Saturday, November 9, 2019

Rey de Ladrones (King of Thieves)



Síntomas: Cinco criminales retirados de asocian con un joven experto en electrónica para robar una bóveda de seguridad en Hatton Garden, uno de los barrios más vigilados de Londres.

Diagnóstico: ¿No vimos a Michael Caine haciendo esta misma rutina en Going in Style? Sí y no. Aquella comedia también siguió a una pandilla de viejitos planeando un robo; pero el director James Marsh (The Theory of Everything) tomó un camino distinto con Rey de Ladrones, dándole un tono más serio y realista que rinde tributo al cine criminal de los años setentas, con el beneficio adicional de una moderna sensibilidad para contrastar las diferencias entre la "vieja escuela" y la cruda realidad contemporánea.
El resultado es un thriller mediocre y sin rumbo; pero, eso sí, con abundante carácter y personalidad, gracias a los ancianos ladrones que enfrentan su último "trabajo" con sorprendente audacia, sin importar los estragos de la edad. Desafortunadamente el "gran golpe" termina muy rápido, y el resto de la película se enfoca en los conflictos de individuos paranoicos y desconfiados, junto con las inevitables traiciones, discusiones, y retos prácticos para convertir el botín en dinero. Al mismo tiempo seguimos la investigación policíaca que despierta exageradas especulaciones sobre "el robo de joyas más grande en la historia" (¿Mencioné que Rey de Ladrones está basada en hechos reales?) Sin duda hay elementos interesantes en todo este melodrama... pero nunca alcanza el delicioso suspenso del principio, dejando la película con una sensación de desequilibrio... el postre primero, y la ensalada al final.
Como premio de consolación tenemos el aderezo principal: las tremendas actuaciones de varios titanes británicos que cargan la película sobre sus (cansados) hombros, y son capaces de rescatar las más trilladas situaciones con su poderosa presencia. El "Rey de los Ladrones" (y de los Actores) es Michael Caine, dominando cada escena con su habitual fusión de calma y buen humor... excepto cuando las cosas se complican, y deja de ser el viudo afable para transformarse en un estricto líder de implacables principios. Si sugiere cortar a alguien en pedazos, sabemos que no está bromeando. Ray Winstone tiene amplia experiencia interpretando criminales, y aún así encuentra nuevas texturas como el cómplice más peligroso por su creciente ambición. Jim Broadbent, generalmente encasillado en papeles de anciano distraído, sorprende con el fuego interno que rara vez tiene oportunidad de liberar. Michael Gambon llega tarde a la película, pero la enriquece con su excéntrica interpretación de "Billy the Fish". Y Charlie Cox (más conocido como Daredevil) es el joven experto en electrónica que planeó el robo, sin saber en lo que se estaba metiendo.
La chispeante dinámica de esta pandilla ayuda a mantener nuestra atención, pero incluso su esfuerzo conjunto no alcanza a rescatar Rey de Ladrones de su insípido libreto (escrito por Joe Penhall, inspirado en un artículo de Vanity Fair mucho más interesante que la película). La dirección de James Marsh es ágil y creativa (me gustó mucho cómo presenta la investigación policíaca); y sin duda fue un placer pasar dos horas con tanto talento "clásico". Pero todos merecían mejor material; hasta los clichés de Going in Style fueron más satisfactorios.
Calificación: 7

IMDb

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