Monday, March 30, 2015
Digging Up the Marrow
Síntomas: El prolífico director Adam Green (Hatchet, Frozen) está acostumbrado a recibir extrañas cartas de sus fans, pero queda intrigado cuando un ex-policía le manda profusas notas y dibujos sobre una supuesta comunidad subterránea habitada por genuinos "monstruos"... personas que nacieron con alteraciones físicas tan extremas que decidieron abandonar la civilización para evitar el desprecio y la intolerancia de la gente "normal". Esto despierta el interés de Green debido a su fascinación con los monstruos en general; y con ayuda de su amigo y cinematógrafo Will Barratt, decide realizar un documental sobre ese supuesto reino subterráneo, llamado "the Marrow"... aunque no saben si será real, o simplemente la fantasía de un hombre enfermo que está tratando de bloquear un traumático pasado.
Diagnóstico: En cierto modo Digging up the Marrow pertenece a la cansada corriente "pseudo-documental" que ya saturó el cine de terror (y está rápidamente infectando otros géneros), pero me gustó la creatividad mostrada por el director Adam Green al insertarse como parte fundamental de la narrativa, usando su carrera e imagen publica para establecer un entorno "real" y creíble que permite la introducción gradual de los aspectos más fantásticos del "documental". Sin embargo, toda esta ingeniosa labor se derrumba en los primeros diez minutos, cuando conocemos al ex-policía y descubrimos que está interpretado por el muy reconocible actor Ray Wise (quien ha participado en decenas de películas y series de televisión, aunque quizás será más recordado como Leland Palmer en Twin Peaks, y como el Diablo en Reaper). Desde luego no quiero decir que Digging up the Marrow hubiera sido totalmente creíble con un actor desconocido en ese papel, pero al menos se hubiera preservado el misterio durante más tiempo, incrementando la intriga sobre algo que no suena del todo imposible, como una comunidad aislada del mundo para proteger a los "monstruos" humanos que la habitan.
Cierto, la actuación de Wise me pareció bastante buena, y se convierte en uno de los mejores elementos de la película... pero aun así su presencia parece un error fatal que exacerba los problemas de Digging Up the Marrow y arruina su pretensión documental.
Esto nos deja con una historia un poco floja a pesar de su interesante premisa. La "investigación" sobre la existencia de la ciudad subterránea me pareció torpe y mal planteada, reduciéndose básicamente a grabar un viejo cementerio casi en total oscuridad, en espera de las supuestas criaturas que lo usan como portal a nuestro mundo. Me abstendré de revelar si el documental tiene éxito o no, pero debo señalar que los efectos especiales tampoco ayudan mucho a su credibilidad. Admiro la convicción de Green y su amor por las técnicas de látex y silicón, pero en este caso creo que resultaron contraproducentes por no alcanzar el nivel de realismo necesario para complementar el tono del proyecto. O, en todo caso, el director de fotografía/camarógrafo Will Barratt debió encontrar mejores ángulos para sugerir la presencia de las criaturas sin mostrar de lleno su obvia artificialidad.
Curiosamente mis partes favoritas de Digging Up the Marrow fueron las escenas grabadas en varias convenciones de horror, donde Green entrevista renombradas personalidades del género como Sam Keith, Don Coscarelli y Tony Todd, así como fans que explican su obsesión con los monstruos como figuras trágicas e incomprendidas, y no como villanos. Quizás de eso debió tratar el documental, con breves incursiones en la "realidad" de dichos monstruos, en vez de gastar tanto tiempo en una simulación arruinada por la obvia presencia de un actor famoso, y por mediocres efectos especiales (o buenos efectos mediocremente filmados) que contradicen la aparente intención de la cinta.
Entonces, Digging Up the Marrow me pareció un experimento fallido pero no exento de interés, especialmente para fans de Adam Green, cuya amplia concepción del horror es admirable, extendiéndose desde el más simple cine slasher (como la serie de Hatchet) hasta el thriller psicológico (Frozen - obviamente no la de Disney), y ahora al estilo pseudo-documental, donde Green intenta romper fórmulas y trascender clichés... aunque haya fracasado (parcialmente) por otros factores. ¿Estamos en presencia de un nuevo Werner Herzog dedicado al horror? No creo, pero me gustaría mucho que siguiera intentándolo.
Calificación: 6.5
Trailer
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http://youtu.be/zz6KOsePEHs
ReplyDeleteInteresante
Dr. Arturo Pelayo: ¡Fascinante video; muchas gracias por compartirlo! Expresa exactamente las razones por las que me quejo tanto de las películas de terror. Lo único que no dice (y que yo he comentado en el pasado) es que, a pesar de su absoluta mediocridad, me da gusto que estas pobres cintas de terror tengan tanto éxito en la taquilla, pues eso impulsa la creación de más y más obras del género. Claro, una gran mayoría será igualmente mala, pero solo así podemos apoyar el pequeño porcentaje de "joyas ocultas" y "agradables sorpresas" que surgen de vez en cuando. En otras palabras, por cada 20 "Ouijas" quizás haya una "The Babadook". Es un sistema muy ineficiente, pero mientras no cambie fundamentalmente el gusto del público y la actitud de las compañías distribuidoras, no veo otra solución. Muchas gracias de nuevo y que tengas una excelente semana!
ReplyDeletePABLO, TU QUE OPINAS DE DIRECTORES QUE PARECEN OBSESIONADOS CON EL SEXO, COMO POR EJEMPLO, PAUL VERHOEVEN O ADRIAN LYNE, SUS PELICULAS ESTAN LLENAS DE ESO, HASTA PARECEN ENFERMOS SEXUALES
ReplyDeleteY me gustaría sabe qué opina Pablo acerca de los directores obsesionados con los homosexuales, travestis y transexuales, como Pedro Almodóvar.
ReplyDeleteEsteban: Francamente no tengo opinión particular sobre la "obsesión sexual" de los directores que mencionas (o de otros con tendencias similares). En general tiendo a fijarme más en la calidad narrativa, personajes y argumento de una película; el uso de sexo me parece algo periférico... a veces es parte integral de la trama (por ejemplo en Basic Instinct, de Verhoeven), y a veces existe como simple herramienta comercial, para llamar la atención y vender más boletos (como en 9 1/2 Weeks de Lyne). Y en casos de cineastas como Michael Bay, simplemente me da risa su obvio voyeurismo, que trata de disfrazar como "estilo visual". En resumen... no me interesa si parecen "enfermos sexuales", mientras la película sea interesante y entretenida. Además, debe haber abundantes "enfermos sexuales" genuinos en Hollywood que mantienen su disfunción en secreto y nunca nos enteramos, a menos que cometan un error ;-) Gracias por tu comentario y muchos saludos!
ReplyDeleteKoolebra: Misma respuesta en general. Si la historia es buena y el director tiene algo que decir, no me parece malo que examinen aspectos de la sexualidad menos "normales" de los que acostumbramos ver en el cine comercial. Y si la película es mala, no será necesariamente por la sexualidad de los personajes, sino por la incompetencia del escritor, director o productores. Saludos!