Síntomas: A consecuencia de un accidente Nolan Wright (Mamoudou Athie) sufrió daños neurológicos que afectan su memoria y hacen más difícil cuidar a su pequeña hija Ava (Amanda Christine). Por eso Nolan acepta participar en la terapia experimental de la Dra. Lillian Brooks (Phylicia Rashad)... con siniestros resultados.
Diagnóstico: Continuando su misión de conquistar el universo de "streaming", el estudio Blumhouse estrenó en Amazon Prime una antología de películas llamada "Welcome to the Blumhouse", donde se exhibirán obras que no pertenecen exactamente a la repisa del terror, aunque podrían ocupar nichos adyacentes.
La primera de esas películas es Black Box, donde conocemos al fotógrafo Nolan Wright, viudo y con una pequeña hija a la que a veces olvida recoger de la escuela debido a su daño cerebral. Entonces la Dra. Lillian Brooks lo invita a participar en una nueva forma de terapia que ayudará a reconstruir su memoria; pero, una vez bajo trance hipnótico, Nolan empieza a ver una figura pesadillesca de origen y propósito desconocido. Y así comienza la lucha de un hombre por recuperar su identidad y los recuerdos que definen su personalidad.
A pesar de sus aparentes elementos sobrenaturales y conceptos de ciencia ficción, Black Box funciona mejor como un intenso drama personal donde la gradual revelación del pasado transforma la percepción que el protagonista tiene de sí mismo. El director Emmanuel Osei-Kuffour y su co-guionista Stephen Herman ejecutan una ingeniosa intriga psicológica con impecable integridad emocional... una vez que aceptamos la descabellada fusión de hipnotismo y realidad virtual que propone la Dra. Brooks. La pseudo-ciencia de la película es bastante creativa, pero implica avances tecnológicos fuera de nuestra realidad.
Afortunadamente es un detalle menor que pierde importancia frente a los grandes aciertos de Black Box, incluyendo la impresionante actuación de Mamoudou Athie en el papel principal. Desde la primera escena nos transmite la confusión de Nolan y las repercusiones de la amnesia hasta en los más triviales aspectos de su vida; y conforme avanza la terapia, el actor debe mostrar la evolución del personaje sin destruir los valores esenciales que nos conectan a él. Igualmente importante es la actuación de la niña Amanda Christine en el papel de Ava, ansiosa por ayudar a su padre, pero sin saber cómo. Y también merecen mención la legendaria Phylicia Rashad como la doctora más interesada en probar sus teorías que en ayudar a su paciente; Tosin Morohunfola como el colega que no confía en los métodos de la Dra. Brooks; y Najah Bradley como una mujer que podría añadir las piezas faltantes al rompecabezas existencial de Nolan.
Por el lado negativo... bueno, no es realmente negativo, pero no puedo ignorar ciertas similitudes entre Black Box y la popular cinta Get Out. Ambas utilizan hipnosis para explorar la mente de sus personajes, y hasta comparten un limbo negro como metáfora del subconsciente. Pero su temática y desarrollo son muy distintos, así que podríamos atribuirlo a simples coincidencias que no afectan para nada la calidad de Black Box.
Todo lo cual resalta la importancia de espacios comerciales como "Welcome to the Blumhouse". Para bien o para mal, Black Box es una película de difícil clasificación y ambiguo mercado. En otras circunstancias sería una de tantas "joyas ocultas" extraviadas en la multitud de estrenos semanales de Video On Demand. Pero gracias a este nuevo esquema de Blumhouse, Black Box tendrá mayor visibilidad y oportunidad de encontrar al público que sepa valorar distintas formas de horror que no requieren sobresaltos ni efectos especiales... tan solo la espantosa perspectiva de perder nuestra identidad individual.
Calificación: 8.5
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