Tuesday, June 10, 2014

Willow Creek



Síntomas: Jim (Bryce Johnson) y su escéptica novia Kelly (Alexie Gilmore) viajan a Willow Creek, en el norte de California, para filmar un documental sobre Sasquatch en el mismo sitio de la famosa "película Patterson-Gimlin". Sobra decir que la pareja encontrará más evidencia de la que buscaban.

Diagnóstico: Sí, Willow Creek es otro pseudo-documental de terror, pero tiene el atractivo adicional de estar dirigido por el comediante Bobcat Goldthwait, cuyas previas cintas (World's Greatest Dad y God Bless America, entre otras) revelan un mordaz sentido del humor y una sana irreverencia por la sociedad y cultura de su país. ¿Qué será capaz de hacer Bobcat en su primera incursión en el género de terror? Desafortunadamente no mucho. No me malinterpreten... Willow Creek me pareció tensa e interesante, gracias a que el director pone particular énfasis en las actuaciones, y no teme dejar la cámara fija durante muchos (MUCHOS) minutos sobre los rostros de sus protagonistas, mostrándonos con creciente angustia sus reacciones ante los sonidos que escuchan durante la noche en su minúscula casa de campaña. Pero a la par de esos intensos momentos, también tenemos las obligatorias corretizas por el bosque y los tediosos diálogos semi-improvisados, por no mencionar el clásico final ambiguo y abrupto que no explica mucho y al mismo tiempo revela demasiado. Por cierto, he leído comentarios que acusan a Willow Creek de copiar otra cinta sobre Bigfoot llamada Exists; pero como esa no tiene aún distribución masiva, no puedo opinar al respecto. Regresando al tema, creo que Goldthwaite no estudió suficiente sobre la cansada corriente de "found footage" y terminó cometiendo los errores que la caracterizan. Aún así Willow Creek me pareció un poco más satisfactoria que otros pseudo-documentales que he visto recientemente, gracias al trabajo de los actores Bryce Johnson y Alexie Gilmore, cuya buena química y sólida presencia los hacen más simpáticos y creíbles que los genéricos idiotas que habitualmente encontramos en este sub-género, gritando por cualquier cosa y cometiendo los más absurdos errores para impulsar la trama. Y supongo que también ayudó la experiencia de Goldthwait como director de historias poco comunes, que en ocasiones cruzan la línea de la credibilidad para enfatizar su mensaje. Además, me gustó el respeto que el director muestra al presentarnos la modesta industria turística de Willow Creek, fundamentada en la leyenda de Sasquatch (o Bigfoot); fue un placer escuchar a la población local contando sus historias y expresando opiniones sobre la existencia (o falsedad) de esta legendaria criatura. Para variar, me dieron ganas de ver un documental completo sobre ese ignorado aspecto de Sasquatch: sostén económico de una pequeña comunidad. Y también se me antojó comer una "hamburguesa Bigfoot" (vegetariana, por favor). Entonces, encontré Willow Creek parcialmente recomendable como un breve y eficiente experimento de terror; pero no destaca demasiado en el contexto del moderno “mockumentary”. Entiendo lo que Goldthwait quiso hacer, y creo que lo logró; sin embargo debió abordar el género con mayor ambición e ingenio, para evitar que su película fuera otra más del montón. Sugerencia para una secuela: una antología con historias sacadas del libro "Bigfoot Campfire Stories", de Rusty Wilson. No sé si serán ciertas, pero sin duda impresionan más que dos personas viendo a la cámara.
Calificación: 7.5

Trailer

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