Síntomas: Durante sus vacaciones de verano, la niña Ruka Azumi (voz de Mana Ashida) visita a su padre en el acuario donde trabaja, y conoce a Umi (voz de Hiiro Ishibashi) y Sora (voz de Seishû Uragami), dos niños que fueron criados por animales marinos, lo cual está haciendo muy difícil su adaptación a la vida en tierra firme.
Diagnóstico: Desde hace muchos años cualquier mención del estudio japonés Toho Films evocaba en mi mente imágenes de Godzilla; sin embargo, la subsidiaria Toho Animation está cambiando esa asociación, gracias a las impresionantes películas de "anime" que han producido en años recientes. Entre ellas: Your Name, Weathering With You, Promare... y, bueno, la trilogía animada de Godzilla. Supongo que las cosas no han cambiado tanto.
Lo importante es que cualquier película de Toho Animation despierta mi interés, y por eso me dio gusto encontrar otra monumental obra de ese estudio llamada Children of the Sea, visualmente más ambiciosa que sus predecesoras, y con un argumento más místico que lógico. Afortunadamente las espectaculares imágenes se encargan de llenar los huecos narrativos, generando emociones que se sienten reales, aunque no estemos cien por ciento seguros de su significado. En resumen: otra obra maestra del medio animado, pero esta vez enfocada en el simbolismo de la experiencia visual, en vez del melodrama "young adult".
De hecho, fue un alivio descubrir que Children of the Sea no gira en torno a otro romance adolescente. En vez de esa arcaica fórmula, el director Ayamu Watanabe recurre a otra arcaica fórmula: una historia "coming of age" donde la niña Ruka experimenta una transformación literal y figurada tras su encuentro con dos misteriosos niños que fueron criados por "dugongs" (una sub-familia de las "vacas marinas", similares a los manatíes). ¿Suena imposible que estos animales hayan criado dos bebés sin ahogarlos? No hay problema... porque, como dije, Children of the Sea no está interesada en las limitaciones del mundo real, sino en las posibilidades infinitas de la mente, la memoria, la creación, y otros eventos cósmicos que influyen en el comportamiento humano... o viceversa. No estoy seguro. Pero no importa porque... ¿mencioné las imágenes?
El estudio Toho Animation utiliza de nuevo la técnica de escenarios digitales y personajes animados a mano, y la combinación es aún más gloriosa que en Your Name. Los temas marítimos del argumento sirven como excusa para crear maravillosas vistas acuáticas, que van desde los tanques del acuario donde trabaja el padre de Ruka, hasta el fondo del mar, donde todo tipo de criaturas se preparan para un gran "festival" que podría tener consecuencias globales. O al menos los biólogos marinos le llaman "festival", porque no saben exactamente qué ocurrirá... solo que está relacionado con un meteorito que cayó recientemente en el mar.
¿Cómo se conecta eso con Ruka y sus nuevos amigos? Ahí es donde el libreto de Daisuke Igarashi y Hanasaki Kino se vuelve un poco ambiguo, y nos obliga a seguir la historia sin adecuado sustento narrativo. Las acciones de Umi y Sora son inescrutables; y la fascinación que Ruka siente por ellos parece inicialmente la atracción de una niña en los albores de la adolescencia... pero eso no explica sus visiones de "fantasmas marinos", ni su inesperada reacción a una grabación del canto de las ballenas. Y todo esto se plantea con una etérea visión artística que hipnotiza al espectador y sintoniza nuestro cerebro en la frecuencia correcta para aceptar (no necesariamente entender) la densa mitología de Children of the Sea. Incluso me atrevería a decir que el final de la película cruza la misma frontera científica/espiritual que el final de 2001: A Space Odyssey... excepto que en esta ocasión las imágenes son más hermosas porque fueron creadas por artistas con herramientas del siglo veintiuno, en vez de simples trucos ópticos de los años sesentas.
Entonces, Children of the Sea puede sentirse ocasionalmente frustrante, pero sería un error evaluarla tan solo por su coherencia dramática. Por el contrario, lo importante es la experiencia sensorial (estoy incluyendo la música de Jo Hisaishi)(excepto por esa blanda canción de J-Pop en los créditos finales), las emociones que inspira, y la ilusión de visitar un mundo de belleza indescriptible y misterioso contenido. En otras palabras: para esto se hizo el cine.
Calificación: 9
Hola Pablo
ReplyDeleteSegún el catalogo de Toho Animation, también se encarga de material mas comercial, como la adaptación del manga My Hero Academia que es el único anime que he disfrutado en mucho tiempo, aunque sea un intento de adaptarse a los tiempos actuales en los que los superheroes están de moda.
Saludos
John: He leído buenos comentarios sobre ese anime, y tu recomendación me inspira más confianza para dedicarle tiempo. Muchas gracias y suerte!
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