Friday, September 22, 2017

Atracción (Attraction - Prityazhenie)



Síntomas: Durante una lluvia de meteoritos, una enorme nave extraterrestre se estrella en la ciudad de Moscú. Sus enigmáticos ocupantes solicitan telepáticamente que la gente se mantenga alejada mientras realizan reparaciones para poder despegar; pero varios jóvenes deciden investigar por su cuenta, y descubren algo que nadie imaginaba.

Diagnóstico: Hay una historia muy buena en algún lugar de Atracción; desafortunadamente el director Fedor Bondarchuk y los escritores Andrey Zolotarev y Oleg Malovichko decidieron enfocar la película en un insípido triángulo romántico que roba atención a sus más interesantes elementos... como la bendita nave extraterrestre en mitad de Moscú.
Pero, bueno... supongo que cuando se invierte tanto dinero en una producción a esta escala es necesario utilizar una historia con el mayor potencial comercial posible. Por eso entiendo el origen de las horribles decisiones creativas tomadas por los productores de Atracción, pero aún así fue deprimente imaginar lo que pudieron lograr si hubieran tomado en serio su premisa original.
Los primeros veinte minutos de Atracción me parecieron fantásticos, con la introducción de un inofensivo fenómeno celeste que termina con la devastadora caída de un enorme vehículo extraterrestre. Las imágenes de destrucción urbana son sobrecogedoras; la respuesta del gobierno es contundente e inmediata; y los tripulantes de la nave anuncian sus intenciones con tanto tacto como es posible durante el tenso "primer contacto". Así se establecen los fascinantes fundamentos dramáticos de la historia... y el director procede a ignorarlos para seguir la ruta más insípida de todas: a la joven Yulia (Irina Starshenbaum) le gusta el rebelde Artyom (Alexander Petrov), pero su padre se opone a la relación. Y luego, durante el caos de los operativos militares que intentan restaurar el orden en la ciudad, Yulia conoce a Hekon (Rinal Mukhametov), y lo defiende cuando es arrestado por soldados rusos. Lo que sigue es una aventura absolutamente inverosímil mientras Yulia se enamora de Hekon, y Artyom reacciona con celos... por no mencionar fuertes sentimientos xenofóbicos contra los invasores que amenazan la soberanía rusa.
En realidad los aliens solo quieren que los dejen tranquilos mientras reparan su nave, pero la destrucción que accidentalmente ocasionaron sirve como detonador de la clásica intolerancia hacia cualquier extraño que no encaja en el estándar de una comunidad. Ese es el tema más interesante de Atracción y, para ser justos, eventualmente toma más relevancia... pero siempre como fondo del mencionado romance que me pareció arbitrario y artificial.
Por el lado positivo, Atracción muestra sólida dirección, excelente diseño de producción, y una manufactura general de calidad realmente internacional que podría competir (o incluso superar) cualquier "blockbuster" norteamericano. El libreto pierde muchas oportunidades de proponer algo nuevo o diferente, pero también incluye algunos comentarios sociales y políticos que insinúan una intención más profunda detrás del frívolo melodrama.
Los actores cumplen su labor con decoro; Irina Starshenbaum, Alexander Petrov y Rinal Mukhametov siguen el estándar de "supermodelos de veinticinco años interpretando jóvenes normales", pero resultan razonablemente creíbles en sus blandos roles. El único que muestra genuina convicción es Oleg Menshikov como el Coronel Lebedev, padre de Yulia, quien además de preocuparse por los novios de su hija debe calmar al gobierno que quiere sangre, y controlar las protestas de los ciudadanos que rechazan la presencia extraterrestre. Cierto, su papel corresponde a una categoría distinta de clichés, pero al menos logra expresar el peso de la autoridad y el conflicto interno que lo divide entre su deber como militar y como padre de familia.
Otro punto positivo: la perrita de Yulia sobrevive, y además le curan las cataratas.
Hablando de lo cual, la "ciencia" de esta fallida ciencia ficción es absolutamente ridícula; para variar, hay un "mcguffin" tecnológico que todos buscan, y Yulia recibe un brazalete con poderes especiales que no tiene relevancia alguna para la historia; supongo que lo están reservando para la secuela, o algo así.
Aunque parece una excesiva simplificación, voy a decir que Atracción es una mezcla de Arrival y Twilight, sin la seriedad de la primera, pero con mejores actores que la segunda. Dejaré que cada quien decida si eso justifica dos horas y cuarto en el cine (o en Netflix, donde seguramente llegará en algunos meses). En mi caso particular, quedé conforme tan solo con los efectos especiales; pero me dolió ver este extraordinario despliegue de recursos desperdiciados en algo tan pueril y previsible como un romance “young adult”. Esta es la segunda película rusa de alto presupuesto que he visto recientemente (la otra fue Guardians), y aunque obviamente dominan el aspecto visual del "cine evento", necesitan encontrar libretos más ingeniosos, que no se limiten a copiar las fórmulas de Hollywood. Por otro lado, si solo les interesa el dinero, están en el camino correcto.
Calificación: 6.5

IMDb

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