Sunday, September 15, 2019

La Espía Roja (Red Joan)



Síntomas: En el año 2000, Joan Stanley (Judi Dench) es acusada de espionaje por el Servicio de Inteligencia británico. Entonces, durante el interrogatorio, Joan recuerda su juventud en la Universidad de Cambridge, en 1938, cuando empezó a frecuentar grupos estudiantiles con subversivas ideas políticas.

Diagnóstico: Calculo que La Espía Roja es aproximadamente 70% melodrama romántico, y 30% espionaje. Desde luego yo hubiera preferido que esos porcentajes se invirtieran, pero aún con esa disparidad narrativa me pareció una recomendable película que imparte una valiosa lección de historia... aunque no en la manera que suponemos.
Para empezar, La Espía Roja es una pseudo-biografía de cuestionable fidelidad histórica, pues está basada en la novela "Red Joan" de Jennie Rooney, quien se inspiró parcialmente en la vida de Melita Norwood, la legendaria "abuelita espía" de los años ochentas (en ambos sentidos)(ja, ja). Y si a eso añadimos la imaginación de la guionista Lindsay Shapero, tenemos algo muy lejano de una supuesta "lección de historia".
Sin embargo, el valor histórico de La Espía Roja va más allá de una biografía individual, ya que el director Trevor Nunn utiliza a los personajes (reales o imaginarios) para analizar el balance de poder entre los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Sin revelar más de la cuenta, mencionaré que Joan Stanley participó en la "carrera nuclear" inglesa... el desesperado desarrollo de una bomba atómica antes de que los alemanes tuvieran acceso a esta devastadora tecnología. Entonces, la situación laboral de Joan (interpretada en su juventud por Sophie Cookson) le permite evaluar (y criticar) el comportamiento de los científicos ingleses, canadienses, y norteamericanos que participan en el proyecto; todos buscando el mismo resultado, pero con principios éticos muy distintos. Es una perspectiva inusual, y no siempre suena tan parcial como el director supone; pero encontré fascinante la motivación de Joan para tomar las decisiones que, décadas después, tendrían graves repercusiones para ella, para su familia, y hasta para el país mismo.
Otra interesante reflexión que incluye La Espía Roja es la responsabilidad de los científicos sobre los efectos de la bomba atómica. ¿Serán cómplices en la muerte de miles de inocentes? ¿O podrán dormir tranquilos sabiendo que las decisiones de vida y muerte son de políticos y generales totalmente ajenos a la noble actividad científica?
Sí, son demasiados temas para una película; y además, ¿qué tiene que ver todo esto con la dulce ancianita acusada de espionaje? Como dije, lo más interesante de La Espía Roja no es la investigación oficial de arcaicos crímenes contra la Corona, sino la exploración de los factores sociales, políticos, y hasta emocionales que moldearon la ideología de la joven Joan, creando el perfecto conflicto de principios morales y pragmatismo para hacerla cuestionar su lealtad hacia su país... o, mejor dicho, hacia los gobernantes que parecían más interesados en sus propias carreras que en su deber.
En fin... sirva todo este rollo para aclarar por qué me gustó una película de espías que pasa más tiempo contemplando los líos románticos de la protagonista, en vez de sumergirse en los electrizantes detalles de esta azarosa ocupación. Y, si todo eso falla, tenemos la metódica dirección de Trevor Nunn, veterano del teatro inglés cuya elegante sensibilidad realmente cumple aquello de "menos es más", obteniendo el mayor impacto posible en escenas modestas y con un reducido elenco que de gran talento y flexibilidad. Entre los integrantes de ese elenco: obviamente Judi Dench y Sophie Cookson, interpretando a Joan Stanley en extremos opuestos de su vida, con distintas prioridades, pero siempre fieles al carácter del personaje. Ben Miles es el hijo de Joan, amargamente dividido entre el escándalo familiar y su lealtad a su madre. Y Tom Hughes y Stephen Campbell Moore interpretan a los otros dos ángulos del triángulo romántico que consume más tiempo del necesario... aunque, para ser justos, el romance es ciertamente un factor clave en la historia de la espía, así que tampoco podría omitirse sin perder valiosos ingredientes dramáticos.
En conclusión, yo hubiera preferido un auténtico "thriller" de espías; pero La Espía Roja resultó más ambiciosa en su fondo para compensar la sencillez de su forma. Y si bien le faltó la tensión e intriga del "spycraft", creo que las causas pueden ser tan interesantes como las consecuencias. ¿Qué haríamos en esas circunstancias? Y, más importante... ¿por qué lo haríamos?
Calificación: 8

IMDb

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