Friday, July 8, 2016
Dos Tipos Peligrosos (The Nice Guys)
Síntomas: Los Ángeles, 1977: el detective Holland March (Ryan Gosling) y el "fixer" Jackson Healy (Russell Crowe) se ven obligados a cooperar para encontrar a una famosa actriz pornográfica llamada Misty Mountains (Murielle Telio). Pero, desde luego, lo que parecía una fácil investigación se complica más de lo que esperaban.
Diagnóstico: Creo que mi aprecio por la obra del guionista Shane Black se remonta al año 1987, cuando escribió The Monster Squad. Casi veinte años después me sorprendió con Kiss, Kiss, Bang, Bang, su debut como director. Y desde entonces ha escrito y dirigido otras películas que me han gustado en mayor o menor medida (Iron Man 3, Edge), pero la verdad es que nunca alcanzaron aquella exuberante energía y caótico estilo narrativo que comienza difuso, para luego enfocarse con sorprendente elegancia y precisión.
Su nueva película como director y co-guionista, Dos Tipos Peligrosos (uf), aspira a duplicar la magia de Kiss, Kiss, Bang, Bang, pero se queda corta por culpa de algunas cuestionables decisiones dramáticas y un sentido del humor demasiado indulgente que rara vez armoniza con los temas "serios" de la película.
A pesar de todo Dos Tipos Peligrosos me pareció entretenida y, aunque no cumplió mis expectativas, fue considerablemente más ingeniosa y emocionante que todos los thrillers policiacos/cómicos que se han producido recientemente (el ejemplo que tengo más fresco en la memoria es Central Intelligence, la fatalmente mediocre "comedia de acción" con Kevin Hart y Dwayne Johnson).
Para empezar, Dos Tipos Peligrosos se apoya en dos excelentes actores con perfecta química al interpretar un par de "losers" que trabajan en los más sórdidos estratos de la ciudad de Los Ángeles en 1977, aunque con grandes diferencias en sus particulares motivaciones y ética profesional. Eso genera una simpática interacción donde Ryan Gosling y Russell Crowe pueden explotar sus respectivas habilidades para encontrar nuevos ángulos en la amistad/antagonismo de Holland March y Jackson Healy, logrando que sus escenas se sientan frescas y naturales, en vez de parecer el mismo chiste reciclado una y otra vez (señalo de nuevo Central Intelligence como punto de comparación... un poco injusto, pero inevitable debido a la cercanía de sus estrenos en México).
Y no puede faltar una merecida mención de la niña Angourie Rice en el papel de Holly, la hija de Holland, que es mejor detective que su padre y más audaz cuando se trata de enfrentar situaciones peligrosas. Claro, su personaje no es muy creíble, pero no por culpa de la joven actriz, sino porque el director la pone en situaciones altamente inverosímiles, donde la trama sólo puede avanzar por medio de ridículas coincidencias que revelan las pereza de Black en su edad madura. Ahora que lo pienso, eso aplica a todos los personajes, no sólo a Holly. En vez de diseñar algún método creativo para salvar a la niña y los detectives de una muerte segura, o para encontrar una nueva pista que contribuya a la investigación, Black prefiere que la respuesta les caiga del cielo por arte de magia (a veces literalmente). Eso fue lo que menos me gustó de Dos Tipos Peligrosos; su tendencia a resolver todo con un chiste para ocultar la falta de ideas. Ah, y tampoco tragué algunas rutinas cómicas de Ryan Gosling. Sin duda es un actor excepcional, pero la comedia no es su fuerte. O quizá le falta experiencia. Como ejemplo puedo señalar la escena donde prende un cigarro y el resplandor del encendedor revela algo que no esperaba.
Me estoy quejando mucho pero, como dije al principio, la verdad es que Dos Tipos Peligrosos sostuvo mi atención sin un asomo de aburrimiento a lo largo de casi dos horas, porque la historia es interesante y Shane Black es un director inteligente, seguro de su estilo y visualmente ambicioso, pero sin descuidar la sustancia de la película. Esto se manifiesta en los decorados, música y locaciones que nos transportan a Los Ángeles de 1977. Desde "Rock and Roll All Nite" hasta detalles como la marquesina del club The Comedy Store, que anuncia entre sus "nuevos" comediantes a Richard Lewis y Tim Allen; cada escena es un placer para los sentidos, y un sutil recordatorio de mareas culturales cuyo efecto persiste hasta la época actual.
Completando el rompecabezas "retro-noir" tenemos actores como Matt Bomer, Keith David, Gil Gerard (¡Buck Rogers!) y Kim Basinger en roles cortos pero rebosantes de personalidad. Y, a fin de cuentas, eso rescata Dos Tipos Peligrosos de sus ocasionales tropiezos: una honesta personalidad ligera y traviesa a primera vista, pero con múltiples estudios de carácter gestándose bajo su engañosa superficie. Esa es la especialidad de Shane Black, y por eso seguirán interesándome sus películas. Pero ojalá ponga más cuidado en su próximo libreto. Si tiene que copiar de Raymond Chandler o Dashiell Hammett, no hay problema; no será la primera vez, y casi nadie los recuerda, porque nunca escribieron "buddy comedies". Como, por ejemplo, Central Intelligence.
Calificación: 8
IMDb
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Hola Pablo.
ReplyDeleteLa escena del encendedor me pareció de lo más cómica. Quizás sea un homenaje a Costello queriendo llamar a Abott en alguna situación de peligro. O viniendo más cerca en el tiempo al Chapulin cuando se asustaba por la presencia de algún monstruo. Ajjjjjjjaaajjaa me rei mucho.
Abrazos Hugo desde la Argentina.
Hola Pablo.
ReplyDeleteLa escena del encendedor me pareció de lo más cómica. Quizás sea un homenaje a Costello queriendo llamar a Abott en alguna situación de peligro. O viniendo más cerca en el tiempo al Chapulin cuando se asustaba por la presencia de algún monstruo. Ajjjjjjjaaajjaa me rei mucho.
Abrazos Hugo desde la Argentina.
Hugo (Un amigo): Ja, ja! El Chapulín Colorado... nunca hubiera hecho esa conexión, pero parece muy apropiada. Lo que no me gustó de esa escena fue la actuación... demasiado obvia. Hasta el Chapulín parecía más realista ;-) Gracias y muchos saludos!
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