Sunday, January 19, 2020

Judy



Síntomas: En 1968, Judy Garland (Renée Zellweger) viaja a Londres para dar varios conciertos, pero es difícil mantener la imagen de estrella de Hollywood cuando su vida personal se desmorona a su alrededor.

Diagnóstico: La mayor parte de la gente (incluyéndome) solo conoce a Judy Garland como la protagonista de The Wizard of Oz (1939), una de las más icónicas manifestaciones de la "Era Dorada" de Hollywood. Sin embargo la cinta Judy se enfoca en la vida de Garland treinta años después del Camino Amarillo, cuando su fama había disminuido y los traumas de una infancia destrozada se habían transformado en vicios que frenaban su desempeño como actriz y cantante. Y así, con ayuda de discretos "flashbacks" a la juventud de Judy, el director Rupert Goold teje gradualmente el tapiz de sufrimiento y desesperanza que marcó la edad madura de la protagonista, interrumpidos de vez en cuando por pequeños triunfos que confirmaban su talento, aún palpitante a pesar de los golpes de la vida.
Gracias a la tremenda actuación de Renée Zellweger, Judy captura perfectamente el espíritu de Judy Garland y nos ayuda a comprender las circunstancias que llevaron a ese desalentador período de su vida. Además del alcoholismo (y quizás drogadicción), Garland está peleando por la custodia de sus hijos con su ex-esposo Sid Luft (Rufus Sewell); tiene frecuentes desacuerdos con su nuevo esposo Mickey Deans (Finn Wittrock); y le hace la vida imposible a Rosalind Wilder (Jessie Buckley) y Bernard Delfont (Michael Gambon), los agentes teatrales que la llevaron a Londres como última oportunidad para resucitar su carrera.
En general Judy es una película triste que muestra gran compasión por su protagonista... aunque eso no le impide regodearse en los momentos más trágicos de su ocaso, y en las humillaciones que sufrió durante una carrera llena de gente abusiva que explotaba su talento sin importar las consecuencias para la frágil niña debajo de la "estrella". Francamente, el drama se vuelve un poco cansado a pesar del espectacular trabajo de Zellweger y el excelente diseño de producción que nos transporta al exuberante Londres de los años sesentas.
Supongo que Goold quiso explorar con toda honestidad el colapso artístico y personal de Judy Garland (aunque, estrictamente hablando, Judy está basada en una obra teatral escrita por Peter Quilter, y no en una biografía formal); pero no deja de sentirse como explotación de una vida que tal vez pudo retratarse de una manera más optimista, sin ocultar sus duras verdades. No sé... es como definir a una persona por sus defectos, en vez de celebrar las virtudes que hacen su historia digna de ser contada.
El lado bueno de todo esto, desde luego, es la actuación de Renée Zellweger, quien literalmente desaparece para transformarse en Judy Garland con todas sus características físicas y psicológicas. Creo que hay "buenas actuaciones" donde vemos al actor crear emociones y actitudes que sentimos reales (por ejemplo, todo lo que ha hecho Meryl Streep). Pero también existe un nivel más profundo, donde dejamos de ver al actor y aceptamos al personaje sin cuestionamiento alguno. Zellweger alcanzó ese excelso nivel con Judy Garland, y sin duda merece todo el reconocimiento que está recibiendo... solo hubiera deseado que su actuación perteneciera a una mejor película. Lo cual no significa que Judy sea mala; por el contrario, sus elevados valores de producción, los números musicales (con la auténtica voz de Renée Zellweger, lo cual fue otra revelación), y las actuaciones secundarias (destacando Jessie Buckley, Richard Cordery, y Darci Shaw como la versión adolescente de Judy, cuando aún se llamaba "Frances Gumm") contribuyen a la creación de un producto de alta calidad... pero con una indefinible amargura que casi me arruinó la experiencia. Aquí es donde podemos apreciar las "bio-pics" que prefieren terminar antes de volverse deprimentes.
Calificación: 8 (sería 6 sin la actuación de Renée Zellweger)

IMDb

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