Sunday, January 8, 2017

Florence: La Mejor Peor de Todas (Florence Foster Jenkins)



Síntomas: En 1944, Florence Foster Jenkins (Meryl Streep) utiliza su considerable fortuna para apoyar las artes musicales en Nueva York. Pero cuando decide convertirse en cantante, queda claro que su entusiasmo supera su talento.

Diagnóstico: No sé si la historia real de Florence Foster Jenkins es una adorable fábula moderna sobre el valor de perseguir los sueños, o una grave advertencia sobre la peligrosa combinación de dinero y narcisismo. Sin embargo, puedo afirmar que el director británico Stephen Frears se inclina por lo primero; y después de ver la película Florence: La Mejor Peor de Todas (uf), me veo obligado a coincidir... con algunas reservas.
Como todas las obras de Frears, Florence: La Mejor Peor de Todas está bien escrita y elegantemente producida; las actuaciones son precisas y elocuentes, libres de adornos, pero con la cantidad justa de emoción para engancharnos en la narrativa sin trucos ni excesos melodramáticos. En resumen: una sólida obra que cumple su propósito didáctico y recreativo, con un toque de melancolía para balancear la experiencia.
El problema es que no me pareció una historia particularmente interesante.
Como comedia, Florence: La Mejor Peor de Todas, no es muy graciosa. El único chiste de la película radica en la inocente fantasía de Florence, quien cree poseer una magnífica voz para cantar, cuando la realidad es muy distinta. Pero, gracias a la continua intervención (y sobornos) de su tolerante esposo, toda la gente de sociedad aplaude el "talento" de Florence y la bañan con elogios, que ella recibe con humildad y gratitud. No es una "diva" insoportable... simplemente una mujer que vive para la música, y quedaría devastada si le dijeran la verdad sobre su voz. Y, claro, también ayuda mucho que invierta su fortuna en el patrocinio de óperas, obras musicales, y conciertos de genuinos talentos, como el legendario Arturo Toscanini (John Kavanagh) y Lily Pons (Aida Garifullina). Entonces, cuando todos "siguen la corriente" y aplauden los horribles gritos de Florence, no se siente como hipocresía o condescendencia, sino como una blanca mentira que endulza la vida de una buena persona. Y eso ocurre una y otra vez a lo largo de casi dos horas.
Afortunadamente Frears reconoció a tiempo la frivolidad de su personaje central, y por eso enfocó el drama en los dos hombres que conspiraron para mantener la ilusión de Florence: su esposo St. Clair Bayfield (Hugh Grant) y el pianista Cosmé McMoon (Simon Helberg), quien acompañó musical y emocionalmente a Florence durante sus más grandes "triunfos".
Hugh Grant es particularmente notable como el marido cariñoso y comprensivo que realmente ama a Florence, y quiere evitarle cualquier sufrimiento... aunque, al mismo tiempo, no vacila en usar el dinero de su esposa para financiar sus propios vicios secretos e infidelidades.
Por su parte, Simon Helberg encuentra el punto exacto entre dandy y artista trágico que traicionó sus sueños musicales a cambio de un buen sueldo; y también introduce sin mucho aspaviento la cuestión de su inclinación sexual, y el aislamiento que debe sufrir en los estrictos años cuarentas.
Supongo que mucha gente verá Florence: La Mejor Peor de Todas por la presencia de Meryl Streep, quien ciertamente realiza un trabajo excepcional como la despistada Florence (y finge bien la mala voz, después de demostrar lo contrario en Ricki and the Flash). Pero yo recomendaría la película por Hugh Grant y Simon Helberg, los más interesantes elementos de la historia, y los mejores actores de este reparto. Solo repito la advertencia de que Frears nos somete muchas veces a la voz de Florence, así que probablemente convendría esperar a que Florence: La Mejor Peor de Todas llegue a televisión, donde podremos bajar el volumen durante las escenas apropiadas. Casi hubiera deseado que Meryl Streep no se comprometiera tanto con su papel...
Calificación: 7.5

IMDb

4 comments:

  1. Hola Pablo, oie tienes Twitter?

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  2. Anónimo: No; ninguna red social. Mis disculpas y saludos!

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  3. Yo mas bien me incline por la historia del marido que como comentas, quiere mucho a su esposa y haría lo que fuera para que sea feliz, después de todo morirá en poco tiempo, (¿No es lo que hariamos todos?) no me fije en lo del pianista, pero a mi todo me parecio efectivo, el guion, la recreación, la fotografía, etc.

    De nuevo como en Hero y The program (y ni que decir The grifters), Frears comenta sobre el engaño y manipulación en las personas, por motivos personales o comerciales de parte de sus protagonistas, en un mundo tan falso me gusta que realizadores como este se den tiempo de contar historia sobre los fraudes que a veces nos venden como historias de triunfo del espíritu.

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  4. Vic: Muy interesante tu comentario sobre ese común denominador en la obra de Stephen Frears. No lo había notado, pero ciertamente parece interesarle la mentira como motivadora del drama. Y gracias por mencionar The Grifters... merece ser re-descubierta por las nuevas generaciones. Muchos saludos y suerte!

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