Sunday, September 24, 2017

Beatriz at Dinner



Síntomas: Cuando termina el tratamiento de Kathy (Connie Britton), la masajista Beatriz Luna (Salma Hayek) descubre que su automóvil no arranca; entonces Kathy le sugiere que se quede a cenar, pues tendrá una pequeña celebración con algunos invitados. Beatriz acepta con ciertas reservas, y durante la velada encuentra distintos niveles de racismo e intolerancia como la única persona latina entre caucásicos adinerados.

Diagnóstico: Hace unas semanas presencié una de las peores actuaciones de Salma Hayek en The Hitman's Bodyguard; y ahora tuve el placer de ver una de las mejores en Beatriz at Dinner, una película incómoda y audaz que tiene mucho que decir, y lo dice con gran elocuencia... aunque su mensaje tal vez se asimilaría mejor si fuera un poco más sutil.
La labor del director Michael Arteta y el escritor Mike White (a veces colaborando y a veces por separado) ha producido algunas excelentes películas, como The Good Girl, The School of Rock y Orange County; sin embargo Beatriz at Dinner muestra una sensibilidad dramática única, no solo por la exploración del racismo "benigno" entre la "gente bien", sino por denunciar problemas inherentes de la sociedad capitalista que toma el dinero como único criterio del éxito (sí, para bien o para mal, Beatriz at Dinner es una obra evidentemente "post-Trump").
El libreto de Mike White a veces se siente como panfleto didáctico sobre el "diablo blanco" que abusa de las culturas "inferiores" para beneficio personal; como dije, Beatriz at Dinner (al igual que su protagonista) no sabe cuándo quedarse callada, lo cual es simultáneamente su principal falla y su más loable virtud.
La historia es excesivamente simple, así que no revelaré sus detalles; baste decir que la cena entre amigos se convierte en escenario de amargas discusiones, choques ideológicos, y acusaciones que podrían ser válidas o no, según el punto de vista del espectador. Y, aunque desde luego la película nos presenta la perspectiva de Beatriz, el director no la pinta como una santa inmaculada; por el contrario, Beatriz es la principal responsable por el deterioro de la amena reunión, expresando sin vergüenza cosas que quizás otros piensan, pero no se atreven a decir. Sus intenciones son buenas, pero su "timing" es terrible. Tal vez fue la abundancia de vino, o la dignidad agraviada por pequeños insultos sobre su etnicidad ("¿De dónde eres realmente?"); por la razón que sea, Beatriz inició el conflicto, y no sabe cómo terminarlo sin ofender a sus anfitriones... y sin arruinar el gran negocio que se discute en la mesa.
Mientras contemplamos tantas variables morales, podemos disfrutar las excelentes actuaciones del elenco entero. Salma Hayek borra todo glamour como la sensible Beatriz Luna, cuya triste historia de inmigración y asimilación cultural tal vez despertó la extraordinaria empatía que ahora utiliza para cuidar enfermos y, de vez en cuando, ganar un poco de dinero extra en casas de americanos ricos como Kathy y su esposo Grant (David Warshofsky), orgullosos de su aceptación de otras culturas... siempre y cuando sea en sus propios términos. Pero mi actuación favorita fue la de John Lithgow como Douglas Strutt, de quien no diré más, excepto que quienes estén acostumbrados a los papeles cálidos y humanitarios de este gran actor quedarán impresionados con su versión de un "villano" pragmático y convincente.
Mientras veía Beatriz at Dinner me irritaron algunas decisiones de Arteta y White; pero al final me di cuenta de todo fue una astuta manipulación de nuestras expectativas y un reto a nuestros prejuicios, ya sean intencionales o subconscientes. Entonces, no fue una experiencia exactamente divertida, pero Beatriz at Dinner me pareció interesante, bien escrita y con excepcionales actuaciones que nos ayudan a digerir las pesadas ideas que manejan sus volátiles protagonistas. No hay que olvidar que, de vez en cuando, también podemos pensar enfrente de la televisión.
Calificación: 8

IMDb

4 comments:

  1. Ésta película, al igual que su hermana gemela "Get Out", es para mi de las mayores decepciones del año. Admiro mucho el compromiso de Hayek por interpretar un papel más serio que de costumbre (sin duda la nominan al Óscar en Enero y se lo merece, aunque no podemos negar que la súbita corrección política de "la Academia" y su desprecio por Trump van a jugar a su favor) pero no trago la película en absoluto.

    Es más, (SPOILER ALERT) incluso me encontré de parte de los supuestos "villanos" que sólo querían pasar una velada amena y que fueron interrumpidos por los arrebatos de una mujer claramente inestable y voluntariosa. Tampoco ayuda mucho el final tan ambiguo (tan insatisfactorio como la ridícula "explicación" del misterio de "Get Out" -¿por qué la gente caucásica querría vivir dentro de los cuerpos de las personas afroamericanas, con el estigma social que eso conlleva?-) y que con sólo 79 minutos apenas da tiempo para estructurar las personalidad de los dos protagonistas. No sé, igual y hubiera sido más poderoso un final en el que el personaje de Hayek y el personaje de Lithgow hicieran el esfuerzo de comprenderse el uno al otro y darse cuenta de que detrás de las etiquetas de "hispano", "anglosajón", "capitalista", "empresario" y "medicina alternativa" etc detrás son sólo seres humanos. Pero antes de siquiera llegar a eso nos vemos interrumpidos por los créditos finales. Para mí es un 6, misma nota que le puse a Get Out.

    Por cierto, si Occidente es tan terrible según Salma Hayek, Coatzacoalcos está esperándola con los brazos abiertos.

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  2. Edwin: ¡Ja, ja! También noté esas similitudes entre Beatriz at Dinner y Get Out!, pero en el fondo son tan diferentes que no afectó mi percepción de la primera. Y, desde luego, tu interpretación es muy válida; como mencioné en la crítica, el director nos presenta los hechos más o menos "limpios", y deja que cada quien saque sus propias conclusiones. Aunque estoy de acuerdo en que el final parece una salida fácil, en vez de pensar en algo más satisfactorio, que respondiera las preguntas que plantea la película (el que sugieres me gusta mucho, y hubiera sido un genuino "twist" ;-). Muchas gracias por compartir tu comentario, y feliz fin de semana!

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  3. Yo no creo que el director nos presente los hechos de manera "limpia". Para mí ésta película es sumamente parcial y tendenciosa. Ella es claramente la víctima a la que debemos apoyar y él es el malo malísimo, capitalista, frío y racista al que debemos despreciar. Para mí ésta es una película fallida y hecha a la prisa. Siempre soñé con ver a Salma Hayek en un papel serio, porque con tantos recursos a su alcance daba pena verla sólo como patiño de Adam Sandler o Eugenio Derbez en películas mediocres. Y ojalá pueda verla nuevamente como una actriz seria pero una película mucho mejor que ésta.

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  4. Edwin: Ciertamente la película tiene un punto de vista muy definido, pero creo que el director intentó "balancear" un poco la historia haciendo que Beatriz fuera la iniciadora del conflicto. Su comportamiento es bastante inapropiado, hace quedar mal a su amiga, y prácticamente arruina la cena. Tal vez no basta para hacer la película realmente imparcial, pero al menos acepta que hay culpa de ambos lados de la ecuación. Al menos esa fue mi interpretación. Gracias por comentar, y muchos saludos!

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