Friday, February 26, 2016
Zoolander 2
Síntomas: Alguien está matando a las celebridades del mundo, y el único que puede resolver el misterio es el ex-modelo Derek Zoolander (Ben Stiller), quien abandonó la vida pública tras una tragedia familiar. Entonces, la agente de Interpol Valentina Valencia (Penélope Cruz) se da a la tarea de buscarlo. Pero antes, Zoolander deberá encontrar a su hijo Derek Jr. (Cyrus Arnold), desaparecido desde hace quince años. Pero antes, Zoolander necesita recuperar su fama como modelo, con ayuda de su mejor amigo Hansel (Owen Wilson). Pero antes Hansel tendrá que resolver su crisis de identidad con ayuda de muchas celebridades. Pero antes, muchas celebridades como Katy Perry, Justin Bieber y Neil Degrasse-Tyson demostrarán que no saben actuar.
Diagnóstico: La original Zoolander (del 2001) me pareció una divertida sátira, al mismo tiempo incisiva y deliciosamente estúpida, cuyo "mensaje" contra los excesos de la moda parecía tan válido como irrelevante (aunque los fanáticos de la "high fashion" podrían tener una opinión distinta). Sin embargo su mayor atributo fue su bizarro y muy gracioso sentido del humor, incluso si su argumento no tenía pies ni cabeza.
Ahora, quince años después, la forzada secuela Zoolander 2 intenta reciclar la misma estrategia con mediocres resultados, pues si bien se deleita burlándose de la cultura popular contemporánea, sus débiles intentos de comedia sólo funcionan esporádicamente, con algunos buenos detalles amenizando largas y tediosas escenas de nada. Pero, eso sí, con abundantes "cameos" para distraernos de los ineptos "chistes". ¿Para qué esforzarse en el libreto cuando pueden presentarnos a Jack Bauer embarazado?
Habiendo dicho eso, no puedo dejar de admirar el compromiso y energía de Ben Stiller y Owen Wilson, tomando en serio sus ridículos personajes y repitiendo su exuberante química... aunque el director (de nuevo Ben Stiller) no saca el máximo provecho de Zoolander y Hansel, separándolos por largos periodos para dedicarlos a sus particulares sub-tramas, bastante insulsas y nada interesantes.
Penélope Cruz merece también respeto por abordar con apropiada convicción su papel de agente de Interpol con un tortuoso pasado. Y, bueno, me detendré ahí para no revelar los demás rostros famosos que aparecen en Zoolander 2 porque, como dije, la fugaz sorpresa de encontrar personalidades al azar en situaciones a veces contradictorias con su imagen pública (o cumpliendo los sueños del público, como en los primeros minutos de la cinta) sirven como pobre sustituto del humor, así que no conviene malgastar un recurso tan escaso. Supongo que nos acercamos cada vez más al sueño de John Waters: "Escenas de multitudes donde todos los extras son gente famosa".
Entonces, no diría que Zoolander 2 fue tan mala como otras fallidas secuelas cómicas (por ejemplo Caddyshack 2, Teen Wolf Too o Son of the Mask), pero tampoco se acercó siquiera a su excelente predecesora. Aún así podría darle la más tenue recomendación porque conservó la gracia de los personajes, me hizo sonreír en varias ocasiones, y aprecié su recordatorio de que la moda que parecía ridícula a principios de siglo es ahora casi normal, sobre todo si la comparamos con la ultra-irónica cultura "hipster". A sus cincuenta años, Ben Stiller sigue explotando los clichés de la "Generación X". Y eso es justamente lo que quieren los jóvenes de hoy. O tal vez no. Ya estoy demasiado viejo para averiguarlo.
Calificación: 6
IMDb
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