Friday, February 2, 2018

The Post: Los Oscuros Secretos del Pentágono (The Post)



Síntomas: En 1971, Kay Graham (Meryl Streep) enfrenta una decisión crucial que determinará el futuro del periódico The Washington Post. Al mismo tiempo, el editor Ben Bradlee (Tom Hanks) investiga un escándalo con el potencial de cambiar la opinión del público sobre la guerra en Vietnam. Sin embargo, la auténtica noticia podría ser la respuesta del gobierno norteamericano ante estas explosivas revelaciones.

Diagnóstico: Prácticamente todas las películas acerca de reporteros y periodistas siguen una fórmula simple y bastante específica: la búsqueda de la Gran Noticia (así, con mayúsculas) que cambiará al mundo, o al menos revelará la corrupción de las altas esferas que el Público (también con mayúsculas) tiene derecho a conocer.
En la película The Post, para bien o para mal, esa confiable fórmula representa tan solo un tercio de la historia total. Entonces, además de la investigación periodística (con toda la intriga y suspenso que podemos esperar), también exploramos las graves consecuencias que la noticia tendrá para el Washington Post, y la respuesta del gobierno ante la difusión de secretos que guardó durante muchos años. En resumen: material para tres películas distintas, condensado en dos horas de tensas discusiones, conflictos éticos y lecciones sobre el auténtico significado de la libertad de prensa. A veces es mucho... y a veces no es suficiente.
El saturado libreto de Liz Hannah y Josh Singer (veterano de Spotlight, otro sobresaliente "thriller periodístico") se esfuerza por balancear los variables aspectos de la película, entretejiendo arteramente causas y consecuencias para obtener un flujo natural de eventos que se mantiene siempre claro a pesar de las impersonales locaciones, vagos datos históricos, y multitud de personajes que no hay tiempo para introducir ni desarrollar adecuadamente (imagino que será útil una visita a Wikipedia después de ver la película, para comprender plenamente el marco histórico e importancia de los individuos involucrados).
Que no quede duda; The Post es un triunfo de estructura y dirección. Sin embargo (obviamente se veía venir un gran "pero"), en muchas ocasiones me encontré deseando que el aclamado director Steven Spielberg se decidiera por cualquiera de esas sub-tramas, y concentrara su considerable talento para explotarla al máximo. De otro modo, el enfoque de la cinta se fragmenta y resta fuerza a los hechos que retrata.
Afortunadamente, escena por escena The Post captura nuestra atención con apoyo de los brillantes actores que ocupan papeles chicos y grandes, contribuyendo por igual a la textura y energética atmósfera de un periódico al borde del desastre, o de la consagración pública. Y, como siempre, Spielberg es un experto para encontrar detalles minúsculos pero muy significativos que rematan el impacto emocional de la trama. Por ejemplo: la vibración de un foco, y luego una taza... irrelevantes por sí mismos, pero enormes cuando se ubican en el contexto de las escenas que acabamos de ver. Además, parece que el director se divierte capturando los rasgos culturales del período, que pueden ir desde adustos teléfonos de baquelita hasta el casual sexismo de algunos personajes (que luego Spielberg trata de sobre-compensar con medianos resultados). Finalmente, en un plano personal, fue un placer ver el armado de las placas de un periódico en la era "análoga", antes del diseño editorial por computadora (me tocaron los últimos vestigios de esas arcaicas tecnologías cuando empecé a trabajar en diseño gráfico).
Entonces, The Post tiene una sobre-abundancia de temas e ideas que a veces compiten por la atención del espectador; pero el desempeño del extraordinario reparto y la disciplina de Steven Spielberg consiguen que tales ideas coexistan sin derrumbarse bajo su mutuo peso, lo cual es un logro notable, y razón suficiente para recomendar esta película.
Además, no he mencionado la relevancia que The Post tiene para la situación actual que atraviesa el mundo (especialmente los Estados Unidos). Cada quien sacará sus propias conclusiones, aunque resulta bastante obvio lo que intentó decirnos el director. Es una pena que casi medio siglo después siga siendo necesario repetir esas simples verdades. Ojalá sirva de algo el recordatorio.
Calificación: 8.5

IMDb

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