Friday, July 15, 2016

Buscando a Dory (Finding Dory)



Síntomas: Un año después de los eventos de Finding Nemo, Dory (voz de Ellen DeGeneres) decide emprender un nuevo viaje por alta mar para encontrar a sus padres. Marlin (voz de Albert Brooks) y Nemo (voz de Hayden Rolence) saben que es muy olvidadiza, y deciden ayudarla; pero terminan metiéndose en problemas y enfrentando peligros que deberán superar para cumplir una misión de dudoso resultado.

Diagnóstico: Parece mentira que hayan pasado trece años desde el estreno de Finding Nemo. Eso significa que muchos de los niños que la vieron en el 2003 ahora son adultos que llevarán a sus propios niños a ver Buscando a Dory. Estoy bromeando. Espero.
El punto es que Buscando a Dory enfrenta dos grandes retos: capturar la imaginación de una nueva generación de niños saturados de información y gráficos digitales; y satisfacer las nostálgicas expectativas de quienes disfrutamos la sobresaliente cinta original (probablemente mi favorita de Pixar después de The Incredibles). ¿Logrará cumplir en ambos niveles? La respuesta es: solo de vez en cuando (en mi humilde opinión).
Primero lo malo, para salir rápido del paso: la primera hora de Buscando a Dory me pareció lenta y mediocre. La motivación de Dory para emprender su viaje es bastante arbitraria; más como una excusa para realizar una secuela, y menos como genuina continuación en la evolución del personaje. Hablando de lo cual, las visitas con los viejos conocidos de la primera película (por ejemplo Crush, la tortuga surfer, y Ray, el profesor mantarraya) se sienten secas y forzadas, como escalas obligatorias para complacer a los fans y evitar un levantamiento colectivo con gritos de "¡Arruinaron mi infancia!"
La verdad es que durante esa hora inicial me estaba aburriendo, y veía con frecuencia el reloj en espera del final.
Afortunadamente Buscando a Dory mejora considerablemente durante los últimos treinta minutos. La historia encuentra renovado propósito y, al igual que la olvidadiza heroína, deja de deambular sin rumbo para tomar una ruta concreta hacia un desenlace emocionante, imaginativo y satisfactorio en muchos niveles.
Curiosamente eso fue lo mismo que pensé de Monsters University: un principio lerdo y carente del talento narrativo de Pixar, redimido por un despliegue de ingenio en la recta final, justo a tiempo para salvar el día (o al menos los noventa minutos que ocupan ambas cintas).
Y ese divertido final de Buscando a Dory será lo que recordará el público saliendo del cine (no olviden la escena durante los créditos), creando la impresión de que la película fue mejor de lo que parecía. Pero mi gélido corazón de viejito amargado me impidió olvidar el tedio que experimenté durante el resto de la cinta.
Algo que por suerte no cambió fue el excepcional desempeño de los actores que prestaron sus voces a los coloridos personajes de Buscando a Dory. Albert Brooks y Hayden Rolence (como Marlin y Nemo, respectivamente) quedaron relegados a caracteres secundarios, pero conservan su entrañable interacción de padre e hijo con inflexible convicción sobre el poder de la unidad familiar. Los recién llegados a este universo animado también hicieron un excelente trabajo, incluyendo a Ed O'Neill, Idris Elba y Diane Keaton, por no mencionar cierta célebre actriz con un simpático papel "meta" que me hizo reír (este es buen momento para aclarar que vi la versión subtitulada; muchas gracias a Cinemex por darnos esa alternativa, que rara vez encontramos en el cine infantil). Pero la película pertenece por completo a Ellen DeGeneres; la personalidad que imprime en sus diálogos nos atrapa en la inocente realidad de Dory desde su primera escena. Algunas de sus gracias me irritaron un poco (como cuando usa el lenguaje de las ballenas), pero fuera de eso fue un placer acompañarla en esta aventura... incluso cuando el libreto flaquea, lo cual ocurre con frecuencia. Y ya que estamos hablando del guión, también señalaría algunos momentos altamente inverosímiles en el desenlace; sin embargo... ¿quien busca realismo en una película sobre un pez parlante cuyo principal aliado es un pulpo con la voz de Al Bundy?
Ese personaje, Hank el pulpo (voz de Ed O'Neill), fue lo que más me impresionó de Buscando a Dory. Su apariencia e increíble movilidad trasciende cualquier "set-up" de animación tradicional que pueda imaginarme; no tengo idea cómo lograron algo así.
Por el lado menos técnico podemos deleitarnos con extraordinarios escenarios marítimos y terrestres, cuidados hasta en el más pequeño detalle para simular asombroso realismo. Mi favorito creo que fue el "acuario interactivo", por la interacción (ahem) de tantos elementos físicos y atmosféricos, acompañados por una virtuosa dirección de cámaras que nos hacen sentir el peligro de la situación. Ah, y qué tal la secuencia "point of view" cuando... bueno, ya la verán.
A fin de cuentas me gustó Buscando a Dory, pero repitió muchos de los vicios y errores presentes en similares secuelas de Pixar (o cualquier otro estudio, para el caso). Sin embargo el pequeño fragmento de "magia Pixar" que lograron invocar compensó parcialmente lo malo y, como dije, salí del cine razonablemente satisfecho. Sólo queda esperar que dentro de trece años los hijos de los hijos de los hijos que vieron Finding Nemo puedan seguir admirando obras originales de Pixar, en vez de secuelas producidas por razones mercantiles, y no para explorar los límites infinitos del cine animado, como alguna vez soñaron los animadores de Disney... y también los fundadores de Pixar. Ojalá nunca lo olviden.
Calificación: 7.5

IMDb

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