Saturday, November 26, 2016

Espiando a los Vecinos (Keeping Up With the Joneses)



Síntomas: Karen y Jeff Gaffney (Isla Fisher y Zach Galifianakis) tienen un matrimonio estable, pero su relación se ha vuelto rutinaria. Entonces los atractivos y sofisticados Tim y Natalie Jones (Jon Hamm y Gal Gadot) se mudan a la casa de junto, y de inmediato hacen amistad con los Gaffneys. Pero... ¿tendrán un propósito oculto para involucrarse en los asuntos de sus vecinos?

Diagnóstico: Espiando a los Vecinos es una combinación de Date Night y Central Intelligence: una blanda pareja suburbana se enreda accidentalemnte en una conspiración de espías internacionales, y deberán cambiar sus complacientes actitudes para sobrevivir. O algo así. El problema es que el director Greg Mottola hizo una "comedia de acción" donde la comedia no hace reír, y la acción es tan plana y predecible que se vuelve aburrida.
Aún así los actores se esfuerzan por sacar adelante la película; Zach Galifianakis ensaya algunas rutinas con su característico humor incómodo; Isla Fisher balancea como puede los extremos de "mujer histérica" y "perfecta ama de casa"; y Jon Hamm y Gal Gadot se ven "cool" como esposos espías, aunque su romance me pareció tan poco convincente como las secuencias de acción; los Joneses carecen de la química y pasión que necesitan para respaldar sus inverosímiles aventuras. Pero, como dije, sin duda lo intentan.
El guionista Michael LeSieur escribió un libreto perfectamente inocuo; las escenas fluyen sin dificultad, y es fácil seguir los pasos de la supuesta intriga. Pero no hay suspenso, emoción, ni las risas necesarias para compensar la apatía general de la producción.
Fuera de eso, me cuesta trabajo encontrar fallas fatales en Espiando a los Vecinos... al igual que tampoco podría enumerar virtudes válidas para recomendarla. Fue una experiencia perturbadoramente pasiva, con suficientes migajas de entretenimiento para llevarme de una escena a otra, pero sin recompensa final satisfactoria. De hecho, no recuerdo haber reído una sola vez (aunque las manías del villano llamado "Scorpio" podrían generar un par de sonrisas para los fans de Bruce Springsteen), y jamás me preocupé por el bienestar de los protagonistas, pues la clasificación PG-13 previene cualquier "twist" realmente serio. Después de tres comedias para adultos (Superbad, Paul y Adventureland), Mottola escogió un mal momento para buscar al público adolescente. Si Espiando a los Vecinos fuera "R", al menos podría emplear más violencia para incrementar el realismo del espionaje y justificar la crisis marital entre las dos parejas... por no mencionar la inesperada tensión sexual entre Karen y Natalie.
Y ahí se queda Espiando a los Vecinos: insulsas promesas que no puede cumplir. Casi me dieron ganas de ver nuevamente Spy. Comparada con Espiando a los Vecinos, es una obra maestra del espionaje cómico. O "recontra-espionaje", como diría Maxwell Smart.
Calificación: 5

IMDb

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