Friday, January 10, 2020

Un Buen Día en el Vecindario (A Beautiful Day in the Neghborhood)



Síntomas: El reportero Lloyd Vogel (Matthew Rhys) tiene problemas familiares y laborales, pero todo empieza a cambiar cuando entrevista a Fred Rogers (Tom Hanks), el veterano conductor de un programa educativo infantil que realmente se preocupa por su público.

Diagnóstico: En algunas críticas de insípidas películas biográficas he mencionado que sería preferible pasar media hora en Wikipedia leyendo fechas y detalles relevantes en la vida del individuo en cuestión, en vez de gastar dos horas de hueco melodrama y clichés sentimentales. Creo que la directora Marielle Heller (Can You Ever Forgive Me?) pensó algo similar, y por eso la cinta Un Buen Día en el Vecindario ignora por completo fechas y detalles para enfocarse en el espíritu de Fred Rogers, así como la paciencia y compasión que transformaron su sencillo programa educativo en inolvidables lecciones de vida para millones de seguidores que lo recuerdan con gran afecto como una influencia positiva en su desarrollo emocional.
Vale aclarar en este momento que yo crecí con Plaza Sésamo, y nunca vi un episodio completo de Mr. Rogers' Neighborhood. Solo breves fragmentos en mi adolescencia durante los ochentas, mientras esperaba el inicio de Doctor Who (en aquel entonces con Tom Baker o Peter Davidson) en el canal cultural PBS. Obviamente yo ya estaba viejo para esas lecciones infantiles; y, para el caso, me gustaba más Pee-wee's Playhouse, con su caótica energía y surrealista sentido del humor. Entonces, no guardo nostalgia alguna por Mr. Rogers... y aún así pude disfrutar Un Buen Día en el Vecindario, gracias al sincero libreto de Noah Harpster y Micah Fitzerman-Blue (inspirado en un artículo auto-biográfico de Tom Junod para la revista Esquire); a la dirección de Marielle Heller, por su audacia para tomar esta biografía en una dirección completamente inesperada; y, desde luego, a la actuación de Tom Hanks, capturando con asombrosa precisión la esencia de Rogers y su apariencia física, con ayuda del sutil maquillaje diseñado por Ma Kalaadevi Ananda. Cierto, al no tener esa conexión emocional con mi infancia, no logré "sentir" las partes más impactantes de la cinta (por ejemplo, la escena de la cafetería), pero eso no me impidió apreciar sus considerables virtudes, y salir del cine con una sonrisa.
Habiendo dicho eso, la narrativa de Un Buen Día en el Vecindario se tropieza de vez en cuando con sus afectaciones estilísticas. Me gustó mucho el uso de maquetas para establecer locaciones, pero a veces chocan con las auténticas tomas exteriores. Y los momentos "imaginarios" que acompañan la lucha de Vogel por superar sus problemas no siempre armonizan con el tono de la escena. De cualquier modo es admirable la convicción de la película para ilustrar los principios e ideología de Mr. Rogers por medio de un intenso estudio de carácter... de otra persona. Mr. Rogers termina siendo una figura secundaria en su propia película; y esta curiosa decisión se vuelve más lógica conforme conocemos la filosofía de Rogers, su relación con sus fans, y con sus propios retos personales.
En el papel protagónico, Matthew Rhys confirma el talento que vimos durante tantos años en The Americans. El reportero Lloyd Vogel no es una mala persona, pero las presiones y resentimientos familiares abruman su carácter y corrompen su percepción de los demás. Quizás por eso es tan bueno en su trabajo. Por su parte, Tom Hanks aborda el papel de Fred Rogers en el ocaso de su carrera, ya maduro, pero sin perder su afable disposición y entusiasmo por enseñarle cosas nuevas al público... o a cualquier persona que lo necesite. Los primeros encuentros entre Rogers y Vogel son un poco tensos... Vogel no sabe si puede tomar en serio a este hombre jugando con títeres; y Rogers intuye los problemas del reportero, pero respeta sus límites. Y así, durante dos horas vemos cómo su mutua influencia transforma sus vidas.
Eso basta y sobra para comprender la devoción que Fred Rogers sigue inspirando en sus fans, y su importancia como "papá postizo" de varias generaciones que aprendieron muchas cosas con él. Cosas que tal vez no enseñaban en Plaza Sésamo, pero que fueron igualmente importantes en el desarrollo de su audiencia. Mientras tanto, Pee-wee Herman solo nos enseñaba a pegarnos cinta adhesiva en la nariz.
Calificación: 8.5

IMDb

6 comments:

  1. Saludos Pablo. aquí murinus2009.

    No conozco a Fred Rogers, pero por alguna razon me recuerda a otro personaje de la tv abierta mexicana que era una figura familiar que daba consejos a sus "sobrinos" y los impulsaba a ser mejores, el fue quien me enseño como cruzar las calles "fijándose 8 veces a los lados antes de cruzar":
    El Tio Gamboin ¿lo conociste Pablo?

    Por lo que mencionas tanto, Fred Rogers, Como, El Tio Gamboin, trataban a los niños como seres inteligentes capaces de razonar y no meros consumidores de juguetes y dulces, creo que el ultimo que queda de esos personajes es, Cepillin, si es que no ha cambiado su estilo desde que lo veía yo hace mas de 30 años.

    Suena bien esta película Pablo, gracias por la recomendación.

    Y creo que vi algo de la película, La Gran aventura de Pee Wee Herman, hace como 20 años, no sabia que era un personaje infantil con un programa, creí que solo era de esa película, que creo hasta cinta de culto es.

    Hasta pronto.

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  2. murinus2009: ¡Claro que recuerdo al Tío Gamboín! De hecho, "El Cinito del Tío" fue una de mis fuentes principales de horror y cine "kaiju" durante mi infancia. Los sábados por la mañana pasaban una o dos películas en vez de caricaturas, y supongo que ahí fue donde conocí a Godzilla, y donde empecé a ver el nombre de Roger Corman en los créditos de antiguas "B-Movies" de horror y ciencia ficción que los amables programadores consideraban aptas para niños. Claro, eran los setentas... todavía existían los cigarros de chocolate, "¡Para fumar como Papá!". Muchas gracias por los recuerdos. En cuanto a Pee-wee Herman, su serie matutina era inolvidable... como Beakman's World, pero menos educativa y más psicodélica. Y, en efecto, Pee-wee's Big Adventure se convirtió en película de culto, gracias en gran parte a la sensibilidad que aportó Tim Burton al ya de por sí descabellado universo de Pee-wee. Nunca olvidaremos a Large Marge. Muchos saludos y suerte!

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    1. ¡Ah, qué recuerdos con Don Ramiro Gamboa, mejor conocido como "El Tío Gamboín"!. Yo sí lloré cuando me enteré de su fallecimiento.

      Y también recuerdo varias de las películas que él presentaba los sábados por las mañanas. Fueron mis inicios para conocer westerns, películas de aventuras, de terror, de monstruos y clásicas.

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    2. Psico: No tenían "anfitrión" formal, pero también recuerdo las sesiones domingueras de "Cine Permanencia Voluntaria" en el canal 8 (¿creo?) Otra excelente fuente de cine clásico. Muchos saludos y suerte!

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    3. Claro, también recuerdo esos ciclos de cine donde pasaban dos veces una película en diferentes horarios y a las nueve de la noche la función estelar. Recuerdo haber visto películas como Halloween, Velada Macabra, La noche del conejo y tantas cintas tanto interesantes como pésimas.

      Acá donde vivo era el canal 4. Tu propio espacio.

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  3. Psico: ¡Night of the Lepus! Es cierto... no siempre proyectaban películas de buena calidad. Pero, bueno... todo es aprendizaje ;-) Saludos y suerte!

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