Sunday, May 5, 2019

Ni En Sueños (Long Shot)



Síntomas: Para añadir un poco de humor a sus discursos, la Secretaria de Estado Charlotte Field (Charlize Theron) contrata al escritor Fred Flarsky (Seth Rogen), su viejo amigo de la adolescencia. Pero las cosas se complican cuando se desarrolla un romance que podría destruir sus respectivos futuros.

Diagnóstico: Para variar, lo que menos me gustó de Ni En Sueños fue justamente el romance que ocupa la segunda mitad de la película. Pero antes de eso estaba disfrutando la acertada sátira política que muestra las contradicciones del trabajo gubernamental, y el doble estándar que enfrentan las mujeres en puestos públicos. Como dice la protagonista Charlotte Field: "¿Le preguntarían a un Secretario de Estado qué productos usa en su cabello?"
El principal acierto del director Jonathan Levine (Snatched) fue asegurarse de que la parte cómica de la "comedia romántica" fuera realmente graciosa, lo cual casi siempre se ignora en este tipo de películas. El libreto de Dan Sterling y Liz Hannah incluye observaciones, referencias y diatribas políticas que realmente me hicieron reír, al mismo tiempo que forman un sólido marco ideológico para la película (desde luego empieza como "propaganda liberal", pero eventualmente hace un genuino esfuerzo por considerar ambos lados de la discusión bipartisana... durante unos minutos, al menos).
La química entre Seth Rogen y Charlize Theron me pareció fantástica, capturando la inseguridad de viejos amigos que se encuentran después de mucho tiempo, y no saben si compartirán la misma dinámica de antaño. Rogen recicla algunas rutinas de "stoner" inmaduro, pero con suficiente auto-crítica y sentido común para no volverse repulsivo. Por su parte, Theron se divierte explorando la faceta cómica de su talento, que rara vez había ejercitado en sus previos proyectos. Claro, no es su primera comedia, pero creo que nunca le habían permitido formar parte integral del humor, en vez de ser simple víctima o cara bonita (como, lamentablemente, ocurrió en la serie Arrested Development).
También merece mención el brillante reparto secundario, integrado por actores de carácter que aportan algunos de los mejores momentos de la película. Entre ellos: June Diane Raphael y Ravi Patel como los asistentes de Charlotte; Bob Odenkirk como el Presidente Chambers, inepto y narcisista, pero muy popular entre los votantes (en otras palabras, una fusión menos tóxica de George W. Bush y Donald Trump); Randall Park como el editor del periódico donde trabaja Fred; Alexander Skarsgård como el Primer Ministro de Canadá (en una hilarante parodia de Justin Trudeau); y Andy Serkis, casi irreconocible como un desagradable "troll" corporativo obviamente inspirado por Rupert Murdoch.
Entonces llegamos al inevitable romance entre Fred y Charlotte, el cual pertenece parcialmente a la fantasía de "patán andrajoso que mágicamente atrae una mujer perfecta"; pero, afortunadamente, Ni En Sueños evita los clichés sexistas de las películas de Adam Sandler, y en vez de eso nos muestra la evolución de un romance "realista" (para estándares de Hollywood), apoyado por la simpatía de los actores y sus bien definidos personajes.
Entonces, aunque disfruté más la primera mitad de la historia (en algunas escenas se aproxima a la agudeza de In the Loop), el romance tampoco fue el desastre que yo esperaba, lo cual me permite recomendar Ni En Sueños como una divertida comedia que reconfigura arcaicos esquemas románticos en una fábula moderna con adecuada inteligencia e integridad emocional, gracias al trabajo de dos actores más compatibles de lo que yo hubiera imaginado. Y también la recomiendo para fans de Boyz II Men y la música romántica de los noventas; no es mi género favorito, pero entiendo su valor nostálgico. Cualquier cosa es buena para hacer tolerable la política.
Calificación: 8.5

IMDb

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