Monday, April 24, 2017
The Void
Síntomas: Un policía rural encuentra un hombre herido en el bosque, y lo lleva al hospital más cercano, donde empiezan a ocurrir fenómenos inexplicables que podrían relacionarse con una figura encapuchada que acecha entre los árboles...
Diagnóstico: Como parte del colectivo artístico Astron-6, Steven Kostanski y Jeremy Gillespie colaboraron en varias películas que rendían tributo a diversas categorías del género de terror, incluyendo cine slasher (Father's Day), distopias post-apocalípticas (Manborg), y "giallo" italiano (The Editor). Pero ahora con su nueva cinta, The Void, Kostanski y Gillespie trabajan independientemente de Astron-6, alejándose de aquel travieso sentido del humor para presentarnos un relato tenebroso y perturbador, sin duda influenciado por el horror de los ochentas, pero con suficiente originalidad para confirmar el potencial de estos cineastas canadienses.
Claro que "original" es un término relativo. The Void está obviamente inspirada en la obra de John Carpenter (con toques adicionales de David Cronenberg y Clive Barker), empleando la estructura de Assault on Precinct 13 (un grupo de extraños cooperan para sobrevivir el ataque de una fuerza externa), elementos temáticos de Prince of Darkness (una de mis favoritas de Carpenter), y los grotescos efectos prácticos de The Thing... respetando distancias, naturalmente. El resultado es un híbrido de terror y ciencia ficción a veces confuso, pero siempre sincero en su intención de aterrarnos y divertirnos, lo cual consigue con razonable éxito.
The Void establece un sólido misterio cuyo gradual desarrollo genera continuas incógnitas a lo largo de la película: ¿De qué está asustado el joven herido? ¿Quiénes son los encapuchados que observan el hospital? ¿Por qué la enfermera Beverly (Stephanie Belding) se comporta de manera tan extraña? Kostanski y Gillespie revelan apenas lo necesario, manejando el suspenso de manera óptima para crear una atmósfera de paranoia y opresión que trastorna a los personajes y nos contagia su creciente pánico.
Sin embargo, algunos detalles del misterio degeneran en clichés y reglas arbitrarias que causan inconsistencias en el argumento, al mismo tiempo que roban el potencial dramático de ciertos personajes para convertirlos en carne de cañón... fáciles víctimas de los horrores que infestan el hospital. Afortunadamente la historia conserva el interés gracias al talento de los directores para orquestar escenas tensas y macabras; pero cuando los engranes de la historia empiezan a rechinar alcanzamos a notar sus elementales trucos.
Por el lado visceral, podemos confiar en los excelentes efectos especiales para sorprendernos y transgredir nuestros sentidos. Cuando no están realizando homenajes "retro", Kostanski y Gillespie trabajan como artistas gráficos en cintas de alto perfil (por ejemplo Suicide Squad, Crimson Peak y Pacific Rim, entre muchas otras), lo cual explica la exuberancia visual manifestada en The Void, cuyas delirantes escenas "gore" y atrocidades "para-genéticas" (acabo de inventar el término para describir alteraciones físicas producidas por factores paranormales) evocan la estética de los ochentas, con el beneficio de retoques digitales para incrementar la escala del horror y los alucinantes conceptos del misterio principal.
Los actores hacen lo que pueden para sobresalir entre la sangre artificial y las aplicaciones de látex; Aaron Poole es un héroe adecuado, débil al principio, pero con la capacidad de superar sus temores. Kathleen Munroe añade un poco de sentimiento como la doctora que perdió a un hijo, y dedica toda su energía a la medicina para compensar aquella tragedia. Y también me gustó Ellen Wong como la enfermera Kim, apática y negligente hasta que aprende algunas duras lecciones sobre el compromiso con sus pacientes.
Pero los auténticos héroes resultaron ser Kostanski y Gillespie, incursionando en fértiles territorios creativos apoyados en la nostalgia ochentera para capturar la imaginación del espectador (al menos la mía). El balance entre nuevo y viejo funcionó para mi, y podría recomendar The Void para conocedores del género capaces de tolerar imperfecciones narrativas a cambio de recibir deliciosos momentos de terror cósmico y perversiones orgánicas, realizadas con gran ingenio y afecto por el trabajo de los “viejos maestros”. The Void trasciende el homenaje para encontrar su propia voz, y lo que nos dice es aterrador.
Calificación: 8.5
IMDb
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Nada tan emocionante pero la atmosfera del hospital es buena junto con los efectos de las criaturas, algunas cosas se ven forzadas o ya muy vistas, ("vamos a bloquear las puertas") la narrativa no ofrece interes, solo hacia el climax, pero me gusto este final Hellraiser-esco o mas bien como The keep, las actuaciones o mas bien los personajes no son tan buenos como para seguir. Otro problema creo esta en el policia principal, no ofrece nada de caracter su personaje, ya me imagino a Michael Parks de Kill Bill o algo asi de potente, los personajes de los bravucones tambien pudieron ser mas eficaces, en ellos y el policia pudo recaer la pelicula, pero se notan debiles.
ReplyDeletePense en The last Shift mientras la veia, y aquella ofrecia mejores secuencias. Tal vez la cinta gane puntos con la fanaticada joven pero este anciano ya no se cuece al primer hervor, estos homenajes parecen mas como un hurto a falta de un gran guion. Pero hay que agradecer el esfuerzo que hicieron en The void.
Vic: ¡Ja, ja! Yo tampoco estoy joven, así que entiendo perfectamente tu reacción a The Void. El protagonista también me pareció débil, pero sentí que fue algo intencional, para alejarse del arquetípico héroe rudo que siempre sabe lo que hace, y está muy seguro de sí mismo. En cuanto a la línea divisoria entre plagio y homenaje... supongo que cada quien la dibuja según su experiencia y percepción personal. Como presa fácil de la nostalgia, tiendo a disculpar mucho cuando los cineastas oprimen los botones correctos de mi memoria (por ejemplo, en Stranger Things). Muchas gracias por tu acertado análisis de The Void, y feliz resto de la semana!
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