Death House

Síntomas: Los agentes Boon (Cortney Palm) y Novak (Cody Longo) son asignados a una prisión secreta conocida como "Death House", donde un grupo de científicos con pocos escrúpulos intentan reprogramar a los peores asesinos del mundo. Sin embargo, durante su adiestramiento los agentes descubren que los métodos de la prisión no son tan efectivos como creían.

Diagnóstico: Al menos eso fue lo que logré discernir de este confuso y pretencioso bodrio cinematográfico, cuya elevada ambición narrativa no es compatible con el talento de sus realizadores (por decirlo amablemente). Sin embargo, no puedo negar que disfruté esta bazofia por el constante desfile de figuras de culto y veteranos del horror que el director B. Harrison Smith utilizó para llenar prácticamente todos los roles de su película.
Voy a escribir una lista parcial de esos actores con dos motivos: primero, para llenar espacio y no tener que pensar demasiado en Death House. Y, segundo, para que el lector decida si su nivel de "geekdom" es suficiente para pasar por alto los problemas de la cinta, a cambio de ver juntos tantos rostros famosos (o semi-famosos) asociados al género fantástico. En mi caso particular, la respuesta fue obviamente afirmativa; pero no puedo usarla para defender esta película de su patética mediocridad.
Aquí está la lista parcial: Adrienne Barbeau, Michael Berryman, Barbara Crampton, Sid Haig, Kane Hodder, Lloyd Kaufman, Camille Keaton, Bill Moseley, Tony Todd, Dee Wallace, Vernon Wells, R.A. Mihailoff, Debbie Rochon, Felissa Rose, Brinke Stevens, Tiffany Shepis, y hasta Dan DiDio (sí, el editor de DC Comics).
¿Suena bien esa mega-reunión de celebridades, o solo inspira indiferencia? Cada quién tendrá su propia respuesta.
Desde un punto de vista ligeramente más objetivo puedo alabar algunos "innovadores" elementos técnicos que le dan a Death House un estilo visual único y muy variado, como el arbitrario uso de "green screens" para cambiar los escenarios, lo cual integró astutamente el director a la trama para ahorrar dinero y convertir un defecto en efecto. Otra estrategia menos afortunada: filmar todo a oscuras, haciendo increíblemente frustrante tratar de seguir la historia principal. Pero al menos hay "gore" abundante, aunque no muy realista, que fluye libremente cuando (spoiler) las cosas se salen de control (¡No! ¿En serio?)
Y, aunque no son buenos actores (de hecho podría decirse todo lo contrario), me gustó el trabajo de Cortney Palm (Zombeavers) y Cody Longo (Piranha 3D) en los papeles principales, declamando ridículo "techno-babble" con gran convicción, y mostrando adecuado respeto por los clásicos actores que los acompañan (aunque sea por una o dos escenas) en este bien intencionado pero torpe homenaje al cine de horror que cubre múltiples subgéneros, desde "prisión maldita" hasta "slasher".
Entonces, no puedo recomendar Death House para audiencias "normales"... pero los "anormales" como yo probablemente disfrutarán esta convención viviente de Fangoria (aclaración: la revista Fangoria no tuvo nada que ver con Death House), cuyo argumento no tiene pies ni cabeza... pero sí tiene muchas caras que nos recuerdan nuestro afecto por este género. Uno o dos cameos nunca salvarán una mala película. ¿Pero veinte? Tal vez logren el milagro.
Calificación: 6 (con actores desconocidos sería 4)

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