Monday, September 30, 2019
The Banana Splits Movie
Síntomas: Como regalo de cumpleaños, el pequeño Harley (Finlay Woktak-Hissong) y su familia asisten a una grabación en vivo del popular programa infantil The Banana Splits, sin saber que terminarán luchando por sus vidas.
Diagnóstico: Independientemente de sus fallas o aciertos, me da mucho gusto que pueda existir una película como The Banana Splits Movie. Es difícil imaginar el proceso creativo y mercadológico que condujo a su creación, pero debe haber incluido individuos con un perverso sentido del humor, nervios de acero, y tremenda visión para reconocer que el público ideal de esta película NO serían niños contemporáneos, sino adultos nostálgicos (como yo), y "hipsters" irónicamente obsesionados con un ridículo programa de los años sesentas. Sin esa audaz visión, The Banana Splits Movie podría haber sido otra insípida cinta animada que ignorarían por igual los fans de la serie original y el público infantil (algo similar a lo que ocurrió con otros iconos de mi infancia, como Top Cat y Here Comes the Grump). En resumen: la mera existencia de The Banana Splits Movie casi revivió mi fe en la industria cinematográfica. Después de tantos años, aún pueden sorprenderme.
Con esos halagos fuera del camino, pasemos a las malas noticias: como película de terror, The Banana Splits Movie es apenas mediocre.
La primera mitad de The Banana Splits Movie establece a los múltiples personajes que seguiremos durante la fatídica grabación del programa infantil. Esto significa que hay suficientes víctimas potenciales para mantener un ritmo constante de muertes sangrientas, el ingrediente indispensable para capturar la atención del público en este tipo de películas. Y si bien The Banana Splits Movie no requiere grandes actuaciones, sin duda aprecié el esfuerzo de los actores que tomaron en serio el proyecto e intentaron mantener un básico nivel de realismo en las reacciones de sus personajes. Entre mis favoritos: Dani Kind como Beth, la madre de Harley; Naledi Majola como Paige, la empleada del estudio encargada de recibir y acomodar al público; Lionel Newton como Karl, el creador de los Banana Splits (en más de un sentido); y Richard White como Stevie, el único actor humano del programa, que odia secretamente a los Banana Splits porque siempre lo hacen víctima de sus afables bromas.
Entonces llegamos a la segunda mitad de la película, y la trama se estanca cómodamente en el cliché de "personajes caminando por corredores oscuros mientras esperan la muerte". Los miembros del público se separan, y pasan la siguiente hora recorriendo el estudio semi-abandonado, mientras los Banana Splits acechan en las sombras.
Sí, es divertida la súbita explosión de violencia en un entorno cálido y familiar. La directora Danishka Esterhazy (Level 16) reconoce que esa es la principal atracción de The Banana Splits Movie, y no pierde oportunidad de contrastar la inocencia del programa televisivo con los cruentos asesinatos... pero la repetición excesiva del mismo truco diluye la sátira y hace que pierda impacto. Afortunadamente para ese momento los personajes ganaron un poco de profundidad, y nos ayudan a llegar hasta un final previsible, pero razonablemente satisfactorio.
De cualquier modo me dio gusto encontrar esta inesperada subversión post-moderna (o como quieran llamarle) de un programa de televisión que disfruté de niño, y jamás imaginé ver de nuevo en el contexto de mi género favorito (el horror). Un aplauso para Hanna-Barbera por atreverse a hacer algo tan "creativo" e inusual. Con todo y sus fallas, The Banana Splits Movie me dejó con una sonrisa... y con ese tema musical clavado en el centro de mi cerebro. Voy a tener que escuchar la canción de The Bugaloos para sacarlo de mi mente.
Calificación: 7.5
IMDb
Saturday, September 28, 2019
Boda Sangrienta (Ready Or Not)
Síntomas: En el día de su boda, Grace (Samara Weaving) descubre que la familia de su esposo tiene algunas curiosas tradiciones que podrían costarle la vida.
Diagnóstico: El "colectivo" cinematográfico Radio Silence es más conocido por sus cortometrajes y segmentos en antologías de terror (como V/H/S y Southbound), pero con Boda Sangrienta confirman que están listos para las "grandes ligas", creando una divertida combinación de "slasher" y "survival horror" repleto de sangre, violencia, y un subversivo sentido del humor para hacer más traviesa esta alegoría de la lucha de clases.
Sin revelar más de la cuenta, Boda Sangrienta toma prestados elementos de Get Out (Grace es la "outsider" preocupada por adaptarse a la familia de su pareja), Satanic Panic (la riqueza y excesivo privilegio de las clases altas han erosionado todo rastro de empatía y compasión), y la venerable The Most Dangerous Game, con su perverso "deporte" de cacería humana. Bueno, creo que ya revelé bastante, pero todo eso se explica en el prólogo de Boda Sangrienta, así que no constituye un gran "spoiler".
Además, lo bueno comienza hasta que se revelan las intenciones de la bizarra familia Le Domas, dueña de un imperio comercial de juegos de mesa, lo cual imparte cierta lógica en su obsesión con el juego mortal de cazar a Grace en el día de su boda. Y también hay insinuaciones de rituales ocultos que podríamos tomar como inevitables componentes de la fantasía elitista que habitan estas familias tan ricas que ya perdieron toda conexión con la realidad.
Y así transcurre la noche, con Grace tratando de sobrevivir mientras sus nuevos parientes políticos tratan de matarla... porque, después de todo, también es cuestión de vida o muerte para ellos. O al menos eso creen.
Samara Weaving nos muestra una vez más su capacidad para humanizar personajes en circunstancias extremas, lo cual se está convirtiendo en su especialidad. En cintas como The Babysitter, Mayhem y en la serie Ash Vs. Evil Dead, Weaving enfrentó amenazas humanas y sobrenaturales sin sacrificar el realismo de sus reacciones ni reducir la intensidad de su actuación. En resumen, una perfecta "scream queen" con los clásicos valores de sus predecesoras, y una desafiante actitud para el nuevo siglo (Nota: el término "scream queen" es figurativo y no implica sexismo ni discriminación de género por parte de este "autor". Su uso está protegido por los estatutos vigentes de la Academia de Artes Cinematográficas, y respeta los estándares descriptivos establecidos por el horror ochentero.
En los papeles secundarios destacan Adam Brody como el cuñado ligeramente menos amoral que el resto de la familia; Andie MacDowell como la suegra comprensiva (aunque no por ello menos mortal); y Henry Czerny como el patriarca enloquecido que toma demasiado en serio las tradiciones familiares.
Por el lado negativo, Boda Sangrienta se vuelve un poco monótona durante su parte intermedia. Weaving mantiene alta energía durante todas sus escenas, pero muchos miembros de la "familia" se sienten blandos y aburridos (y no creo que haya sido una decisión intencional de los directores para reflejar la apatía de los ricos por el sufrimiento de los pobres)(espectadores). La cinematografía captura con opulento detalle la mansión de la familia Le Domas, llena de pasadizos secretos y esquinas oscuras para esconderse o tender trampas; aunque en ocasiones resultaron más oscuras de la cuenta (al menos el cine donde la vi), lo cual me impidió apreciar los más sangrientos detalles.
Y, ya que hablamos de eso, el "gore" es frecuente y abundante, aunque no necesariamente realista; pero aún así contribuye al frenético tono de Boda Sangrienta y al tenso conflicto entre cazadores y presa donde realmente no sabemos quién saldrá victorioso.
El tiempo dirá si Boda Sangrienta adquiere genuino status "clásico", pero por lo pronto la recomiendo como una divertida experiencia de terror que podrán disfrutar por igual las audiencias casuales (siempre y cuando no se desvanezcan al ver mucha sangre), y los fans del horror que apreciarán la sensibilidad de los directores Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett... por no mencionar el tremendo desempeño de Samara Weaving en un papel que deberá abrirle más puertas y convertirla en estrella. Solo espero que no olvide el género de terror en su carrera futura. Sería muy difícil encontrar un nuevo reemplazo de Ellen Ripley.
Calificación: 8.5
IMDb
Friday, September 27, 2019
Anna: El Peligro Tiene Nombre (Anna)
Síntomas: Anna Poliatova (Sasha Luss) trabaja como modelo para una exitosa firma parisina; pero su talento real se manifiesta en actividades más violentas.
Diagnóstico: El director/productor/escritor Luc Besson lleva casi treinta años reciclando la misma historia. Todo empezó en 1990 con la icónica cinta La Femme Nikita, y desde entonces Besson ha escrito, dirigido o producido un alarmante número de películas (me da flojera contarlas) sobre mujeres atractivas y letales. Lo cual, en mi opinión, no tiene nada de malo.
Además, para ser justos, Besson (como guionista) generalmente añade algún componente nuevo o especial para darle identidad propia a estas películas. Ya sea el aspecto étnico de Colombiana, la pseudo-ciencia futurista de Lucy, o el período histórico de Bandidas, siempre hay algo para disimular que estamos viendo variantes de una misma premisa. Aunque, por el lado negativo, nada logra disfrazar los incontables clichés que infestan estas películas. Y podemos confirmar esta lamentable situación en Anna: El Peligro Tiene Nombre, la más reciente cinta de Luc Besson, que esta vez escribió, dirigió y produjo personalmente.
Por méritos propios, Anna: El Peligro Tiene Nombre (me voy a ahorrar ese ridículo subtitulo de aquí en adelante) es un mediano thriller, más largo y confuso de lo necesario, pero con adecuadas actuaciones, y bien realizadas secuencias de acción. Sin embargo, su mejor (y peor) característica es un libreto más ambicioso (revuelto) de lo habitual, donde el arco dramático de Anna trasciende sus peligrosas misiones, y se extiende a un aspecto más personal de su vida, lo cual basta para despertar algunas emociones y un poco de suspenso sobre su destino final... aunque tampoco podemos pedir milagros.
Por alguna razón el desarrollo de la trama requiere tantos saltos en el tiempo ("Cinco años antes"; "Seis meses después", etc.) que termina convirtiéndose en un chiste involuntario. Admito que estos "saltos" funcionan para introducir revelaciones sorpresivas y "twists" satisfactorios, pero a fin de cuentas es otra pequeña trampa para distraernos de la mediocridad general de Anna.
En el papel principal, Sasha Luss no es mala en las escenas dramáticas, y tiene buena aptitud física para los "stunts" y peleas (mi favorita fue la del restaurante); pero le falta presencia y profundidad, lo cual hace la cinta olvidable y superficial. Aún así, me pareció un semi-debut exitoso (Luss tuvo un corto papel en Valerian and the City of a Thousand Planets) para una modelo transformada en actriz (con el beneficio adicional de una escena que debe haber sido tremendamente catártica para ella y cualquier modelo que haya sufrido el tedio y humillación de una sesión fotográfica). Cillian Murphy encuentra un cómodo balance entre arrogancia y humor en el papel de Lenny Miller, agente de la CIA con sed de venganza por una operación fallida en su pasado; su participación es corta, pero inyecta un poco de energía cuando hace falta. Aunque no tanta como Helen Mirren, quien naturalmente se roba la película en el papel de Olga, la estricta entrenadora que no confía en la capacidad de Anna. Su interacción con la modelo/espía es lo mejor de la película, pero... ¿mencioné que no podemos pedir milagros?
También conviene reducir las expectativas sobre las secuencias de acción, ya que no fueron tan espectaculares ni frecuentes como yo esperaba; a fin de cuentas Anna es más thriller que acción, con mayor énfasis en espionaje e intriga que en balazos y persecuciones. Pero lo que no puedo disculpar es la genérica dirección de Luc Besson, un cineasta con gran sensibilidad y estilo visual... al menos al principio de su carrera (¿alguien recuerda Le Grand Bleu?) Cualquiera pensaría que Anna fue dirigida por uno de sus protegidos... algún novato de videos musicales en su primera incursión cinematográfica. Lo cual significa que Anna puede funcionar como distracción desechable de fin de semana... pero jamás igualará a La Femme Nikita. Por mucho que Besson se esfuerce, creo que nunca logrará recapturar la magia de su juventud. Aunque ciertamente encontró una buena excusa para rodearse de mujeres atractivas (sí, incluyo a Mirren en esa categoría).
Calificación: 7
IMDb
Wednesday, September 25, 2019
Depraved
Síntomas: Henry (David Call), un joven doctor con un turbulento pasado, construye un hombre con piezas de cadáveres, y lo nombra Adam (Alex Breaux). Sin embargo, crear vida resulta más fácil que controlarla.
Diagnóstico: Sí, a pesar de su provocativo título, Depraved es simplemente una versión moderna de Frankenstein. Aunque "simplemente" no es la palabra correcta, ya que el director y guionista Larry Fessenden realizó una brillante modernización de aquel venerable relato, introduciendo nuevos temas de relevancia contemporánea para complementar la historia que todos conocemos. Y si bien el resultado tiene algunas inconsistencias de tono y dura demasiado, terminó gustándome por su inteligente libreto y creativo análisis de conceptos más profundos de los que generalmente encontramos en el horror independiente. O en el horror de estudio, para el caso.
Hablando de lo cual, la parte de "horror" llega bastante tarde en Depraved. La primera mitad de la película es básicamente un estudio de carácter enfocado en el nacimiento de "Adam", su educación, y la relación que se desarrolla entre la criatura y su creador. Al principio Adam es un simple experimento, pero gradualmente se transforma en algo así como un hijo para Henry, y después en un amigo. Sin embargo existen influencias externas en la forma de John Polidori (Joshua Leonard), ejecutivo farmacéutico que está financiando el experimento con fines poco escrupulosos; y eventualmente las opuestas ideologías de estos personajes chocarán en forma inesperada. O tal vez previsible, tomando en cuenta la mencionada influencia de Frankenstein, lo cual incluye la novela de Mary Shelley y las películas de James Whale.
En el papel de Henry, David Call nos presenta un genio voluble y apasionado, aunque no necesariamente estable. Conforme nos enteramos del pasado de Henry podemos apreciar su actitud hacia Adam y su obsesión con vencer a la muerte. Joshua Leonard (The Blair Witch Project) en el papel de Polidori podría describirse como el "villano corporativo" de la película, pero su función es más ambigua. Me gustó mucho la secuencia donde Polidori le muestra a Adam la belleza del mundo, pero también advirtiéndole sobre los peligros que encontrará en su nueva "vida". Ana Kayne (Another Earth) y Addison Timlin (Little Sister) tienen papeles cortos pero significativos en la evolución de Adam, ofreciendo compasión y quizás un poco de sensualidad para despertar sus torpes sentidos.
Como dije, es más complicado que una simple batalla entre el creador y su creación; y, con un poco de paciencia, encontraremos múltiples niveles alegóricos (y algunos literales) que Fessenden incorporó al argumento. Pero si no tenemos tiempo, podríamos resumir Depraved como una fábula sobre el impulso creativo, y la responsabilidad que siempre debería acompañarlo.
Por el lado negativo mencionaría el abrupto giro gótico del tercer acto, abandonando el sensible melodrama para sumergirse en el horror que Henry y Polidori desataron con su desmedida ambición. Digo "lado negativo" porque el exagerado estilo de este conflicto se siente inconsistente con el tono mesurado del resto de la película... pero la verdad es que me gustó un poco de caos y destrucción como remate de tanto debate pseudo-intelectual. Funciona simultáneamente como catarsis del melodrama, y como manifestación concreta de ideas que solo se habían examinado de manera oblicua y simbólica.
Depraved está muy bien dirigida y competentemente producida; pero, como siempre, conviene mantener expectativas realistas sobre las inevitables limitaciones del horror "indie" (como ciertos adornos digitales que se sienten fuera de lugar). Y también salen sobrando algunas escenas redundantes que inflan la película hasta dos horas de duración.
Pero, por lo demás, Depraved me pareció una fascinante combinación de horror visceral y psicológico, con notables actuaciones y grotescos efectos prácticos que enfatizan la confusa condición de Adam. Ya era hora de que Larry Fessenden hiciera a un lado su carrera como "artista de cameos", y recordara que también es un respetado director con una intensa visión, y talento para encontrar nuevos ángulos en historias comunes. Por cierto... así debería haber sido el "Dark Universe" que planeaba Universal Pictures para revivir a sus criaturas clásicas... menos espectáculo y más introspección. No queremos ver más efectos digitales, sino una perspectiva más ingeniosa de estos monstruos que empezaron como metáforas de la condición humana, y terminaron como máscaras de látex.
Calificación: 8.5
IMDb
Monday, September 23, 2019
Reborn
Síntomas: Durante una tormenta, una descarga eléctrica revive a un bebé muerto en la morgue de Los Ángeles, y Ken (Chaz Bono), el técnico de guardia, se lo lleva a su casa. Dieciséis años después, la joven Tess (Kayleigh Gilbert) decide buscar a su madre biológica... pero primero deberá escapar del abusivo Ken.
Diagnóstico: Como indica esa sinopsis, Reborn empieza con un tono sórdido y desagradable que incluye horribles implicaciones de perversión sexual y abuso infantil; pero afortunadamente la cinta se transforma en un híbrido de slasher paranormal y drama familiar inesperadamente satisfactorio gracias a la eficiente dirección de Julian Richards, quien encontró creativas soluciones para ocultar las limitaciones de la cinta y resaltar sus aciertos creativos... hasta cierto punto.
Esto significa que Reborn podrá verse barata, pero nunca se siente incompetente ni improvisada. Las modestas locaciones están retratadas con gran estilo y abundante atmósfera. Desde la sombría morgue donde "renace" Tess, hasta la casa de su madre biológica, Richards y el director de fotografía buscan ángulos interesantes e iluminación semi-"noir" que resulta atractiva para la vista, y económica para el bolsillo.
Lo mismo aplica a las actuaciones. Algunos papeles secundarios flaquean un poco, pero los roles principales expresan sin dificultad el conflicto entre los personajes y su evolución individual. Entre ellos: Kayleigh Gilbert como Tess, la joven en busca de respuestas que quizás no serán tan agradables como ella esperaba. Barbara Crampton como Lena O'Neil, actriz venida a menos que quiere revivir su carrera, para lo cual necesita rectificar ciertos errores del pasado. Rae Down Chong es la agente de Lena y también su amiga... en ese orden, lo cual significa que el negocio es más importante que los sentimientos. Y Michael Paré es el Detective Fox, encargado de investigar los extraños asesinatos que se cometen alrededor de la actriz. ¿Qué secreto estará ocultando?
Por el lado negativo señalaría los efectos digitales y su pobre integración a los escenarios de la cinta. Y tampoco me gustaron ciertas coincidencias que facilitan el desarrollo de la historia (por ejemplo, Tess escapa de su familia adoptiva exactamente al mismo tiempo que la actriz Lena O'Neil decide buscar la tumba de su hija, supuestamente fallecida dieciséis años atrás... ¡qué conveniente!) Sin embargo, puedo aceptar esas coincidencias como el precio que tenemos que pagar por un argumento compacto y conciso (Reborn ni siquiera rebasa los ochenta minutos, incluyendo créditos), con un buen balance entre horror, melodrama, y la investigación policíaca que unifica todos estos dispares elementos. Y, como beneficio adicional, tenemos un triple arco emocional realista y bien estructurado que fluye naturalmente entre Lena, Tess, y el Detective Fox. Ese fue, en mi humilde opinión, el atributo más notable de Reborn, sobre todo en el contexto del horror independiente, donde rara vez encontramos personajes interesantes o motivaciones creíbles.
A fin de cuentas Reborn no es una gran película, pero ofrece adecuado entretenimiento, emociones honestas, y el placer nostálgico de tres íconos ochenteros (Barbara Crampton, Michael Paré y Rae Down Chong) en papeles bien escritos y sólidamente ejecutados. Y también demuestra cómo un poco de ingenio puede resolver los más comunes problemas del cine "indie". Ojalá se pudiera rentar tan fácil como un hospital abandonado.
Calificación: 7.5
IMDb
Sunday, September 22, 2019
Midsommar: El Terror No Espera la Noche (Midsommar)
Síntomas: Después de sufrir una tragedia familiar, la joven Dani (Florence Pugh) acompaña a su novio Christian (Jack Reynor) a Suecia, donde estudiarán un festival de verano en la pequeña comunidad de Harga.
Diagnóstico: Antes que nada, Midsommar no es una película de terror. O, mejor dicho, no solo es una película de terror, sino varias cosas al mismo tiempo, todas igualmente importantes y necesarias para conjugarse en un híbrido impactante y difícil de definir.
En primer lugar Midsommar es un fascinante estudio antropológico (ficticio) sobre la rica mitología y costumbres de las sociedades paganas europeas. La comuna "Harga" está probablemente inspirada en similares aldeas agrarias con peculiares tradiciones folclóricas y rituales ocultos más antiguos que cualquier religión "normal". En segundo lugar, Midsommar es una tragedia romántica que muestra el gradual pero inevitable deterioro de una relación construida sobre bases falsas e inestables, que nunca debió avanzar tanto. Y, en tercer lugar, es un hipnótico thriller cuyo parsimonioso ritmo nos permite especular sobre los múltiples misterios del argumento, al mismo tiempo que desarrollamos intensa angustia por el destino de los protagonistas. Finalmente, las escenas que podríamos clasificar como "horror" son breves y esporádicas; y aunque son esenciales para la trama, de ninguna manera definen la identidad de Midsommar.
Con esas advertencias fuera del camino, podemos explorar las considerables virtudes (y ocasionales tropiezos) (en mi humilde opinión) de esta obra única y excepcional, que confirma el talento y visión del director Ari Aster, y justifica las elevadas expectativas creadas por Hereditary, su previa película.
Podría empezar con las asombrosas locaciones (la historia se desarrolla en Suecia, pero se filmó en Hungría) y la espectacular cinematografía de Pawel Pogorzelski, diáfana y luminosa (probablemente la inspiración del torpe sub-título mexicano) para retratar la campiña iluminada por el "sol de medianoche" que tanto confunde a Dani y sus amigos norteamericanos en su viaje "cultural" por Suecia. Midsommar es una de esas raras películas de terror (o como quieran clasificarla) donde todo ocurre de día, y no necesita la oscuridad para "asustarnos" con los clichés del género.
Por el contrario, el auténtico horror de Midsommar ocurre en nuestras mentes. Ari Aster no ofrece explicaciones, pero nos da la información necesaria para deducir lo que ocurre en cada escena. Esta simple estrategia intensifica la paranoia y el suspenso, pues dependen exclusivamente de nuestra imaginación. De algún modo Aster se infiltra en nuestra conciencia y nos hace participes del ritual... o quizás víctimas. Como sea, el resultado es que podemos estar viendo una escena perfectamente cotidiana (por ejemplo, un alegre convivio comunal), pero sabemos que algo horrible está ocurriendo bajo la superficie. Y el director no lo confirma ni lo niega... simplemente lo deja en el aire porque la incertidumbre es más inquietante que cualquier "twist".
Las actuaciones son excelentes a pesar de los retos que enfrentan los actores, pues no solo deben capturar el drama interno de los personajes, sino reaccionar naturalmente al desfile de tradiciones paganas que se vuelven más siniestras con el paso de los días. Florence Pugh tiene el papel más complicado, y lo aborda con increíble seguridad. Aster se apoya más en las expresiones de los actores que en los diálogos, haciendo indispensable un reparto capaz de transmitir sus emociones al mismo tiempo que sus personajes intentan reprimirlas. Es un gran trabajo conjunto que, naturalmente, será ignorado por todos los premios cinematográficos con prejuicios contra el género fantástico. Pero, bueno... eso es tema para otro día.
Para no extenderme más, terminaré diciendo que Midsommar es una película "rara" y surrealista, muy distinta a nuestra interpretación tradicional del horror, lo cual podría contrariar al público en busca de "sustos" fáciles y fórmulas establecidas. A pesar de sus dos horas y media de duración, nunca la sentí aburrida... aunque hay un par de sub-tramas con escaso valor narrativo que podrían haberse resumido sin afectar la historia. Fuera de eso, Midsommar me pareció una potente experiencia que podría recomendar para el público dispuesto a participar en un bizarro sacramento cinematográfico con más preguntas que respuestas. Después de todo, esa es la base de la fe.
Calificación: 9
IMDb
Saturday, September 21, 2019
Rambo: Last Blood
Síntomas: John Rambo (Sylvester Stallone) luchó toda su vida por distintas causas, pero por fin encontró la paz en una granja de Arizona, donde entrena caballos con ayuda de María (Adriana Barraza) y su nieta Gabriela (Yvette Monreal). Entonces Gabriela es secuestrada por traficantes humanos, y la guerra empieza de nuevo para John.
Diagnóstico: Como genérica película de acción, Rambo: Last Blood no está mal. Pero como conclusión de la saga de John Rambo me pareció superficial y decepcionante. Después de transformar el cine de acción en los ochentas, y desarrollar al personaje a lo largo de tres décadas, Sylvester Stallone termina copiando la fórmula de Taken. Es la definición viviente de "oportunidad desperdiciada".
Claro, las películas de Rambo nunca fueron complicadas, pero supieron evolucionar y adaptarse al "zeitgeist" cultural. Por eso yo esperaba algo ligeramente más profundo... tal vez retomando el comentario sobre las condiciones de los veteranos en tiempos de paz (el tema central de la original First Blood), o un astuto replanteamiento del personaje para futuras generaciones (como Stallone hizo con Creed, respetando el espíritu de Rocky, pero pasándole la carga a un actor joven). De hecho, al principio de Rambo: Last Blood, pensé que la joven Gabriela sería la nueva heroína, entrenada por su "Tío John" para defender su propiedad y su familia; pero no... simplemente fue otra "damisela en peligro" para motivar al justiciero geriátrico.
Lo cual, como dije, no fue intrínsecamente malo. Dentro de su escasa ambición narrativa, Rambo: Last Blood es una obra dinámica y entretenida, con buenas actuaciones (los villanos interpretados por Oscar Jaenada y Serio Peris-Mencheta son realmente temibles), perturbador realismo en su tratamiento del tráfico humano, y contundente acción que dejará satisfechos a los devotos del "gore" (como yo), con abundantes escenas de creativa violencia y chorros de sangre práctica y digital. Además, Rambo: Last Blood fue definitivamente mejor que las baratas "B-Movies" donde hemos visto a Stallone en años recientes. Ojalá todas sus películas tuvieran esta energía y carácter (por cierto, me dio gusto ver de nuevo la escopeta incendiaria de Escape Plan: The Extractors, pero aprendí que el secreto no está en la escopeta, sino en los cartuchos especiales).
La actuación de Sylvester Stallone recicla el tono sombrío y melancólico que vimos en Rambo (2008), lo cual basta para llenar los huecos que deja abiertos el previsible libreto de Matthew Cirulnick. Por cada rancio cliché y atajo narrativo (por ejemplo, la reportera interpretada por Paz Vega que aparece en el momento justo para darnos información sobre los villanos), Stallone logra conjurar un poco de emoción en su retrato del veterano que nunca superó el trauma de la guerra. La gravedad de su actuación a veces choca con la frivolidad del argumento, pero es mejor que nada, y nos permite un atisbo a la fracturada psicología que respalda su inflexible código de conducta. Solo faltó un poco de ingenio para cocinar todos esos ingredientes en una receta realmente satisfactoria, que no pareciera un platillo desechable, sino una gloriosa "última cena".
Y, bueno, no puedo dejar de mencionar el subtexto político que cada espectador interpretará según su perspectiva personal. Seguramente en los Estados Unidos habrá personas que se deleitarán viendo a este héroe cien por ciento americano matando mexicanos con lujo de saña; sin embargo quiero pensar que Rambo: Last Blood no fue intencionalmente una fantasía trumpiana anti-inmigrantes, sino una historia consistente con la ubicación geográfica y el perfil de sus personajes. No me encanta la idea de que pinten a México como una inmunda pocilga de crimen y vicio, pero tampoco me quejé cuando hicieron lo mismo con otros países en cintas similares (por ejemplo Birmania en Rambo, para no ir muy lejos).
Entonces, Rambo: Last Blood me pareció una sólida entrada en la saga de John Rambo que cumple casi todo lo que los fans esperaban (esperábamos). Pero si realmente fue su última película, dejaron pasar la oportunidad de "cerrar el círculo" con un argumento más inteligente y respetuoso de un legado con más de treinta años. O tal vez están guardando la auténtica conclusión para el "reboot" de la serie animada.
Calificación: 8
IMDb
Friday, September 20, 2019
Ad Astra: Hacia las Estrellas (Ad Astra)
Síntomas: En el futuro no muy lejano, la Tierra sufre un catastrófico bombardeo de energía procedente de algún lugar en nuestro sistema solar. Entonces, el Mayor Roy McBride (Brad Pitt) viaja a Marte para investigar la causa del fenómeno, el cual podría estar relacionado con una figura de su pasado.
Diagnóstico: Durante ese introspectivo viaje, el Mayor McBride encuentra una serie de individuos, lugares y situaciones mucho más interesantes que la misión principal de la película (algunos ejemplos: piratas lunares, astronautas retirados, y burocracia marciana), lo cual me hizo pensar que Ad Astra: Hacia las Estrellas tenía nobles intenciones de ciencia ficción "seria", pero no encontró las ideas adecuadas para respaldar su ambición.
Al menos Brad Pitt justifica cada centavo de su sueldo al sacar máximo provecho del monótono libreto co-escrito por Ethan Gross y por el director James Gray (The Lost City of Z). El problema es el pretencioso tono de una película que, una vez más, busca desesperadamente el ángulo "personal" para justificar el heroísmo del protagonista. No basta con salvar al mundo... siempre es necesario un trauma emocional para satisfacer al espectador (o al menos eso piensan los ejecutivos de Hollywood). Y, en este caso, el trauma son los "daddy issues" del Mayor McBride, disfrazados de cuestionamientos filosóficos y alegorías religiosas. Bostezo.
Habiendo dicho eso, la premisa tiene potencial: un fenómeno cósmico afecta la vida en la Tierra, pero no viene del espacio profundo, sino de nuestro sistema solar. Y todo indica que su origen está relacionado con una misión espacial que se perdió años atrás mientras buscaba evidencia de vida extraterrestre.
Desafortunadamente Ad Astra: Hacia las Estrellas comete el error de poner la emoción por encima de la lógica (algo similar a lo que ocurrió con Interstellar). El director intenta imitar el realismo de obras como Gravity o 2001: A Space Odyssey, con largas tomas de naves en cuidadosas maniobras espaciales, y caminatas extra-vehiculares con rigurosa atención a los efectos de masa e inercia. Pero cuando necesita un clímax dramático, no le importa romper todas las reglas de física para endilgarnos alguna ridícula escena que destruye por completo el "realismo" cultivado hasta ese momento. Me gustaría mencionar ejemplos, pero todos serían "spoilers". Baste decir que Ad Astra: Hacia las Estrellas me hizo reír en varias ocasiones, como si estuviera viendo una "B-Movie" de los años cincuentas (de hecho, algunos momentos específicos me recordaron The Phantom Planet y Moon Zero Two). Y, en lo que se refiere al melodrama personal del Mayor McBride, solo puede subsistir por medio de excusas y obstáculos penosamente inverosímiles (¿McBride tiene que viajar a Marte solo para sentarse enfrente de un micrófono? ¿Qué demonios?)
Por el lado positivo, Ad Astra: Hacia las Estrellas es visualmente impresionante, y ofrece escenas sorpresivas e inquietantes que casi compensan la torpeza de la trama. La actuación de Brad Pitt encuentra el balance entre la fría eficiencia de un astronauta preparado para todo, y un hombre emocionalmente reprimido por eventos de su infancia. Y, aunque los actores secundarios entran y salen de la película con alarmante rapidez, algunos dejan su huella a base de talento, carisma, o simpática incongruencia. Entre mis favoritos: Donald Sutherland, Ruth Negga, y Natasha Lyonne. Preferiría conocer sus historias individuales, en vez de seguir la telenovela de Roy McBride y su padre ausente.
Son muchas quejas, pero la verdad es que Ad Astra: Hacia las Estrellas me gustó la mayor parte del tiempo, y capturó mi atención con su precisa dirección y complejo marco temático que incluye clásicas reflexiones sobre familia, identidad, y nuestro futuro como individuos y como especie. Me alegra la creciente popularidad de ciencia ficción madura como Ad Astra: Hacia las Estrellas... pero no logró convencerme de su seriedad con tantas pifias y recursos baratos que no alcanzan a esconderse tras su opulenta producción. En resumen: una "B-Movie" con aspiraciones de excelso arte cinematográfico que no fue ni lo uno ni lo otro, sino un híbrido razonablemente entretenido. Además, nadie había explorado con tal crudeza el misterio de los mandriles espaciales.
Calificación: 7.5
IMDb
Wednesday, September 18, 2019
The Dead Don't Die
Síntomas: Una anomalía en la rotación terrestre desata una epidemia de zombies en el apacible pueblo de Centerville.
Diagnóstico: Me encanta el estilo del director Jim Jarmusch... pero no siempre me gustan sus películas. Para bien o para mal, The Dead Don't Die es un claro ejemplo de esta contradicción.
En cintas como Stranger Than Paradise, Broken Flowers y The Limits of Control, he disfrutado el parsimonioso ritmo de una narrativa difusa y caprichosa en la superficie... pero en realidad dedicada a crear una impresión subconsciente de los personajes, sitios o situaciones que describe el libreto. Para Jarmusch la historia es tan solo una consecuencia accidental del carácter y la atmósfera... un medio fértil de cultivo para desarrollar emociones y texturas que no necesitamos "entender" para apreciar sus películas. Es como un reloj que no puede dar la hora, pero nos hipnotiza con el movimiento de sus engranes. O algo así. No sé; el arte es subjetivo, y la obra de Jarmusch es particularmente "artística" en este aspecto.
Lamentablemente The Dead Don't Die nunca hipnotiza, y apenas entretiene. Durante los créditos finales Jarmusch incluye agradecimientos a George A. Romero, David Cronemberg, Sam Raimi y Bruce Campbell (entre otros), lo cual podría sugerir que The Dead Don't Die es un tributo a la obra colectiva de esos cineastas. El libreto incluye zombies lentos que tienden a repetir las rutinas importantes de sus vidas (ecos de Dawn of the Dead). Y, aunque hay canibalismo, numerosas muertes y "headshots", la violencia parece de caricatura (similar a Evil Dead II), con un sardónico humor que nos impide tomar en serio la crisis de Centerville. Jarmusch incluso cruza la línea de la comedia "meta"... y, francamente, me pareció forzada e inconsistente con el resto de la cinta... aunque admito que me hizo reír en varias ocasiones ("Después de todo lo que he hecho por ese ingrato").
Hablando de lo cual, la mejor razón para recomendar The Dead Don't Die (además de los excelentes efectos especiales que añaden un interesante "twist" al exterminio de zombies) son las actuaciones de un ecléctico elenco con plena participación en la estética absurdista de la película.
El eje de The Dead Don't Die es la relación entre Cliff Robertson (Bill Murray), el alguacil local, y Ronnie Peterson (Adam Driver), el policía serio y metódico que toma la descabellada situación con asombrosa calma. La interacción de estos personajes establece el tono de la película, y sus lacónicas conversaciones revelan los detalles que el libreto omite intencionalmente. Bill Murray y Adam Driver son perfectos para estos papeles, cada uno aportando no solo los elementos formales de una buena actuación, sino rasgos de su imagen pública que juegan con nuestras expectativas. Todo es parte de un gran chiste (no muy bueno, a decir verdad)... pero los actores jamás traicionan la sinceridad de los personajes.
Los acompaña un desfile de ilustres actores en papeles que van de lo cotidiano (Danny Glover) hasta lo bizarro (Tilda Swinton); y, como frecuentemente ocurre con este cineasta, la combinación es mayor a la suma de sus partes. Digamos que jamás creí ver a Bill Murray, Larry Fessenden y Selena Gomez en una misma escena. Incluso cuando falla, Jarmusch no pierde oportunidad de sorprendernos.
Y, hablando de sorpresas, el final es bastante inesperado, pero también bastante arbitrario. Lo cual sirve como adecuado remate al rompecabezas de The Dead Don't Die.
En el contexto de la filmografía de Jarmusch, creo que The Dead Don't Die fue un experimento comercial en un formato accesible (la "comedia de terror"), que no resultó compatible con la oblicua visión del director. No se parecen en nada, pero me gustó muchísimo más Only Lovers Left Alive, una especie de drama vampírico con auténtica sustancia y melancolía para complementar el "horror". Pero, a pesar de sus fallas, no podemos negar que The Dead Don't Die se trata de una película única, repleta de escenas graciosas o simplemente tan raras que tienen que verse para creerse. Eso deberían poner en el póster… "Tiene que verse para creerse".
Calificación: 8
IMDb
Monday, September 16, 2019
La Música de Mi Vida (Blinded by the Light)
Síntomas: Además de las tribulaciones normales de la adolescencia, el joven Javed Khan (Viveik Kaira) sufre humillaciones por el color de su piel, y se siente oprimido por la estricta disciplina paternal que le impide seguir su vocación artística. Entonces Javed descubre la música de Bruce Springsteen, y lo inspira a cambiar su vida.
Diagnóstico: No soy fan de "Bollywood", pero he disfrutado las películas de la directora Gurinder Chadha gracias al estilo humanista y natural que utiliza para retratar las complicaciones del choque de culturas en el Reino Unido. En cintas como Bend It Like Beckham y Bride & Prejudice, Chadha exploró los retos y aspiraciones de la comunidad india en Inglaterra por medio de fórmulas comerciales bien establecidas (como la comedia romántica o el cine "coming of age"), a las cuales añadió la riqueza de su herencia cultural, así como agudas observaciones sobre aceptación y tolerancia en sociedades insulares y reprimidas. Pero su mayor acierto como directora fue transformar esas situaciones específicas en emociones universales que podemos disfrutar en cualquier otro contexto cultural porque, a fin de cuentas, no somos tan distintos como algunas personas piensan (esas personas son generalmente los villanos en sus películas). Y ahora, en La Música de Mi Vida, Chada aplica sus poderes analíticos en la población pakistaní del pequeño pueblo inglés de Luton en 1987, cuando la precaria situación económica y el resentimiento de los "nativos" hacen la vida más difícil para el joven Javed Khan, ya de por sí agobiado por su estricta familia, la disparidad económica con su mejor amigo, y su ambición de trabajar como escritor a pesar de su inseguridad sobre su talento.
Clásica receta de Gurinder Chadha. Y por eso La Música de Mi Vida me estaba gustando mucho... hasta que interviene el asunto de Bruce Springsteen. Ahí fue donde empezó a declinar mi interés.
Conviene aclarar en este punto que no tengo nada en contra de Bruce Springsteen. Conozco solo un par de sus canciones, y respeto su trayectoria pero, simplemente, no encuentro su música tan inspiradora como Javed; y eso bastó para romper mi conexión emocional con la película.
Bueno, eso, y las interminables secuencias musicales donde las canciones de Bruce Springsteen provocan espontáneas rutinas de baile que existen en un difuso territorio entre fantasía y realidad. ¿Debemos asumir que Javed está imaginando estas secuencias, o están ocurriendo en la vida real? Además, estas canciones alargan la película hasta dos horas que apenas pueden sustentar el libreto lleno de clichés, acerca del joven que encuentra su "voz" como escritor mientras define su identidad. Y, desde luego, no puede faltar el romance con la joven Eliza (Nell Williams), incipiente activista política en constante rebelión contra sus padres conservadores.
A pesar de todo, las actuaciones de La Música de Mi Vida me parecieron buenas; la ambientación ochentera aporta una atmósfera nostálgica que, de paso, nos recuerda las miopes decisiones tomadas en aquel entonces por figuras como Margaret Thatcher y Ronald Reagan, cuyas consecuencias seguimos pagando hasta nuestros días. Y, desde luego, la dirección de Chada es tan accesible como siempre... con excepción de esa faceta musical de la película que no funcionó para mi.
Creo que La Música de Mi Vida cumplió su propósito... pero solo la recomendaría para fans de Bruce Springsteen que compartan el entusiasmo del protagonista y su identificación con las experiencias narradas en canciones como Thunder Road, The Promised Land y Blinded by the Light (el título original de la película, por cierto). Tal vez si hubiera sido Black Sabbath en vez de Springsteen me hubiera gustado más. Pero entonces sería una película de terror.
Calificación: 7
IMDb
Sunday, September 15, 2019
La Espía Roja (Red Joan)
Síntomas: En el año 2000, Joan Stanley (Judi Dench) es acusada de espionaje por el Servicio de Inteligencia británico. Entonces, durante el interrogatorio, Joan recuerda su juventud en la Universidad de Cambridge, en 1938, cuando empezó a frecuentar grupos estudiantiles con subversivas ideas políticas.
Diagnóstico: Calculo que La Espía Roja es aproximadamente 70% melodrama romántico, y 30% espionaje. Desde luego yo hubiera preferido que esos porcentajes se invirtieran, pero aún con esa disparidad narrativa me pareció una recomendable película que imparte una valiosa lección de historia... aunque no en la manera que suponemos.
Para empezar, La Espía Roja es una pseudo-biografía de cuestionable fidelidad histórica, pues está basada en la novela "Red Joan" de Jennie Rooney, quien se inspiró parcialmente en la vida de Melita Norwood, la legendaria "abuelita espía" de los años ochentas (en ambos sentidos)(ja, ja). Y si a eso añadimos la imaginación de la guionista Lindsay Shapero, tenemos algo muy lejano de una supuesta "lección de historia".
Sin embargo, el valor histórico de La Espía Roja va más allá de una biografía individual, ya que el director Trevor Nunn utiliza a los personajes (reales o imaginarios) para analizar el balance de poder entre los Aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Sin revelar más de la cuenta, mencionaré que Joan Stanley participó en la "carrera nuclear" inglesa... el desesperado desarrollo de una bomba atómica antes de que los alemanes tuvieran acceso a esta devastadora tecnología. Entonces, la situación laboral de Joan (interpretada en su juventud por Sophie Cookson) le permite evaluar (y criticar) el comportamiento de los científicos ingleses, canadienses, y norteamericanos que participan en el proyecto; todos buscando el mismo resultado, pero con principios éticos muy distintos. Es una perspectiva inusual, y no siempre suena tan parcial como el director supone; pero encontré fascinante la motivación de Joan para tomar las decisiones que, décadas después, tendrían graves repercusiones para ella, para su familia, y hasta para el país mismo.
Otra interesante reflexión que incluye La Espía Roja es la responsabilidad de los científicos sobre los efectos de la bomba atómica. ¿Serán cómplices en la muerte de miles de inocentes? ¿O podrán dormir tranquilos sabiendo que las decisiones de vida y muerte son de políticos y generales totalmente ajenos a la noble actividad científica?
Sí, son demasiados temas para una película; y además, ¿qué tiene que ver todo esto con la dulce ancianita acusada de espionaje? Como dije, lo más interesante de La Espía Roja no es la investigación oficial de arcaicos crímenes contra la Corona, sino la exploración de los factores sociales, políticos, y hasta emocionales que moldearon la ideología de la joven Joan, creando el perfecto conflicto de principios morales y pragmatismo para hacerla cuestionar su lealtad hacia su país... o, mejor dicho, hacia los gobernantes que parecían más interesados en sus propias carreras que en su deber.
En fin... sirva todo este rollo para aclarar por qué me gustó una película de espías que pasa más tiempo contemplando los líos románticos de la protagonista, en vez de sumergirse en los electrizantes detalles de esta azarosa ocupación. Y, si todo eso falla, tenemos la metódica dirección de Trevor Nunn, veterano del teatro inglés cuya elegante sensibilidad realmente cumple aquello de "menos es más", obteniendo el mayor impacto posible en escenas modestas y con un reducido elenco que de gran talento y flexibilidad. Entre los integrantes de ese elenco: obviamente Judi Dench y Sophie Cookson, interpretando a Joan Stanley en extremos opuestos de su vida, con distintas prioridades, pero siempre fieles al carácter del personaje. Ben Miles es el hijo de Joan, amargamente dividido entre el escándalo familiar y su lealtad a su madre. Y Tom Hughes y Stephen Campbell Moore interpretan a los otros dos ángulos del triángulo romántico que consume más tiempo del necesario... aunque, para ser justos, el romance es ciertamente un factor clave en la historia de la espía, así que tampoco podría omitirse sin perder valiosos ingredientes dramáticos.
En conclusión, yo hubiera preferido un auténtico "thriller" de espías; pero La Espía Roja resultó más ambiciosa en su fondo para compensar la sencillez de su forma. Y si bien le faltó la tensión e intriga del "spycraft", creo que las causas pueden ser tan interesantes como las consecuencias. ¿Qué haríamos en esas circunstancias? Y, más importante... ¿por qué lo haríamos?
Calificación: 8
IMDb
Friday, September 13, 2019
Atrapados: Una Historia Verdadera (Kursk - The Command)
Síntomas: Un accidente a bordo del submarino ruso Kursk pone en peligro la vida de sus tripulantes. Mientras tanto, sus familias enfrentan la burocracia gubernamental para obtener información sobre sus seres queridos.
Diagnóstico: Algunas recientes cintas históricas, como The Red Sea Diving Resort y 15 Minutes of War tienen a su favor el paso de varias décadas para transformar la tragedia en aventura, y la aventura en clichés fácilmente adaptables a la fórmula del moderno thriller cinematográfico. Sin embargo, Atrapados: Una Historia Verdadera retrata eventos relativamente recientes, y tan desmoralizantes que sería difícil calificarla como entretenimiento.
El director Thomas Vinterberg realizó una película de alta calidad técnica, con sobrias actuaciones y nobles intenciones de rendir tributo a la tripulación del submarino Kursk... pero no podría decir que me pareció "recomendable" en el sentido convencional. No sé... tal vez fue el recuerdo de las noticias sobre esta tragedia, ocurrida a principios de este siglo, lo que me impidió separar la realidad de la ficción, y disfrutar Atrapados: Una Historia Verdadera como cualquier otra película naval.
Tal vez el secreto para asimilar Atrapados: Una Historia Verdadera es no enfocarse en el submarino accidentado, sino en la reacción de la burocracia rusa para resolver una situación imposible; primero demorando una misión de rescate, y luego rehusando ayuda internacional por motivos políticos. Hay momentos realmente exasperantes en la película que podríamos atribuir a la negligencia del gobierno ruso... pero en el fondo sabemos que lo mismo podría ocurrir (y probablemente ocurre) en cualquier otro país, sin importar su ideología o nivel de desarrollo económico.
En fin... esos son los pensamientos pesimistas que inspira Atrapados: Una Historia Verdadera, junto con la angustia de personajes que luchan por sobrevivir siguiendo metódicamente su entrenamiento mientras tratan de conservar la calma y no perder la moral. Los escenarios y diseño de la película capturan la claustrofóbica atmósfera del submarino inundado; y Vinterberg dirige escenas de insoportable tensión donde todo depende de un pequeño "mcguffin" (por ejemplo, cartuchos de oxígeno), y de no cometer el más pequeño error en circunstancias caóticas e impredecibles. Obviamente hay bastante manipulación digital, pero el resultado es tan orgánico y natural que se siente como un documental.
Las actuaciones son buenas, aunque los personajes se siente planos. Con una tripulación tan amplia es difícil profundizar en el carácter individual de cada marino. Y lo mismo ocurre con los militares rusos que ponen el orgullo nacional sobre las vidas de sus compatriotas; y con los oficiales ingleses que ofrecen ayuda cuando se enteran del accidente. Sabemos que el libreto tiene problemas cuando Colin Firth y Max Von Sydow apenas dejan dejan su marca en la película.
No obstante, Atrapados: Una Historia Verdadera cumple su propósito más básico: inspirar respeto por las víctimas; y señalar las múltiples causas (externas e internas) que conspiran para crear tragedias de esta escala. Sin duda es un mensaje importante... pero no necesariamente el que encontraríamos en un "thriller submarino" convencional. En otras palabras: dura lección de historia; mala selección como "date movie".
Calificación: 8
IMDb
Wednesday, September 11, 2019
Night Hunter
Síntomas: El Teniente Aaron Marshall (Henry Cavill) persigue a un asesino serial que secuestra y mata mujeres. Pero el vigilante Michael Cooper (Ben Kingsley) podría encontrarlo primero, porque no está limitado por los protocolos de la Policía.
Diagnóstico: Spoiler: El asesino es capturado en los primeros quince minutos de Night Hunter. Y ahí es donde realmente empieza la historia.
Night Hunter tiene abundantes problemas. Su argumento cruza en numerosas ocasiones la línea del absurdo; los héroes cometen imperdonables errores para mantener la trama en movimiento; y los procedimientos policíacos tiene el realismo de un episodio de Scooby Doo.
Sin embargo, el director y guionista David Raymond comprende perfectamente el tono y textura de la clásica literatura "pulp" de detectives, y es capaz de trasladarla al presente sin perder sus más exuberantes ingredientes, y sin insultar (demasiado) la inteligencia del público. O al menos del público dispuesto a aceptar algunos ridículos "twists" porque hacen la película más entretenida, y no porque sean lógicos o creíbles. Ese fue mi caso, y me divertí bastante; pero no puedo garantizar que todos opinarán lo mismo.
No diré más de la historia. Mejor me enfocaré en el reparto que eleva el perfil de la cinta con sólidas actuaciones y suficiente carácter para mantener nuestra atención a pesar de sus ocasionales tropiezos.
Henry Cavill es un actor que nunca había "tragado". Y hasta ahora descubrí por qué: al igual que su colega Armie Hammer (con quien trabajó en The Man From U.N.C.L.E.), Cavill tiene apariencia de estrella de cine, pero su talento funciona mejor en roles "de carácter". Hollywood lo ha encasillado en costosos "blockbusters" con resultados que fueron de lo mediocre (Man of Steel) a lo catastrófico (Immortals). Sin embargo en Night Hunter podemos verlo en una actuación más "real" e introspectiva, y creo que por fin encontró su nicho (algo similar a lo que experimentó Armie Hammer en Call Me By Your Name). El Teniente Marshall es básicamente el viejo cliché de "policía torturado por el pasado en busca de redención personal"; y aunque no es un papel complicado, Cavill lo aborda con un buen balance de intensidad visceral y criterio analítico. En otras palabras, es un "cañón suelto" que puede dominar sus impulsos cuando la situación lo requiere.
Alexandra Daddario es otra actriz atrapada en roles frívolos por su belleza física. Afortunadamente en sus películas más recientes (ejemplo: We Have Always Lived in the Castle) está superando ese "obstáculo", y Night Hunter continúa esa tendencia con el papel de la Dra. Rachel, psicóloga encargada de analizar al asesino serial, lo cual presenta más riesgos de lo que ella suponía. En el papel del asesino, Brendan Fletcher ofrece una actuación excéntrica y demencial, exagerando con gran entusiasmo para crear un antagonista impredecible. Todos los policías quieren matarlo, y Fletcher logra inspirar el mismo odio en el espectador. Finalmente, el gran Ben Kingsley interpreta a Michael Cooper, un "vigilante" que caza depredadores sexuales con ayuda de su protegida Lara (Eliana Jones), una joven acostumbrada al peligro y con firme convicción en la cruzada justiciera de su mentor. Encontré ambos personajes muy interesantes por sus métodos y dinámica, pero desafortunadamente el director no sabe cómo utilizarlos, y terminan como adornos de dudosa utilidad. O tal vez Night Hunter fue una simple introducción, y Raymond está planeando darles su propio "spin-off", el cual vería con gusto.
También aparecen en roles secundarios Stanley Tucci, Minka Kelly, y Nathan Fillion en un papel tan pequeño e irrelevante que debe haber sido como favor para algún amigo. O tal vez perdió una apuesta.
Entonces, como dije al principio, Night Hunter (también conocida como Nomis) tiene graves fallas estructurales y un argumento altamente inverosímil. Pero sus personajes, atmósfera y tono general me recordaron las sórdidas historias de detectives publicadas en revistas literarias en los años treintas, como "Black Mask" o "Dime Detective", y escritas por autores como Sax Rohmer, Lester Dent y Hugh B. Cave. Ninguno de ellos alcanzó la aclamación crítica de Raymond Chandler o Dashiel Hammett (probablemente con buena razón), pero tenían su propio encanto, y me dio gusto encontrar su equivalente moderno en Night Hunter. No importa que una historia sea absurda, siempre y cuando sea entretenida.
Calificación: 7.5
IMDb
Monday, September 9, 2019
Satanic Panic
Síntomas: En su primer día repartiendo pizzas, la joven Sam (Hayley Griffith) lleva un pedido al vecindario más elegante de la ciudad, esperando una generosa propina; pero lo que encuentra es una secta satánica en busca de víctimas para un sacrificio ritual.
Diagnóstico: A primera vista la trama de Satanic Panic no parece muy original; pero la creatividad se asoma en los detalles, incluyendo la simpática caracterización de los personajes, el astuto comentario social del libreto, y el excelente balance entre sátira y horror que añade profundidad a un relato engañosamente convencional.
Sam, la protagonista, parece una genérica "chica final" inocente y optimista, lo cual no siempre es bueno en el ingrato trabajo de repartidora de pizzas. Sin embargo, la gradual revelación de sus tribulaciones pasadas alteran nuestra percepción de Sam, y la convierten en una persona real, en vez de un simple cliché de terror. Y lo mismo aplica a todos; ya sean villanos, aliados o víctimas desechables, la directora Chelsea Stardust y los co-escritores Ted Geoghegan (We Are Still Here) y Grady Hendrix siempre encuentran el rasgo humano para enriquecer el carácter de los personajes.
Lo cual se vuelve particularmente importante cuando entramos al "mensaje político" de Satanic Panic, donde se explora la alarmante disparidad entre la clase trabajadora y el "1%" que vive en otro mundo, ajeno a las penurias de la gente normal. Las locaciones y diseño de producción subrayan las vidas de exceso y opulencia que, con el paso del tiempo, les roban a estos individuos la empatía por el resto de la humanidad, y los convierten en virtuales psicópatas incapaces de reconocer los sentimientos de sus semejantes. Y, cuando esa "enfermedad" se combina con la paranoia de la secta satánica, crea auténticos monstruos humanos dispuestos a sacrificarlo todo (incluyendo sus propias familias) para elevar su posición social y cumplir su ambición de poder.
Cierto, la lucha de clases no es un tema nuevo; pero cuando se fusiona con el horror se vuelve más contundente, gracias a la natural exageración del género. En otras películas se puede hablar de "devorar almas" metafóricamente... pero en una cinta de horror sabemos que será un festín literal de sangre y tripas como plato principal.
Hablando de lo cual, Satanic Panic tiene adecuadas cantidades de sangre y violencia, pero no fue tanta como yo esperaba. Los efectos son buenos, y se utilizan como genuino apoyo del melodrama; sin embargo la moderación de la cinta podría decepcionar a quienes esperaban "gore" de principio a fin. En el fondo, Satanic Panic no es una película de sangre, sino de ideas. Aunque usted no lo crea.
Y, afortunadamente, esas ideas se transmiten con mayor elocuencia gracias al brillante elenco que aborda sus papeles con humor y convicción. Hayley Griffith es una excelente protagonista, simpática y vulnerable, pero con el pragmatismo necesario para tomar complicadas decisiones que podrían determinar su futuro. Ruby Modine (Happy Death Day) es la única aliada que podría ayudarle a sobrevivir... pero en un entorno tan volátil no se puede confiar en nadie. Finalmente, Rebecca Romijn se roba la película en el papel de Danica Ross, la Gran Sacerdotisa y perfecta ama de casa que no solo sabe magia negra de alto nivel, sino el vino correcto para acompañar las vísceras de su esposo. Su actuación es tan buena que, incluso como figura central de maldad y egoísmo, logramos sentir un poco de compasión por ella. No debe ser fácil mantener el poder entre tantos hipócritas narcisistas y aduladores, listos para apuñalarla en cuanto cometa el menor error.
Por el lado negativo, creo que Satanic Panic hubiera funcionado mejor con un estilo visual más sofisticado. La cinematografía está bien, pero se siente un poco plana, sin la atmósfera que normalmente asociamos a este tipo de historias (por ejemplo, otras "joyas satánicas" como The Devil Rides Out y Night of the Demon). O quizás fue una decisión intencional de la directora, para señalar la corrupción y maldad que se esconden tras la apariencia de normalidad suburbana. Como sea, estuve recordando la abigarrada cinematografía de la reciente The Night Sitter, y lo bien que le hubiera sentado a Satanic Panic. Ah, y la edición crea algunas transiciones torpes y escenas inconexas que rompen el ritmo de la acción.
Satanic Panic es la segunda producción de la revista Fangoria (la primera fue Puppet Master: The Littlest Reich)(bueno, si no contamos las del siglo pasado), confirmando su compromiso con ideas frescas y directores jóvenes que trascienden su modestos recursos a base de humor e ingenio narrativo. Si continúan por este camino, podrían convertirse en la versión "lite" de Blumhouse... todos los monstruos clásicos, con un guiño humorístico que hace más ameno el horror.
Calificación: 8.5
IMDb
Sunday, September 8, 2019
Itsy Bitsy
Síntomas: Una misteriosa reliquia provoca eventos extraños en la casa del coleccionista Walter Clark (Bruce Davison), pero los más afectados podrían ser su enfermera Kara Spencer (Elizabeth Roberts) y sus dos pequeños hijos.
Diagnóstico: En general me gustan las películas "híbridas" que no se conforman con un solo género para contar sus historias (por ejemplo, las comedias de terror, o las sátiras políticas). La combinación de estilos puede revivir premisas cansadas, o encontrar nuevas facetas en fórmulas que creíamos conocer de memoria. O, en el caso de Itsy Bitsy, el horror y el drama familiar se apoyan mutuamente para completar las piezas faltantes en sus respectivas narrativas. Es una receta difícil de cocinar; y si bien al director Micah Gallo "se le quema la sopa" en un par de ocasiones, encontré el resultado más apetitoso de lo que esperaba (hacía mucho que no utilizaba analogías culinarias)(ya vi por qué).
Otra descripción de Itsy Bitsy podría ser "casa embrujada mezclada con 'creature feature'", donde un objeto maldito provoca fenómenos siniestros en un hogar disfuncional; pero esta vez no es un demonio o espíritu vengativo, sino una araña gigante que podría o no ser la diosa de una tribu perdida en busca de sacrificios humanos para castigar a quienes la sacaron de su entorno natural. No pregunten.
Y, por el lado disfuncional, tenemos a Kara (Elizabeth Roberts), enfermera divorciada en busca de una nueva vida, con la responsabilidad de dos hijos y una Tragedia del Pasado© que no ha logrado superar. El excéntrico ex-arqueólogo Walter Clark (Bruce Davison) tiene múltiples problemas de salud y necesita una enfermera, lo cual suena perfecto para Kara, pues recibirá un buen sueldo y podrá criar a sus hijos Jesse (Arman Darbo) y Cambria (Chloe Perrin) en un entorno rural más saludable que la gran ciudad. Sin embargo las cosas no salen como todos esperaban.
Kara tiene un secreto que hace más difícil su trabajo y provoca fricciones con su nuevo paciente; y además pelea constantemente con sus hijos, quienes no entienden la razón del súbito cambio de domicilio. Y, cuando parece que estamos viendo un melodrama "indie" sobre remordimiento y adicción, entra a escena la araña gigante. Bueno, no tan gigante como las de Eight Legged Freaks, pero al menos del tamaño de un perro mediano. Como sea, no quisiera encontrarla abajo de mi cama.
Con excepción de un clásico "gato-víctima", la araña tarda bastante en atacar a estos atormentados personajes. Durante gran parte de Itsy Bitsy, la araña observa a sus víctimas potenciales, como estudiando sus conflictos y absorbiendo la agresión de sus discusiones y la amargura de sus recuerdos. Entonces, cuando finalmente hay una víctima, interviene la policía (con Denise Crosby como la Alguacil local), y la película adquiere una nueva identidad, más similar a la de cintas como The Monster y The Babadook, donde la araña podría simbolizar el "veneno" que corrompe las relaciones entre los personajes... al menos los sobrevivientes.
Las actuaciones me parecieron notables para una B-Movie de terror (¿es mi imaginación, o Elizabeth Roberts es idéntica a Kari Wuhrer?); la cinematografía es apropiadamente sombría, y la dirección de Micah Gallo (en un auspicioso debut) revela madurez y seguridad para contar la historia a su propio ritmo, permitiendo que sus contradictorios aspectos se desarrollen armoniosamente, sin estorbarse entre sí... lo cual es bastante impresionante cuando reconocemos la incongruencia de "drama familiar con araña gigante". Trata de hacer eso, Christopher Nolan.
Por el lado negativo, todo esto significa que Itsy Bitsy se queda corta como película de horror. Pero la ausencia de sangre y violencia se compensa con la tortuosa atmósfera y suspenso inspirados por la interacción de los personajes y el inminente peligro de la deidad arácnida. Además, vale decir, los efectos prácticos y digitales son excelentes. La araña mecánica (diseñada por el estudio Dan Rebert Creations) se mueve con inquietante realismo; y la versión digital se integra perfectamente al material filmado, lo cual no debería extrañarnos, ya que el director Micah Gallo trabajó como productor de efectos visuales en cintas como Frozen, Hatchet II y Almost Human, así que tiene experiencia para lograr buenos resultados con poco dinero.
Entonces, no sé si Itsy Bitsy fue un buen melodrama independiente, o una adecuada experiencia de terror. Quizás no sea ninguna de las dos cosas. Pero me gustó su ambiciosa combinación de géneros, y admiré el talento del director para balancear elementos tan dispares en una historia que se siente al mismo tiempo muy humana, y con el toque justo de fantasía para simbolizar traumas comunes en el mundo real. Y para crear pesadillas en espectadores con aracnofobia.
Calificación: 8
IMDb
Friday, September 6, 2019
It: Capítulo Dos (It Chapter Two)
Síntomas: Veintisiete años después de derrotar al payaso Pennywise (Bill Skarsgård), los "Perdedores", ahora adultos, regresan al pueblo de Derry para terminar su misión... o morir en el intento.
Diagnóstico: Considerando el tamaño de la novela original "It", de Stephen King, creo que fue buena idea dividirla en dos películas para contar por separado la historia del pasado y la del presente; primero con los personajes como niños, y ahora en sus versiones adultas. Sin embargo, después de ver It: Capítulo Dos, siento que la división creo un notorio imbalance narrativo, haciendo esta segunda parte más pesada y menos congruente con los temas de la cinta original.
No es un problema fatal, pero enfrió un poco el entusiasmo que despertaron las virtudes técnicas de It: Capítulo Dos. Después de consumir incontables thrillers "indie" de bajo presupuesto, fue reconfortante encontrar un "blockbuster" bien financiado y magníficamente producido que no se acobarda ni trata de disimular el horror con pretensiones artísticas. Y también aprecié que, en esta ocasión, el director Andy Muschietti siguió con mayor fidelidad la trama del libro... hasta cierto punto.
El nuevo elenco adulto superó mis expectativas, no solo por reproducir la química de los actores infantiles, sino por mostrar la evolución literal y metafórica de sus respectivos personajes, conservando los efectos del trauma que sufrieron en aquel verano de 1989, pero ganando independencia de su pasado. Esa fue una de las mejores cualidades del libro, y me dio gusto que lograron conservarla en la adaptación cinematográfica.
Por el lado negativo, It: Capítulo Dos termina adoptando una clásica estructura modular que diluye el drama y lo reemplaza con un desfile de escenas tenebrosas y bien realizadas, pero desconectadas entre sí. Entiendo que fue necesario para completar el arco dramático de cada personaje, enfrentándolos a sus temores personales y ofreciendo diversas maneras de superar sus miedos y redimir sus errores... pero al mismo tiempo los separa durante gran parte de la película, negándonos el placer de la dinámica de grupo que tan bien manejaron al principio; por no mencionar que el nuevo plan para vencer a Pennywise se siente improvisado y demasiado arbitrario para tomarse en serio. Y creo que el guionista Gary Dauberman también pensó lo mismo, pues incorporó un par de chistes que señalan intencionalmente el problema ("Eso no va a arder nunca").
Pero, bueno... me estoy enfocando demasiado en detalles, cuando la verdad es que It: Capítulo Dos me pareció una experiencia divertida y satisfactoria, aunque no exenta de clichés para apoyar los puntos débiles de la historia. Algunos ejemplos: la resolución del triángulo romántico entre Bill Denbrough (James McAvoy), Ben Hanscom (Jay Ryan) y Beverly Marsh (Jessica Chastain); las convenientes teorías de Mike Hanlon (Isaiah Mustafa); y los forzados "secretos" de Richie Tozier (Bill Hader) y Eddie Kaspbrak (James Ransone). Como dije, no arruinan la película, pero indican el considerable esfuerzo del director para "domar" un relato tan complejo y meticuloso, que tal vez hubiera funcionado mejor como mini-serie de Netflix o HBO.
En cuanto al horror mismo, siento que It: Capítulo Dos tiende a reciclar las mismas fórmulas y situaciones de la primera cinta, lo cual es lógico en el contexto del relato, pero también revela una falta de imaginación para amplificar el peligro y establecer consecuencias más graves en la confrontación de Pennywise y los "Perdedores". Los mejores momentos de la primera película no fueron los excesivos efectos digitales, sino la angustia inmediata de los niños enfrentando horrores reales (como "bullies" o abuso paternal). Sin embargo la secuela prefiere subir el volumen de los efectos y casi elimina la tensión íntima y personal. En fin... supongo que era inevitable después del enorme éxito económico de It. Además, creo que al director le dan miedo las cosas grandes. No diré más. Excepto que la referencia a The Thing me hizo sonreír.
Y tampoco mencionaré todo lo que no me gustó del final, porque sería injusto hacer comparaciones tardías con la novela, después de que la primera cinta forjó una sólida identidad como mini-franquicia cinematográfica. Lo cual me lleva a la mejor cualidad de It: Capítulo Dos: es una secuela necesaria y justificada por razones narrativas, y no por ambición económica. Y, si todo sale bien, hasta aquí llega la historia. A menos que inventen una precuela con Pennywise en tiempos del Viejo Oeste o algo así. Entonces tal vez se completará el círculo que nos regresa al horror "indie" de bajo presupuesto.
Calificación: 8
IMDb
Thursday, September 5, 2019
Shadow
Síntomas: Desafiando las órdenes del Rey, el Comandante Yu (Deng Chao) propone un duelo contra sus rivales políticos para unificar el reino medieval de Pei... aunque también podría iniciar una guerra que lo destruirá.
Diagnóstico: Y eso apenas cubre los primeros minutos de Shadow. De ahí en adelante encontraremos abundante intriga política, secretos, traiciones, y desde luego las impresionantes secuencias de batalla y artes marciales que distinguen las películas de Zhang Yimou.
No todas las obras del cineasta aspiran a esta opulenta escala; pero las que he visto se han convertido en clásicos modernos, revelando una épica visión armónicamente balanceada con el intenso drama personal que forma el núcleo de sus historias. Hero, House of Flying Daggers y Curse of the Golden Flower son claras muestras de ese talento; y ahora podemos añadir a la lista Shadow, una cinta madura y reflexiva que algunos podrían considerar menos "espectacular" que las antes mencionadas; pero la riqueza de sus temas y la profundidad de los personajes compensan el ritmo un poco más lento de lo normal, así como el laberíntico argumento que acumula suficientes "twists" y melodrama para llenar tres películas... y sin embargo se mantiene claro y lúcido, siempre y cuando pongamos atención.
Supongo que podríamos llamarle "shakesperiana" a la densa red de sub-tramas que se desarrollan paralelamente en Shadow, mostrando distintas perspectivas de la lucha por el poder en el Reino de Pei. El Comandante Yu no es lo que aparenta, sino una "sombra"... un doble entrenado desde niño para tomar el lugar del auténtico Comandante en situaciones de peligro. Y nada es más peligroso que desobedecer al Rey, quien está buscando una solución diplomática para resolver una amarga disputa territorial con el reino de Yang. Pero el Comandante está cansado de esperar, y organiza un plan con mucho honor e ingenio... y pocas probabilidades de éxito.
No describiré a cada miembro de la corte y sus respectivos planes; baste decir que todos los personajes de Shadow ocultan algo; y la gradual revelación de tantos secretos captura la atención del espectador durante el parsimonioso primer acto. Entonces, cuando comprendemos todo lo que está en juego, comienzan las batallas... y son mucho más satisfactorias porque su significado trasciende el espectáculo visual.
Lo cual de ninguna manera reduce la grandiosidad de las imágenes que ofrece Shadow. Yimou y su co-guionista Wei Li ponen igual esmero en el drama que en la acción, creando situaciones únicas en el cine "wuxia" que no solo lucen las tremendas coreografías de Zhitai Lin y Tengfei Tang, sino que complementan los temas de la película. ¿Quién hubiera pensado que una pelea con sombrillas ocultaría un subtexto ideológico tan contundente?
Deng Chao es impresionante en el doble papel del Comandante Yu y su "sombra" Jing. Sun Li es la esposa de Yu, cuya actuación es casi muda, y al mismo tiempo la más elocuente de la película. Zhang Kai es el Rey arrogante y caprichoso... pero de ninguna manera estúpido. Y Xiaotong Guan es la hermana del Rey, quien podría tener la solución a todo el problema si acepta sacrificar su futuro por el bien de la nación.
El estudio Digital Domain creó escenarios digitales increíblemente detallados que además explotan las ventajas estratégicas de palacios, puentes y el río donde se desarrolla la gran batalla final. Rara vez había visto la geografía de un lugar tan bien aprovechada con fines narrativos. Y, desde luego, todo se ve espectacular. Cada cuadro es una obra de arte que evoca la textura de los pinceles chinos, ya sea en una pelea bajo la lluvia, o caminando entre los murales del palacio de Pei. De hecho, me gustaría ver Shadow de nuevo para admirar su diseño y cinematografía, sin distraerme con el complicado argumento. Pero terminaría atrapándome el drama, porque es imposible ignorar la "voz" de Yimou.
En mi humilde opinión, Shadow es la película más ambiciosa de Zhang Yimou, aunque no haya sido la más atractiva (The Curse of the Golden Flower) ni la más emocionante (Hero). Pero es un gran testimonio de su talento para combinar drama y acción con una sensibilidad artística rara vez empleada en el cine contemporáneo. En otras palabras, un auténtico balance de Yin y Yang. Mente y Corazón. Sombrillas y Cuchillos.
Calificación: 9.5
IMDb
Tuesday, September 3, 2019
Boar
Síntomas: Los habitantes de un pequeño pueblo australiano se ven amenazados por un jabalí gigante con mala actitud.
Diagnóstico: Para quienes crecimos en los ochentas, esa sinopsis despertará recuerdos del menospreciado thriller Razorback (1984), dirigido por Russell Mulcahy con el mismo estilo visual que popularizó en sus videos musicales (los cuales ayudaron a definir el "look" de MTV en aquella década). Sin embargo Boar es muy diferente... una obra "indie" con escasa visión artística, pero abundante entusiasmo para matar personajes y lucir a su hermosa criatura de látex, siempre dispuesta a despedazar a los humanos que invaden su territorio.
Por el lado negativo, esto significa que Boar tiene el inconfundible "sabor" de una producción semi-amateur. Los efectos especiales son excelentes (para estándares de B-Movie), pero la dirección, edición y actuaciones sufren limitaciones que reducen el impacto general de la película. A fin de cuentas Boar me gustó por lo que es... pero no puedo defenderla como "joya oculta" porque definitivamente no lo fue.
Con esas advertencias fuera del camino, puedo enfocarme en "lo bueno". El director Chris Sun tiene obvio afecto por el género fantástico, y lo demuestra desde la selección del reparto, el cual incluye veteranos como Bill Moseley (House of 1000 Corpses, Texas Chainsaw 3D), John Jarratt (Wolf Creek, Rogue), y Nathan Jones (Mad Max: Fury Road, The Scorpion King: Book of Souls). Sus papeles no son particularmente profundos ni dramáticamente relevantes (casi todos son víctimas desechables del monstruo), pero aportan carácter y credibilidad a la cinta, además de contribuir a la deliciosa atmósfera cultural del "outback" australiano, una mística región de gran belleza natural e inmensos peligros para quienes no saben respetarla.
A un pequeño pueblo en ese "outback" (no mencionan su nombre, pero la película se filmó en Gympie, Queensland) llega una familia de la gran ciudad para visitar al Tío Bernie (Nathan Jones), un granjero local con temible apariencia pero buen carácter. Entonces sus vacaciones se interrumpen cuando un inmenso jabalí empieza a matar a las personas que tienen la mala suerte de encontrarlo.
Y eso es todo; Boar es básicamente Jaws en tierra firme, con un grupo de pintorescos personajes tratando de sobrevivir o matar al invencible animal. Al igual que hizo Ridley Scott en Alien, Boar no tiene protagonistas definidos... todos son víctimas potenciales, desde las atractivas Ella (Christie-Lee Britten), Sasha (Melissa Tkautz) y Debbie (Simone Buchanan)(cualquiera de las cuales sería una adecuada "chica final" en otras circunstancias), hasta el mismo Tío Bernie (Nathan Jones), un "gigante gentil" que en una escena está alimentando a sus cabras con biberón, y en otra golpea al patán que insultó a la dueña del "pub" local. Nadie tiene la supervivencia asegurada, lo cual incrementa el suspenso y nos da un par de sobresaltos cuando la cinta toma desviaciones inesperadas.
Estos trucos son particularmente valiosos cuando empezamos a notar la insipidez narrativa de Boar. Como dije, el director muestra gran dedicación por el gore y la violencia (lo cual personalmente aprecié muchísimo), pero rara vez consigue armar escenas tensas o terroríficas. Los ataques del jabalí carecen de imaginación y efecto dramático; la criatura no tiene mucha personalidad. Claro, en películas como ésta no son ingredientes indispensables... pero el horror siempre se disfruta más con un respaldo emocional que intensifica su efecto.
Finalmente, el jabalí fue creado por Steve Boyle (de Slaughter FX) con técnicas tradicionales bastante buenas. Al principio solo vemos atisbos fugaces del monstruo, casi siempre en las sombras. Pero eventualmente se revela en toda su gloria a la luz del día, y me pareció bastante impresionante. Su contraparte digital (utilizada en algunas tomas abiertas) no es tan buena, pero cumple su función cuando la situación lo requiere. Y el mencionado "gore" no teme mostrarnos las consecuencias de los ataques. El jabalí realmente no devora a sus víctimas... simplemente las despedaza para que podamos apreciar el trabajo de Steve Boyle y sus efectos prostéticos. Excelente desempeño del equipo técnico... dentro de los estándares del cine indie (no es insulto, sino advertencia para moderar las expectativas).
Entoces, Boar me pareció una competente "creature feature" con mucha sangre, buenas locaciones, y un ritmo ágil que aleja el aburrimiento. Sus defectos son disculpables dentro de su modesto nicho cinematográfico; y también servirán para que el director Chris Sun mejore su oficio, y nos sorprenda con su siguiente proyecto. No todos pueden ser Russell Mulcahy sin un poco de práctica.
Calificación: 7.5 para fans del horror; quizás 6.5 para el público normal.
IMDb