Friday, November 15, 2019

Midway: Batalla en el Pacífico (Midway)



Síntomas: En 1942, la Marina de los Estados Unidos enfrenta el avance de la flota japonesa en Midway, un pequeño grupo de islas en el Océano Pacífico, donde se desarrollaría una de las batallas más importantes de la Segunda Guerra Mundial.

Diagnóstico: En las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el cine bélico de Hollywood era básicamente propaganda política diseñada para proclamar la superioridad militar de los Estados Unidos, y para anunciar la incuestionable virtud de sus principios democráticos. Incluso de niño, cuando veía estas películas con mi abuelo (en televisión; no crean que estoy tan viejo), parecía evidente que los estoicos héroes de antaño (como John Wayne, Henry Fonda y William Holden) adoctrinaban al público mientras lo entretenían con emocionantes aventuras en el frente de batalla.
El tiempo pasó y surgieron otras guerras con nuevos enemigos, armas más avanzadas, y los primeros indicios de ambigüedad moral sobre las causas del conflicto. Y entonces, en los albores del siglo veintiuno, regresaron las películas sobre la Segunda Guerra Mundial con una actitud más madura y tolerante, donde lo importante no era aclamar a los triunfadores, sino explorar el factor humano y el horrible sufrimiento en ambos lados de la lucha. Cintas como Saving Private Ryan, The Thin Red Line y Flags of Our Fathers cambiaron la perspectiva del público (o al menos lo intentaron), y dejaron de ser simple entretenimiento catártico para convertirse en auténtico "cinema" (ya saben, del que le gusta a Martin Scorsese).
Para bien o para mal, Midway: Batalla en el Pacífico pretende ocupar un punto intermedio entre ambos extremos artísticos. Por un lado... enormes explosiones, frenéticas batallas aéreas, y la deliciosa satisfacción de la venganza. Por otro lado... la meticulosa planeación de estrategias, el respeto entre enemigos, y los incontables sacrificios individuales que se hicieron para salvar a una flota, a un país, al mundo entero.
Y el resultado fue... típico Roland Emmerich. Mucha gente odia a este director por poner el espectáculo visual por encima de la integridad narrativa, pero en lo personal aprecio su exuberante estilo y absoluta convicción para entretener al público a toda costa, arrojando a la pantalla aparatosos efectos digitales junto con insípido melodrama construido con clichés y emoción prefabricada. Es una receta inestable que puede fallar catastróficamente (Godzilla, 10,000 BC); pero también puede aportar altas dosis de entretenimiento (Universal Soldier, Stargate) para pasar un buen rato sin pensar demasiado.
Y eso describe a Midway: Batalla en el Pacífico. Las partes de acción están a cargo de Ed Skrein, Luke Evans, Aaron Eckhart y Nick Jonas, interpretando diversos capitanes, oficiales y pilotos que participaron en la batalla de Midway, un pequeño atolón en el Océano Pacífico con gran importancia estratégica para Japón como punto de ataque contra la Marina norteamericana. Y la parte "seria" de la película incluye a Patrick Wilson, Woody Harrelson, Dennis Quaid y Etsushi Toyokawa como los almirantes y generales que ordenan los movimientos de sus respectivas flotas y ponen en peligro las vidas de miles de marinos para cumplir su deber de defender sus respectivas naciones. O invadir otras.
Las imágenes que conjura Emmerich (y media docena de estudios digitales) son impresionantes, y capturan el caos y destrucción no solo de Midway, sino del ataque sobre Pearl Harbor, y otras famosas batallas en el frente del Pacífico. Sin embargo Emmerich cae en la trampa de convertir el combate en furiosos niveles de video juego que trivializan la habilidad de los auténticos pilotos que volaban frágiles aviones de madera controlados por cables. Hay momentos donde parece que estamos viendo Independence Day, y no recreaciones de eventos históricos.
Por lo demás, Midway: Batalla en el Pacífico ofrece actuaciones adecuadas, lecciones de historia superficiales pero razonablemente verídicas, y un buen balance entre los dispares aspectos del cine bélico: funcional como simple entretenimiento, pero sin descuidar los horrores físicos y psicológicos de la guerra. Un poco inclinado hacia lo primero, desde luego, porque a fin de cuentas Emmerich no está buscando Óscares, sino llenar cines y generar utilidades para sus inversionistas internacionales. En resumen: creo que Midway: Batalla en el Pacífico le hubiera gustado a mi abuelo.
Calificación: 8

IMDb

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