Monday, August 7, 2017
The Gracefield Incident
Síntomas: Tres parejas se disponen a pasar un fin de semana en una elegante casa de campo, pero su diversión se interrumpe cuando cae un meteorito y empiezan a manifestarse extraños fenómenos en el bosque, y en la casa misma. Afortunadamente todo queda grabado en múltiples cámaras de seguridad, así como en la cámara miniatura que Matthew (Mathieu Ratthe) tiene implantada en su ojo derecho.
Diagnóstico: No puedo negar que The Gracefield Incident encontró una respuesta bastante creativa a la pregunta que todos nos hemos hecho cuando vemos películas de "found footage": ¿por qué los personajes siguen grabando en vez de huir aterrados? Pues bien: en este caso, el protagonista sufrió un accidente automovilístico (por estar distraído filmando a su esposa) y perdió un ojo. Entonces, usando su pericia técnica, fabricó un ojo artificial con la cámara de un iPhone, de modo que puede grabar absolutamente todo lo que ve.
Suena bastante improbable, pero puedo aceptar la premisa. Sin embargo, el director Mathieu Ratthe arruina su coartada al introducir múltiples cámaras en uso durante el fin de semana, cuyos dueños (¡sorpresa!)... siguen grabando cuando deberían huir despavoridos. Entonces, de nada sirvió la excusa del ojo cibernético.
Y ese es tan solo un problema menor de The Gracefield Incident. Con o sin ojo biónico, las actuaciones del elenco son terribles; la técnica favorita de los actores es gritar TODOS sus diálogos, incluso antes de que empiece el terror. Y, para variar, sus personalidades resultan intolerables desde las primeras escenas, lo cual destruye toda posibilidad de simpatizar con ellos y preocuparnos por su supervivencia cuando enfrentan... algo vivo que acecha en el bosque, y que podría o no estar relacionado con la caída del meteorito. Sí, la trama suena similar a Extraterrestrial, otro tedioso pseudo-documental con elementos de terror y ciencia ficción. Pero, como dije, entramos al rancio género del "found footage", así que sería absurdo esperar algún esbozo de originalidad.
Habiendo dicho todo eso, The Gracefield Incident tiene algunos aspectos sobresalientes que compensan parcialmente su absurdo libreto y mediocre reparto. La dirección de Ratthe consigue algunos momentos de genuina tensión, y un par de "sustos" bien ganados que anuncian una amenaza distinta a los fantasmas habituales del cine pseudo-documental. Además, la cinematografía es excelente, tanto de día como de noche (incluyendo la obligatoria visión nocturna). Quizás esto rompe un poco la ilusión de filmación casera, pero fue un placer distinguir lo que está ocurriendo, en vez de conformarnos con las confusas tomas oscuras y borrosas de similares producciones independientes. En particular me gustó un recorrido nocturno por la casa de campo, aparentemente iluminado por fuentes naturales de luz, y aún así perfectamente claro para entender la geografía del lugar, y los sutiles elementos que contribuyen al suspenso.
Entonces, con excepción de algunos cuestionables efectos digitales durante el tercer acto (que explican por qué muchos directores prefieren ocultar al monstruo hasta el final), The Gracefield Incident tiene valores técnicos dignos de "cine de estudio". Desafortunadamente las actuaciones y libreto permanecieron firmemente en el nicho del cine amateur, y arruinaron lo que podría haber sido un entretenido híbrido de horror y ciencia ficción, cuyas ocasionales buenas ideas se pierden entre diálogos risibles y débiles trucos dramáticos (los protagonistas perdieron un bebé en el accidente del principio, lo cual altera sus decisiones durante la crisis en el bosque), por no mencionar los más cansados clichés de ambos géneros: por ejemplo, el perro Teddy es la primera víctima... aunque no se especifica si le pasó algo malo, o solo escapó para alejarse de sus estúpidos dueños. No lo culpo. Yo solo los conocí durante noventa minutos, y también quería correr.
Calificación: 6.5
IMDb
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