Thursday, May 9, 2019

The Man Who Killed Don Quixote



Síntomas: El arrogante director Toby Grisoni (Adam Driver) está en España dirigiendo un comercial de vodka con el personaje de Don Quijote de la Mancha (José Luis Ferrer). Entonces encuentra a Javier (Jonathan Pryce), un anciano que cree ser el genuino Quijote, y Toby termina sirviendo como improvisado Sancho Panza, iniciando una serie de desventuras que podrían ser reales, o sueños febriles ocasionados por sus sentimientos de culpa. O algo así.

Diagnóstico: Me encantaría poder decir: "¡Valió la pena esperar veinticinco años para ver The Man Who Killed Don Quixote!" Desafortunadamente esta complicada producción (el director encontró tantas tantas dificultades para filmarla que hasta se hizo un documental al respecto) no fue el apoteótico clímax creativo de Terry Gilliam, sino una mediana película que visita los temas clásicos del cineasta, pero sin su habitual energía y convicción dramática.
Por otro lado, se me ocurre que The Man Who Killed Don Quixote fue una especie de terapia cinematográfica donde Gilliam tuvo oportunidad de reflexionar sobre su carrera, explorar su obsesión con los mundos imaginarios, y renovar su motivación para continuar la batalla contra el "mainstream" en la realización de su visión artística.
En otras palabras: The Man Who Killed Don Quixote es una pseudo-auto-biografía de Terry Gilliam que no está enfocada en su vida "real", sino en su perfil psicológico. De este modo, el director adopta simultáneamente la identidad de Don Quijote, empeñado en cumplir su misión por descabellada que parezca; y el inflexible pragmatismo de Sancho Panza, quien ve cien razones para detener esa locura... aunque termina participando en ella porque la alternativa es el aburrimiento de la vida normal.
Una vez que aceptamos esa teoría, The Man Who Killed Don Quixote es una experiencia única y recomendable... pero solo para fans de Terry Gilliam. Sus clásico estilo está presente, y cuenta con el respaldo de un brillante reparto para dar vida a los excéntricos personajes que representan diversas facetas de su personalidad, lo cual añade significado al fracturado tapiz de sueños, melodrama y romance que integran el relato.
En el papel de Toby, Adam Driver empieza como un arrogante director demasiado seguro de su talento, pero desencantado con su trabajo actual, filmando comerciales para un misterioso Productor (Stellan Skarsgård), cuya esposa Jacqui (Olga Kurylenko) está empeñada en causar problemas. Entonces Toby encuentra el DVD de una película estudiantil que realizó diez años atrás en la misma región de España, y decide visitar el pueblo donde rodó aquel cortometraje. Y así comienza su viaje al pasado, al interior de su mente, y a la fantasía de un viejo zapatero (Jonathan Pryce) que asegura ser el auténtico Don Quijote, quien necesita un nuevo Sancho Panza para rescatar a la idealizada Dulcinea... en realidad Angélica (Joana Ribeiro), una joven actriz que también participó en la cinta estudiantil de Toby.
Todo eso suena revuelto, y apenas estamos empezando. Eventualmente las cosas se complican con los habitantes de un campamento musulmán, una visita de la Inquisición (nadie los esperaba, supongo), y la elaborada fiesta de un inversionista ruso (Jordi Mollà) que podría financiar el siguiente proyecto de Toby. Pero, ¿a qué costo para su integridad artística y moral?
Como dije, es muy fácil encontrar paralelismos entre la confusa narrativa de The Man Who Killed Don Quixote y la carrera de Terry Gilliam (incluyendo muchas referencias "meta" a los obstáculos que enfrentó la filmación)... pero solo funcionan para seguidores del cineasta. Como película convencional, The Man Who Killed Don Quixote es un caótico desastre con excelentes actuaciones, espectaculares locaciones, y atractiva cinematografía para adornar un argumento que da muchas vueltas, y parece evadir intencionalmente el orden lineal de causas y consecuencias; porque, simplemente, así no trabajan las cosas en la mente de Terry Gilliam.
En conclusión: me alegra que por fin podamos ver The Man Who Killed Don Quixote; y sin duda aprecié el introspectivo paseo por el consciente/subconsciente de uno de mis directores favoritos. Sin embargo no podría recomendarla como sano entretenimiento con un trasfondo psicológico. Prácticamente todas las películas de Terry Gilliam cubren esa descripción (mis favoritas: The Fisher King, The Adventures of Baron Munchausen y Twelve Monkeys); sin embargo The Man Who Killed Don Quixote estaba demasiado ocupada con su auto-examen para contar una historia congruente. No importa. Existen muchos directores dedicados a eso; pero solo hay un Terry Gilliam.
Calificación: 7.5

IMDb

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