Monday, November 18, 2019

Greener Grass



Síntomas: En los idílicos suburbios de alguna ciudad, Jill Davis (Jocelyn DeBoer) conoce al nuevo bebé de su amiga Lisa Wetbottom (Dawn Luebbe), y le pide que se lo regale. Lisa accede, y Jill regresa a su casa muy contenta con su nuevo bebé; pero eventualmente esto cambia la relación entre las mujeres.

Diagnóstico: Sí, al principio de Greener Grass una mujer regala a su bebé, lo cual es perfectamente normal en el universo de la película. Para bien o para mal, ese es el tono absurdista que emplearon las directoras/productoras/escritoras/actrices Jocelyn DeBoer y Dawn Luebbe para satirizar el "American Way", representado por la apócrifa perfección de los suburbios, donde las impecables casas y jardines ocultan emociones reprimidas que se fermentan con el tiempo y pueden explotar en forma de violencia, o al menos depresión.
No es un concepto innovador, y hasta se siente anticuado en la segunda década del siglo veintiuno, cuando los vicios sociales e inseguridad económica opacan el fallido optimismo de aquellas "comunidades del futuro". Sin embargo DeBoer y Luebbe consideraron válido resucitar la crítica contra la obsesión consumista de la población suburbana, y la amenaza del conformismo utilizado como herramienta para identificar y suprimir a los "rebeldes" que no encajan en la utópica visión de sus vecinos. John Waters ya estaba satirizando estas situaciones en los años setentas, y hasta The X-Files hizo un hilarante episodio sobre los desarrollos suburbanos excesivamente reglamentados (sexta temporada, episodio 15: "Arcadia").
Pero, bueno... ignorando ese anacrónico contexto, Greener Grass me pareció un simpático experimento cinematográfico repleto de personajes excéntricos y situaciones surrealistas que ejemplifican los problemas de la "mentalidad de rebaño", simultáneamente dócil y competitiva. Todos quieren ser más que los demás, pero sin llamar la atención. Es indispensable mantener estricta cortesía y corrección política para no ofender ni causar "escenas" desagradables que inviten al chisme y a la segregación social. Esta es la receta ideal de la "felicidad"... aunque ningún personaje de Greener Grass parece realmente feliz.
Y ahí es donde entra el horror existencial de Greener Grass, convirtiendo la sátira en una opresiva pesadilla de colores pastel y dentaduras perfectas. DeBoer y Luebbe añaden pinceladas oscuras al luminoso lienzo de la película, transmitiendo una angustiante sensación de catástrofe inminente que destruye gradualmente la realidad de las protagonistas. Ah, y también podría estar acechándolas un asesino serial que ya cobró una víctima, y espera la oportunidad para atacar de nuevo.
Esta frágil combinación de sátira y suspenso funciona gracias al elenco perfectamente sintonizado en la visión de las directoras. Desde Neil Casey y Beck Bennett como los blandos maridos que acceden a todo lo que quieren sus esposas, hasta Mary Holland y Janicza Bravo como vecinas hambrientas de atención, todas las actuaciones comparten esa máscara de apatía que oculta sus genuinas emociones. Y cuando alguien se atreve a quitarse la máscara... no pasa nada.
Como dije al principio, los temas de Greener Grass parecen reciclados de sátiras más inteligentes y subversivas (desde clásicas como The Stepford Wives, Blue Velvet y The 'Burbs, hasta obras más recientes, como Donnie Darko, Pleasantville y Assassination Nation). Aún así podría recomendarla para fans del cine "raro" por los abstractos chistes del libreto, los bizarros personajes de inescrutable carácter, y situaciones tan extremas que provocan risa por su creativa evasión de toda lógica y sentido común (mi ejemplo favorito: un personaje se transforma en perro... y, desde luego, a nadie le parece extraño).
Greener Grass repite durante noventa minutos un mismo chiste que parece más apropiado para Adult Swim (el ejemplo más obvio es Too Many Cooks). Pero la audacia del proyecto y la inflexible convicción de sus creadoras la convierte en una experiencia ciertamente única que recordaré largo tiempo. Y hasta me ayudó a comprender el fenómeno de las "soccer moms".
Calificación: 7.5

IMDb

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