Monday, November 14, 2016

Manos de Piedra (Hands of Stone)



Síntomas: Roberto Durán (Edgar Ramírez) aprendió a pelear desde niño en las calles de Panamá, y en su edad adulta ganó considerable reputación en las ligas locales de boxeo; pero su sueño es competir por el Título Mundial en el Madison Square Garden. Entonces conoce a Ray Arcel (Robert De Niro), un viejo entrenador retirado que ve gran potencial en el joven boxeador; el único problema es que Arcel tiene serios problemas con la mafia de Nueva York.

Diagnóstico: Incluso sin ser aficionado al boxeo recuerdo haber escuchado el nombre de Roberto "Manos de Piedra" Durán en los años setentas y ochentas. Y ahora la película Manos de Piedra se encarga de mostrar al hombre detrás del apodo. El resultado es una biografía interesante, pero continuamente interrumpida por múltiples tangentes que dividen la atención del espectador y obstruyen el flujo de una narrativa concisa.
Al mismo tiempo, debo aplaudir la minuciosa perspectiva del director venezolano Jonathan Jakubowicz, cuyo saturado libreto aspira a explicarnos no solo la motivación del Durán y su complicada personalidad, sino el contexto histórico y económico de las dos décadas que abarcaron su carrera boxística. Es una labor sin duda ambiciosa... pero un poco de moderación hubiera ayudado a centrar la atención en los aspectos realmente importantes de la biografía. Ejemplo: dos momentos que debieron quedar en la sección de "Deleted Scenes" fue el destino final de Chaflán (interpretado por Oscar Jaenada) y el reencuentro de Ray Arcel y su hija drogadicta (interpretada por la hija real de De Niro). Tal vez con esos y muchos otros juiciosos cortes, la película se sentiría más natural sin perder los fascinantes detalles del sujeto principal. En mi humilde opinión.
De hecho, lo que más me gustó de Manos de Piedra fue la relación que se forja entre Roberto Durán (Edgar Ramírez) y su veterano entrenador Ray Arcel (Robert De Niro). Se trata de una clásica "pareja dispareja" donde el anárquico talento natural del estudiante se transforma en genuina habilidad deportiva bajo el estricto adiestramiento del mentor. Otro acierto de Jakubowicz fue mostrar los menos favorables aspectos de Durán, incluyendo sus tendencias agresivas, rebeldía innata y desmesurado ego... todo lo cual fue indispensable para ascender en la brutal disciplina del boxeo, aunque más tarde se convertirían en los problemas que propiciaron su caída.
Pero no se preocupen... apenas estamos a la mitad de la película, y aún tenemos tiempo para la inevitable redención.
Si bien Ramírez y De Niro son el eje indiscutible de Manos de Piedra, también merecen mención los actores que llenan los papeles secundarios con apropiada energía para competir con el exuberante protagonista. Entre los más destacados: Rubén Blades como "manager" de Durán; Usher Raymond como la estrella del boxeo Sugar Ray Leonard; Reg E. Cathay como Don King; John Turturro como el contacto entre Arcel y la mafia neoyorquina; y Ana De Armas en el difícil papel de Felicidad Iglesias, cuyo matrimonio con Durán enfrentó tantos retos como la carrera de su esposo.
Finalmente, lo que más le interesará a muchas personas: las escenas de boxeo. Sin ser un gran innovador visual, Jakubowicz y su cinematógrafo Miguel Ioann Littin Menz crearon una dinámica combinación de tomas cerradas y planos generales para mostrar por igual la intensidad kinética de los golpes y el "baile" de los boxeadores en el cuadrilátero. Es una técnica confiable y tradicional que no busca re-inventar el cine de boxeo (para eso recomiendo la más entretenida Creed).
En algún lugar de Manos de Piedra se esconde una sólida biografía deportiva; desafortunadamente cuesta trabajo encontrarla entre tanto melodrama urbano, conflictos políticos y peleas domésticas que no tienen que ver con el ring. La película Manos de Piedra debería seguir el ejemplo del auténtico Manos de Piedra: pegar muy duro en un punto específico, en vez de distraerse con los trucos del contrincante. Bueno, no es una metáfora ideal pero, como dije, no sé mucho de boxeo.
Calificación: 7

IMDb

5 comments:

  1. ¿7 que sería un 4 sin Ana De Armas?

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  2. Anónimo: Pues... no exactamente. Desde luego Ana de Armas es una actriz muy atractiva pero, como dije, su presencia no influye tanto en la película. Fue algo así como en War Dogs: esposa sufrida para mostrar otras facetas de los protagonistas. Ojalá encuentre papeles más sustanciosos en el futuro. Gracias y muchos saludos!

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  3. Que interesante, no sabía de esa película. Yo viví en Panamá en los 80s, resulta que la hija de Durán iba al mismo colegio, como anécdota: todos se daban cuenta cuando a la niña la llegaban a traer, pues un Roll Royce dorado no pude pasar desapercibido. Allá el apodo era en singular. al menos en el hablar panameño así se decía, ''mano de piedra Durán'' todo un ícono del país. Quizá vi un par de peleas en ambiente familiar/amigotes de mi papá, pero estaba muy niña para recordar con exactitud.

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    1. pero es correcto manos de piedra, solo que con el acento panameño se oia singular: mano-é-piedra durán, jajajajaj

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  4. Florence: Gracias por esa perspectiva histórica. Por lo que muestra la película, parece que los ochentas fueron un período turbulento para Panamá, y quizás como niña lo percibías de maneras más sutiles... como un Rolls Royce dorado ;-) Y gracias por aclarar esa cuestión de mano-manos; tiene sentido que fuera en plural, pues de otro modo sería Hellboy. Uf. Perdón por eso. Muchos saludos y feliz fin de semana!

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