Wednesday, November 30, 2016
Officer Downe
Síntomas: Gracias a un misterioso procedimiento científico, el Oficial Terry Downe (Kim Coates) es prácticamente invencible, y sus hazañas han logrado reducir el crimen en la ciudad de Los Ángeles. Pero el sindicato criminal Fortune 500 no está contento con esta situación, y contrata a un célebre asesino para eliminar a Downe.
Diagnóstico: Tal vez sea snobismo de mi parte (no será la primera vez), pero siento un poco de antipatía por aquellas películas que se empeñan demasiado en parecer "de culto". Creo que esa vaga clasificación no solo se define por las características intrínsecas de una película, sino por la honestidad de sus creadores, que realizaron algo memorable y divertido casi sin proponérselo. Algunos ejemplos: Evil Dead 2, Attack of the Killer Tomatoes y The Room (nunca debe asumirse que "de culto" es sinónimo de "calidad").
Por otro lado, tenemos películas como The Taint, BloodRayne: The Third Reich, y ahora Officer Downe, rebosantes del sexo, humor y violencia frecuentemente asociados al cine de culto... pero con un estilo demasiado estudiado y artificial para convencernos de su legitimidad.
Aún así Officer Downe me pareció entretenida y, aunque dudo que sea aclamada por generaciones futuras, puede disfrutarse tan solo por su vigorosa presentación y perturbador sentido del humor, que no teme caer en el peor gusto posible para provocar una sonrisa (o al menos un quejido) entre el público.
Para empezar, merece aplauso el entusiasta reparto, cuya mezcla de actores nuevos y veteranos añade carácter a los estereotípicos personajes. Además del lacónico Downe, interpretado por Kim Coates (Sons of Anarchy), tenemos a Lauren Vélez como la Jefa de Policía Berringer (papel similar al que realizó en Dexter), Sona Eyambe como el asesino shaolín Zen Master Flash (cuyos diálogos están intencionalmente mal doblados, como en una película de "kung fu" setentera), y Tyler Ross en el papel del novato Oficial Gable, designado como apoyo táctico de Downe... aunque éste prefiere trabajar solo, y además ha matado accidentalmente a varios colegas durante las salvajes balaceras que incita con las pandillas criminales de la ciudad.
Y, claro, todo esto acompañado por espesos chorros de sangre, cinematografía ¡¡¡EXTREMA!!! (después de todo el productor es Mark Neveldine, de Crank) y detalles surrealistas que nos dejan rascándonos la cabeza (la cinta está basada en un comic de Joe Casey y Chris Brunham, donde tal vez se explicaron mejor las cosas)(No confundir con la historia "Officer Down" de Batman). Ejemplo: los líderes del sindicato Fortune 500 son animales antropomórficos; la pregunta no es "¿por qué?", sino: "¿por qué no?"
Por el lado negativo, la historia es prácticamente inexistente; el libreto está estructurado como videojuego, con escenas de batalla interrumpidas por "cutscenes" donde se revela gradualmente el origen de Downe, se profundiza un poco en el melodrama privado de los personajes secundarios, y hasta se intenta (sin éxito) alcanzar un nivel emocional que rompa la monotonía de la película.
Ah, sí... el director de Officer Downe es M. Shawn Crahan, más conocido como "Clown", de la banda Slipknot, así que podemos contar con un sólido soundtrack de "nu-metal" integrado por canciones de grupos desconocidos (al menos por mi... pero recuerden que ya estoy viejo).
Entonces, aunque probablemente nunca se formará un culto alrededor de Officer Downe, puedo recomendarla como entretenimiento desechable, apto para fans del "gore" gratuito, la violencia excesiva, y el humor irreverente sin particulares muestras de ingenio. En el sub-sub-género de "policías sobrenaturales", creo que me gustaron más WolfCop y la clásica Maniac Cop, con Bruce Campbell... ahí tienen un ingrediente infalible para alcanzar la categoría de culto.
Calificación: 7
IMDb
Monday, November 28, 2016
Don't Think Twice
Síntomas: Los miembros del grupo de comedia improvisada The Commune sufren los altibajos de su oficio, mientras tratan de sobrevivir en la despiadadamente competitiva ciudad de Nueva York.
Diagnóstico: Todas las películas sobre comediantes son dramas. Y creo que hay una buena razón: la comedia es tremendamente difícil, y sus practicantes terminan sufriendo más de lo que el público imagina. O al menos esa es la lección que imparten películas como Funny People, Obvious Child, Punchline, y ahora Don't Think Twice.
Lo cual no significa que Don't Think Twice sea melancolía y sufrimiento de principio a fin. El director Mike Birbiglia tiene demasiada práctica en estos asunto, y reconoce la necesidad de balancear los momentos de fracaso y conflicto con sólidas risas y suficiente levedad para admitir que, sí, es solo comedia, no el fin del mundo.
Para lograrlo se apoya en un impresionante reparto que saca el máximo provecho del ingenioso libreto, simple en su forma, pero repleto de astutas observaciones que no están limitadas al mundo de la comedia (ni al ocasionalmente menospreciado estilo "improv"), sino que se extienden a la generalidad de la experiencia humana.
Para minimizar spoilers, simplemente mencionaré los personajes y sus principales características: Mike Birbiglia interpreta a Miles, el fundador y mentor de The Commune... y también el más viejo, lo cual se está convirtiendo en un factor importante al evaluar su vida. Keegan-Michael Key es Jack, indudablemente el más talentoso del grupo, pero no siempre generoso cuando se trata de compartir la atención del público. Gillian Jacobs interpreta a Samantha, también talentosa pero insegura, lo cual podría descarrilar sus planes futuros (si es que logra definirlos). Chris Gethard interpreta a Bill, el nerd con problemas familiares; Kate Micucci es Allison, siempre entusiasta y lista para colaborar en el lucimiento ajeno. Y, finalmente, Tami Sagher es Lindsay, para quien la comedia es tan solo un hobby, y no la obsesión creativa que comparten sus compañeros.
Y así transcurre Don't Think Twice, siguiendo las vivencias del colectivo "improv" y examinando sus trágicos fracasos o, peor aún, los ocasionales triunfos, que resultan aún más difíciles de asimilar. Quizás la moraleja sea "Deja las reglas de la comedia en el escenario"; porque cuando se aplican a la vida real, rara vez dan buenos resultados. Sobre todo cuando existen reglas como "No Pienses".
En un nivel más sutil, es posible que la película sirva como catártica autobiografía de Mike Birbiglia, un individuo sin duda talentoso, pero sin aquel mágico "algo" que se necesita para alcanzar el "estrellato" (como lo quieran definir). Si fuera cierta esa interpretación, no me preocuparía por Birbiglia... obviamente tiene futuro como director, incluso si nunca lo contratan en Saturday Night Live (sobre todo después de burlarse de Lorne Michaels).
Reitero la advertencia: Don't Think Twice no es una comedia, sino un drama sobre comedia. Y, aunque no sea un tema vital o socialmente relevante (lo cual sería debatible), analiza con abrumadora honestidad las mecánicas internas de algo que nos hace reír, y que podremos apreciar mejor cuando reconozcamos el inmenso esfuerzo detrás de su engañosamente simple presentación. Hablando de lo cual, este es uno de mis chistes favoritos, aprendido en la infancia: Un vaquero entra a la cantina con una pila de estiércol en la mano, y dice: "¡Chicos, vean lo que casi pisé afuera!" ¡Ba-dump-crash!
Calificación: 9
IMDb
Sunday, November 27, 2016
Presencia Siniestra (Shut In)
Síntomas: La psicóloga Mary Portman (Naomi Watts) perdió a su esposo en un accidente automovilístico, y su hijo adolescente Stephen (Charlie Heaton) quedó en estado vegetativo. Y ahora, seis meses después, Mary enfrenta la difícil decisión de trasladar a Stephen a una institución de cuidado permanente. Entonces empieza a experimentar extraños fenómenos durante la noche, que podrían ser síntomas de estrés... o mensajes de un paciente desaparecido.
Diagnóstico: Durante la primera mitad de Presencia Siniestra, el excelente desempeño de Naomi Watts y la mesurada dirección de Farren Blackburn (algunos la llamarían "aburrida", pero me gustó que tome las cosas con calma) conjuran una inquietante atmósfera que realmente nos mantiene a la expectativa sobre el origen de los fenómenos que atormentan a la protagonista. Entonces llega un "twist" shymalanesco y perturbador que replantea la película entera... y desafortunadamente rompe el aura de misterio para ubicarnos en un contexto más prosaico y previsible.
Es una lástima, pues Presencia Siniestra cuenta con muchos elementos a su favor; además de Watts, tenemos al confiable Oliver Platt como psiquiatra que (obviamente) descarta toda influencia sobrenatural, y asegura a Mary que las visiones y ruidos nocturnos son manifestaciones del estrés y sentimientos de culpa por su hijo inválido. Las intervenciones de Platt son casi siempre por Skype o por teléfono, pero tiene suficiente experiencia para transmitir la calidez y serenidad de un doctor genuinamente preocupado por su paciente. También participa el niño Jacob Tremblay, aunque su relativamente corto papel (como paciente sordomudo de Mary) no explota el gran talento que lució en cintas como Room y Somnia; y, finalmente, Charlie Heaton (más conocido por Stranger Things) interpreta a Stephen, el hijo catatónico de Mary; claro, debe permanecer inmóvil durante casi toda la película, pero al menos le dan un buen prólogo donde vemos la relación que tenía con sus padres antes del accidente.
Los escenarios nevados de "Maine" (en realidad Canadá, lo cual es lógico, pues se trata de una producción de ese país) evocan geográfica y metafóricamente el aislamiento de Mary; de hecho, parece un poco inverosímil que una inteligente psicóloga viva tan lejos de la civilización, sin al menos un perro para advertirle sobre peligros potenciales, ya sean de índole sobrenatural o humana (y, de paso, debe ser una psicóloga infantil realmente brillante, para lograr que sus pacientes acepten conducir en la nieve hasta la mitad del bosque). Pero, bueno... podemos aceptar su situación en aras del suspenso.
Lo que me costó más trabajo aceptar fue el mencionado "twist", junto con las consecuencias narrativas de su revelación. Siento que la película perdió gran parte de su atractivo, y aunque mantuvo mi interés hasta el final, no fue tan satisfactorio como prometían los eventos iniciales.
Aún así Presencia Siniestra merece una escueta recomendación tan solo por el trabajo de Naomi Watts y los atributos técnicos de la cinta. Ojalá el libreto hubiera sido más consistente (o quizás menos "creativo"), y también hubiera ayudado un poco más de energía en la dirección, así como menos abuso de pesadillas y sobresaltos gratuitos que abaratan el interesante conflicto entre ciencia y espiritualidad que prometía la cinta... al menos al principio. En resumen: Presencia Siniestra puede verse, pero no es indispensable para fans del horror ni de los thrillers psicológicos. Sugiero esperar su estreno en Netflix o similar servicio casero; cuando las ideas son pequeñas, no importa mucho el tamaño de la pantalla.
Calificación: 6.5
IMDb
Saturday, November 26, 2016
Espiando a los Vecinos (Keeping Up With the Joneses)
Síntomas: Karen y Jeff Gaffney (Isla Fisher y Zach Galifianakis) tienen un matrimonio estable, pero su relación se ha vuelto rutinaria. Entonces los atractivos y sofisticados Tim y Natalie Jones (Jon Hamm y Gal Gadot) se mudan a la casa de junto, y de inmediato hacen amistad con los Gaffneys. Pero... ¿tendrán un propósito oculto para involucrarse en los asuntos de sus vecinos?
Diagnóstico: Espiando a los Vecinos es una combinación de Date Night y Central Intelligence: una blanda pareja suburbana se enreda accidentalemnte en una conspiración de espías internacionales, y deberán cambiar sus complacientes actitudes para sobrevivir. O algo así. El problema es que el director Greg Mottola hizo una "comedia de acción" donde la comedia no hace reír, y la acción es tan plana y predecible que se vuelve aburrida.
Aún así los actores se esfuerzan por sacar adelante la película; Zach Galifianakis ensaya algunas rutinas con su característico humor incómodo; Isla Fisher balancea como puede los extremos de "mujer histérica" y "perfecta ama de casa"; y Jon Hamm y Gal Gadot se ven "cool" como esposos espías, aunque su romance me pareció tan poco convincente como las secuencias de acción; los Joneses carecen de la química y pasión que necesitan para respaldar sus inverosímiles aventuras. Pero, como dije, sin duda lo intentan.
El guionista Michael LeSieur escribió un libreto perfectamente inocuo; las escenas fluyen sin dificultad, y es fácil seguir los pasos de la supuesta intriga. Pero no hay suspenso, emoción, ni las risas necesarias para compensar la apatía general de la producción.
Fuera de eso, me cuesta trabajo encontrar fallas fatales en Espiando a los Vecinos... al igual que tampoco podría enumerar virtudes válidas para recomendarla. Fue una experiencia perturbadoramente pasiva, con suficientes migajas de entretenimiento para llevarme de una escena a otra, pero sin recompensa final satisfactoria. De hecho, no recuerdo haber reído una sola vez (aunque las manías del villano llamado "Scorpio" podrían generar un par de sonrisas para los fans de Bruce Springsteen), y jamás me preocupé por el bienestar de los protagonistas, pues la clasificación PG-13 previene cualquier "twist" realmente serio. Después de tres comedias para adultos (Superbad, Paul y Adventureland), Mottola escogió un mal momento para buscar al público adolescente. Si Espiando a los Vecinos fuera "R", al menos podría emplear más violencia para incrementar el realismo del espionaje y justificar la crisis marital entre las dos parejas... por no mencionar la inesperada tensión sexual entre Karen y Natalie.
Y ahí se queda Espiando a los Vecinos: insulsas promesas que no puede cumplir. Casi me dieron ganas de ver nuevamente Spy. Comparada con Espiando a los Vecinos, es una obra maestra del espionaje cómico. O "recontra-espionaje", como diría Maxwell Smart.
Calificación: 5
IMDb
Friday, November 25, 2016
Jack Reacher: Sin Regreso (Jack Reacher: Never Go Back)
Síntomas: Cuando la Mayor Susan Turner (Cobie Smulders) es acusada de traición, el ex-militar Jack Reacher (Tom Cruise) decide ayudarla... y descubre una grave conspiración que pondrá en peligro sus vidas, así como la de otra persona que se involucra accidentalmente en la investigación.
Diagnóstico: Hace cuatro años, la cinta Jack Reacher me pareció un mediano thriller de acción con un cierto sabor ochentero... pero no el sabor que recordamos con nostalgia, sino el que satirizamos por su arcaica sensibilidad: un héroe invencible que enloquece a las mujeres, siempre está dos pasos adelante de los villanos, y nunca lo toca una bala... o, cuando mucho, solo le causan heridas superficiales. En otras palabras, un protagonista carente de textura y complejidad emocional. Además, los fans de las novelas escritas por Lee Childs repudiaron la elección de Tom Cruise para interpretar a Jack Reacher, por no ajustarse al físico descrito en los libros, aparentemente.
Sin embargo, por alguna razón, la cinta tuvo suficiente éxito para garantizar la presente secuela, Jack Reacher: Sin Regreso (¿sin regreso a dónde? El título no tiene sentido en español ni en inglés). Y si bien mejoró en algunos aspectos, me pareció demasiado larga y repetitiva, con un misterio flojo y villanos olvidables. Por muchas peleas, persecuciones y balaceras que nos arroja el respetado director Edward Zwick (Glory, The Last Samurai), se me cerraban los ojos durante los momentos más "emocionantes" de la historia. Claro, ya alcancé la edad en que eso me ocurre todas las noches enfrente del televisor (¡Ja, ja!... "Televisor"... típica palabra de viejo), pero creo que en el caso de Jack Reacher: Sin Regreso los bostezos estaban justificados. La acción sin resonancia dramática no cumple su misión de emocionar.
Tal vez para contrarrestar el misógino tono de la primera película, Zwick introduce en esta ocasión a una mujer decidida y competente como aliada/rival de Reacher. Dicha estrategia funciona la mayor parte del tiempo gracias a la estoica actuación de Cobie Smulders, quien básicamente repite las rutinas de Maria Hill que tan bien le salieron en The Avengers y Age of Ultron. Lejos de ser una damisela en peligro, Smulders se muestra a la altura de Cruise, tanto en su desempeño físico como en la fuerza de su carácter. Y para rellenar aquel hueco de la damisela en peligro tenemos a la adolescente Sam (Danika Yarosh) como mcguffin humano que incrementa un poco el insípido melodrama del relato.
A pesar de todo Jack Reacher: Sin Regreso está bien realizada, y merece crédito por reforzar la humanidad de Reacher y darle relevancia como héroe de acción contemporáneo (los villanos, por cierto, son mercenarios sin honor, ajenos a las fuerzas armadas para no manchar su inmaculada reputación). Y, finalmente, la acción que casi me puso a dormir está sólidamente ejecutada, aunque se vuelve genérica y predecible. Ejemplo: Reacher está rodeado por cuatro enemigos en un callejón solitario... pero no existe el menor rastro de suspenso, pues sabemos que el héroe los vencerá en cuestión de segundos, ya que no son personajes importantes, y todavía le falta una hora a la película. Después Reacher y Turner descubren una nueva pista y se trasladan a otra pintoresca locación de Nueva Orleans, donde los embosca otra banda de villanos desechables... y volvemos a empezar.
Me sigue gustando la idea de un héroe vagabundo "off the grid", tan cínico que perdió su fe en la ley, pero con suficiente rectitud moral para tomar la justicia en sus manos. Entiendo por qué Tom Cruise no es muy apropiado para este papel pero, para ser justos, lo interpreta con adecuada convicción e intensidad. Por su parte, la dirección de Zwick es clara y fluida, con un sutil estilo visual que añade clase a la ordinaria narrativa. Entonces, creo que el problema principal proviene del libreto de Richard Wenk y Marshall Herskovitz (y, supongo, de la epónima novela "Never Go Back").
No todos los héroes necesitan salvar al mundo o recorrer los cinco continentes para capturar la imaginación del público. Sin duda hay lugar para historias más modestas y personales en el género de acción... pero definitivamente necesitan un factor extra que las distinga de tantas B-Movies con ingredientes similares. En el pasado bastaba con la presencia de una gran estrella de cine; pero hoy necesitamos más. Si producen otra secuela, me gustaría explorar el ángulo "homeless" de Jack Reacher. Sería un enfoque innovador, y hasta podría resultar socialmente significativo. De todos modos la economía ya va en esa dirección...
Calificación: 7
IMDb
Thursday, November 24, 2016
Night of Something Strange
Síntomas: Durante un viaje a la playa con motivo del "spring break", la joven Christine (Rebecca C. Kasek) y sus amigos deciden pasar la noche en un remoto motel, sin saber que se aproxima una infestación de sanguinarios zombies con un feroz apetito sexual.
Diagnóstico: Para establecer expectativas adecuadas, diré desde el principio que Night of Something Strange es básicamente un homenaje a Troma Films, realizado con un poco más de esmero e imaginación. O quizás menos; me cuesta trabajo decidirlo.
Pero eso no es todo; en su primer largometraje, el director Jonathan Straiton decidió echar la casa por la ventana y no dejar que su imaginación se viera limitada por un solo sub-género; entonces, aunque Night of Something Strange comienza como una cinta de zombies, a lo largo de su desarrollo adopta elementos de posesión satánica (los zombies se comportan como los "deadites" de Evil Dead), cine slasher (con todo y virginal "chica final"), y hasta horror rural (con una escena "prestada" de The Texas Chain Saw Massacre), y todo ello aderezado por grandes cantidades de sangre, efectos especiales ridículos pero divertidos (sospecho que muchas aplicaciones de látex fueron adquiridas en tiendas de Halloween), y un palpitante amor por todas las variaciones de cine fantástico. El resultado es un caótico pero intensamente entretenido desfile de humor, violencia y mal gusto que dejará igualmente satisfechos a los fans del cine psicotrónico y a conocedores del legado establecido por cineastas como Lloyd Kaufman, Herschell Gordon Lewis, y similares maniáticos.
En un plano más serio podríamos alegar que Night of Something Strange intenta incluir una sobria moraleja detrás de sus excesos, usando la metáfora de las enfermedades venéreas como advertencia para la juventud sobre los peligros de una relación casual... aunque no lo trago por completo. Quizás Straiton realmente quiso integrar un comentario social en su película, pero siento que el sexo como medio de contagio zombie fue simplemente una excusa para crear una variedad de perversas situaciones psico-sexuales, no muy gráficas en el aspecto visual, pero sin duda perturbadoras por sus connotaciones orgánicas... y suficientemente asquerosas para generar risas sinceras (o incómodas, según la tolerancia del espectador).
Los actores deben ser muy buenos amigos del director, pues aceptan sin titubear los desfiguros que les asigna el libreto, ya sea una entusiasta sesión de necrofilia, o usar un dispositivo de higiene femenina en el orificio incorrecto. De un hombre. Las actuaciones no serán muy buenas, pero ciertamente merecen respeto por su audacia y convicción.
Agreguemos un cameo de la legendaria "scream queen" Brinke Stevens, y tenemos como resultado una memorable experiencia "tromática" cuyo reducido presupuesto y producción semi-amateur complementan la atmósfera retro de la cinta y la intención del director. En lo personal ubicaría Night of Something Strange más o menos al mismo nivel de Dear God No! y Cabin Fever 2: Spring Fever, pero debajo de Turbo Kid y Hobo With a Shotgun. Los estudiantes de Troma Films pronto serán los maestros. ¿Qué tendrán que hacer las nuevas generaciones para escandalizar a sus mayores?
Calificación: 8
IMDb
Wednesday, November 23, 2016
Dirty 30
Síntomas: Kate Fields (Mamrie Hart) está deprimida porque llegó a los treinta años sin cumplir las metas que imaginó en su adolescencia. Entonces sus amigas Evie (Grace Helbig) y Charlie (Hannah Hart) deciden animarla con una gran fiesta que, obviamente, se sale de control y amenaza con arruinar sus vidas.
Diagnóstico: Decidí ver Dirty 30 porque me gustó Electra Woman and Dyna Girl, el previo proyecto de Grace Helbig y Hannah Hart, donde sus chispeantes personalidades se complementaron exitosamente para extender el rango cómico de una surrealista sátira de super-héroes. Y por supuesto esperé encontrar el mismo resultado en Dirty 30, una inocua "chick flick" acerca de sueños perdidos y fantasías realizadas... ¿qué podría salir mal?
Afortunadamente, muy poco. A pesar de la reducida ambición de Dirty 30 y su temática más "realista", el humor de Helbig y Hart conserva su espontaneidad e ingenio, y hasta se enriquece con la adición de Mamrie Hart, otra célebre "youtubera" cuyo estilo casual y absurdista oculta algunas acertadas observaciones sobre las tribulaciones del "adulto joven" en la sociedad moderna. En otras palabras, Dirty 30 es la versión "lite" de Sisters... menos graciosa, con menos "estrellas", y con una trillada premisa que sirve como excusa para ofrecer sólidos momentos cómicos, además de la simpática interacción entre tres actrices con gran potencial (aunque nadie las confundirá con Tina Fey, Amy Poehler y Maya Rudolph).
En este punto conviene señalar que Dirty 30 está dirigida a los fans de Hart, Hart y Helbig, lo cual limita su potencial económico y aceptación entre el público general. Aún así la cinta ofrece una diversidad de estilos cómicos para apoyar las vertientes melodramáticas dedicadas a cada protagonista: Kate (Mamrie Hart) es la voz de la razón que apenas logra mantener centradas a sus neuróticas amigas; Charlie (Hannah Hart) es tan impulsiva que tiende a caer en situaciones absurdas que avergüenzan a su novia Claire (Kelen Coleman); mientras que la sumisa Evie (Grace Helbig) quedó atrapada en un matrimonio infeliz por preocuparse demasiado por el "qué dirán". La resolución de estas sub-tramas requiere clichés bien conocidos en las comedias románticas: Kate necesita romper la rutina y reconocer su propio potencial; Evie debe reunir el valor necesario para admitir sus problemas maritales; y Charlie necesita madurar para enfrentar las responsabilidades de la vida adulta. Desde luego la fiesta servirá como conveniente conducto de experiencias y revelaciones que ayudarán a re-plantear la vida de las tres amigas. Como dije: nada original, pero hábilmente implementado por el director Andrew Bush, cuya larga experiencia haciendo cortometrajes para Funny or Die le permitió combinar múltiples elementos de manera clara y eficiente, con alto nivel de energía y un dinámico ritmo que nunca pierde el foco de la narrativa ni nos abruma con relleno innecesario.
Bueno... quizás hay algo de relleno. La dentista que encuentra inesperado romance, y el adolescente nerd que se infiltra a la fiesta no parecen esenciales para la trama, pero añaden variedad y un poco de surrealismo sin comprometer la integridad de la historia principal.
Entonces, no podría decir que Dirty 30 sea una gran comedia, ni una joya oculta del humor "indie". Y, a pesar de su título, no recurre a la vulgaridad que esperaríamos en un producto inspirado por la cultura de YouTube. Sin embargo la simpatía de las actrices, la calidez del libreto y la sinceridad de sus emociones lograron que Dirty 30 fuera una recomendable experiencia con el balance justo de risas y drama para validar su inclusión en la rara categoría de "chick flicks" que pueden disfrutarse sin culpa ni vergüenza. O al menos no tanta como para impedirme publicar esta crítica.
Calificación: 7.5
IMDb
Monday, November 21, 2016
Juegos Satánicos (Satanic)
Síntomas: En vez de ir a Coachella, la joven Chloe (Sarah Hyland) y sus amigos viajan a Los Ángeles para visitar sitios famosos relacionados con el ocultismo. Entonces conocen a Alice (Sophie Dalah), ex-integrante de un culto satánico, y las cosas se complican rápidamente.
Diagnóstico: Uf. Tras una buena racha de aceptables películas de terror estrenadas en México (Body, Ouija: Origin of Evil, February), damos un gran paso atrás con Juegos Satánicos, una tediosa colección de escenas insulsas ocupadas por personajes insoportables que gritan mucho y dicen poco, rematada por el más frustrante final que he visto en meses recientes. En resumen: una marca negativa para el horror independiente, y una dolorosa lección para los espectadores que pagaron por ver en el cine esta irredenta bazofia.
Y lo peor es que la premisa no me pareció mala: dos parejas emprenden un "tour ocultista" por la ciudad de Los Ángeles, visitando sitios como la fatídica mansión donde los seguidores de Charles Manson asesinaron a Sharon Tate; la habitación de hotel donde se suicidó una discípula de Anton LaVey; y una tienda esotérica cuyos dueños resultan ser miembros de un genuino culto satánico que está a punto de realizar un sacrificio humano. Desafortunadamente a partir de ahí la historia empieza a desmoronarse, gastando el tiempo en discusiones inútiles, vagas manifestaciones paranormales que no tienen pies ni cabeza, y una visita al típico "edificio abandonado" donde solo encontramos más gritos y... una mano, o algo así.
Estimo que la única razón por la que Juegos Satánicos encontró financiamiento fue la presencia de la actriz Sarah Hyland, más famosa por la serie televisiva Modern Family. Su personaje es el más tolerable del grupo, y no es spoiler revelar que eventualmente será la "chica final" que enfrentará la presencia demoníaca (o lo que haya sido) que persigue a los jóvenes. Espero sinceramente que sus fans no encuentren tan irritantes sus gritos, pues básicamente es todo lo que hace durante los veinte minutos finales de la película.
De los demás actores, entre menos se diga, mejor. Aunque, para ser justos, es posible que solo estuvieran siguiendo las instrucciones del director Jeffrey G. Hunt; me estoy imaginando algo así como: "Actúen de la manera más odiosa posible, para lograr que el público milenial se identifique con ustedes" (no pretendo insultar a los mileniales, sino al concepto que Hollywood tiene de ellos). Y debo admitir que Sophie Dalah, como la víctima que desata todos los problemas paranormales, tiene buena presencia y sólida convicción durante sus breves escenas. Una gota de talento en el mar de mediocridad que es Juegos Satánicos.
En cuanto al "gore", terror o suspenso, solo hay una escena sangrienta, más o menos bien realizada. Pero no hay suspenso, ni sensación de angustia o temor, porque la mayor parte del tiempo no sabemos siquiera qué está pasando. Y como los personajes no son exactamente entrañables, lo único que me preocupaba era el lento paso del tiempo, y la lejanía de los benditos créditos finales. No es una cinta larga (menos de noventa minutos), pero se siente como una eternidad.
Hablando de perder el tiempo, me detendré aquí para no dedicarle un minuto más a esta basura fílmica. Juegos Satánicos tenía suficientes elementos para hacer algo entretenido, pero los desperdició por culpa de un terrible libreto y un director sin afinidad por el género. Probablemente el proyecto entero fue una estrategia para deducir impuestos, o algo así. Lástima por las actrices que se esforzaron un poco en hacer más creíbles sus papeles. Mejor suerte para la próxima.
Calificación: 3
IMDb
Sunday, November 20, 2016
Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos (Fantastic Beasts and Where to Find Them)
Síntomas: En 1926, el mago británico Newt Scamander (Eddie Redmayne) viaja a Nueva York con una maleta llena de criaturas mágicas, lo cual es ilegal en los Estados Unidos. Entonces algunos animales escapan y provocan disturbios en la ciudad, amenazando con revelar la existencia de la magia a la población humana.
Diagnóstico: Si de eso tratara la película entera, creo que Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos hubiera sido un divertido paseo por una esquina poco visitada del universo de Harry Potter. Desafortunadamente la autora J.K. Rowling (debutando como guionista) intentó complicar la historia con su característica arbitrariedad, añadiendo conspiraciones gubernamentales, demasiados personajes, y múltiples caprichos creativos que se ven espectaculares en la pantalla gracias a la gran calidad de los efectos especiales... aunque fueran innecesarios y hasta estorbosos desde el punto de vista narrativo. Pero, bueno... tal vez eso es lo que querían los fans, así que no me hagan mucho caso.
Lo que Rowling sigue haciendo bien es crear personajes agradables que se integran armónicamente al imaginativo entorno de la película. Newt Scamander, interpretado por Eddie Redmayne, es una figura enigmática con inmenso potencial dramático... un individuo inteligente pero retraído y socialmente inepto que prefiere la compañía de las "bestias" en vez de sus semejantes. Me pareció una especie de Ziggy Stardust mágico (¡referencia súper relevante para la juventud de hoy!) ajeno a la realidad, pero vulnerable a los deseos de su humanidad (otros lo están comparando con Doctor Who, lo cual es bastante acertado, pues incluso carga su propio TARDIS). Katherine Waterstone tiene el papel de Porpentina Goldstein, ex-auror (¿aurora?) relegada a un trabajo burocrático que desperdicia su talento mágico detrás de un escritorio; aunque podría redimirse si colabora con Scamander para recuperar a las criaturas extraviadas (por no mencionar su función en la posterior intriga ministerial). Y el comediante Dan Fogler le da simpática vida a Jacob Kowalski, un "no-mago" (muggle) que se ve accidentalmente involucrado en las aventuras de Scamander. Pensé que sería un simple "comic relief", pero resultó ser el personaje mejor desarrollado, con el arco dramático más interesante de la película.
El problema es que este pintoresco trío se pierde entre las obtusas sub-tramas que parecen importantes, pero no conducen a algo concreto. El asunto del senador y su padre... el culto anti-magia... el director de Seguridad Mágica interpretado por Colin Farrell... como dije, un desfile de arbitrarias distracciones añadidas a la fuerza para fortalecer la conexión de esta película con la mitología de Harry Potter, y de paso establecer un villano sustancial (estilo Voldemort) para las próximas secuelas de esta nueva sub-franquicia. Entiendo la importancia de tales conexiones (sobre todo para los accionistas de Warner Bros.), pero siento que arruinaron una sólida historia individual que hubiera funcionado por sí misma, sin tantos fastidiosos complots. Sin embargo, repito, tal vez esto es lo que querían los fans, así que me alegro por ellos.
Mientras veía esta cinta se me ocurrió que Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos sería para los "potterheads" como lo fue para mi The Force Awakens: un regreso figurativo a la infancia, pero con una perspectiva más madura, ofreciendo elementos frescos para darle una identidad propia y marcar un nuevo comienzo. Ojalá haya sido así. Porque en mi condición de no-mago y no-fan de Potter, encontré Animales Fantásticos y Dónde Encontrarlos bastante "meh", con mucha magia para la vista, y muy poca para el corazón.
Calificación: 7.5
IMDb
Saturday, November 19, 2016
Snowden
Síntomas: A mediados del año 2013, el ingeniero de sistemas Edward Snowden (Joseph Gordon-Levitt) se reúne con un grupo de reporteros para compartir algunos perturbadores secretos sobre ciertas actividades ilegales de espionaje... entre el gobierno de los Estados Unidos y sus inocentes ciudadanos.
Diagnóstico: El "hacker" Edward Snowden ha sido descrito por igual como un héroe y un traidor; pero, independientemente de su situación legal, no puede negarse su influencia en el panorama político contemporáneo. Claro, muchos aficionados a las conspiraciones especulaban desde hace décadas sobre el espionaje gubernamental en las comunicaciones digitales (en aquel entonces se mencionaba el programa ECHELON), pero fue muy distinto tener confirmación "oficial" de tales actividades. Y ahora la película Snowden aspira a mostrar las circunstancias que llevaron a esa revelación, así como la fibra moral del individuo que arriesgó su vida (quizás no literalmente, o quizás sí) para que la gente conociera estas peligrosas verdades.
Tratándose de una cinta de Oliver Stone, es fácil adivinar la postura política que adopta la narrativa; pero aún así el libreto co-escrito por Stone mismo y Kieran Fitzgerald (combinando información de los libros "The Time of the Octopus" y "The Snowden Files") hace su mejor esfuerzo por mantener cierta objetividad, presentando razones a favor y en contra de hacer públicas las estrategias que la NSA (y otras agencias en la "sopa de letras" gubernamental) emplea para mantener la seguridad nacional de los Estados Unidos. En papel parece una decisión simple... después de todo, la vigilancia continua reduce las posibilidades de más violencia y ataques terroristas; pero en la práctica resulta tan fácil abusar esos poderes que cuesta trabajo aprobar su uso indiscriminado.
Desde luego cada espectador deberá examinar estas disyuntivas según su conciencia e ideología. En lo que respecta a Snowden como simple obra cinematográfica, diré que me gustó bastante, aunque la encontré ocasionalmente tímida. Ya sé que a estas alturas no podemos esperar la antigua exuberancia de Oliver Stone, ni sus audaces desplantes creativos (algunos los llamaban "auto-indulgentes"); pero incluso tomando en cuenta su nueva madurez, la dirección de Snowden se siente tan frugal que se acerca a la apatía. Supongo que fue una decisión intencional, a favor de la objetividad antes mencionada; no obstante creo que esta historia merecía contarse con mayor vigor, aunque fuera para explotar los fascinantes elementos de "techno-thriller" que forman parte integral de los hechos reales. Después de todo, si Stone nos va a recetar una película de dos horas y cuarto, al menos podría haberla hecho un poco más dinámica.
Afortunadamente el destacado elenco se encarga de capturar nuestra atención con perfectas actuaciones y elevados niveles de energía. Joseph Gordon-Levitt se lleva los aplausos, y con mucha razón; su transformación en Edward Snowden es físicamente convincente, pero el nudo de la actuación reside en capturar el estoico carácter del protagonista y su creciente inquietud ante los dilemas éticos que enfrenta en su trabajo. Y, obviamente, no podemos ignorar los intensos papeles secundarios ocupados por actores que aportan la mezcla justa de patriotismo y ambigüedad moral para despertar serias dudas sobre sus auténticas intenciones. Entre ellos: Rhys Ifans, Timothy Olyphant y, sorpresa, Nicolas Cage. Por su parte, Shailene Woodley aborda el típico papel de sufrida novia cuya relación con Edward se ve afectada por las presiones del trabajo. Francamente no tiene mucho que hacer, pero tan solo su carisma consigue rescatar escenas bastante trilladas de melodrama doméstico.
Entonces, cada quién decidirá si Snowden es propaganda liberal del “comunista” Oliver Stone, o un merecido homenaje a un héroe que sacrificó mucho por sus convicciones patrióticas. En mi humilde opinión se trata de una película impecablemente realizada, cuya sobriedad dramática a veces se vuelve monótona, pero sin llegar a obstruir el fascinante discurso ideológico de sus protagonistas. Y recuerden que la historia de Edward Snowden no termina con los créditos finales, pues sigue desarrollándose hasta el día de hoy. En otras palabras, la secuela estará en los noticieros, y no en la pantalla del cine.
Calificación: 8.5
IMDb
Friday, November 18, 2016
Café Society
Síntomas: Durante los años treintas, Bobby Dorfman (Jesse Eisenberg) se muda de Nueva York a Los Ángeles para trabajar con su tío Phil Stern (Steve Carell), un poderoso agente que representa a las más grandes estrellas de cine. Sin embargo Bobby no está seguro si esa vida es para él... hasta que se enamora de Vonnie (Kristen Stewart), la secretaria de su tío.
Diagnóstico: Yo esperaba que Café Society sería un homenaje de Woody Allen a la "Época Dorada" de Hollywood... algo así como lo que hicieron los Hermanos Coen con Hail, Caesar! Y hasta cierto punto se cumplió mi expectativa; sin embargo la historia cambia rápidamente de rumbo para enfocarse en un triángulo romántico con algunos aspectos interesantes, pero a fin de cuentas demasiado insípido para darle sustancia a la película. Entonces llega otro cambio de dirección, y Café Society pierde el rumbo hasta su ambigua conclusión.
Quizás este sea el más irregular libreto del "nuevo" Woody Allen, pero no está exento del encanto y ocasional ingenio que distinguió sus mejores obras recientes (entre mis favoritas: Midnight in Paris, Irrational Man, y Vicky Cristina Barcelona). El problema es que ni Jesse Eisenberg ni Kristen Stewart me parecieron actores apropiados para representar una pareja romántica con la fina textura que requiere la evolución de sus personajes; y cuando el libreto empieza a divagar durante la segunda mitad de la película, se vuelve aún más tenue la conexión emocional entre el espectador y los protagonistas.
Esto no significa que sus actuaciones sean malas; por el contrario, Eisenberg aborda con elocuencia y sinceridad los pragmáticos diálogos escritos por Allen, y hasta sentimos compasión por sus problemas románticos; pero de algún modo se filtra en su interpretación la neurótica antipatía que marcó sus roles recientes de Lex Luthor en Batman v Superman: Dawn of Justice, o uno de los insufribles magos en Now You See Me 2. O quizás ya me cansó el estilo "casual" de este actor, que ahora percibo como una ácida combinación de Shia LaBeouf y Michael Cera. No es él, soy yo.
Por su parte, Kristen Stewart me sorprendió con una actuación realmente humana, casi libre de sus habituales afectaciones... y... pausas... sin... motivo... alguno. Cierto, su rostro conserva esa inmutabilidad que hace difícil "leer" sus emociones, pero no me pareció una falla fatal. Desafortunadamente en cierto momento de Café Society Stewart debe "competir" con una actriz mucho más cálida y expresiva, lo cual solo sirvió para resaltar sus limitaciones histriónicas, y exacerbar la tendencia negativa de la cinta.
Del resto del elenco no tengo queja alguna; Steve Carell expresa sin dificultad los contrastes entre su modesto pasado y su presente como arrogante agente de Hollywood; sospecho que su personaje es un comentario de Woody Allen sobre las máscaras que deben usarse en Hollywood para encajar en la industria cinematográfica: el sencillo hombre de Nueva York que debe "frivolizarse" para trabajar en Los Ángeles. Por su parte, los hermanos de Stern (y tíos de Bobby) que se quedaron en Nueva York están interpretados por una colección de brillantes actores poco conocidos en Hollywood, pero con largas carreras en Broadway, incluyendo a Ken Stott, Jeannie Berlin, Sari Lennick y Stephen Kunken. Pero mi actor favorito probablemente fue Corey Stoll (más conocido por Ant-Man) como la "oveja negra" de la familia... el tío "gángster" siempre dispuesto a ayudar a sus parientes, siempre y cuando no hagan preguntas sobre la forma que tomará esa ayuda.
A fin de cuentas yo ubicaría Café Society entre las cintas "menores" del nuevo Woody Allen. Ciertamente se puede disfrutar por su simpático/serio análisis del romance, por el maravilloso diseño de producción de Santo Loquasto (¿cuántos años tendrá?), y la cinematografía del legendario Vittorio Storaro. Y sin duda Café Society me gustó más que Whatever Works o You Will Meet a Tall Dark Stranger; pero como película romántica me pareció demasiado difusa, y como comedia no me hizo reír lo suficiente. En resumen: no es un fracaso; simplemente una pausa entre obras más relevantes (espero).
Calificación: 7.5
IMDb
Thursday, November 17, 2016
The Monster
Síntomas: Kathy (Zoe Kazan) y su hija Lizzy (Ella Ballentine) tienen un accidente en una solitaria carretera, y se ven obligadas a esperar ayuda en su automóvil descompuesto... sin saber que algo o alguien las observa desde el bosque.
Diagnóstico: En muchos aspectos The Monster me recordó la excepcional película The Babadook. La premisa es muy distinta, pero ambas cintas incluyen precarias situaciones familiares, una madre con graves problemas internos, y confrontaciones contra monstruos figurativos y literales.
No digo esto como crítica, sino como halago para indicar que The Monster aspira a llegar más allá de una típica "creature feature"; y afortunadamente consigue su propósito gracias a las excelentes actuaciones del minimalista elenco y a la refinada dirección de Bryan Bertino, quien también escribió un libreto simple en su forma pero complejo en sus connotaciones psicológicas y emocionales.
Habiendo dicho eso, The Monster sufre algunos problemas comunes en el cine B; de vez en cuando las escenas se extienden demasiado, los personajes toman malas decisiones que no encajan con su carácter; y los efectos especiales (totalmente prácticos) pueden parecer poco realistas para el público habituado al hiper-realismo de las técnicas digitales.
Pero, por lo demás, me pareció un excelente drama familiar cuyos elementos de terror motivan el desarrollo de los personajes y dan forma metafórica a las dificultades que madre e hija enfrentan en su vida cotidiana.
La historia es muy simple, pero Bertino la manipula con gran destreza, recurriendo a los más básicos recursos del cine para establecer una tétrica atmósfera donde todo puede suceder. Por medio de luz y sombra, diseño de sonido, y acertados encuadres se enfatiza el aislamiento de las protagonistas, al mismo tiempo que la narrativa aprieta las tuercas del suspenso con inquietantes detalles que podrían tener una explicación lógica... o absolutamente descabellada.
Mientras tanto vemos por medio de "flashbacks" los problemas domésticos de Kathy, una madre negligente cuya afición al alcohol y las fiestas han obligando a la pequeña Lizzy a madurar con demasiada rapidez, casi hasta el punto de adoptar el papel de adulto en su hogar. Y así, con cada amarga memoria, se dibuja el frágil estado emocional de ambas mujeres, y el mutuo resentimiento que amenaza su relación tanto como el misterioso monstruo.
Entonces, cuando se manifiesta la amenaza en pleno, reconocemos que Kathy y Lizzy no solo luchan por sus vidas, sino por la redención de su pequeña familia, logrando lo que tantas películas de monstruos no consiguen, y a veces ni siquiera intentan: que el espectador se preocupe realmente por los personajes.
Gran parte de este triunfo recae en las actrices, cuyas interpretaciones son muy naturales y devastadoramente honestas. De Zoe Kazan no podía esperar menos, en vista de su destacado desempeño en obras como In Your Eyes y The Pretty One; pero la sorpresa de la película fue la niña Ella Ballentine, quien comparte escenas muy difíciles con su "madre", sin flaquear por un momento ante su más experimentada co-protagonista. Por eso al final, cuando las cosas se complican, es muy fácil aceptar la madurez y ecuanimidad de la niña ante el peligro mortal que las amenaza.
Siempre es un gusto encontrar una "joya oculta" del género de terror, en vez de las decepciones habituales realizadas con mínima imaginación y nulo talento. Y, de hecho, creo que el drama familiar de The Monster es suficientemente convincente para atraer audiencias indiferentes al cine fantástico (igual que ocurrió con The Babadook). Pero eso no significa que el horror pase a segundo plano; no con un excelente monstruo, crispante tensión y suficiente sangre para satisfacer a los fans del "gore". En resumen: una validación de la "creature feature" como genuina expresión dramática. Ni Roger Corman lo hubiera hecho mejor.
Calificación: 9
IMDb
Monday, November 14, 2016
Manos de Piedra (Hands of Stone)
Síntomas: Roberto Durán (Edgar Ramírez) aprendió a pelear desde niño en las calles de Panamá, y en su edad adulta ganó considerable reputación en las ligas locales de boxeo; pero su sueño es competir por el Título Mundial en el Madison Square Garden. Entonces conoce a Ray Arcel (Robert De Niro), un viejo entrenador retirado que ve gran potencial en el joven boxeador; el único problema es que Arcel tiene serios problemas con la mafia de Nueva York.
Diagnóstico: Incluso sin ser aficionado al boxeo recuerdo haber escuchado el nombre de Roberto "Manos de Piedra" Durán en los años setentas y ochentas. Y ahora la película Manos de Piedra se encarga de mostrar al hombre detrás del apodo. El resultado es una biografía interesante, pero continuamente interrumpida por múltiples tangentes que dividen la atención del espectador y obstruyen el flujo de una narrativa concisa.
Al mismo tiempo, debo aplaudir la minuciosa perspectiva del director venezolano Jonathan Jakubowicz, cuyo saturado libreto aspira a explicarnos no solo la motivación del Durán y su complicada personalidad, sino el contexto histórico y económico de las dos décadas que abarcaron su carrera boxística. Es una labor sin duda ambiciosa... pero un poco de moderación hubiera ayudado a centrar la atención en los aspectos realmente importantes de la biografía. Ejemplo: dos momentos que debieron quedar en la sección de "Deleted Scenes" fue el destino final de Chaflán (interpretado por Oscar Jaenada) y el reencuentro de Ray Arcel y su hija drogadicta (interpretada por la hija real de De Niro). Tal vez con esos y muchos otros juiciosos cortes, la película se sentiría más natural sin perder los fascinantes detalles del sujeto principal. En mi humilde opinión.
De hecho, lo que más me gustó de Manos de Piedra fue la relación que se forja entre Roberto Durán (Edgar Ramírez) y su veterano entrenador Ray Arcel (Robert De Niro). Se trata de una clásica "pareja dispareja" donde el anárquico talento natural del estudiante se transforma en genuina habilidad deportiva bajo el estricto adiestramiento del mentor. Otro acierto de Jakubowicz fue mostrar los menos favorables aspectos de Durán, incluyendo sus tendencias agresivas, rebeldía innata y desmesurado ego... todo lo cual fue indispensable para ascender en la brutal disciplina del boxeo, aunque más tarde se convertirían en los problemas que propiciaron su caída.
Pero no se preocupen... apenas estamos a la mitad de la película, y aún tenemos tiempo para la inevitable redención.
Si bien Ramírez y De Niro son el eje indiscutible de Manos de Piedra, también merecen mención los actores que llenan los papeles secundarios con apropiada energía para competir con el exuberante protagonista. Entre los más destacados: Rubén Blades como "manager" de Durán; Usher Raymond como la estrella del boxeo Sugar Ray Leonard; Reg E. Cathay como Don King; John Turturro como el contacto entre Arcel y la mafia neoyorquina; y Ana De Armas en el difícil papel de Felicidad Iglesias, cuyo matrimonio con Durán enfrentó tantos retos como la carrera de su esposo.
Finalmente, lo que más le interesará a muchas personas: las escenas de boxeo. Sin ser un gran innovador visual, Jakubowicz y su cinematógrafo Miguel Ioann Littin Menz crearon una dinámica combinación de tomas cerradas y planos generales para mostrar por igual la intensidad kinética de los golpes y el "baile" de los boxeadores en el cuadrilátero. Es una técnica confiable y tradicional que no busca re-inventar el cine de boxeo (para eso recomiendo la más entretenida Creed).
En algún lugar de Manos de Piedra se esconde una sólida biografía deportiva; desafortunadamente cuesta trabajo encontrarla entre tanto melodrama urbano, conflictos políticos y peleas domésticas que no tienen que ver con el ring. La película Manos de Piedra debería seguir el ejemplo del auténtico Manos de Piedra: pegar muy duro en un punto específico, en vez de distraerse con los trucos del contrincante. Bueno, no es una metáfora ideal pero, como dije, no sé mucho de boxeo.
Calificación: 7
IMDb
Sunday, November 13, 2016
La Llegada (Arrival)
Síntomas: La experta lingüista Louise Banks (Amy Adams) y el matemático Ian Donnelly (Jeremy Renner) son reclutados por el ejército norteamericano para descifrar el lenguaje de los primeros visitantes extraterrestres, cuyas intenciones son tan misteriosas como sus transportes.
Diagnóstico: Siempre es un placer encontrar una película "seria" de ciencia ficción pues, aunque no sea perfecta, sabemos que intentará hacernos pensar, y quizás hasta nos enseñará algo sobre nosotros mismos. Ya saben... como hacía la ciencia ficción real antes de que fuera usurpada por los efectos especiales.
La Llegada es sin duda una de esas películas "serias", y si bien ofrece algunas hermosas imágenes e impresionante diseño de producción, lo importante no está en el espectáculo, sino en las ideas que explora, en el carácter de los personajes, y en las contrastantes emociones que despierta este "choque de culturas" interplanetario.
El director canadiense Denis Villeneuve ha trabajado en muy diversos géneros (Sicario, Incendies), pero todas sus obras tienen en común libretos inteligentes y personajes cuidadosamente construidos para complementar los temas de la trama. Y ahora, en su primera incursión por la ciencia ficción (creo que Enemy es más thriller/horror), Villeneuve continúa esa tendencia con una visión del "primer contacto" que pone mayor atención en las actitudes humanas que en el hipotético "conflicto" extraterrestre, obteniendo así una riqueza de forma y contenido como pocas veces había visto en este género (y eso que casi me sé de memoria todos los episodios de Star Trek con similar premisa)(Mi favorito, por si a alguien le importa, es "Darmok").
Para lograr esto, Villeneuve se apoya en el astuto libreto de Eric Heisserer (basado en la historia corta "Story of Your Life", de Ted Chiang), quien se apropia de varios clichés comunes en la ciencia ficción para replantearlos en un formato más consistente con el tono de la cinta. Por ejemplo, la típica noción de las naves gigantes que llegan a la Tierra se presenta inicialmente sin mostrar dichas naves; durante un rato solo vemos las reacciones del público, de los medios y, claro, de los gobiernos del mundo.
Las notables actuaciones de Amy Adams, Jeremy Renner y el resto del elenco siguen este desafío de añejas estructuras; mi favorito fue el Coronel Weber, interpretado por el gran Forest Whitaker, quien captura a la perfección la lucha interna de un militar sensato y pragmático que se apega inflexiblemente a las reglas del alto mando; pero no para convertirse en el típico villano militar, sino para mostrar el volátil balance de intereses políticos y rivalidades científicas que presenta una crisis de esta escala. Y, sí, en otro lugar de la película encontramos un "villano militar" más tradicional, pero su resolución también es muy distinta a lo que veríamos, por ejemplo, en Independence Day: Regurgitation (o como se haya llamado).
Mis únicas quejas sobre La Llegada se enfocan en la presentación de su fantástica idea central, manejada con demasiada ambigüedad para conservar el misterio hasta el obligatorio "twist" que me dejó pasmado, unificando algunos elementos dispares que se sentían un poco forzados... particularmente una tragedia familiar de la Dra. Banks, y los inevitables esbozos románticos con el matemático Donnelly. Lejos de ser un pegote de última hora para mejorar el potencial económico de la historia, la sub-trama romántica se convierte en parte integral de la narrativa, multiplicando su impacto emocional y acentuando el mensaje de conexión universal (literalmente) que nos deja con una sensación agridulce, pero muy satisfactoria, al terminar la película.
Comparando con otras cintas "serias" de ciencia ficción, diría que La Llegada me gustó igual que Interstellar y Contact, aunque menos que 2001: A Space Odyssey y Blade Runner... lo cual es prácticamente un halago (además de inspirarme confianza en la secuela Blade Runner 2049 que está filmando este mismo director). La Llegada propone un concepto de comunicación interplanetaria tan complicado que requiere algunas trampas por parte del libreto; pero el destino final compensa los atajos que Villeneuve tomó para conducirnos a la gran revelación. En resumen: ciencia ficción épica expresada en términos personales. Creo que Arthur C. Clarke disfrutaría esta audaz cosecha de las ideas que sembró hace medio siglo.
Calificación: 9
IMDb
Friday, November 11, 2016
La Chica del Tren (The Girl on the Train)
Síntomas: La vida de Rachel Watson (Emily Blunt) se desmoronó cuando su esposo la abandonó por una mujer llamada Anna (Rebecca Ferguson). Y ahora Rachel, sumida en el alcoholismo y la depresión, está obsesionada con Megan (Haley Bennett), una joven que parece tener un matrimonio perfecto. Entonces, cuando Rachel despierta un día cubierta de sangre y sin memoria de la noche anterior, empieza a temer que su ira haya encontrado una víctima inocente...
Diagnóstico: La Chica del Tren está basada en una popular novela de Paula Hawkins, y probablemente se adaptó a cine con la esperanza de repetir el éxito de Gone Girl. Después de todo, se trata de otro sórdido "noir" suburbano con una protagonista atormentada por su pasado, y un misterio central que involucra violencia, sexo y traición. Desafortunadamente La Chica del Tren carece de la energía, intensidad y virtuosa dirección de Gone Girl; y aunque cuenta con algunas buenas actuaciones, perdió todo el suspenso de la novela, cuya ingeniosa estructura nos sumergía en la mente de tres mujeres para revelar sus oscuros secretos y veladas ambiciones.
Bajo la dirección de Tate Taylor, La Chica del Tren se desarrolla con metódica lentitud, lo cual generalmente indica un thriller maduro y bien planeado que sabe hacia dónde se dirige; desafortunadamente en esta ocasión la lentitud se convierte en ocasional aburrimiento, por culpa del blando tono de la película y el torpe ritmo de las revelaciones que no provocan sorpresa alguna. En resumen: una película bien realizada en la superficie pero totalmente hueca en el fondo, apenas apropiada para llenar dos horas con el mínimo entretenimiento requerido para no quedar defraudados... aunque esta opinión podría variar según la tolerancia de cada espectador, y su aprecio por las actrices principales.
En mi caso particular, siempre disfruto las actuaciones de Emily Blunt. El intencional "afeamiento" de su patético personaje se siente forzado en varias escenas, pero al menos crea una protagonista profundamente humana a pesar de sus múltiples problemas emocionales. Haley Bennett no tiene tanta suerte en el papel de Megan Hipwell, la "esposa perfecta" que Rachel idealiza cuando la ve todos los días desde el tren que pasa frente a su casa. Para darle mayor sustancia a este papel relativamente breve tal vez hizo falta una actriz más fuerte y carismática, que dejara una marca inmediata en la conciencia del espectador, en vez de perderse entre los decorados de su hogar. Sin embargo el mayor punto débil de La Chica del Tren es Rebecca Ferguson, quien nunca captura el ambiguo balance moral de Anna; por un lado fue "la otra mujer" que desplazó a Rachel; pero ahora, un año después, debe convertirse en defensora de su pequeña hija y su nuevo esposo. En otras palabras, víctima y villana al mismo tiempo. Después de robar todas sus escenas en Mission: Impossible - Rogue Nation, fue una sorpresa encontrar a Ferguson tan débil y apática en esta película.
Supongo que la culpa final recae en el director Tate Taylor (The Help) y la guionista Erin Cressida Wilson (Chloe), quienes fueron incapaces de trasladar a la pantalla la tensión del libro, al mismo tiempo que dejaron a la deriva un sólido elenco sin adecuada dirección. Habiendo dicho eso, La Chica del Tren no es un fracaso absoluto; sus valores técnicos son bastante buenos, el misterio guarda cierto interés, y algunos actores secundarios (por ejemplo Allison Janney, Laura Prepon y Darren Goldstein) inyectan vida en escenas que parecían moribundas. Creo que se puede ver si no hay mejores alternativas, y sin esperar algo realmente memorable. En todo caso, podríamos catalogar La Chica del Tren como una película del canal Hallmark realizada con mayor presupuesto y superior calidad visual. Pero, como tal, yo recomendaría verla en televisión en vez de gastar dos horas en el cine. Al menos así los comerciales añadirán el drama que le faltó al libreto.
Calificación: 6.5
IMDb
Thursday, November 10, 2016
Kill Command
Síntomas: La corporación Harbinger diseña la más avanzada tecnología militar, y ocasionalmente organiza ejercicios de práctica con soldados reales que ayudan a evaluar la eficiencia del armamento. Durante uno de esos ejercicios, supervisado por Kristine Mills (Vanessa Kirby), un escuadrón de marines bajo el comando del Sargento Robinson (Bentley Kalu) se prepara para combatir una nueva generación de "drones" inteligentes... pero la misión se complica cuando descubren que los robots son más agresivos de lo que imaginaban.
Diagnóstico: El argumento de Kill Command es como Dog Soldiers con robots en vez de hombres lobo. También podríamos compararlo con el episodio "The Arsenal of Freedom", de Star Trek: The Next Generation, donde robots de combate cada vez más sofisticados atacan a la tripulación del Enterprise (temporada 1, episodio 21). Por su parte, los robots cuadrúpedos de Kill Command me recordaron los prototipos de Terminator 3: Rise of the Machines.
Pero, independientemente de sus posibles influencias, Kill Command explora temas clásicos de la ciencia ficción universal: tecnología fuera de control, y el hombre amenazado por su propia creación.
Desafortunadamente el director y guionista Steve Gomez prefirió enfocarse en los elementos de acción y suspenso, relegando a un distante segundo plano los aspectos filosóficos de la premisa: ¿puede volverse maliciosa una inteligencia artificial? O, para el caso... ¿pueden los robots reemplazar al hombre en actividades que requieren complejas decisiones éticas?
Claro, tampoco esperaba una disertación moral sobre la relación robots/humanos (para eso tenemos la obra de Karel Capek e Isaac Asimov), pero me hubiera gustado al menos un poco de reflexión para darle sustancia a los balazos, explosiones y sobresalientes efectos especiales que luce esta película... algo para ponernos a pensar durante los momentos de calma, en vez de las estridentes discusiones de los histéricos soldados cuando reconocen el peligro que los acecha, o las acusaciones contra la representante corporativa que podría estar colaborando con los robots asesinos. Pero, ¿son asesinos si fueron diseñados explícitamente para matar? No... no hay tiempo de contemplar ese tipo de ideas. Mejor regresemos a la monótona gritería y a las tácticas militares dignas de un "n00b" en Call of Duty.
Por el lado positivo, Kill Command cuenta con algunas buenas actuaciones que hacen menos superficial el drama. Vanessa Kirby interpreta con apropiada ambigüedad a Katherine Mills, cuyos sofisticados implantes cibernéticos no han disminuido sus mejores cualidades humanas; Bentley Kalu es el líder del pelotón que intenta encontrar un balance entre el bienestar de sus hombres (y mujeres) y la responsabilidad de su misión; y Thure Lindhardt es el típico héroe que no sabe si quiere matar a Katherine o invitarla a salir. El resto de los soldados carecen de personalidades, y están definidos tan solo por los clichés que gritan: "¿Qué está pasando?" "¡Corran!" "¡Es una trampa!" Etcétera.
Hasta ahí Kill Command sería un genérico thriller de ciencia ficción, entretenido pero olvidable; sin embargo su "as bajo la manga" son los fantásticos efectos especiales, cuyo brillante diseño, ejecución, y perfecta integración al material filmado rebasan las expectativas de una modesta B-Movie. Steve Gomez tiene múltiples créditos como supervisor de efectos especiales, y para su debut como director obviamente aplicó toda su experiencia para darnos una visión de combate cibernético que iguala o supera algunas grandes películas "de estudio". Como siempre he dicho, los efectos no salvan una película, pero pueden ayudar a mejorarla, y Kill Command es clara muestra de ello. Increíble trabajo de los estudios británicos Bandito VFX y Automatik VFX, que amenazan con desbancar a The Mill como el "ILM europeo".
Ojalá Kill Command hubiera mostrado la ambición narrativa de Ex Machina, o al menos de Morgan; pero incluso como hueco espectáculo de acción ofrece tensas secuencias de combate, moderado melodrama, y un despliegue de impresionantes imágenes que deleitarán a los fans de los robots (como yo) con su realismo e ingenio creativo. Muy interesante debut de Steve Gomez, quien podría llegar lejos si encuentra libretos con genuinas ideas para complementar su visión hi-tech.
Calificación: 8 (sería 6 sin esos efectos)
IMDb
Tuesday, November 8, 2016
Batman: Return of the Caped Crusaders
Síntomas: BIFF! Cuando Joker, Penguin, Riddler y Cat Woman (voces de Jeff Bergman, William Salyers, Wally Wingert y Julie Newmar) unen fuerzas para robar una peligrosa tecnología replicadora, SPORK! Batman y Robin (voces de Adam West y Burt Ward) deberán enfrentar la más cruel coalición criminal de sus carreras. ZAP!
Diagnóstico: Para bien o para mal, la antigua serie televisiva de Batman (transmitida de 1966 a 1968 por la cadena ABC, aunque yo la vi en México hasta mediados de los setentas) fue mi primer contacto con el mundo de los superhéroes... y sobra decir que quedé fascinado con las aventuras del dúo dinámico, sus coloridos villanos, los imaginativos "gadgets", y desde luego, el icónico Batimóvil diseñado por George Barris. Fue hasta mi adolescencia cuando reconocí el humor "camp" de aquella serie que, con el paso de más años, fue adquiriendo la patina de nostalgia que hoy le da su encanto "retro"... al menos para individuos de mi generación.
Esa cualidad "retro" es lo que Batman: Return of the Caped Crusaders pretende explotar, reproduciendo el estilo y textura de la venerada serie sesentera, pero con una sensibilidad contemporánea que le permite introducir un argumento interesante por derecho propio, validando así su propia existencia. Y todo ello con las voces originales del elenco principal.
Desde luego ya fallecieron muchos actores asociados con Batman '66, pero Adam West, Burt Ward y Julie Newmar siguen con nosotros, y me dio gusto que tuvieron oportunidad de revivir sus memorables papeles (fans de Eartha Kitt y Lee Meriwether: no se preocupen; ambas "Gatúbelas" alternativas también tienen una breve participación en la cinta), conservando la relación mentor/estudiante de Bruce Wayne y Dick Grayson, y el "sensual" flirteo entre Batman y Cat Woman. ¿Logrará finalmente la depravada dalila destruir al denodado dúo dinámico?
Además de los personajes clásicos, Batman: Return of the Caped Crusaders incluye todos los elementos "kitsch" que recordarán los fans: los "props" gigantes, las aparatosas trampas, las ridículas deducciones de Batman, el infinito contenido del bati-cinturón ("Bati-Anti-Antídoto"), la simplista moralidad de los héroes ("¡Al paso peatonal, Robin!"), la ineptitud del Comisionado Gordon y el Jefe O'Hara (voces de Jim Ward y Thomas Lennon)... bueno, hasta el bati-watusi está de regreso.
Y así transcurre la primera mitad de la película, apoyándose exclusivamente en el humor y nostalgia de "aquellos tiempos"... entonces se revela el plan de los villanos, y Batman: Return of the Caped Crusaders cambia súbitamente de rumbo, sumergiéndonos en un alegórico complot que arteramente satiriza los modernos héroes "dark", al mismo tiempo que exalta los simples placeres de una época más sana e inocente.
En el aspecto visual, Batman: Return of the Caped Crusaders es considerablemente superior al estándar del Universo Animado de DC (al cual esta película NO pertenece... creo). La animación es rica y fluida, los colores vibrantes... y las secuencias del Batimóvil digital me parecieron simplemente espectaculares.
El más grande halago que puedo hacerle a Batman: Return of the Caped Crusaders es decir que en realidad parece un episodio largo de Batman '66, ligeramente modernizado pero sin traicionar el espíritu de la serie. La animación es un placer, las voces están perfectamente seleccionadas (al parecer se prepara una secuela con William Shatner en el papel de Two-Face), y el humor funciona en la mayor parte de los casos. No sé cómo Batman: Return of the Caped Crusaders será recibida por las nuevas generaciones que crecieron con el Batman solemne de Christopher Nolan; pero para los bati-viejos como yo, esta divertida cinta fue un genuino POW! que limpió las telarañas de ciertas áreas del cerebro. ¿Dónde estará mi Batimóvil de juguete? Necesito jugar unos minutos.
Calificación: 8.5
IMDb
Monday, November 7, 2016
Un Cadáver Para Sobrevivir (Swiss Army Man)
Síntomas: Después de naufragar en su pequeño bote, Hank Thompson (Paul Dano) llegó a una isla desierta, de donde no ha logrado escapar. Entonces el mar arrastra a la playa un cadáver (Daniel Radcliffe) que podría resultar inesperadamente útil para regresar a casa.
Diagnóstico: Creo que Un Cadáver Para Sobrevivir es la película más inusual y creativa que he visto este año, combinando diestramente drama existencial con un rango de comedia que va desde la más juvenil vulgaridad hasta el más perturbador humor negro. Y aunque su historia tiende a deambular innecesariamente y extenderse más la cuenta, merece una sincera recomendación por su maravillosa exploración de los misterios de la vida, el amor y la amistad... por no mencionar la flatulencia como genuina expresión de conexión espiritual.
Un Cadáver Para Sobrevivir es una película de bruscos contrastes, lo cual podría molestar al público que esperaba una comedia más convencional, o una "road movie" menos metafísica. Pero en el choque de esos contrastes se transmite con mayor elocuencia la moraleja humanista de la película: no hay que esperar a la muerte para empezar a vivir. O algo así. Como en toda obra de arte, cada espectador se encargará de interpretar el significado basándose en su experiencia e ideología personal.
Lo que fue más fácil apreciar es la exuberante imaginación de los directores/guionistas Daniel Kwan y Daniel Scheinert; no sé si alguna vez dijeron: "¿Qué pasaría si combinamos Weekend at Bernie's con Cast Away?", o si se inspiraron en alguna febril pesadilla para escribir Un Cadáver Para Sobrevivir; pero cualquiera que haya sido su proceso creativo, obviamente fue sustentado por una audacia y genialidad rara vez encontrada en un debut cinematográfico. De hecho, se trata de una película tan visionaria e idealista que estoy temiendo una situación de "one hit wonder"... un debut asombroso que jamás será superado por las posteriores obras de este dueto. Algo similar a Richard Kelly y Donnie Darko, o Michael Lehmann y Heathers. Así de pasmosa encontré esta "opera prima".
Pasando a los detalles técnicos y artísticos, diré que el bajo presupuesto de Un Cadáver Para Sobrevivir conduce inevitablemente a algunos efectos especiales poco creíbles, además de un cierto aire teatral (a pesar de los imponentes escenarios naturales) que confunde un poco la intención de los cineastas. Sin embargo podemos atribuir estas supuestas "fallas" a la excentricidad general de la producción, y con un poco de paciencia reconoceremos que no reducen su honestidad ni impacto emocional; por el contrario, enriquecen la atmósfera onírica y la deliciosa textura "low tech" que identifica íntimamente este semi-mágico relato. Y si bien pertenece a un género pocas veces visto en las ceremonias de premios cinematográficos, el diseño de producción y decorados de Un Cadáver Para Sobrevivir merecen algún tipo de reconocimiento. En vez de darle el Óscar a algún pesado drama "de época", sería bueno que este año lo ganara un proyecto como éste, rebosante de auténtica originalidad.
En cuanto a las actuaciones, Paul Dano y Daniel Radcliffe comparten una maravillosa química como el náufrago al borde de la locura y el cadáver salvador, cuyo proceso natural (o sobrenatural) de descomposición ofrece sorpresiva asistencia para la supervivencia de Hank. Mi única queja sería que Radcliffe no siempre captura la tétrica inmovilidad y mórbida flacidez de un auténtico cadáver. De Niro hubiera muerto de verdad para interpretar correctamente este papel. Es broma. Entiendo lo difícil que debe ser expresar emoción sin mover un solo músculo; e incluso si Radcliffe se ve demasiado "vivo" en algunas escenas, sin duda merece aplauso por aceptar un proyecto tan bizarro y distante de lo que esperarían los fans de Harry Potter. También aparecen otros actores de interés (Mary Elizabeth Winstead en fotografías, y el director Shane Carruth en un pequeño cameo), pero prefiero no mencionar su función para evitar spoilers.
Con todo esto quedará claro que las exóticas virtudes de Un Cadáver Para Sobrevivir no son para todos los gustos, lo cual es perfectamente lógico; pero quienes aprecien las películas "raras" y las alegorías absurdistas, encontrarán una auténtica joya cuyos bordes ocasionalmente ásperos no logran disminuir el brillo de sus ideas ni la claridad de su optimismo (insertar tema de Jurassic Park, por favor).
Calificación: 8.5
IMDb
Saturday, November 5, 2016
KM31 Sin Retorno (KM31 2)
Síntomas: Después de las tragedias ocurridas en el Km. 31 de la carretera al Desierto de los Leones, el policía Martín Ugalde (Carlos Aragón) fue despedido y ridiculizado por los medios de comunicación. Sin embargo, siete años después, la Policía Investigadora requiere su ayuda para resolver una serie de secuestros en el área de Mixcoac. Ugalde no sabe por dónde empezar... hasta que conoce a un investigador paranormal con un hijo vidente que podría descubrir la causa de las desapariciones.
Diagnóstico: En el año 2006 la película mexicana KM31 estuvo fuertemente influenciada por el cine de horror asiático, cuya popularidad ya declinaba en aquel entonces. Y ahora, diez años después, nos llega la secuela, KM31: Sin Retorno (también conocida como KM31 2). ¿Volverá a utilizar aquella fórmula obsoleta? ¿O encontrará nuevas y mejores fuentes de "inspiración"?
Afortunadamente KM31 2 (voy a usar el título que aparece en la pantalla) se alejó de los clichés del "J-Horror" para acercarse a los temas populares en estos días, como las investigaciones paranormales y los niños en peligro. Pero al mismo tiempo nos ofrece una historia bien planteada que continúa lógicamente los eventos de la primera película.
Por el lado negativo, esa historia transcurre con frustrante lentitud y escasa sustancia; pasan muchas cosas pero la trama no avanza; y el director Rigoberto Castañeda le dedica mucho tiempo a escenas muy largas que se sienten como relleno, y no como parte integral del relato. Puedo señalar como ejemplo aquel extenso recorrido por la casa de la mujer que perdió a su hijo; es una secuencia técnicamente impresionante por su fluido manejo de cámara y excelente fotografía... pero bastante irrelevante para el establecimiento del misterio principal. En mi humilde opinión.
Hablando de lo cual, el gran misterio resulta bastante transparente desde el principio. Con excepción de un inesperado "twist" cerca del final, es muy fácil adivinar hacia dónde se dirige la investigación de Ugalde y el “cazafantasmas” Nahum Romeu (Mauricio García Lozano); lo cual hace más irritantes las repetitivas explicaciones de cada pequeño detalle, una y otra vez, como si fuera algo tan complicado que no lo comprendimos la primera vez (¿cuántas veces nos recetan la frase de “la mujer que conoce y el hombre en el cuarto blanco”?)
Al mismo tiempo hay escenas que me parecieron confusas, como el experimento con la "Estrella de la Muerte" (¡buena referencia!); sin duda es una secuencia creativa e impactante... pero dramáticamente incierta. Hay muchos efectos, mucho ruido, y al final... ¿qué pasó exactamente? Quizás necesito verla de nuevo. Pero no en el cine; esperaré un par de años hasta que llegue a Netflix.
Por el lado positivo tenemos los mencionados aspectos técnicos de KM31 2: música, cinematografía, locaciones y hasta los efectos especiales, juiciosamente distribuidos en la cantidad necesaria para complementar la historia, sin volverse estorbosos o demasiado llamativos. Excelente trabajo de los estudios Nahual y Maligno (y quizás otros que no alcancé a ver en los créditos).
Las actuaciones me parecieron... normales para estándares mexicanos. Me desagradan... esos diálogos... declamados con... extrañas... pausas que casi... podríamos llamar... shatnerianas. Hay algo muy poco natural en esa técnica (llamémosle así), que quizás se origina en el entrenamiento teatral o televisivo de los actores. Como sea, tiende a "sacarme" de la película.
De cualquier modo KM31 2 me gustó más que su predecesora. La producción es superior en todos los aspectos, y la historia muestra ingenio y buenas ideas, aunque tienden a extraviarse entre los "sustos" fallidos y momentos de "desarrollo de carácter" que se prolongan más de lo necesario. Y, desde luego, el final sugiere la posibilidad de otra secuela, la cual me gustaría ver (asumiendo que exista justificación comercial). Así como la segunda superó a la primera, tal vez la tercera logrará pulir las restantes asperezas narrativas. Los efectos ya están a la altura necesaria; ahora solo falta que los alcance el guión.
Calificación: 7
IMDb
Friday, November 4, 2016
El Contador (The Accountant)
Síntomas: Christian Wolff (Ben Affleck) superó el autismo de su infancia para convertirse en un contador serio, preciso y obstinado. Su más reciente trabajo consiste en buscar fugas de capital en una importante empresa de tecnología. Al mismo tiempo, la agente gubernamental Marybeth Medina (Cynthia Addai-Robinson) investiga la identidad de un misterioso hombre que ha lavado dinero para narcotraficantes, líderes del crimen organizado, y hasta grupos terroristas. ¿Será posible que el taciturno Christian sea el contador que ella busca?
Diagnóstico: Aunque prefiero a Ben Affleck en su faceta de director, creo que ha mostrado una notable mejoría en sus actuaciones recientes, más sobrias y maduras que hace veinte años, cuando arruinaba películas como Phantoms y Armageddon (bueno, "arruinar" parece redundante en ambos casos). Como evidencia de ese cambio positivo puedo señalar las cintas Gone Girl y Argo... pero ni con ese sólido historial me parece que Affleck haya sido la opción ideal para interpretar al primer héroe de acción con autismo. A primera vista parece un papel perfecto para su inmutable rostro; sin embargo le hizo falta mayor rango de expresión para engancharme en las emociones del personaje. Y, bueno, mejor ni hablar de todas las demás cosas que puede hacer este contador, porque entraríamos a territorio de spoilers altamente inverosímiles... pero muy entretenidos.
Esa fue la clave para disfrutar El Contador: aunque nunca tragué al protagonista, el director Gavin O'Connor (Warrior) y el guionista Bill Dubuque (The Judge) lo rodean con una fascinante intriga que involucra personajes interesantes, estrategias maquiavélicas, y suficiente violencia para disipar cualquier duda que pudiera inspirar un tema tan seco como la contabilidad. En resumen: un thriller inteligente fundamentado en números y cuentas... pero con toda la acción y "headshots" que le faltaron a The Infiltrator.
La mencionada intriga cuenta con suficientes tangentes, recovecos y pistas falsas para disculpar algunos momentos predecibles y ordinarios; lo importante es que consigue atraparnos en las investigaciones paralelas del contador y de los agentes que intentan capturarlo... o al menos confirmar que están siguiendo al sospechoso correcto. El gran J.K. Simmons nos regala otra de sus finas actuaciones como un agente veterano que está por retirarse, pero no sin antes resolver el caso que lo ha atormendado durante años. Para lograrlo recluta a la Agente Medina (Cynthia Addai-Robinson) cuya tenacidad no le impide reconocer el riesgo de nadar con tiburones (figurativos). Y, hablando de depredadores, Jon Bernthal añade un toque de humor al eficaz asesino que está borrando las huellas del fraude que analiza Wolff. Por cierto, espero que no sea spoiler mencionar tres pequeñas palabras: Batman Vs. Punisher (prefiero la versión de Chuck Dixon, porque la de Denny O'Neil fue con el pseudo-Batman de Azrael).
Completando el elenco tenemos dos actores cuyo trabajo siempre disfruto: John Lithgow como el director de la empresa tecnológica que contrató los servicios de Wolff; y Anna Kendrick como la auditora que inició todo el problema. Entiendo su utilidad como interés romántico (me refiero a Kendrick), y sin duda se ve adorable como "math geek", pero es el personaje más irrelevante de la película; merecía mejores escenas, o eliminarla por completo de la historia.
En el cálculo final (perdón), El Contador me pareció un eficiente thriller bien dirigido y bien escrito, salvo por un absurdo twist/coincidencia que no describiré. El talentoso reparto eleva hasta los más triviales papeles, y ni siquiera diría que Ben Affleck quedó tan mal; por el contrario, tiene abundante carisma y carga la película sin dificultad alguna, enfrentando con igual convicción los monólogos financieros, la ineptitud social del personaje, y las escenas de acción. Sin embargo creo que El Contador hubiera alcanzado un estrato más elevado con un actor mejor capacitado para "decir más con menos". Por ejemplo... no sé... Christian Bale. ¿Quién puede reemplazar a Batman? Solo otro Batman. Son matemáticas simples.
Calificación: 8
IMDb