Monday, March 9, 2015
Bienvenidos al Ayer (Project Almanac)
Síntomas: El joven estudiante David Raskin (Jonny Weston) descubre los planos de una máquina del tiempo entre las pertenencias de su padre, y decide construirla con ayuda de sus amigos, mientras su hermana Chris (Virginia Gardner) documenta todo en video. Entonces, lo que comienza como un proyecto escolar para ingresar a la universidad M.I.T., se transforma en la oportunidad de corregir errores en sus vidas... o arruinarlas para siempre por jugar con fuerzas que no comprenden.
Diagnóstico: Tenía mucha curiosidad por ver como se integraría el estilo cinematográfico del pseudo-documental (o "found footage") con el concepto del viaje en el tiempo, una de mis premisas favoritas en la ciencia ficción. La respuesta es: no muy bien. Independientemente de las fallas o aciertos de Project Almanac, la idea de capturar todo en video casero resultó innecesaria y contraproducente, pues resta aún más credibilidad al desarrollo de un argumento interesante pero pobremente ejecutado. Simplemente no hay justificación alguna para la presencia de la cámara en muchas escenas, y resulta obvio que el director Dean Israelite solo usó esta técnica para estar a la moda y parecer "cool". O quizás fue idea del productor Michael Bay... como sea, mala decisión.
Y ese es solo uno de los problemas de Project Almanac (voy a usar el título original porque me parece horrible el que recibió en México). Su libreto incluye buenas ideas, pero las combina con fallas comunes en tres géneros distintos: las rancias fórmulas de las comedias adolescentes; el melodrama forzado del cine romántico; y los agujeros lógicos tan comunes en las cintas sobre viaje en el tiempo, muchas de las cuales Project Almanac imita o menciona (Looper, Timecop y Groundhog Day, entre otras), pero sin estudiarlas con suficiente cuidado para reconocer las zonas de peligro y evitar los pequeños y grandes tropiezos que terminan arruinando esta muestra menor de ciencia ficción.
Project Almanac comienza bastante bien con el descubrimiento de los planos secretos, acompañados por enigmática evidencia que confirma su veracidad. La motivación de David para construir la máquina es creíble y aporta un poco de profundidad al relato, asociándolo con su padre fallecido y los problemas económicos de la familia. Y aunque parece absurdo que estos estudiantes de preparatoria tengan los conocimientos necesarios para armar una máquina del tiempo, su condición de "nerds" nos ayuda un poco a tragar la idea, además de las acertadas escenas de "prueba y error" que demuestran la dificultad de la empresa... dentro de los parámetros de una película juvenil, desde luego. Lo que me irritó un poco fue el excesivo uso de "technobabble" para explicar las partes "científicas" del proceso, así como para cubrir otros requisitos del género. Por ejemplo: ¿Para qué necesita David la batería de un automóvil Prius, en vez de conectar la máquina directamente a la electricidad de su casa? Respuesta: para justificar la inclusión en la trama de Jessie (Sofia Black-D'Elia), la obligatoria chica popular de la escuela que jamás se juntaría con estos nerds. Pero no importa... los actores me parecieron competentes y agradables, libres de excesiva "actitud" y suficientemente naturales para sobrellevar los vaivenes del libreto y sus incongruentes cambios de carácter. A veces parecen jóvenes serios y responsables, ponderando los riesgos del viaje en el tiempo... y en la siguiente escena están usando el peligroso aparato para vengarse de un "bully", o para aprobar un examen escolar, o para asistir al festival Lollapalooza (cameo de Imagine Dragons incluido). Así fluctúa el libreto, pero el desempeño del reparto mantiene la película en línea (casi siempre) y evitan que se descarrile por excesiva indulgencia. Vamos, hasta el romance entre David y Jessie funciona la mayor parte del tiempo... hasta que se ve envuelto en la confusión y fatales inconsistencias del desenlace.
Para evitar spoilers solo mencionaré que la última media hora de Project Almanac degenera en un caos de arbitrarias causas y consecuencias (y consecuencias sin causa) que tratan de generar drama e impacto emocional, aunque solo resaltan la ineptitud del director para mantener la trama bajo control. Y lo peor es que, incluso durante esas torpes maniobras, asoman destellos de ingenio que sugieren lo mucho que pudo lograr esta película con un libreto mejor cocinado, y sin el continuo estorbo de la "cámara en mano" que, como dije, no tiene propósito alguno excepto marearnos y simular "realismo" (por cierto, cometí el error de ver Project Almanac en una sala "4DX", con butacas motorizadas y efectos "interactivos"... primera y última vez que lo hago)(y no lo digo solo porque derramé mis nachos).
A pesar de tantas quejas, encontré suficientes elementos rescatables en Project Almanac para darle una cauta recomendación, sobre todo para fans del cine sobre viaje en el tiempo (como yo) que estamos resignados a sufrir inconsistencias lógicas y obtusas paradojas, a cambio de una historia razonablemente entretenida. Pero todo tiene un límite, y cuando la manufactura misma de la película se vuelve parte del problema, cuesta trabajo entusiasmarse demasiado por sus esporádicos aciertos. Si tuviera una máquina del tiempo podría viajar al pasado y convencer al productor Michael Bay para que no usara el formato documental... aunque, pensándolo bien, quizás tendría usos más útiles y relevantes. Por ejemplo: disuadirlo de arruinar las Tortugas Ninja.
Calificación: 6.5
Trailer
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment