiado  con el Sr. Miyagi, sino con Cobra Kai. Y si la película entera existiera en el universo de Napoleon Dynamite.
Es una combinación definitivamente inusual, y no siempre funciona como el director espera. Sé que el humor es una propiedad muy subjetiva, pero la repetición tiende a "desgastar" los chistes... y El Arte de Defenderse consiste básicamente en un largo chiste de casi dos horas que se vuelve menos gracioso conforme se complica la historia.
Afortunadamente las actuaciones ayudan a romper la monotonía, empezando por Jesse Eisenberg como el lacónico Casey, un auditor contable sin amigos, excepto por su adorable perrito Dachshund. Entonces Casey es brutalmente asaltado en la calle, y decide tomar clases de karate. Y así, gracias a las enseñanzas del Sensei (Alessandro Nivola) y al apoyo de sus compañeros, Casey empieza a desarrollar confianza y amor propio para enfrentar no solo amenazas físicas, sino las humillaciones cotidianas del trabajo.
Jesse Eisenberg tiene amplia experiencia interpretando "losers" atrapados en circunstancias extraordinarias (su personaje es bastante similar al de The Double), y el papel de Casey aprovecha al máximo su nervioso estilo de actuación. Después de verlo como Lex Luthor, pensé que nunca disfrutaría otra película de este actor... pero entre Zombieland: Double Tap y ahora El Arte de Defenderse, creo que aún tiene salvación.
En el papel del enigmático Sensei, Alessandro Nivola captura la dualidad de un "gurú" estricto pero justo, con un rígido código de conducta que se extiende más allá de las artes marciales. Pero también nos deja ver las grietas en su armadura emocional... las cuales se vuelven más obvias cuando Casey empieza a ganar su confianza. Finalmente, Imogen Poots interpreta a Anna, la estudiante que se esfuerza constantemente por ganar el respeto de sus compañeros; aunque nunca llegará tan lejos como ellos por su debilidad natural como mujer (en opinión del Sensei).
Con todos esos ingredientes, Riley Sterns creó una fábula "retro" sobre anacrónicos conceptos masculinos, y la mala costumbre de confundir compasión con debilidad. Sin embargo el abstracto humor del libreto convierte a los personajes en caricaturas que se vuelven irritantes con alarmante rapidez. Aún así El Arte de Defenderse me hizo reír en muchas ocasiones, y aprecié su creativa manera de disfrazar con humor un mensaje válido y más relevante que nunca. Creo que el Sr. Miyagi estaría de acuerdo... aunque nunca apoyaría la técnica del dedo asesino.
Calificación: 7.5

IMDb

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