Friday, October 23, 2020

Nocturne



Síntomas: Juliet Lowe (Sydney Sweeney) y su hermana gemela Vivian (Madison Iseman) estudian música prácticamente desde que nacieron, pero solo una de ellas fue admitida a la prestigiosa Academia Juilliard. Entonces la otra descubre una misteriosa partitura que podría mejorar su técnica... pero ¿a qué precio?

Diagnóstico: El "horror musical" no es un sub-género muy común, pero por alguna razón está experimentando un renacimiento con cintas como The Sonata, The Perfection, y ahora Nocturne (otra entrada en el audaz experimento "Welcome to the Blumhouse" de Amazon Video). Y, claro, al decir "horror musical" no me refiero a musicales estilo Broadway, sino al uso de música clásica como parte integral del terror, ya sea como lenguaje oculto para conjurar entidades del más allá (como vimos en The Sonata), o como disciplina artística que obsesiona a sus practicantes hasta el punto de la destrucción (como ocurrió en The Perfection). Para bien o para mal, Nocturne combina ambas perspectivas, y aunque en lo personal me gustó bastante, reconozco que su parsimonioso ritmo y turbia narrativa podrían decepcionar al público que prefiere más sustos, sangre, y claridad en su experiencia de terror.
La premisa de las hermanas gemelas enfrascadas en una amarga rivalidad aporta suficiente drama para sostener nuestro interés, apoyado por excepcionales actuaciones y un entorno académico altamente competitivo, donde la presión consume a los estudiantes que toman en serio su vocación... como es el caso de Juliet y Vivian Lowe. Entonces el casual encuentro de una "partitura maldita" (que ya ocasionó una muerte durante el prólogo de la película) presenta una oportunidad única para la hermana que quiere mejorar su técnica y desafiar las expectativas de los maestros que ignoran su talento (al menos en su opinión). Y, desde luego, la partitura (o el gradual colapso mental de la joven) provoca graves estragos en sus relaciones personales, en su vida familiar, y desde luego en sus estudios musicales.
Sydney Sweeney (Dead Ant) y Madison Iseman (Annabelle Comes Home) capturan el rencor/afecto de las hermanas en conflicto, capaces de gran crueldad, pero sin intención de romper el inquebrantable lazo que las une desde que compartieron el vientre de su madre. Por cierto, Iseman y Sweeney no son gemelas en la vida real, pero se parecen lo suficiente para que su apariencia no distraiga de la historia.
Y, hablando de la madre (o madrastra, no estoy seguro), fue un placer encontrar a Julie Benz en ese papel, breve, pero importante para comprender la situación en el hogar de Vivian y Juliet, que seguramente contribuyó a la crisis actual. Idea para Blumhouse: denle su propia película a Benz, por favor.
Los demás personajes secundarios añaden textura al drama principal, incluyendo a Ivan Shaw y John Rothman como profesores con métodos de enseñanza muy distintos; Jacques Colimon como el novio de Vivian; y JoNell Kennedy como la directora que quiere evitar otro escándalo en su escuela de música.
Casi no hay efectos especiales en Nocturne (una que otra pesadilla y sutiles alucinaciones), ni "sustos" en el sentido tradicional. La directora británica Zu Quirke sabe que el horror más puro surge de nuestro interior, y lo manifiesta por medio de actuaciones, música y edición, generando una agobiante sensación de angustia que crece con cada escena y desafía nuestra percepción de los eventos que estamos presenciando... ¿la "partitura maldita" será realmente mágica, o tan solo un conducto para la obsesión de una artista dispuesta a sacrificar todo por el éxito?
Para bien o para mal, el final de Nocturne es igualmente ambiguo; pero me pareció apropiado como metáfora de las fracturas físicas y emocionales que provocan la envidia, la ambición, y el paralizante miedo a la mediocridad. Sobra decir que yo superé ese miedo hace mucho tiempo.
Calificación: 8.5

IMDb

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