Tuesday, May 31, 2016

Moonwalkers



Síntomas: En 1969, el agente de la CIA Tom Kidman (Ron Perlman) viaja a Londres con una misión muy peculiar: contratar al célebre director Stanley Kubrick para falsificar el alunizaje del Apollo 11, en caso de que la cápsula real no logre llegar a la Luna. Sin embargo Kidman se confunde y termina contratando a dos estafadores que sólo quieren el dinero para saldar cuentas con un peligroso criminal.

Diagnóstico: La supuesta falsificación de la llegada a la Luna (realizada por Stanley Kubrick, nada menos) es una de las más persistentes teorías en el mundo de las conspiraciones (en el cual he estado interesado desde hace más de veinte años). En lo personal no trago dicha teoría, pues creo que existe más que suficiente evidencia para confirmar que el hombre sí llegó a la Luna (además, no quiero que Buzz Aldrin me pegue en la cara), pero aún así me parece un tema fascinante, y tenía mucho interés en Moonwalkers por ser una de las pocas películas que lo abordan (la más famosa probablemente sea Capricorn One, aunque en ella se falsifica la llegada a Marte). Desafortunadamente Moonwalkers resultó ser una inestable comedia criminal que divide su atención en demasiadas sub-tramas y cambia de tono con cada escena, destruyendo las expectativas de ingenuos optimistas (como yo) que nos vimos atraídos por el señuelo de sus revelaciones conspiratorias.
Si olvidamos por un momento el asunto de la Luna, Moonwalkers es un mediano "noir" británico con amplias (pero insípidas) porciones de humor y brutal violencia para cumplir los más básicos requerimientos del género: rudos "gángsters" londinenses de la vieja escuela, un par de estafadores con más suerte que inteligencia como protagonistas, y un desfile de pintorescos personajes secundarios para complicar el libreto y darle más personalidad de la que realmente posee.
Por el lado bueno, Moonwalkers está dirigida con gran estilo por el novato Antoine Bardou-Jacquet, quien obviamente está más interesado en la atmósfera "hippie" (¿mod?) del Londres sesentero que en la integridad del libreto escrito por Dean Craig. La sucesión de eventos que llevan al agente de la CIA a contratar dos falsos cineastas es ridícula, incluso dentro de este género. Sus conexiones con la mafia inglesa tampoco tienen mucho sentido, y mejor ni hablar de los militares norteamericanos que delegan un proyecto tan importante a un solo agente con obvias perturbaciones mentales y continuos "flashbacks" de sus dolorosas experiencias en Vietnam.
Pero, bueno... supongo que los productores asumieron que los fans de las conspiraciones no nos fijaríamos en las inconsistencias del argumento, o sus abruptos giros de drama a comedia, de comedia a thriller, y de thriller a... "head movie". Lo importante es lucir las locaciones, el fantástico diseño de producción que nos transporta a "swinging London", y la cinematografía que complementa los visuales con una paleta de colores al mismo tiempo viva y desleída, como película Súper 8 que permaneció en el desván durante varias décadas. Por cierto, la secuencia del "viaje ácido" es lo mejor de Moonwalkers, y prácticamente amerita una recomendación por sí misma.
Hablando de lo cual, cualquier película estelarizada por Ron Perlman es digna de verse, y el elenco que lo rodea cumple decentemente su labor, empezando por Rupert Grint (más conocido como Ron Weasley) en un papel simultáneamente odioso y simpático. Robert Sheehan interpreta a Leon, el actor hippie (¿mod?) que se hace pasar por Stanley Kubrick; y Tom Audenaert es Renatus, el "artiste" gráfico encargado de filmar la "llegada a la luna" en una inmunda bodega mal iluminada. Sobra decir que sus planes de incluir hombres verdes y bailarinas alienígenas no son muy compatibles con las directivas de la NASA.
En cierto modo Moonwalkers fue una decepción, pero escena por escena me mantuvo entretenido, me hizo reír un poco, y desde luego disfruté las violentas balaceras durante las confrontaciones con los criminales ingleses. Yo hubiera preferido una cinta más seria (bueno, no muy seria) sobre conspiraciones, pero quedé conforme con esta bizarra mezcla de dispares elementos que funcionan mejor por separado que como experiencia cinematográfica integral. Solo espero que cuando llegue el turno a la conspiración de Roswell, no sea en forma de comedia musical con las canciones de Foo Fighters, o algo así. Pensándolo bien, eso suena fantástico.
Calificación: 7

IMDb

No comments:

Post a Comment