Friday, January 4, 2019

Máquinas Mortales (Mortal Engines)



Síntomas: Después de una devastadora guerra que casi extinguió la civilización, los sobrevivientes crearon enormes ciudades motorizadas que recorren el viejo continente europeo y absorben ciudades más pequeñas para robar sus recursos. Sin embargo, todo podría cambiar gracias a una joven mujer en una misión de venganza.

Diagnóstico: Máquinas Mortales incluye algunas de las más impresionantes imágenes que he visto en meses recientes. Desafortunadamente también me pareció una hueca e insípida "aventura juvenil", repleta de personajes prefabricados e inepto "drama" incapaz de generar las emociones que aspiran el director neozelandés Christian Rivers y sus célebres guionistas, quienes tienen considerable experiencia en épicas literarias, así que no sé qué salió mal.
Producida y escrita por Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens (creadores de la trilogía de The Lord of the Rings), Máquinas Mortales está basada en la novela Mortal Engines de Phillip Reeve, lo cual me hace pensar que sus vívidas descripciones de este distópico mundo post-apocalíptico fue la razón principal que atrajo a Jackson para adaptarla a cine. Y, para ser honestos, el increíble diseño "steampunk" de la película es un placer para la vista, así como los ingeniosos detalles que prestan cierta realidad a la descabellada idea de enormes ciudades "depredadoras" cazando víctimas en las devastadas tierras de Europa.
El estudio de efectos especiales Weta hizo un excelente trabajo capturando la escala de la acción (me gustaron las "huellas" que dejan las ciudades a su paso) y la riqueza de los entornos urbanos, incluyendo zonas habitacionales, fábricas, y hasta jardines en "Londres", la ciudad motorizada más grande y más temida por las comunidades pequeñas que son blanco ideal para absorber sus recursos. Y también me impresionó la creatividad de los diversos escenarios que recorremos a lo largo del relato, incluyendo una prisión acuática y una ciudad voladora. En resumen: Máquinas Mortales parece una febril pesadilla retro-tecnológica de Terry Gilliam, combinada con el minucioso detalle y majestuosidad de Rivendell. Lo cual sería perfecto si estuviéramos viendo una exhibición de arte... pero se trata de una película saboteada por un torpe argumento que casi arruina la experiencia entera.
Para variar, tenemos un par de adolescentes luchando contra el "sistema" por motivos personales. Hester Shaw (Hera Hilmar) quiere vengar la muerte de su madre; y Tom Natsworthy (Robert Sheehan) se involucra accidentalmente cuando es traicionado por el líder de Londres. Naturalmente esto provoca un forzado romance mientras los jóvenes recorren el territorio europeo encontrando inesperados aliados, nuevos enemigos, y pistas de una gran conspiración que podría cambiarlo todo. En otras palabras: lo mismo que hemos visto en incontables películas "young adult" carentes de tensión y personalidad. Y los escasos personajes que logran despertar nuestro interés son sacrificados en el altar del melodrama barato, para demostrar que Las Cosas Van En Serio©. Por su parte, los villanos son caricaturas sin motivación, aunque el gran Hugo Weaving logra insinuar un poco de dimensión como el carismático Thaddeus Valentine; lástima que se vea opacado por el diseño de producción. Los jóvenes protagonistas, Hera Hilmer y Robert Sheehan, no son malos actores; simplemente pertenecen a la categoría de "héroes pasivos" que triunfan por accidente o por capricho del guionista (esa revelación del "mcguffin" final me hizo reír). Y, bueno, me abstendré de enumerar las desvergonzadas similitudes entre Máquinas Mortales y otras famosas sagas cinematográficas, porque su mera mención podría arruinar las débiles sorpresas que nos depara esta cinta, sobre todo durante la Gran Batalla final, muy bien dirigida y ejecutada por los animadores de Weta, pero dramáticamente inerte por la cantidad de clichés que necesita para llegar hasta donde quiere el escritor.
De cualquier modo el espectáculo de Máquinas Mortales y sus ocasionales destellos de carácter (mis personajes favoritos fueron Anna Fang y Shrike, interpretados respectivamente por la cantante coreana Jihae Kim y Stephen Lang) logran entretener durante dos horas que serán particularmente atractivas para devotos de la estética "steampunk"... y para quienes estén buscando metáforas de "Brexit". Pero la indolente historia y superficiales personajes (por no mencionar los elementos "prestados" de otras franquicias) restan fuerza a la película y la ubican en la categoría de "hermosos desastres", donde también residen obras como Valerian and the City of the Thousand Planets, The Great Wall y Tomorrowland. Habiendo dicho eso, no me opondría a una precuela dedicada a Anna Fang y su dirigible/pájaro mecánico, siempre y cuando fuera dirigida por el auténtico Terry Gilliam, en vez de una pobre imitación.
Calificación: 7 (solo por el diseño y efectos digitales)

IMDb

2 comments:

  1. Ya cayó a Netflix. De verdad que da mucha vergüenza ajena los momentos de.... SPOILER






    "Soy tu Padre", la ciudad flotante, la destrucción de la ciudad volando en sus estrechas entrañas.

    Y vaya devergonzadas ansias de ganarse al público Chino.

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  2. Blackyman: ¡Ja, ja! Recuerdo que cuando escribí la crítica no podía mencionar siquiera las películas que copió Mortal Engines porque hubiera sido un desfile de spoilers. Habiendo dicho eso, ya pasaron dos años desde que la vi, y ya olvidé muchos detalles. Quizás sea momento de re-visitarla en Netflix, aunque sea como "ruido de fondo" mientras trabajo, para poder disfrutar los efectos sin tener que tragar la historia. Muchas gracias por tu comentario, y feliz semana!

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