Thursday, April 11, 2019

Unicorn Store



Síntomas: Después de fracasar como artista, la joven Kit (Brie Larson) regresa a la casa de sus padres, y pasa sus días enfrente del televisor, hasta que un misterioso "vendedor de unicornios" (Samuel L. Jackson) la inspira a mejorar su vida.

Diagnóstico: A estas alturas podemos declarar "adulto joven sin rumbo en la vida" como un sub-género oficial en el cine independiente. Generalmente disfruto este tipo de historias, pues no solo ofrecen ingeniosas reflexiones sobre el mundo actual y las relaciones modernas, sino que frecuentemente se apoyan en un sarcástico sentido del humor bastante alineado con mis preferencias personales. Cintas como Mr. Roosevelt, Adult Life Skills y Jeff, Who Lives at Home son buenos ejemplos de esta tendencia; y ahora podríamos añadir Unicorn Store como una mediana muestra del sub-género con significativos problemas que podrían arruinar la experiencia... según la tolerancia que cada espectador tenga por los unicornios y la "magia" que representan.
Brie Larson hace su debut como directora utilizando un libreto de Samantha McIntyre, y el resultado es una cinta con excelente manufactura y buenas intenciones, pero con un afectado tono que varía entre realismo mágico e irritante capricho creativo. Los aspectos "reales" de la cinta y las relaciones que se forjan entre los personajes sostienen el melodrama la mayor parte del tiempo; pero también hay muchos momentos "cute" que me hicieron rechinar los dientes. A esto me refería con la tolerancia individual hacia este tipo de material... seguramente mucha gente odiará Unicorn Store, mientras que otros la considerarán una encantadora fábula sobre optimismo y superación personal.
En términos más pragmáticos me gustó la actuación de Brie Larson, enriqueciendo el cliché de "pixie manic girl" con una densa base emocional que nos permite ver la melancolía y decepción detrás de su energética actitud. Kit no necesariamente "cree" en la existencia de los unicornios, pero su desesperada situación doméstica y laboral la obligaron a buscar un mecanismo de defensa para asimilar sus problemas y encontrar una nueva perspectiva para resolverlos. Entonces, podríamos tomar el asunto de la "tienda de unicornios" como una metáfora del entusiasmo infantil que perdemos con la madurez, y que podría ayudarnos a alcanzar un sano balance entre las responsabilidades de la vida adulta y nuestras necesidades emocionales... o algo así.
Suena como apología, pero realmente sentí un propósito más profundo detrás del "glitter", los arcoiris, y la rebuscada estética de Unicorn Store. El tono de la película requiere considerable precisión para impedir que la fantasía diluya el impacto de la realidad, y que la realidad no contamine el mensaje de la fantasía (un excelente ejemplo de esta precisión es la cinta Dave Made a Maze); desafortunadamente Larson titubea en múltiples ocasiones, y nos arrastra hacia los extremos más empalagosos de su visión.
Donde Larson acertó fue en el "casting", reuniendo un excelente ensamble de actores cuyo talento y personalidad complementan los personajes esbozados en el libreto. Entre mis favoritos: Joan Cusack y Bradley Whitford como los padres "new age" de Kit; Mamoudou Athie como Virgil, el carpintero improvisado que concreta las erráticas ideas de Kit; Martha MacIsaac y Annaleigh Ashford como aliada y rival (respectivamente) de Kit en su nuevo empleo temporal; y Karan Soni como el vecino con buenas intenciones pero pésimo "timing". La única decepción fue Samuel L. Jackson en el papel del vendedor de unicornios. Supongo que parecía divertido contratar a uno de los tipos más rudos de Hollywood para interpretar este etéreo y misterioso personaje, tal vez real, tal vez imaginario, y con una apariencia física totalmente opuesta a sus roles habituales... pero no funcionó, en mi humilde opinión. Nunca pude "sentir" al personaje; simplemente era Samuel L. Jackson con una peluca ridícula y un traje prestado de Pee-wee's Playhouse.
A pesar de tantas quejas, Unicorn Store me hizo reír con su bizarro sentido del humor y sincera química entre los actores. Y también me pareció un sólido primer paso de Brie Larson como directora, con varias cosas por mejorar, pero con buen instinto para construir una narrativa interesante y fluida, que sin duda aprovechará en proyectos futuros... siempre y cuando su participación en cintas de Marvel le permitan regresar a sus raíces en el cine "indie". De hecho, creo que sería la persona ideal para adaptar el comic Heroes Anonymous, sobre super-héroes en terapia... básicamente Short Term 12 con capas y leotardos.
Calificación: 7.5

IMDb

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