Monday, July 31, 2017

Killing Ground



Síntomas: Em (Harriet Dyer) y su novio Ian (Ian Meadows) se disponen a pasar el año nuevo acampando cerca de unas famosas cataratas australianas, pero el paseo se arruina cuando descubren un misterioso campamento abandonado. Mientras tanto, dos malvivientes buscan víctimas para satisfacer su hambre de violencia.

Diagnóstico: "Maniáticos torturando una familia" no es mi sub-género favorito en el cine de terror. Sin embargo, cuando está tan bien ejecutado como en la cinta Killing Ground, no puedo dejar de admirar la destreza del director Damien Power para manipular esos viejos clichés y mantenernos hipnotizados durante múltiples escenas crueles y perturbadoras que, simplemente, no podemos ignorar por la fuerza de su narrativa. Lo cual no significa que Killing Ground me haya "gustado" en el sentido convencional... aunque ciertamente reconozco sus virtudes.
Parte de la estrategia de Power es jugar con nuestra percepción del tiempo, mostrando el pasado y el presente sin mucha explicación, lo cual nos invita a prestar atención para armar el rompecabezas en nuestra mente... ¿quién llegó primero? ¿Quién sigue vivo en algún momento específico del relato? Y, sobre todo... ¿quién quedará vivo al final?
Al ser una producción australiana independiente, Killing Ground emplea actores prácticamente desconocidos, lo cual incrementa el realismo de la película porque no vemos "estrellas de cine", sino personas normales en situaciones terribles que jamás quisiéramos compartir. Y el mismo realismo se extiende a sus reacciones cuando se encuentran en peligro mortal; algunos tratan de escapar, otros defienden a sus seres queridos, y de vez en cuando toman decisiones irracionales que podemos excusar debido a la magnitud del trauma que están enfrentando.
Entre esas víctimas tenemos a Ian Meadows y Harriet Dyer como la pareja que tomó la extraña decisión de pasar el año nuevo en el bosque; Maya Stange, Tiarnie Coupland y Stephen Hunter interpretan a la familia del campamento abandonado. Pero todos comparten una creíble química que fortalece su dinámica "familiar", y hace más amargas las torturas físicas y mentales que eventualmente sufren.
Por cierto, algo que incrementará el impacto emocional de Killing Ground es la presencia de un bebé en peligro, lo cual rompe el balance de la batalla y altera fundamentalmente el comportamiento de algunos personajes. Y es doblemente perturbador cuando el director lo utiliza como un personaje más, sin concesiones por su edad o condición indefensa. Hablando de lo cual, me alegra decir que el perro Banjo sobrevive. Algo que, obviamente, nadie tiene asegurado en esta película.
Los villanos, German (Aaron Pedersen) y Chook (Aaron Glenane), parecen engañosamente normales a pesar de sus sangrientos pasatiempos. No se trata de los genéricos asesinos encapuchados de una cinta slasher, ni los anónimos verdugos sin motivación de incontables historias sobre invasión doméstica. Por el contrario, son auténticos psicópatas en el sentido clínico, desinteresados en el sufrimiento ajeno, y envueltos en una enfermiza amistad que (desde su punto de vista) valida sus crímenes y los exime de culpa real, pues solo están "divirtiéndose".
Como dije al principio, Killing Ground me impresionó con su excelente ritmo, dirección y actuaciones, así como su capacidad para horrorizar al público mientras nos obliga a seguir viendo, porque necesitamos saber cómo terminará todo. Sin embargo podríamos decir que Killing Ground es víctima de su propio éxito, pues aunque admiré su técnica y audacia artística, no quiero volver a verla, ni pensar en ella. Entonces: recomendada como una de las mejores películas de horror rural que he visto. Y al mismo tiempo, una desoladora experiencia que preferiría olvidar. Y, todo eso, con mínima sangre derramada; tan solo una experta manipulación psicológica de horrores peores que cualquier monstruo o "jason" de cajón.
Calificación: 9

IMDb

2 comments:

  1. Coincido con tu crítica, no es obvio contradecir las acciones de los personajes, intenté pensar en muchas ocasiones qué decisiones tomar ante los eventos pero no resulta fácil.
    Este tipo de películas suelen estar orientadas a adolescentes y ser demasiado obvias pero no es el caso de Killing Ground.

    ReplyDelete
  2. Sergio López: Muy cierto; tu observación resume perfectamente la "personalidad" de Killing Ground: una película de horror para adultos, con temas maduros que rara vez encontramos en este género. Gracias y saludos!

    ReplyDelete