Wednesday, March 4, 2015
Kill the Messenger
Síntomas: A mediados de los noventas el reportero Gary Webb descubre una inesperada conexión entre los traficantes de drogas más buscados en los Estados Unidos y la guerrilla nicaragüense, lo cual conduce a la revelación de uno de los más grandes escándalos en la política norteamericana, cuyas consecuencias podrían afectar los más altos niveles del gobierno... y también la vida privada del reportero que tuvo el valor de denunciarlo.
Diagnóstico: Recuerdo la constante mención del caso "Irán-Contra" en las noticias de mediados de los noventas, pero no sabía que fue tan solo el inicio de una serie de escándalos interconectados que, curiosamente, nunca recibieron tanta difusión como merecían. La película Kill the Messenger ayuda a explicar el relativo anonimato de aquellos eventos, y aunque no pretende cubrir el largo desfile de crímenes y conspiraciones de la CIA, al menos nos ofrece el punto de vista de la persona que reveló la verdad al mundo (supuestamente), para luego sufrir la casi total ruina de su carrera y vida personal.
Dicho escándalo gira en torno al tráfico y venta de drogas en los Estados Unidos, facilitado por la CIA para obtener dinero que luego dedicó a financiar los esfuerzos de los "Contras" (rebeldes anti-Sandinistas) en Nicaragua. Como dije, es algo muy similar al caso Irán-Contra, pero mucho más cercano a los intereses de la ciudadanía norteamericana, lo cual naturalmente resulta para ellos más emocional y significativo que las alianzas y traiciones cometidas en el Medio Oriente, al otro lado del mundo.
Supongo que no será extraño notar marcadas similitudes entre Kill the Messenger y otras cintas sobre escándalos gubernamentales, como All the President's Men y JFK; de hecho, podría decirse que el director Michael Cuesta empleó una discreta combinación de ambas cintas en la manufactura de Kill the Messenger. Por un lado tenemos racionales discusiones entre los editores del periódico, al mismo tiempo ansiosos por publicar la explosiva noticia de Webb, y temerosos de lo que podría ocurrir si el reportaje resulta ser falso... o demasiado cierto. Y por el lado más dramático, tenemos el suspenso y paranoia del reportero que se encuentra bajo ataque por meter la nariz en asuntos demasiado delicados para el consumo público.
Es una combinación de enfoques funcional, pero no totalmente satisfactoria. Personalmente hubiera preferido que Cuesta se comprometiera con alguno de esos estilos... hacer un “docu-drama” sobrio y cerebral sobre los "hechos reales" (si es que tal cosa existe); o tomar el camino de Oliver Stone, regodeándose en malabares visuales y narrativos para evocar el temor y confusión de ver la realidad desmoronarse alrededor del torturado protagonista.
Aún así Kill the Messenger resulta interesante gracias a su inteligente libreto y al apasionado trabajo de sus actores, empezando por Jeremy Renner (también co-productor) en el papel de Gary Webb. En varios momentos me pareció que estaba viendo a Russell Crowe (quien ha realizado varios thrillers políticos de similar tono), pero Renner añade una cierta ironía que transforma a Webb en una persona real, en vez de ser un genérico héroe-ciudadano con indiscutible ventaja moral. Redondeando el elenco tenemos sólidos intérpretes como Oliver Platt, Andy Garcia, Michael Sheen, Mary Elizabeth Winstead y Rosemarie DeWitt, (admito que la presencia de estas dos actrices fue uno de los factores que me impulsaron a ver Kill the Messenger), representando adecuadamente los distintos vectores éticos que afectaron las decisiones de Gary Webb. Y también merece mención la cinematografía de Sean Bobbitt (Byzantium, The Place Beyond the Pines), retratando con gran atmósfera y detalle las auténticas locaciones donde ocurrieron los hechos (al menos las que permitieron acceso a los cineastas).
Entiendo que Kill the Messenger tiene un carácter didáctico y político más importante que su función como simple entretenimiento, y probablemente la recomendaría para fans del cine político "serio", libre de balazos o explosiones. Pero me hubiera gustado un poco más de estilo y energía para que fuera más satisfactoria como experiencia cinematográfica. De otro modo parece una visita a Wikipedia... aunque bastante mejorada con la compañía de Mary Elizabeth Winstead y Rosemarie DeWitt.
Calificación: 8
Trailer
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Hola, Pablo. Tengo curiosidad. Actualmente, ¿cuánto tiempo inviertes en realizar una crítica? Y en promedio, ¿cuántas películas miras a la semana?
ReplyDelete¡Saludos y te felicito por tu extraordinario trabajo!
Pablo, se ha comprobado que estás enamorado de Mary Elizabeth Winstead, siempre la alabas! :-)
ReplyDeleteJavier: Varía muchísimo. Algunas críticas quedan listas en media hora de frenética escritura, mientras que otras languidecen en "la nube" durante semanas, porque no he encontrado el "ángulo correcto", o quiero revisarla diez veces más porque no me está gustando (como si eso sirviera de algo ;-) En cuanto al número de películas, yo diría que veo entre 5 y 10 por semana. La mitad son películas nuevas, para las que eventualmente escribiré la crítica; y la otra mitad son "clásicas" (en mi opinión) que se me antoja ver de nuevo (la más reciente: The Black Hole, otra vez). Muchas gracias por tu pregunta y feliz resto de la semana!
ReplyDeleteFERZEN: ¡Descubriste mi secreto! Y, si funciona mi plan, alguna día se convertirá en mi esposa. Mi plan consiste en ver muchas de sus películas, hasta que se fije en mi (¿así funciona la realidad, verdad?) Por lo pronto, esta semana planeo ver Faults, la más reciente cinta de M.E. Winstead. El plan prosigue... Un abrazo y mucha suerte (para ambos).