Friday, July 6, 2018
La Maldición del Diablo (Still/Born)
Síntomas: Mary (Christie Burke) y su esposo Jack (Jesse Moss) estaban esperando gemelos, pero solo uno de los bebés sobrevivió el parto. Sin embargo, unos días después, Mary escucha el llanto de dos bebés en su casa...
Diagnóstico: Es un doble estándar perfectamente lógico: cuando hay niños en una película de terror, casi siempre son malignos. Pero cuando hay bebés, son invariablemente víctimas potenciales que apelan a la preocupación instintiva de cualquier padre o madre por la seguridad de sus hijos. No es una estrategia complicada ni original, pero funciona razonablemente bien en La Maldición del Diablo (ni hay maldición, ni hay diablo... no sé qué película habrá visto el Maestro Traductor).
Ese escueto fundamento narrativo ayuda a sumergirnos en el drama familiar de Mary, sólidamente interpretada por Christie Burke para enfatizar el precario estado mental de la joven madre, ya de por sí abrumada por la pérdida de un hijo, y además atormentada por siniestras visiones de incierto origen. Por su parte, Jesse Moss apenas registra como el padre de familia casi siempre ausente por asuntos de negocios, e inevitablemente escéptico cuando su esposa le confiesa sus sospechas de actividad paranormal alrededor del bebé.
La Maldición del Diablo empieza bastante bien con un eficiente montaje que captura la devastación emocional de la tragedia durante el parto; pero la dirección pierde fuerza gradualmente, hasta degenerar en las típicas rutinas de ruidos misteriosos, sombras siniestras, y recorridos nocturnos por la casa que terminan con un previsible sobresalto. Además, el libreto sufre fallas lógicas que diluyen el "horror" y subrayan las forzadas manipulaciones del escritor Colin Minihan. Por ejemplo: si Mary tiene tanto miedo de dejar solo al bebé, ¿por qué no se lo lleva a su habitación durante la noche? O, mejor aún, ¿por qué no contratan una niñera? Al parecer Mary no quiere, y esa es toda la explicación que ofrece la cinta. Supongo que si hubiera niñera la película terminaría demasiado rápido (incluso ahora solo dura ochenta minutos), y se rompería el gran misterio que sustenta la mayor parte del suspenso: ¿realmente hay una presencia sobrenatural amenazando al bebé, o se trata de un grave caso de depresión post-parto combinada con el trauma psicológico de perder al otro mellizo?
Al menos el director Brandon Christensen supo aprovechar esa incertidumbre para generar conflicto entre Mary y su madre (Sheila McCarthy), su vecina Rachel (Rebecca Olson), y el afable psicólogo (¡interpretado por Michael Ironside!), cuyas explicaciones científicas naturalmente descartan cualquier noción paranormal porque, bueno, así son los doctores.
Entonces viene la investigación personal de Mary, consultando Google y visitando a una mujer que sufrió una situación similar. Como dije: nada original, pero filmado con suficiente estilo y talento para mantener nuestra atención hasta el final.
Como puede suponerse, La Maldición del Diablo es una cinta blanda e inofensiva, casi libre de sangre, y con "horror" de bajo calibre, apto para televisión por cable en una noche de insomnio. No recomendaría pagar por verla en el cine, pero eso no significa que sea terrible; solo le faltó ambición para llegar más lejos en el aspecto visual, visceral y narrativo. Afortunadamente para eso siempre tendremos la clásica It's Alive... el mejor bebé del horror cinematográfico.
Calificación: 6.5
IMDb
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