Monday, March 10, 2014
La Gran Belleza (La Grande Bellezza)
Síntomas: Después de cumplir 65 años, el escritor y periodista Jep Gambardella (Toni Servillo) se ve inspirado a re-evaluar su vida, sus valores, y la ideología que siempre mantuvo. Entonces, entre conversaciones con amigos, nuevas relaciones y una fresca visión de la ciudad de Roma, Jep se da cuenta de que la belleza de la vida reside en un lugar distinto al que creía.
Diagnóstico: Al menos diré esto: creo que finalmente entendí lo que trató de expresar Fellini hace tantos años. La Gran Belleza es algo así como una re-imaginación modernizada (y no oficial) de La Dolce Vita; pero esta vez no me pareció un indulgente capricho artístico, sino una válida reflexión sobre la vida y sus múltiples tangentes emocionales y filosóficas. Para ello, el director italiano Paolo Sorrentino nos invita a recorrer un laberinto existencial repleto de coloridos personajes y provocativas situaciones que no buscan contar una historia definida, sino sumergirnos en un miasma de ideas, a veces contradictorias, a veces ingenuas, pero siempre interesantes (o al menos casi siempre). Y, desde luego, el valor de la película no radica en un mágico mensaje al final que despejará todas nuestras dudas, sino un recorrido barroco que nos inspira a encontrar nuestras propias respuestas a la par del idealizado protagonista (profundo e intelectual, pero con un saludable sentido del humor y percepción de lo absurdo). En el más simple nivel visual, La Gran Belleza hace honor a su nombre con espectacular dirección y cinematografía, aprovechando al máximo las pintorescas locaciones romanas, rebosantes de gravedad histórica y frivolidad urbana. El elenco aborda sus papeles con gusto y convicción; para mi fueron absolutos desconocidos, pero aparentemente Toni Servillo, Sabrina Ferilli y Serena Grandi son auténticos íconos culturales en Italia, lo cual seguramente añade un nivel "meta" a la película, y refuerza el peso de las interpretaciones para quienes conocen la carrera de estos actores. Como sea, su trabajo me pareció perfecto, al mismo tiempo afectado y realista, con ese aire casual que distingue al cine europeo de su más estudiada y artificial contraparte norteamericana. Mi única queja es que durante el tercio final de La Gran Belleza el libreto tiende a divagar más de lo necesario, y corre el riesgo de convertir la introspección en simple aburrimiento. De cualquier modo disfruté la mayor parte de esta inusual experiencia fílmica, y podría recomendarla para quien guste del “cine de arte” centrado en reflexiones en vez de resultados. Y ¿quién sabe? Podría inspirar un re-descubrimiento de Fellini en personas (como yo) que nunca tragamos sus desplantes sesenteros.
Calificación: 8.5
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Excelente critica, la tendré en cuenta al momento de ver esta película, saludos.
ReplyDeleteHernán: Ojalá logres verla, y espero que cumpla tu expectativa. Muchos saludos y suerte!
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