Friday, May 6, 2016

Hardcore: Misión Extrema (Hardcore Henry)



Síntomas: Henry (Andrei Dementiev) despierta en un sofisticado laboratorio, donde su esposa Estelle (Haley Bennett) está implantándole una pierna y un brazo biónico. Pero antes de entender cómo llegó ahí, un enigmático individuo de cabello blanco irrumpe violentamente, desatando una desesperada persecución por las calles de Moscú. ¿Logrará Henry sobrevivir lo suficiente para recuperar su memoria?

Diagnóstico: Hace un par de años el video musical "Bad Motherfucker", del grupo Biting Elbows, ganó fama viral gracias a la frenética perspectiva en primera persona que hizo realidad la acción de videojuegos como Mirror's Edge y Call of Duty. Y ahora Ilya Naishuller, director de aquel video, lleva el concepto a la pantalla grande en un ambicioso largometraje que, a pesar de sus inevitables limitaciones narrativas, ofrece suficiente innovación visual para satisfacer a los fanáticos de la acción que aprecien algo distinto a las fórmulas de Hollywood. O a los que siempre quisieron ver el efecto que tendría una granada en el pecho de una persona.
Para bien o para mal, Hardcore: Misión Extrema tiene la misma profundidad de los videojuegos que imita. El argumento es genérico pero funcional, justificando la furiosa avalancha de violencia, y deteniéndose de vez en cuando para añadir otra pieza del rompecabezas narrativo que intenta crear misterio y tensión. Pero, como ocurre con muchos videojuegos, la trama se desarrolla a saltos y empujones, más empeñada en encontrar escenas “cool” que en establecer un sólido respaldo dramático para la desmesurada acción.
Además, la técnica de primera persona se vuelve monótona después de un rato, y la historia se alarga demasiado sin encontrar un tema concreto. Claro, la cinta nunca se detiene, pero tampoco resulta particularmente interesante, a pesar de incorporar algunos inusuales conceptos de ciencia ficción que extienden su premisa sin volverla demasiado inverosímil... aunque la opinión de cada espectador podría variar en este punto.
Por suerte las cosas mejoran durante el tercer acto, cuando la historia se enfoca en el brillante actor Sharlto Copley (District 9, Europa Report), quien interpreta a... "Jimmy". No intentaré siquiera describir su personaje; sólo diré que su presencia aporta todo el carisma y humanidad que el mudo Henry es incapaz de transmitir. Creo que, independientemente de sus aciertos y fallas, Hardcore: Misión Extrema sería un buen caso de análisis en escuelas de cine, pues subraya las consecuencias de usar un protagonista anónimo y vacío. En los videojuegos funciona porque nosotros proyectamos la "personalidad" del héroe; pero en esta película no existe tal identificación, lo cual reduce el impacto emocional de todo lo que vemos en la pantalla. Ah, y hablando de emociones, tampoco me gustó el inconsistente uso de canciones como acompañamiento de muchas escenas de acción. Sé que todas las películas hacen lo mismo, pero aquí se siente... no sé... torpe y mal implementado (excepción: Don't Stop Me Now, de Queen).
A fin de cuentas Hardcore: Misión Extrema merece una recomendación tan sólo por el virtuosismo técnico y complejas coreografías requeridas por el formato de primera persona. Y aunque la primera hora sea un poco tediosa, tiene algunos buenos momentos (mis favoritos: la persecución en la carretera y la secuencia del "sniper", obviamente copiada de Call of Duty: Modern Warfare) para mantenernos entretenidos en lo que llega la explosiva batalla con el "Final Boss". Es ahí donde la cinta se vuelve interesante no por su delirante técnica, sino por la dirección de Naishuller y sus fascinantes conceptos de ciencia ficción. Habiendo dicho esto, no sé si vería Hardcore: Misión Extrema de nuevo; pero me alegra la existencia de algo al mismo tiempo tan frívolo y experimental. No es algo que se vea todos los días. Excepto si todos los días ven el video "Smack My Bitch Up" de The Prodigy.
Calificación: 8

IMDb

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