Saturday, March 16, 2019

Corazón Borrado (Boy Erased)



Síntomas: Nancy y Marshall Eamons (Nicole Kidman y Russell Crowe) descubren que su hijo Jared (Lucas Hedges) es homosexual, y lo inscriben en un programa de rehabilitación para curar su "enfermedad".

Diagnóstico: El actor Joel Edgerton está incrementando su ambición con cada nuevo proyecto en su faceta de director, y puedo decir con confianza que Corazón Borrado es la mejor película ha realizado jamás. Bueno, apenas ha hecho dos, pero una cinta tan inteligente y provocativa merece un poco de hipérbole.
Es imposible ver Corazón Borrado sin recordar But I'm A Cheerleader, aquella bizarra comedia de 1999, donde Natasha Lyonne interpretó una porrista cuyas tendencias "pecaminosas" la llevaron a un similar "tratamiento" para eliminar su preferencia por las mujeres (resultando exactamente en lo opuesto). Por el contrario, Corazón Borrado adopta un tono serio y racional para alcanzar enorme profundidad emocional, gracias al libreto de Edgerton, basado en el libro Boy Erased, donde el autor Garrard Conley relató sus propias experiencias en uno de estos "centro de conversión".
Y así, entre confesiones y cuestionables métodos "terapéuticos" (voy a necesitar muchas comillas en esta crítica), Jared no solo reconoce la falacia del tratamiento al que se someten muchos jóvenes (algunos voluntariamente, y la mayoría por insistencia de sus padres), sino que encuentra una evolución en su propia actitud respecto a las emociones que lo tienen tan confuso y avergonzado, sobre todo como hijo de un respetado predicador en una pequeña comunidad muy devota y conservadora.
Esto le da a Corazón Borrado un tono objetivo y ligeramente optimista que desafía la crueldad de los métodos del Sr. Sykes (el mismo Joel Edgerton), creador del programa correctivo que imparte con gran celo y convicción, apoyado por varios ayudantes que (supuestamente) realizaron con éxito la conversión, y ahora están curados de su homosexualidad.
Vale advertir que los métodos de Sykes tienen una fuerte base religiosa; todos hablan de Jesús, de la voluntad de Dios, y de pedir perdón por los pecados cometidos con sus cuerpos y mentes. Sin embargo, Edgerton merece considerable crédito por mantener un firme respeto por la religión misma y las creencias de los personajes. En otras palabras, Corazón Borrado no condena las causas de la intolerancia, sino las consecuencias... una artera estrategia para mantener un actitud imparcial y conciliadora, que no insulta a los espectadores con ideas contrarias, sino simplemente los invita a considerar todo lo que puede salir mal con estos programas que intentan forzar un cambio en sus pacientes sin preocuparse por las consecuencias psicológicas.
En el papel de Jared, Lucas Hedges tiene un sobresaliente desempeño que captura la transformación externa e interna del personaje, inicialmente atormentado por su situación, pero abierto a contemplar otras posibilidades que podrían decepcionar a sus padres.
Hablando de lo cual, creo que las mejores actuaciones en Corazón Borrado fueron las de Nicole Kidman y Russell Crowe como los padres de Jared. Hubiera sido muy fácil convertirlos en villanos de caricatura, enarbolando la Biblia y gritando con furia divina; pero, como dije, el punto de Corazón Borrado no es criticar la religión, sino sugerir tolerancia y comprensión como alternativas al odio y al rechazo. No es un mensaje novedoso, pero me pareció brillantemente expresado por el director Joel Edgerton y su talentoso reparto (la más grande sorpresa: Flea, el bajista de Red Hot Chili Peppers, como un ex-convicto que asusta a los jóvenes con historias de perversiones pasadas, y los inspira con su “renacimiento” espiritual... es un papel breve, pero absolutamente contundente que nos ilustra sobre el peligro de las buenas intenciones fuera de control).
Corazón Borrado me pareció una película más sensible y relevante para la cultura actual que cualquiera de las cintas recientemente premiadas por la "Academia" (más comillas irónicas). Pero por alguna razón no tuvo suficiente difusión, o sus productores no tenían dinero para promocionarla entre los titanes de "la industria". Afortunadamente ningún premio reemplaza una historia genuinamente interesante y emotiva, dirigida por un actor que podría haber encontrado su nueva vocación. Qué lejos has llegado, Owen Lars.
Calificación: 9

IMDb

3 comments:

  1. Voy muy de acuerdo con tu crítica (siempre es bueno que se muestre, lo más posible, de manera imparcial ambas posturas e ideologías en conflicto) y vaya que fue una gran olvidada por la academia, creo se merecía al menos un par de nominaciones en algunas categorias, hablando de lo cual ¿No crees que Nicole Kidman merecía más esa nominación por actriz de reparto en esta participación que en Lion?.

    ReplyDelete
  2. Estimado Pablo : está película me pareció buena a secas ya que cuando parecía que el drama se haría más intenso creo que la resolución llegó de manera algo abrupta y cómoda, es cierto que no se trataba sobre las vejaciones sufridas por los internos en el cuestionable método de curación a la grave 'enfermedad' que trataban de curar si no más bien en la disyuntiva que causaba por la falta de aceptación y la duda causada sobre todo en ellos mismos, creo que quedó corta en ambos sentidos ya que tampoco sentí mucha profundidad de esta confusión en el protagonista sin embargo el tema me pareció muy interesante.
    Recibe un fuerte abrazo de tu amigo
    @ntonio

    ReplyDelete
  3. Eber R. Cervantes: Definitivamente me gustó más la actuación de Nicole Kidman en Boy Erased que en Lion; no solo fue más sutil y rica en detalle, sino que participó en el valioso mensaje de la película. Habiendo dicho eso, no me extrañan estas pifias de "la Academia" (y por eso no les presto mucha atención a los premios). Por ejemplo: recuerdo que en el año 2000 ignoraron por completo a Jennifer Connelly en Requiem for a Dream; y en el 2001 le dieron el Óscar por A Beautiful Mind... obviamente un caso de "premio de consolación" por haberla ignorado el año anterior. En fin... así funcionan los Óscares, supongo. Gracias, y feliz resto de la semana!

    @ntonio: Entiendo lo que dices, pero esa moderación dramática fue justamente lo que me gustó de Boy, Erased, ofreciendo un análisis racional que no requiere exageraciones para transmitir su mensaje. Tal vez profundizando más en el conflicto interno del joven hubiera roto ese frágil balance. No sé... las dos alternativas suenan válidas, pero creo que Joel Edgerton merece respeto por tomar el camino menos comercial. Muchas gracias por tu comentario, y saludos!

    ReplyDelete