Sunday, March 31, 2019
La Rebelión (Captive State)
Síntomas: La Tierra es invadida por una poderosa raza extraterrestre; y, para evitar la extinción de la humanidad, los gobiernos del mundo deciden rendirse y aceptar las condiciones de una ocupación pacífica. Nueve años después, la vida en la Tierra recuperó un cierto nivel de normalidad; pero los invasores establecieron bases subterráneas donde están extrayendo todos los recursos del planeta. Entonces los escasos sobrevivientes de la resistencia humana se preparan para contraatacar.
Diagnóstico: La Rebelión es completamente distinta a todas las películas sobre invasiones extraterrestres... lo cual es bueno y malo.
Por un lado (no diré si es el positivo o el negativo), La Rebelión omite todos los clichés de naves gigantes, destrucción masiva, y patrióticos héroes militares organizando la defensa de la Tierra. Todos esos "detalles" se expresan como simple texto al principio de la película, junto con escenas selectas de la reacción del público ante eventos fuera de su control. Entonces saltamos nueve años en el futuro, y encontramos a la Tierra (bueno, al menos la ciudad de Chicago) viviendo una frágil normalidad, donde la gente va a trabajar en las mañanas, pasea a sus perros, y tiene moderada libertad de hacer lo que quiera. Sin embargo la sombra de los "legisladores" extraterrestres se extiende por todos los aspectos de la vida cotidiana, incluyendo implantes electrónicos para rastrear a la población, un sistema político integrado por "colaboradores" que cooperan con los invasores para mantener la seguridad del planeta (y, de paso, para recibir favores especiales por traicionar a su especie); y un retroceso general en tecnología de comunicación, para evitar la coordinación de grupos terroristas y movimientos de resistencia que no están conformes con esta nueva realidad.
Es una premisa fascinante, pues podríamos eliminar los elementos de ciencia ficción (los aliens), y nos quedaría un relato de insurrección política apropiado para cualquier época o región geográfica de la Tierra. Los rebeldes humanos se ven inspirados por las mismas emociones y lealtad que vimos en Europa ocupada por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial... o en los grupos extremistas islámicos que luchan por liberar a sus países de la contaminación cultural del Occidente. En otras palabras, los héroes de La Rebelión podrían clasificarse como terroristas en cualquier otro contexto; y sus acciones son ocasionalmente violentas y no necesariamente justificadas por las metas que pretenden alcanzar.
De esta manera, el director Rupert Wyatt (Rise of the Planet of the Apes) incorpora en La Rebelión una diferencia fundamental con las demás películas sobre invasiones extraterrestres: los humanos no son necesariamente "los buenos", y los aliens tampoco son "los malos", una vez que examinamos la situación desde varios puntos de vista.
Para lograr todo esto, Wyatt y la co-guionista Erica Beeney crean una narrativa oblicua e intencionalmente confusa, con una multitud de personajes que siguen sus particulares misiones sin explicar qué están haciendo, o cómo se relacionan entre sí. El resultado es a veces frustrante porque no ofrece las respuestas que buscamos, ni las pistas necesarias para deducirlas. Afortunadamente el gran misterio empieza a resolverse conforme seguimos la investigación del Inspector Mulligan (John Goodman), encargado de descubrir y neutralizar a los rebeldes antes de que cometan un acto de agresión tan grande que provocaría represalias catastróficas por parte de los legisladores... lo cual es otro de tantos dilemas morales que añaden profundidad e inteligencia a La Rebelión, al mismo tiempo que la hacen un poco pesada para los frívolos estándares de este sub-género.
Entonces, la alegoría social de La Rebelión parece más apropiada para aficionados a la ciencia ficción "seria", donde las ideas tienen más importancia que el "pew pew", las explosiones y los efectos especiales (de los cuales hay pocos, pero muy bien realizados). La Rebelión es una cinta para cuestionar nuestros principios y explorar disyuntivas morales imposibles de resolver sin causar pérdidas irreparables en ambos lados del conflicto. Por lo tanto, puedo recomendarla con la advertencia de que no pertenece al mismo nicho de Independence Day o Battle: Los Angeles, sino a la anticuada categoría de reliquias como Quatermass 2 (1957), Phase IV (1974) o la mini-serie V: The Final Battle (1984). En otras palabras, ciencia ficción "a la antigua", realizada con moderna subversión ideológica y elementos técnicos de última generación. Complicada mezcla de ingredientes, pero con un estimulante resultado.
Calificación: 8
IMDb
Saturday, March 30, 2019
Las Dos Reinas (Mary Queen of Scots)
Síntomas: Después de varios años en exilio, Mary, la Reina católica de Escocia (Saoirse Ronan), regresa a su país en 1561. Pero su llegada representa un riesgo político para su prima Elizabeth, la Reina protestante de Inglaterra (Margot Robbie). Entonces comienzan las intrigas.
Diagnóstico: Y vaya que hay intrigas. Dos sólidas horas de ello, acompañadas por maravillosas actuaciones y fascinantes detalles históricos, tanto en el argumento de la película como en la cinematografía y diseño de producción que captura las tradiciones culturales del siglo dieciséis. Pero nada de eso alcanza a disimular el pesado desarrollo de la cinta y los confusos enredos de múltiples personajes que no siempre dicen lo que piensan, ni hacen lo que dicen.
Creo que Las Dos Reinas es una de esas películas que requieren un poco de estudio previo. Se me ocurre que veinte minutos en Wikipedia antes de entrar al cine hubieran aclarado algunas de mis dudas sobre las terrible enemistad entre "papistas" y protestantes, así como los debates sobre la línea de sucesión a la corona, un componente esencial en la rivalidad de Mary y Elizabeth.
A pesar de ese lento ritmo y confusa trama, me gustó la dirección de Josie Rourke (directora teatral haciendo su debut en el cine, lo cual explica algunas de sus decisiones artísticas), incluyendo el fino manejo de las protagonistas, muy similares en educación y posición social, pero totalmente distintas en su interpretación de su función como líderes y representantes de sus respectivos súbditos.
Saoirse Ronan lleva el papel principal, y demuestra increíble seguridad en escenas donde debe conciliar la juventud de Mary con la experiencia de una soberana que sabe lo que quiere, y cómo conseguirlo... aunque nunca será fácil en un ambiente repleto de traidores y lealtades divididas. Por su parte, Margot Robbie tiene una participación mas corta, pero tal vez más lucidora, gracias a la transformación que sufre la Reina Elizabeth a lo largo de veinticinco años, no solo física, sino mental y hasta espiritual. Su eventual encuentro con Mary es demoledor, y creo que justifica una recomendación para la película entera... aunque no reduce la demora de dos horas para llegar a ese memorable momento.
El diseño, cinematografía y dirección de Las Dos Reinas me gustó más que la reciente The Favourite; sin embargo el argumento de aquella cinta fue mucho más dinámico, y contaba con objetivos bien definidos para capturar nuestra atención. Por su parte, Las Dos Reinas tiene un "look" fenomenal, pero languidece durante largo rato antes de consolidar su narrativa.
A pesar de todo, encontré interesantes los múltiples temas de Las Dos Reinas, incluyendo el antagonismo religioso, la manipulación de las masas con arteras mentiras sobre sus gobernantes, y la corrupción de individuos cercanos al poder que no pueden controlar su ambición. En otras palabras: un análisis simbólico de los problemas contemporáneos examinados a través del lente cultural del siglo dieciséis, para confirmar que "entre más cambian las cosas, más se quedan igual". Definitivamente no es un mensaje nuevo, y creo que pudo expresarse de una manera más ágil y concisa; pero aún así los atributos de Las Dos Reinas ameritan una recomendación para aficionados al cine "de época", acostumbrados a un estilo dramático más reposado, donde las lecciones históricas toman precedencia sobre el atractivo comercial de una película. Me alegra que aún existan cineastas con esa filosofía; y si provienen del teatro, aún mejor.
Calificación: 7.5
IMDb
Friday, March 29, 2019
Dumbo
Síntomas: En el modesto circo del Sr. Medici (Danny DeVito) nace un pequeño elefante con enormes orejas que le permiten volar, convirtiéndolo en la atracción principal. Pero también despierta la codicia de individuos con pocos escrúpulos que quieren explotar al elefante para beneficio personal.
Diagnóstico: No estoy seguro, pero creo que la original Dumbo (1941) fue la primera película de Disney que utilizó el tema del "outsider" repudiado por ser distinto a los demás, hasta que descubre que sus diferencias lo hacen especial. Y ahora, casi ochenta años después, prácticamente todas las películas infantiles enarbolan el mismo mensaje... lo cual hace este nuevo remake de Dumbo bastante previsible e innecesario.
Quizás por eso el director Tim Burton y el guionista Ehren Kruger decidieron relegar ese cliché a segundo plano, y se enfocaron en los aspectos más humanos de la historia, incluyendo la familia fracturada de Holt Farrier (Colin Farrell), las maquinaciones del villano corporativo (Michael Keaton), y el melodrama económico del Sr. Medici (Danny DeVito) para llenar dos horas con escenas que parecen urgentes e importantes... aunque no me inspiraron emoción alguna, ni interés por estos planos personajes. En resumen: otro remake en acción viva que transforma los clásicos animados de Disney en huecos espectáculos visuales suficientemente fastuosos para convencernos de que nos estamos divirtiendo (otros ejemplos: Beauty and the Beast, Cinderella, y Alice in Wonderland, también de Burton).
Lo único parcialmente positivo de Dumbo fue la moraleja ecológica y políticamente correcta en contra del abuso de los animales en el circo... con la cual estoy completamente de acuerdo; el problema es que ser siente como una adición de última hora para añadir sustancia a un relato prefabricado, libre de resonancia y energía narrativa. Pero, bueno... me alegra que alguien hable a favor de los animales, aunque sea en un contexto tan forzado.
Habiendo dicho todo eso, Dumbo tiene varios aciertos para compensar sus problemas. Para empezar, el diseño de Dumbo mismo, con esos húmedos ojos que lo hacen muy expresivo, sin perder su naturaleza animal; y la "física ficticia" de las enormes orejas que nos invitan a aceptar la imposibilidad de un elefante volador. Excelente trabajo del estudio Framestore, tanto en la animación como en la creación de escenarios digitales y diseño de producción, el cual luce la inocencia "retro" y el toque gótico que distinguen las obras de Tim Burton (de hecho, el decrépito circo itinerante del Sr. Medici sería escenario perfecto para una nueva versión de Freaks)(Mejor me callo, antes de darle ideas a Burton).
Y, aunque los personajes me parecieron desechables, me gustó el desempeño de un destacado elenco que incluye a Colin Farrell, Danny DeVito, el gran Michael Keaton como el taimado Sr. Vandevere, y Eva Green en el papel de Colette, enigmática trapecista que podría ser la clave para salvar a Dumbo.
Pero lo mejor de Dumbo fue la discreta (aunque no MUY discreta) analogía entre Disneylandia y el sofisticado parque de diversiones del Sr. Vandevere (bueno, sofisticado para el año 1919), donde las atracciones y alegre atmósfera ocultan un propósito más siniestro. No sé si Burton engañó al estudio Disney con su "magia creativa", o si los ejecutivos encargados del proyecto viven tan alejados de la realidad que no reconocieron esta velada crítica contra los excesos de Disney y sus desleales prácticas legales... pero lo importante es que de algún modo Burton las incorporó en su película, añadiendo un nivel satírico que encontré más divertido que el argumento principal.
Entonces, Dumbo podría distraer al público infantil con su abigarrado espectáculo circense y simpático protagonista digital; pero en el fondo fue una experiencia tan genérica como los demás remakes patrocinados por Disney para explotar las creaciones originales de su fundador. No los culpo; de algún modo necesitan enganchar a las nuevas generaciones con películas que no sean de Marvel ni de Star Wars. Además, no puedo quejarme después de ver a Eva Green en traje de trapecista.
Calificación: 7.5
IMDb
Thursday, March 28, 2019
The Dirt
Síntomas: A principios de los ochentas, cuatro músicos con diversos problemas personales forman una banda llamada Mötley Crüe, y redefinen el rock en Los Ángeles.
Diagóstico: Mötley Crüe fue (y sigue siendo) uno de mis grupos favoritos de los ochentas, pero francamente no esperaba con mucho entusiasmo esta "bio-pic" adaptada del libro The Dirt (escrito por Neil Strauss), ya que parecía destinada a enfocarse en los escándalos de la banda, y no en sus logros musicales. Sin embargo, el resultado me pareció muy entretenido, con amplias dosis de humor para compensar las tragedias y terribles decisiones que llevaron al grupo hasta el borde de la destrucción (literal y metafórica). En resumen: una ligera biografía que podemos disfrutar sin preocuparnos por su fidelidad histórica ni el realismo de los personajes. Básicamente una película realizada para televisión, pero con suficientes recursos económicos (cortesía de Netflix) para recrear los conciertos y momentos clave en la vida de Mötley Crüe.
Supongo que es inevitable comparar The Dirt con la reciente Bohemian Rhapsody; entonces, para salir del paso, diré que las encontré muy similares en tono y ejecución, con excelentes momentos visuales y una superficialidad generalizada que decepcionará a quienes esperaban un metódico análisis de causas, en vez de un estridente desfile de consecuencias. Todo se reduce a una caricatura viviente libre de impacto emocional... pero ciertamente divertida.
Lo que faltó en The Dirt fue una actuación tan icónica como la de Rami Malek en Bohemian Rhapsody. El único que destaca es Colson Baker (más conocido como Machine Gun Kelly) en el papel del baterista Tommy Lee, desbordante de entusiasmo por la música, por su hedonista estilo de vida, y por las clásicas trampas de la fama. Tal vez no sea una gran actuación en el sentido convencional, pero me pareció la mejor de la película; lo cual no significa que las demás sean terribles... simplemente carentes de convicción para representar el carácter de los personajes más allá de la mímica elemental.
El principal culpable (en mi humilde opinión) fue Douglas Booth en el papel de Nikki Sixx, líder del grupo y su máxima fuerza creativa... lo cual rara vez se expresa en su blanda actuación. En cierto modo Sixx tiene la historia más "jugosa", con abundante drama juvenil, salvajes adicciones, y enormes obstáculos internos y externos para encontrar la felicidad... o al menos la sobriedad. Sin embargo Booth se siente frío y distante, sin reflejar jamás la tortuosa psicología de Sixx. Completando el elenco tenemos a Daniel Webber como Vince Neil; Iwan Rheon, adecuadamente enigmático como Mick Mars; y Pete Davidson como Tom Zutaut, "descubridor" del grupo y víctima de su eventual éxito. Todos realizan un trabajo decente; pero la cinta necesitaba más. Aunque también podríamos atribuirlo al libreto de Amanda Adelson y Rick Wilkes, el cual pretende abarcar tantos eventos y personajes que inevitablemente sacrifica detalles a cambios de cobertura. Quizás The Dirt hubiera funcionado mejor como mini-serie para capturar la épica escala de esta moderna fábula de triunfo, caída y (semi)redención.
Pero, a fin de cuentas, no puedo negar el alto nivel de entretenimiento que ofrece The Dirt, y la dedicación del director Jeff Tremaine (más conocido por Jackass en todas sus formas) para mostrar con delicioso morbo los peores/mejores momentos de un grupo famoso por sus excesos, y legendario por sobrevivir tantos años sin perder el espíritu rebelde y subversivo del rock... para bien o para mal. Y, hablando de leyendas, mención especial para Tony Cavalero por su breve pero memorable interpretación de Ozzy Osbourne. Con más actuaciones como esa, The Dirt hubiera sido trascendental, en vez de simplemente amena. Espero que no cometan el mismo error cuando filmen la biografía de Kiss; aunque, con los egos que se manejan en ese grupo, probablemente sería una fantasía antiséptica e inverosímil, así que mejor nos quedamos con el realismo de Kiss Meets the Phantom of the Park.
Calificación: 8
IMDb
Tuesday, March 26, 2019
Triple Frontier
Síntomas: Cinco mercenarios aceptan la misión de infiltrarse en la guarida de un narcotraficante para eliminarlo... y quedarse con todo el dinero que puedan cargar.
Diagnóstico: Tenía curiosidad por ver el desempeño del director J.C. Chandor en el cine de acción, después de haber dirigido excepcionales thrillers como Margin Call y A Most Violent Year. Sin embargo, Triple Frontier demostró que Chandor no planeaba afiliarse a ese género, sino crear un amargo estudio de carácter donde los clásicos esquemas de la acción servirían únicamente como catalizadores del conflicto que transforma a los protagonistas en víctimas de su propia ambición. Sin duda respeto esta audaz perspectiva, y desde luego Chandor creó una sólida película con buenas actuaciones, sorprendentes locaciones, e impecable manufactura técnica... pero no me dejó tan satisfecho como esperaba. Otra "Original de Netflix" que no alcanzó su potencial.
Lo cual tal vez no es culpa de la película misma, sino de mis expectativas. Pero aún así encontré Triple Frontier fatalmente desbalanceada, con un excelente comienzo que gradualmente pierde energía para terminar como un pesado melodrama que contradice (¿intencionalmente?) su tono inicial.
O tal vez el problema fue el guionista Mark Boal, cuya sensibilidad narrativa parece ubicarse en el nicho de "acción que no es acción", como vimos In the Valley of Elah, Zero Dark Thirty, y Detroit... historias repletas de tensión que, sin embargo, pasa a segundo plano para explorar el drama interno de los personajes, en vez de sus reacciones externas.
En fin... ya fue mucha racionalización. Los hechos son estos: la dirección de J.C. Chandor es fantástica, siguiendo el desarrollo de una misión de inmenso riesgo, dudosa legalidad, y con una serie de obstáculos que ponen a prueba la fortaleza de los personajes y su integridad moral. Triple Frontier (el título se refiere a la "triple frontera" entre Colombia, Perú, y Brasil) no busca emocionarnos con las aventuras de los mercenarios, sino ponernos a pensar sobre las consecuencias de sus actos.
Santiago "Pope" García (Oscar Isaac) es el líder de la misión, y su primera labor es encontrar la motivación correcta para convencer a sus colegas "Redfly" (Ben Affleck), "Ironhead" (Charlie Hunnam), Ben (Garrett Hedlund), y "Catfish" (Pedro Pascal) para acompañarlo hasta lo más profundo de la selva sudafricana, lo cual también sirve para ilustrar al espectador sobre las respectivas habilidades y puntos débiles de estos individuos, los cuales definitivamente saldrán a relucir durante su desesperada lucha por sobrevivir.
Las actuaciones me parecieron sinceras y naturales, aunque algunos personajes carecen de la profundidad necesaria para "conectar" con el espectador. Afortunadamente el carisma de los actores se encarga de "llenar los huecos" y sostener nuestra atención hasta el final de la película... o hasta sus finales individuales.
También merece mención el extraordinario uso de auténticas locaciones sudamericanas para exacerbar las dificultades que enfrenta el escuadrón antes y después de su misión. En ese aspecto podríamos decir que Triple Frontier es una "heist movie" donde lo difícil no es el robo, sino el escape con el botín. Lo cual suena bastante atractivo... pero no cuando añadimos su deprimente exploración de la moralidad aplastada por la ambición.
Triple Frontier tiene mucho a su favor, y creo que puedo recomendarla con las mencionadas advertencias: no es una película de acción, sino un drama; y tampoco es una aventura "feel good", sino una dolorosa meditación sobre la debilidad del espíritu humano y la futilidad de la lealtad como reemplazo del sentido común.
Por otro lado, no puede ser mala una película que empieza y termina con Metallica. Al menos algo me hizo sonreír.
Calificación: 7.5
IMDb
Monday, March 25, 2019
Amnesia (Backtrace)
Síntomas: Donovan McDonald (Matthew Modine) robó veinte millones de dólares, enterró el dinero... y recibió un disparo en la cabeza que lo dejó con amnesia. Siete años después, un misterioso equipo de criminales lo ayuda a escapar de la cárcel, con la esperanza de recuperar el dinero. Pero el tenaz Detective Sykes (Sylvester Stallone) está empeñado en concluir la investigación que empezó hace tanto tiempo.
Diagnóstico: Considerando que Amnesia incluye avanzadas técnicas de recuperación de memoria, yo esperaba un poco más de ciencia ficción para sazonar este rutinario thriller criminal... pero estaba equivocado. La droga mágica que administran los secuestradores de Donovan podrá ser experimental, pero sus efectos son "old school", y consisten básicamente en ver a Matthew Modine contorsionarse y sobre-actuar mientras recupera fugaces fragmentos de información que podrían conducir a los millones extraviados. Es una lástima, pues con un poco más de imaginación, Amnesia podría haber trascendido su torpe ejecución e insípido libreto.
A pesar de todo, el concepto no me pareció malo; y Modine es un sólido actor de carácter con amplia experiencia para destacar en roles secundarios que permanecen en la memoria del espectador (las nuevas generaciones probablemente lo identifican como el villano en la primera temporada de Stranger Things; los viejos como yo lo recordamos por Birdie, Full Metal Jacket, y similares cintas ochenteras). El libreto de Amnesia ofrece a Modine varias oportunidades de lucirse como el compasivo criminal que no puede recordar los violentos crímenes que supuestamente cometió; y al mismo tiempo su actuación inspira una tímida esperanza de redención por sus errores pasados. En resumen: un adecuado anti-héroe con potencial para hacer esta blanda historia un poco más interesante.
Sus cómplices accidentales me parecieron genéricos, pero funcionales: el rudo con corazón de oro (Ryan Guzman), el idiota impulsivo (Tyler Jon Olson), y la ex-enfermera racional (Meadow Williams) que realmente se preocupa por el dolor que sufre su paciente bajo los efectos de la droga milagrosa que podría restaurar su memoria.
Hasta el momento no he mencionado a Sylvester Stallone porque, francamente, no merece mucha mención. Claro, su mera presencia eleva el perfil de la cinta, y probablemente fue la única razón por la que se estrenó en cines de mi país, pero su personaje es ridículo e irrelevante. La mayor parte del tiempo Stallone se queda en el cuartel del FBI, enfrente de uno de esos diagramas/collage tan populares en el cine policíaco, repleto de fotografías, hilos rojos para "conectar pistas", y notas escritas a mano (ejemplo: "¿Cuarto cómplice?") para recordarnos el propósito de la investigación, en caso de que lo hayamos olvidado en los treinta segundos desde que Christopher McDonald (otro veterano actor de carácter que se esfuerza por validar sus inútiles conversaciones con Stallone) lo mencionó por última vez. Solo hasta los últimos quince minutos el Detective Sykes decide subirse a su automóvil para ir al sitio donde se desarrollará el gran final, con el obligatorio "twist" que se veía venir desde la mitad de la película.
Como dije, hay una buena historia en algún lugar de Amnesia, pero el director Brian A. Miller no logró encontrarla, ni con ayuda de su ilustre elenco, ni con la influencia de la droga mágica. Diría que Amnesia no merece recordarse, pero me arrepentiría de hacer un chiste tan obvio.
Calificación: 6 (solo por las balaceras del principio y el final)
IMDb
Sunday, March 24, 2019
Luchando Con Mi Familia (Fighting With My Family)
Síntomas: Saraya Knight (Florence Pugh) y su hermano Zak (Jack Lowden) pertenecen a una liga de lucha libre semi-amateur en un pequeño pueblo inglés, pero sueñan con ingresar a la organización norteamericana WWE. Entonces llega un "scout" a Inglaterra en busca de nuevos luchadores, y los jóvenes reciben la mayor oportunidad de su vida.
Diagnóstico: La organización de lucha libre profesional WWE (World Wrestling Entertainment) ya había incursionado en el cine con varias cintas de acción y terror dedicadas a lucir alguno de sus famosos luchadores (algunos ejemplos: See No Evil 2, Leprechaun: Origins y 12 Rounds). Y ahora, Luchando Con Mi Familia expande el nicho cultural de la empresa con un proyecto familiar que resultó razonablemente entretenido, aunque bastante previsible y rutinario... excepto para devotos de la lucha libre que apreciarán esta biografía de "Paige" y su meteórico ascenso a la fama (acompañado por canciones de la época que incluyen a Iron Maiden, Mötley Crüe y Motorhead, lo cual siempre atrae a los viejos nostálgicos como yo).
El nombre real de Paige es Saraya Knight, interpretada por la actriz Florence Pugh (The Falling) con exuberante energía balanceada por las inseguridades y temores que la hacen dudar de su propia capacidad (de algún lugar tiene que salir el drama). En estos tiempos de ubicua manipulación digital es difícil determinar si Pugh realmente aprendió a luchar, pero en todo caso el desempeño de los dobles y la coreografía de las peleas me parecieron dinámicos y creíbles... al menos para los estándares de la lucha profesional. En el papel de Hutch, el "scout" y entrenador de la WWE, Vince Vaughn recurre a su habitual fusión de sarcasmo y benevolencia, apoyando a los jóvenes aspirantes, pero sin ocultar el difícil futuro que les espera en caso de ser aceptados por la organización. Y tampoco puede faltar el productor de la película, Dwayne "The Rock" Johnson, en un par de escenas simpáticas para atraer más público y recordarnos sus inicios en los cuadriláteros de la WWE.
Sin embargo, quienes se roban la película son Nick Frost y Lena Headey en los papeles de Ricky y Julia Knight (los padres de Saraya), ambos fanáticos de la lucha libre y promotores incasables de sus hijos desde que los encontraban peleando en su niñez. Sus escenas son tan trilladas como el resto del libreto (ejemplo: la cena formal con los padres de la novia de Zak), pero su calidez y entusiasmo generan algunas sólidas risas, y al mismo tiempo funcionan como "ancla emocional" de Saraya cuando se siente abrumada por las presiones de su nueva carrera. Ah, y para las tres personas que lamentamos la cancelación de la serie LA to Vegas, tenemos una breve aparición de Kim Matula como Jeri-Lynn, otra de las luchadoras que compiten para ingresar a la prestigiosa liga mundial.
El respetado productor y guionista inglés Stephen Merchant (a quien muchos identificarán como la voz de Wheatley en el videojuego Portal 2) hace su debut como director de largometrajes, y debo decir que fue un proyecto inusual para su afectada sensibilidad británica (lo digo como un cumplido). Por otro lado, el material no es exactamente complicado, así que fue un buen "entrenamiento" que no requiere esfuerzo visual ni exagerado dramatismo, ya que ambas cosas vienen naturalmente con el entorno de la lucha libre.
A fin de cuentas, Luchando Con Mi Familia es una cinta perfectamente "meh" con buenos momentos humorísticos, actuaciones aceptables, y un repertorio temático que abarca fragmentos de "drama deportivo", "comedia familiar", y "biografía genérica", todo lo cual se conjuga para ofrecer cien minutos de inocuo entretenimiento que olvidaremos al salir del cine. Aunque, como dije, los fans de este deporte podrían disfrutar la idealizada visión de la lucha libre y las múltiples referencias y cameos que yo no entendí, ni me interesa investigar. Por lo demás, Luchando Con Mi Familia es una oportuna estrategia de diversificación para la rama cinematográfica de la WWE; pero sigo prefiriendo sus obras de terror.
Calificación: 8
IMDb
Saturday, March 23, 2019
Delitos Ocultos (The Atoning)
Síntomas: Vera y Ray (Virginia Newcomb y Michael LaCour) están atravesando serios problemas maritales, pero tratan de mantener una apariencia de normalidad para no preocupar a su hijo Sam (Cannon Bosarge). Sin embargo Sam tiene sus propios problemas con las visiones que lo atormentan en la noche...
Diagnóstico: Al principio, Delitos Ocultos parece lo mismo de siempre: una familia disfuncional enfrentando fenómenos paranormales; pero la situación no es tan simple como parece. El niño Sam ve personas extrañas en su casa; Vera encuentra objetos que se mueven solos; y Ray está ocultando algo que lo atormenta. Entonces el director/productor/escritor/cinematógrafo/editor Michael Williams empieza a dejar sutiles pistas para resolver el misterio... y resulta demasiado fácil adivinar la respuesta.
Afortunadamente la película no depende de un arbitrario "twist". Por el contrario, una vez que se establecen las inusuales circunstancias de esta familia, empieza a desarrollarse el auténtico melodrama, examinando el cambio en sus relaciones y la influencia que tienen los fenómenos en su carácter individual.
Vera ya dejó atrás el simple temor, y pasó a la frustración por la apatía de su esposo Ray, cuyos secretos crean una profunda división en su matrimonio. Sam se esfuerza por mantener unidos a sus padres, pero su entusiasmo y devoción nunca bastan para evitar los conflictos, haciéndolo víctima de una situación que no comprende. Y así, entre discusiones familiares y terrores nocturnos, Delitos Ocultos avanza con cierta confusión hasta su adecuado desenlace.
Bueno, tal vez se siente confusa porque el director creó una oblicua mitología con variados planteamientos sobre los límites entre nuestro mundo y el "más allá"; sin embargo no puede evitar frecuentes contradicciones que no tienen sentido, ni ofrecen respuestas a las múltiples preguntas que tenemos en la cabeza... las cuales no puedo mencionar porque arruinarían los secretos de Delitos Ocultos (aunque tampoco son muy novedosos, ya que los hemos visto en varios clásicos del cine fantástico).
Aún así encontré una cierta lógica en el desarrollo de la cinta, y me gustó su eficiente uso de ideas y emociones como fuente del horror, en vez de efectos especiales. Y cuando llegan los... sustos (digamos), funcionan en múltiples niveles como metáforas de la crisis familiar que inició todo el problema.
Sin ser excepcionales, las actuaciones de Delitos Ocultos cubren eficientemente las necesidades del libreto. Virginia Newcomb interpreta una madre cariñosa, pero al mismo tiempo cansada de reprimir las emociones que amenazan con explotar en cualquier momento. Michael LaCour expresa sin palabras el tormento psicológico de Ray, cuyos secretos quisiera revelar, aunque quizás empeoraría la situación. Y, finalmente, Cannon Bosarge en el papel de Sam no es muy creíble (tal vez por su corta edad y falta de experiencia), pero su inocencia nos inspira la esperanza de reconciliación familiar.
Quizás sea bueno momento para mencionar que Delitos Ocultos es una película "indie" muy modesta, con mínimas locaciones y numerosas limitaciones técnicas que el director resolvió parcialmente con imaginación y apoyo de su reparto. Sin embargo, su principal acierto fue evitar los clichés más comunes del horror moderno, lo cual justifica una cauta recomendación, con la advertencia de que la trama ofrece más preguntas que respuestas, y funciona mejor como drama que como terror. Habiendo dicho eso, me gustaron más las primeras películas que utilizaron exactamente el mismo argumento.
Calificación: 7
IMDb
Friday, March 22, 2019
Regresa a Mi (Ben is Back)
Síntomas: El joven adicto Ben Burns (Lucas Hedges) regresa a su casa en Navidad, y su madre Holly (Julia Roberts) hace todo lo posible para evitar que regrese al vicio.
Diagnóstico: ¿No acabo de ver esta película hace unos días? Hay buenas razones para esta sensación de "déjà vu", pero la respuesta es "No". Hace dos semanas se estrenó en mi país Beautiful Boy, sobre un joven (Timothée Chalamet) tratando de dejar la adicción con ayuda de su padre. Una semana después se estrenó Boy Erased, donde el actor Lucas Hedges interpretó a un adolescente sufriendo una cruel "terapia de conversión". Y ahora, en Regresa a Mi, encontramos a Lucas Hedges en el papel de un joven adicto tratando de rehabilitarse con el apoyo de su familia. Pero en esta ocasión es su madre (interpretada por Julia Roberts) quien trata de ayudarlo.
Entonces, sí, la confusión está justificada; pero afortunadamente Regresa a Mi tiene suficiente calidad en concepto y ejecución para recomendarse por derecho propio, presentando una particular visión de la adicción que trasciende el círculo familiar para extenderse a la comunidad entera.
Y además, Regresa a Mi incluye un simpático perrito llamado Ponce (Nigel) para amenizar la situación. Sin embargo no voy a revelar si le ocurre algo, ya que Ponce es una pieza clave en el tenso melodrama que ocupa el tercer acto de la película. No diré más.
Julia Roberts ofrece una de sus mejores actuaciones en años (lo cual no es decir mucho, en vista de sus largas ausencias de la pantalla grande). Holly obviamente siente inmenso amor por su "hijo descarriado", y está dispuesta a hacer cualquier cosa para salvarlo de las drogas (por ejemplo: vigilarlo constantemente, incluso cuando entra al baño para dar una muestra de orina); pero al mismo tiempo vemos que ya está cansada de las excusas, mentiras, y esperanzas destrozadas por los fallidos intentos de rehabilitación. Esa mezcla de compasión y pragmatismo definen a Holly, y Roberts jamás traiciona los contradictorios aspectos del personaje.
En el papel de Ben, Lucas Hedges nos muestra una división similar. Por un lado, el remordimiento por sus malas decisiones pasadas inspiran genuina determinación para cambiar su vida; pero su estado mental es demasiado frágil para mantener el control ante cualquier tentación del vicio.
Completando el elenco tenemos a Courtney B. Vance como al padrastro de Ben, menos convencido sobre la honestidad del joven; Kathryn Newton como su hermana adolescente, en igual proporción optimista y temerosa sobre el futuro; y, en una aparición breve pero contundente, Kristin Griffith interpreta a una figura del pasado que se vio gravemente afectada por la adicción de Ben, y ahora se encuentra en una posición única para ayudarlo o dejar que siga su camino a una muerte segura.
El director Peter Hedges mantiene un tono sutil y moderado, permitiendo que las emociones crezcan gradualmente hasta culminar en un final lógico y satisfactorio, aunque no necesariamente feliz (y no solo me refiero al perrito). La dualidad en los puntos de vista de madre e hijo está muy bien manejada, manifestándose en rasgos grandes y pequeños que transforman su relación. Como siempre, no existen respuestas perfectas para problemas imposibles; los dos están haciendo lo correcto, aunque las consecuencias podrían ser catastróficas.
En conclusión, creo que no es necesario comparar Regresa a Mi con Beautiful Boy o Boy Erased. La cercanía temporal se evaporará rápidamente, y todas quedarán como excelentes muestras de actuaciones, libretos y la fortaleza/debilidad del espíritu humano, así que no hace falta elegir, sino apreciar sus respectivos estilos y mensajes. Cualquier propuesta es buena en estos temas, supongo.
Calificación: 8.5
IMDb
Wednesday, March 20, 2019
Isn't It Romantic
Síntomas: Natalie (Rebel Wilson) odia las comedias románticas porque crean falsas expectativas sobre las relaciones humanas. Sin embargo, después de un golpe en la cabeza, Natalie despierta dentro de una comedia romántica, y la única manera de regresar a la realidad será encontrando al amor de su vida.
Diagnóstico: Isn't It Romantic es otra de esas comedias románticas post-modernas que intentan satirizar los clichés del género y denunciar sus inalcanzables ideales... al mismo tiempo que se refugian en ellos para satisfacer al público y llegar al obligatorio final feliz. Afortunadamente Isn't It Romantic funciona mejor que sus competidoras (por ejemplo Trainwreck, How To Be Single y They Came Together) por el simple hecho de poner mayor atención en la comedia y menos en el romance, lo cual limita la cursilería de la cinta e incrementa el potencial para atraer espectadores que normalmente no tendrían interés en el aspecto romántico (como yo).
Afortunadamente el humor de Isn't It Romantic me pareció bastante gracioso gracias al talento de Rebel Wilson en el papel principal, recurriendo a las irreverentes rutinas que hemos visto en cintas como Pitch Perfect, Bridesmaids, y la serie de televisión Super Fun Night. Sobra decir que el requerimiento principal para disfrutar Isn't It Romantic será apreciar el estilo de esta actriz/cantante/comediante; pero quienes la encuentren vulgar o irritante... mejor busquen algo más convencional en el catálogo de Netflix.
La premisa de Isn't It Romantic es intencionalmente absurda: un golpe en la cabeza traslada mágicamente a Natalie al interior de una comedia romántica, donde todo es estético y armonioso. Las inmundas calles de Nueva York están ahora llenas de flores y gente atractiva; su minúsculo departamento se vuelve amplio e impecablemente decorado; y hasta su perro Baxter aprende a hacer trucos. Pero los mayores cambios ocurren en su vida personal, cuando se ve accidentalmente involucrada en un triángulo romántico entre su mejor amigo Josh (Adam Devine), y el millonario Blake (Liam Hemsworth). Entonces, reconociendo que debe seguir las reglas de la "comedia romántica" que está viviendo, Natalie intenta cambiar de actitud para encontrar el amor que consideraba imposible.
El director Todd Strauss-Schulson (A Very Harold & Kumar Christmas) y sus guionistas no se esforzaron mucho por hacer el melodrama realista... lo cual me pareció una excelente decisión, ya que es imposible tomar en serio los aspectos "románticos" del argumento. Todo es una farsa para burlarse de las "rom-coms", y enseñarle algunas valiosas lecciones a Natalie, sin traicionar (demasiado) la moraleja de la historia. Incluso el inevitable "gran gesto" del final tiene un inesperado "twist" que revela una importante lección para el bienestar emocional de la protagonista. Una lección que, por cierto, confirma las nobles intenciones de Isn't It Romantic, así como su ambición para forjar nuevos caminos en un género que parecía agotado y extinto.
Habiendo dicho eso, creo que la auténtica evolución de la "comedia romántica" no ocurrirá en el cine, sino en televisión, donde series como Crazy Ex-Girlfriend, Master of None y Casual encuentran nuevas y creativas maneras de subvertir la fórmula y adaptarla a la realidad contemporánea, en vez de perpetuar sus rancios mitos. En ese contexto, Isn't It Romantic no fue tan revolucionaria como aspiraba, pero de cualquier modo merece una recomendación tan solo por su absurdista sentido del humor, sus incisivos comentarios sobre la falacia del romance, y la simpatía de un elenco que también incluye a Betty Gilpin, Priyanka Chopra, y Brandon Scott Jones en roles breves pero memorables. Entre romance y humor, me quedo con las risas.
Calificación: 8
IMDb
Monday, March 18, 2019
Burning (Beoning)
Síntomas: Lee Jong-su (Ah-in Yoo) se encuentra casualmente a su amiga Hae-mi Shin (Jong-seo Jun), a quien no veía desde que salieron de la escuela. Después de tomar un café, ella le pide que alimente a su gato mientras viaja a África. Jong-su acepta, sin saber que ese simple favor tendrá inesperadas consecuencias que lo cambiarán para siempre. Y tal vez el gato ni siquiera existe.
Diagnóstico: En algunas ocasiones he mencionado mi aprecio por las películas coreanas que toman las fórmulas del cine norteamericano y aplican su propia sensibilidad para realizar algo distinto, pero al mismo tiempo familiar. Algunos de mis ejemplos favoritos: Sector 7 ("creature feature"), Train to Busan (zombies), y The Tower (película de desastre).
Sin embargo Burning no obedece esa descripción, ya que sus temas, narrativa y ejecución parecen totalmente coreanos de principio a fin, desafiando convenciones comerciales y las tradicionales estructuras del cine occidental.
Supongo que Burning podría clasificarse como un thriller romántico, pero en el fondo es un parsimonioso estudio de carácter que no se enfoca en las acciones de los personajes, sino en su intuición y deducciones, las cuales nunca expresan... simplemente dejan que las actuaciones transmitan las ideas necesarias para contagiar al espectador con las sospechas y paranoia que atormentan (o tal vez no) al lacónico protagonista.
En el papel de Jong-su, Ah-in Yoo lleva la película sobre sus hombros, pero jamás parece interesado en el conflicto central del argumento... y no lo digo como insulto, sino como testimonio de una increíble actuación que dice mucho con muy poco. En el papel de Hae-mi, Jong-seo Jun crea una mujer abierta y sincera, pero en ocasiones insensible y manipuladora. Su primer encuentro con Jong-su sugiere una cosa; luego cambia de opinión; y posteriormente se vuelve impredecible, complicando las cosas para las personas que la rodean. Y, finalmente, Sang-yeop Yeun es un enigma en el papel de Ben, posible rival romántico de Jong-su, o simple amigo de Hae-mi que no luce intencionalmente su costoso automóvil y elegante departamento... pero tampoco los esconde. Sobra decir que este inestable triángulo romántico esconde graves secretos que permanecerán ocultos porque, como dije, Burning no es una película sobre cosas que pasan, sino sobre pensamientos que se fermentan, maduran, y eventualmente conducen a decisiones de vida o muerte... con o sin justificación lógica.
Mis disculpas si todo esto suena demasiado ambiguo para despertar interés en la película... pero eso describe con bastante exactitud Burning. Con dos horas y media de duración, no negaré que fue un reto para mi paciencia (con ayuda de una buena taza de café), y durante largos minutos sentí frustración por la falta de movimiento en la historia, o por los largos pasajes que se sienten como relleno... hasta que reconocemos su valor como piezas del rompecabezas que forman los perfiles psicológicos de los personajes. El más claro ejemplo: los problemas legales del padre de Jong-su, acusado de un crimen menor que ahora su hijo debe reparar para reducir la condena de su padre. Estrictamente hablando, esta sub-trama no conduce a nada relevante para el relato principal; pero sirve como textura para enriquecer las vidas ocultas de personajes prácticamente inescrutables. O quizás marca la línea divisoria entre fantasía y realidad; entre la insulsa vida cotidiana de Jong-su, y el argumento imaginario del libro que añora escribir.
No sé... tal vez estoy tratando de racionalizar las dos horas y media que invertí en una película con pocas recompensas dramáticas y relativamente bajo impacto emocional. Como sea, es difícil recomendar Burning como un "thriller" tradicional, pero en retrospectiva no me arrepiento de haberlo visto, pues alteró mi concepto del cine coreano, y estableció su peculiar visión cuando no están copiando éxitos norteamericanos. Aún así, no creo verla tantas veces como he visto Sector 7.
Calificación: 7.5
IMDb
Sunday, March 17, 2019
El Bosque Maldito (The Hole in the Ground)
Síntomas: Después de su divorcio, Sarah O'Neill (Seána Kerslake) y su pequeño hijo Chris (James Quinn Markey) se mudan a una propiedad rural en los bosques de Irlanda; y un día descubren una enorme fosa que empieza a ejercer una extraña influencia en el niño.
Diagnóstico: ¿Por qué todas las familias en crisis se mudan a casas remotas y solitarias? ¿De verdad es tan difícil encontrar un pequeño departamento que no los aleje tanto de la civilización, y que no empeore su estado psicológico?
Pero, bueno... al menos en esta ocasión el resultado fue razonablemente positivo, ya que El Bosque Maldito utiliza esa vieja premisa para generar una creciente sensación de suspenso aderezada por ambiguos elementos sobrenaturales que se combinan agradablemente con el drama familiar para darnos una sólida experiencia de terror... aunque un poco repetitiva durante su segundo acto.
Quizás el problema es que El Bosque Maldito revela prematuramente la solución del gran misterio, y por lo tanto gasta demasiado tiempo repitiendo las mismas pistas y esperando que Sarah haga algo al respecto. Eso significa que, después de un excelente comienzo, el director Lee Cronin necesita llenar el tiempo con sobresaltos, pesadillas y visiones impactantes, pero hasta cierto punto desconectadas de la trama principal. A riesgo de revelar spoilers, mencionaré la similitud entre El Bosque Maldito y un segmento en una reciente antología de terror, demostrando que este mismo concepto funciona mejor en forma de cortometraje... a menos que la historia se complique con algo más interesante que ambiguas manifestaciones recicladas de relatos similares
Sin embargo, por lo demás, El Bosque Maldito tiene muchas cosas a su favor, incluyendo notables actuaciones de Seána Kerslake y James Quinn Markey como madre e hijo cuya relación se vuelve más hostil con el paso de los días; el director posee gran habilidad para insinuar horror en pequeños detalles con gran significado; y las pintorescas locaciones irlandesas realmente sugieren la existencia de místicos secretos ocultos entre los árboles. Por cierto, un pequeño paréntesis: la popularidad de los "drones" ha vuelto muy accesibles las tomas áreas que antes solo podían realizarse con costosos helicópteros... pero ya me cansé de ver en cada película la obligatoria toma del automóvil acercándose (literal y figurativamente) a su destino. Al menos El Bosque Maldito logró hacer algo creativo con ese moderno cliché; pero para las demás películas: por favor dejen descansar un poco esta herramienta, a menos que tenga genuina relevancia narrativa. Fin del comentario editorial.
Regresando a El Bosque Maldito, el final me pareció bastante bueno, con un inesperado cambio de locación; grotescos efectos especiales (aunque demasiado oscuros para apreciarse bien), y una sofocante atmósfera que complementa los temas de la película y nos ofrece una conclusión al mismo tiempo inquietante y satisfactoria.
Entonces, con un libreto mejor enfocado, El Bosque Maldito podría haber sido una modesta "joya oculta" de horror rural, tal vez al nivel de Wake Wood o The Ritual. Pero incluso con su tediosa parte media y ocasionales tropiezos dramáticos me pareció una obra recomendable que podría servir como pequeña consolación por la reciente avalancha de mediocres estrenos de terror en cines de México. Y, en lo personal, espero que la actriz Seána Kerslake permanezca en este género, pues posee la combinación de vulnerabilidad y determinación que identifica a las mejores heroínas del terror (ya no quiero usar el término "scream queen"). Y además, con ese melodioso acento irlandés, ¿quien podría pedir más?
Calificación: 8
IMDb
Saturday, March 16, 2019
Corazón Borrado (Boy Erased)
Síntomas: Nancy y Marshall Eamons (Nicole Kidman y Russell Crowe) descubren que su hijo Jared (Lucas Hedges) es homosexual, y lo inscriben en un programa de rehabilitación para curar su "enfermedad".
Diagnóstico: El actor Joel Edgerton está incrementando su ambición con cada nuevo proyecto en su faceta de director, y puedo decir con confianza que Corazón Borrado es la mejor película ha realizado jamás. Bueno, apenas ha hecho dos, pero una cinta tan inteligente y provocativa merece un poco de hipérbole.
Es imposible ver Corazón Borrado sin recordar But I'm A Cheerleader, aquella bizarra comedia de 1999, donde Natasha Lyonne interpretó una porrista cuyas tendencias "pecaminosas" la llevaron a un similar "tratamiento" para eliminar su preferencia por las mujeres (resultando exactamente en lo opuesto). Por el contrario, Corazón Borrado adopta un tono serio y racional para alcanzar enorme profundidad emocional, gracias al libreto de Edgerton, basado en el libro Boy Erased, donde el autor Garrard Conley relató sus propias experiencias en uno de estos "centro de conversión".
Y así, entre confesiones y cuestionables métodos "terapéuticos" (voy a necesitar muchas comillas en esta crítica), Jared no solo reconoce la falacia del tratamiento al que se someten muchos jóvenes (algunos voluntariamente, y la mayoría por insistencia de sus padres), sino que encuentra una evolución en su propia actitud respecto a las emociones que lo tienen tan confuso y avergonzado, sobre todo como hijo de un respetado predicador en una pequeña comunidad muy devota y conservadora.
Esto le da a Corazón Borrado un tono objetivo y ligeramente optimista que desafía la crueldad de los métodos del Sr. Sykes (el mismo Joel Edgerton), creador del programa correctivo que imparte con gran celo y convicción, apoyado por varios ayudantes que (supuestamente) realizaron con éxito la conversión, y ahora están curados de su homosexualidad.
Vale advertir que los métodos de Sykes tienen una fuerte base religiosa; todos hablan de Jesús, de la voluntad de Dios, y de pedir perdón por los pecados cometidos con sus cuerpos y mentes. Sin embargo, Edgerton merece considerable crédito por mantener un firme respeto por la religión misma y las creencias de los personajes. En otras palabras, Corazón Borrado no condena las causas de la intolerancia, sino las consecuencias... una artera estrategia para mantener un actitud imparcial y conciliadora, que no insulta a los espectadores con ideas contrarias, sino simplemente los invita a considerar todo lo que puede salir mal con estos programas que intentan forzar un cambio en sus pacientes sin preocuparse por las consecuencias psicológicas.
En el papel de Jared, Lucas Hedges tiene un sobresaliente desempeño que captura la transformación externa e interna del personaje, inicialmente atormentado por su situación, pero abierto a contemplar otras posibilidades que podrían decepcionar a sus padres.
Hablando de lo cual, creo que las mejores actuaciones en Corazón Borrado fueron las de Nicole Kidman y Russell Crowe como los padres de Jared. Hubiera sido muy fácil convertirlos en villanos de caricatura, enarbolando la Biblia y gritando con furia divina; pero, como dije, el punto de Corazón Borrado no es criticar la religión, sino sugerir tolerancia y comprensión como alternativas al odio y al rechazo. No es un mensaje novedoso, pero me pareció brillantemente expresado por el director Joel Edgerton y su talentoso reparto (la más grande sorpresa: Flea, el bajista de Red Hot Chili Peppers, como un ex-convicto que asusta a los jóvenes con historias de perversiones pasadas, y los inspira con su “renacimiento” espiritual... es un papel breve, pero absolutamente contundente que nos ilustra sobre el peligro de las buenas intenciones fuera de control).
Corazón Borrado me pareció una película más sensible y relevante para la cultura actual que cualquiera de las cintas recientemente premiadas por la "Academia" (más comillas irónicas). Pero por alguna razón no tuvo suficiente difusión, o sus productores no tenían dinero para promocionarla entre los titanes de "la industria". Afortunadamente ningún premio reemplaza una historia genuinamente interesante y emotiva, dirigida por un actor que podría haber encontrado su nueva vocación. Qué lejos has llegado, Owen Lars.
Calificación: 9
IMDb
Friday, March 15, 2019
Con el Demonio Adentro (Siembamba - The Lullaby)
Síntomas: Chloe van Heerden (Reine Swart) tuvo un bebé a muy temprana edad, y está encontrando difíciles sus nuevas responsabilidades maternas, lo cual provoca continuos desacuerdos con su madre Ruby (Thandi Puren). Y, para empeorar las cosas, Chloe empieza a experimentar fenómenos paranormales relacionados con su bebé.
Diagnóstico: El país de Sudáfrica se está convirtiendo en una alternativa muy popular para filmar "B-Movies" norteamericanas, lo cual también están estimulando la industria cinematográfica local, como ahora demuestra Con el Demonio Adentro, una modesta cinta de horror con excelentes valores de producción y una sombría atmósfera que, sin embargo, no logra redimir un argumento flojo y previsible cuyas arbitrarias piezas ni siquiera conectan como el director esperaba.
Lo más interesante de Con el Demonio Adentro es el prólogo ubicado en 1901, donde se muestran (con apropiada textura "retro") algunas terribles prácticas de los misioneros católicos durante la Guerra Bóer en contra de la ocupación británica. Obviamente el director Darrell Roodt tuvo la noble intención de crear conciencia sobre un trágico capítulo en la historia de su país; pero eventualmente su mensaje social se pierde entre el tedioso desarrollo de la película, repleto de los más rancios clichés del horror contemporáneo.
Después del mencionado prólogo saltamos a la época actual, cuando Chloe se muda a la casa de su madre Ruby para criar a su bebé, el cual fue concebido en circunstancias misteriosas que causaron una profunda fractura en la relación entre madre e hija. Entonces, esa tensa situación familiar se complica con los fenómenos que Chloe empieza a percibir, incluyendo visiones perturbadoras, figuras siniestras, y los acostumbrados sobresaltos que no conducen a nada, ni provocan el más tenue "terror", debido a la carencia general de suspenso y originalidad en la película. Entonces, lo único que logra el director es llenar el tiempo mientras llega la obligatoria "explicación" final que tampoco aclara nuestras dudas, ni inspira interés.
Las actuaciones me parecieron 75% mediocres. Es posible cuantificarlas con exactitud, ya que solo hay cuatro personajes relevantes en la películas. Thandi Puren, en el papel de Ruby, exagera tanto que termina provocando más risa que terror; Brandon Auret interpreta al Dr. Reed, el peor psicólogo en la historia del cine (lo cual ya es decir bastante); y Deànré Reiners tiene el papel de Adam, ex-novio de Chloe que intenta revivir su relación a pesar del misterio sobre la paternidad del bebé. No sé si fue culpa de los actores o del director, pero todos parecen caricaturas incapaces de fingir humanidad o sentido común.
El 25% que medianamente funciona es Reine Swart en el papel de Chloe. No diría que su actuación sea "buena", pero tiene suficiente intensidad para atraparnos en sus horribles experiencias, no solo respecto a los aspectos sobrenaturales de la historia (¿estarán conectados con una tragedia del pasado?), sino por la genuina frustración que proyecta como madre adolescente, dividida entre el auténtico amor que siente por el bebé, y la presión de cuidarlo a pesar de que no sabe cómo (y su madre solo la regaña por no saber qué hacer, en vez de enseñarle). No diría que Swart salva la película, pero al menos la hace tolerable.
Lo cual también podría decirse de la cinematografía de Justus de Jager, quien filmó casi todas las escenas con alto contraste entre luz y sombras para crear amplias oportunidades de sobresaltos; y con lente gran angular para distorsionar los ángulos y darle una apariencia ligeramente surrealista a la película entera; lo cual (ahora que lo pienso) tal vez se planeó para complementar las desorbitadas actuaciones.
Pero, independientemente de sus virtudes técnicas, la trama falla desde su concepción misma (ja, ja), y el comentario político del prólogo tampoco justifica ochenta minutos (al menos es corta) de insulsos "sustos" y confusas manifestaciones que solo causan bostezos.
Habiendo dicho eso, espero que el cine fantástico de Sudáfrica siga evolucionando para ofrecer nuevas perspectivas de mi género favorito; tienen increíbles escenarios naturales, buenos actores, y evidente talento artístico... solo les falta encontrar libretos apropiados. Ese es el ingrediente más difícil de conseguir en cualquier parte del mundo.
Calificación: 6
IMDb
Wednesday, March 13, 2019
Possum
Síntomas: El titiritero Philip Connell (Sean Harris) intenta deshacerse de una marioneta llamada Possum, pero no es tan fácil como parece.
Diagnóstico: El actor Matthew Holness, más conocido por la serie de culto Garth Marengi's Dark Place, hace su debut como director con la cinta Possum, mostrando una sensibilidad muy distinta (y al mismo tiempo muy similar) a la que manejaba en aquella serie.
En cierto modo Possum pertenece al sub-género de "marioneta maligna" (al igual que Magic, Puppet Master y Dead Silence), pero sería más apropiado compararla con cintas como The Babadook, The Monster y Look Away, donde el horror simboliza los traumas psicológicos de un individuo afectado por eventos del pasado, que ahora se manifiestan en forma de alucinaciones, paranoia... o quizás algo más peligroso.
Antes que nada conviene aclarar que Possum es una cinta lenta y metódica, con una tenebrosa atmósfera que no busca sobresaltos gratuitos, sino un gradual incremento en tensión hasta oprimirnos tanto como al desesperado protagonista. En otras palabras: una experiencia de suspenso "a fuego lento" que pone a prueba nuestra paciencia y nos recompensa con esporádicas pistas para deducir el gran misterio de Possum, la siniestra marioneta con vida propia... o tal vez un inocente objeto inanimado que solo vive en las fantasías de su dueño.
Cierto, esta fórmula de "realidad vs. alucinación" no es muy original, e incluso diría que se ejecutó con mayor éxito en las cintas antes mencionadas (sobre todo The Babadook). Pero lo que Holness añade a la fórmula es un hipnótico estilo visual muy apto para transformar los deprimentes llanos de Norfolk (Inglaterra) en escenarios de grotesco surrealismo; y si añadimos las crispantes notas electrónicas de The Radiophonic Workshop, tenemos una potente combinación de ataques sensoriales que Holness manipula con perverso virtuosismo hasta sumergirnos en la torcida percepción de Philip.
Hablando de lo cual, Sean Harris (más conocido como el villano Solomon Lane en las dos más recientes cintas de Mission: Impossible) se transforma por completo para interpretar a Philip, un hombre perturbado por el pasado y temeroso del presente, que regresa al hogar de su infancia para recuperarse de ciertos fracasos profesionales. Lo acompaña la marioneta Possum en una inocua bolsa de piel que se convertirá en el foco del terror, ya que siempre cambia de lugar y nunca se queda donde la dejó su dueño. ¿Será posible que Possum quiera escapar para hacer algo malo? ¿O alguien está haciéndole una broma a Philip?
El "bromista" podría ser Maurice (Alun Armstrong), el tío de Philip que sabe más de lo que aparenta. Su casual crueldad y velados insultos revelan una tortuosa relación que podría explotar en cualquier momento. O tal vez Maurice es el único que sabe de lo que Philip es capaz, y lo vigila estrechamente para evitar la repetición de errores pasados.
Ambas actuaciones me parecieron extraordinarias, creando profundas dimensiones en estos lacónicos personajes, y expresando su disfunción con simples miradas y mínimos diálogos. Dos actores de carácter con el material adecuado para lucir su talento y demostrar su increíble rango emocional.
Como dije, Possum no es una película de "sustos", pero aún así ofrece el excelso terror de una pesadilla viviente de donde no podemos escapar, o siquiera comprender cómo llegamos a ella. Possum requiere un poco de paciencia, pero vale cada minuto que nos mantiene a la expectativa de lo que hará la marioneta... o su dueño.
No sé si Matthew Holness continuará en el género de terror, o si regresará a la comedia post-moderna de Garth Marenghi's Darkplace; pero, haga lo que haga, espero que trabaje más seguido. Y si quisiera colaborar de nuevo con su amigo Richard Ayoade... bueno, todos saldríamos ganando.
Calificación: 9
IMDb
Monday, March 11, 2019
Prospect
Síntomas: Damon (Jay Duplass) y su hija adolescente Cee (Sophie Thatcher) exploran un remoto planeta en busca de valiosas gemas que podrían garantizar su futuro económico. Pero es un trabajo difícil y peligroso donde hasta el más pequeño error puede ser fatal.
Diagnóstico: Durante sus eficientes noventa y cinco minutos, Prospect me recordó muchas películas de muy diversos géneros; pero eventualmente gana su propia identidad con excelentes actuaciones y una historia que, a pesar de sus influencias externas, nos atrapa en la psicología de personajes rebosantes de carácter y realismo... incluso cuando todo ocurre en otro planeta.
¿Qué planeta? No estoy seguro. Los locales le llaman "Green", porque desde el espacio aparece verde. Prospect no aporta mucha información sobre fechas o lugares, pero salpica suficientes pistas en los diálogos para dejarnos intrigados y con deseos de aprender más sobre los personajes y su mundo. En resumen: impecable "worldbuilding" a la antigua, dedicado a estimular nuestra imaginación y extender los límites del universo creado por sus autores.
En este caso, los directores Christopher Caldwell y Zeek Earl (en un impresionante debut) realizaron una película cuyo drama extraterrestre está firmemente establecida en emociones humanas y conflictos personales que podemos reconocer en cualquier tiempo y lugar. La primera escena captura maravillosamente el espíritu de la película: una joven escucha música sentada junto a una ventana, mientras escribe melancólicamente en un cuaderno. Es como cualquier escena en un melodrama juvenil. Pero entonces notamos que la ventana muestra un gran planeta verde flotando en el espacio; la joven no está sentada en una silla o escritorio, sino en el sucio interior de un transporte; y cuando la llama su padre, no es para cenar, sino para preparar el decrépito módulo de descenso que los llevará al mencionado planeta, donde buscarán gemas que esperan vender para saldar ciertas deudas, y tal vez financiar una parcela en algún planeta civilizado donde puedan establecer un hogar. Todo eso se expresa en los primeros minutos sin necesidad de explicaciones; tan solo escuchamos las conversaciones entre padre e hija, leemos su lenguaje corporal, y observamos los preparativos en la oxidada cabina que parece más un barco mercante que una estación espacial.
Esa fue otra cosa que disfruté muchísimo en Prospect. El diseño de producción de Matt Acosta y la cinematografía de Zeek Earl emplean el estilo "retro-futurista" de cintas como Space Station 76, The American Astronaut, e Interplanetary... un regreso a la ciencia ficción "proletaria" de los años cincuentas, cuando autores y cineastas imaginaron las mismas prosaicas tareas de la Tierra realizadas en lejanos planetas o a bordo de poderosas naves que, a fin de cuentas, iban a necesitar plomeros, mecánicos, conductores, y similares oficios utilitarios. Eventualmente este estilo se perfeccionó en clásicos como Alien y Silent Running, pero desde entonces perdió popularidad a favor de las pantallas holográficas y nano-tecnología que ahora saturan el cine moderno (si veo otro traje de superhéroe creado de la nada, voy a arrojar mis nachos a la pantalla).
En fin, regresando al punto, Prospect es una mezcla de Leave No Trace (padre e hija enfrentando amenazas en el bosque), la serie Firefly (la frontera espacial con las mismas características que la frontera del Viejo Oeste)(por cierto, el personaje de Ezra, interpretado por Pedro Pascal, se parece un poco a Nathan Fillion, y habla con ese mismo rebuscado vocabulario y afectada cortesía), y hasta The Ballad of Buster Scruggs (por el lacónico pragmatismo de los personajes). Sophie Thatcher es una excelente protagonista, determinada pero vulnerable; inteligente pero capaz de cometer errores que cambiarán su vida. Mi única queja es un final un poco abrupto y no tan satisfactorio como yo esperaba. Pero, bueno... así era/será la vida en la vieja/nueva frontera, donde no existen garantías, excepto que nada es gratis, y todo cuesta. Lo importante es saber el precio que estamos dispuestos a pagar.
Calificación: 9
IMDb
Sunday, March 10, 2019
Beautiful Boy: Siempre Serás Mi Hijo (Beautiful Boy)
Síntomas: Nic Sheff (Timothée Chalamet) es un joven vivaz e inteligente, pero su vida empieza a desmoronarse por culpa de las drogas. Entonces su padre David (Steve Carell) hace todo lo posible por ayudarlo a recuperar su salud y su dignidad.
Diagnóstico: Entre todas las películas "inspiradas por hechos reales", Beautiful Boy: Siempre Serás Mi Hijo presenta un caso inusual: está basada en dos libros (Beautiful Boy y Tweak), donde cada uno de los protagonistas (padre e hijo) narró su perspectiva de los eventos que dividieron a la familia Sheff. Quizás por esa razón Beautiful Boy: Siempre Serás Mi Hijo (en lo sucesivo voy a abreviar ese aparatoso título) transmite al espectador con extraordinaria elocuencia los dos lados del problema, ambos igualmente dolorosos y desmoralizantes. Por un lado, la compulsión de Nic por evadir la realidad por todos los medios posibles (una realidad que sería envidiable para cualquier adolescente, ya que tiene una familia cariñosa, amplias oportunidades académicas, y apoyo económica para alcanzar sus metas); y por el otro lado David, tratando de controlar una situación incontrolable, albergando esperanzas con cada intento de rehabilitación de su hijo, y sufriendo la horrible decepción al descubrir que, una vez más, todos sus esfuerzos fueron en vano.
Supongo que la intención del director belga Felix van Groeningen fue mostrar la extensión del daño que provoca el abuso de las drogas, y el círculo vicioso que no solo atrapa a las víctimas, sino a sus amigos, familiares, y demás personas involucradas emocionalmente en la situación. Y aunque obviamente no es una lección optimista, sin duda ayuda a entender mejor el enigma de la adicción.
Timothée Chalamet (más conocido por las playeras de "Chalamet and Chill") y Steve Carell forman un indestructible lazo de empatía entre sus atormentados personajes. Desde luego las drogas y la adicción no son temas nuevos en el cine; pero en manos de estos actores toman un nuevo significado que va más allá del simple drama familiar, convirtiendo la cinta en un reflexivo estudio de inusual intensidad y devastador efecto. El libreto de Groeningen y Luke Davies es al mismo tiempo analítico y emocional, explorando diversos ángulos del problema sin albergar ilusiones de resolverlo; lo más que podemos hacer es aprender todo lo posible y aceptar que nunca será suficiente.
O al menos esa fue mi interpretación de una increíble secuencia donde el director edita dos entrevistas que realizó David con expertos en la temida droga "crystal meth"; el Dr. Brown (Timothy Hutton) es capaz de describir con gran detalle los efectos de la droga en el cerebro; y al mismo tiempo una joven adicta le explica a David por qué la rehabilitación no funciona. La primera entrevista representa la parte racional de David, tratando de usar ciencia para ayudar a su hijo; y la otra es la faceta afectiva, que siempre lo hará cuestionarse si él tuvo la culpa por las decisiones de Nic.
Aunque Carell y Chalamet sean la principal razón para ver Beautiful Boy, tampoco puedo ignorar la excelente presencia de Maura Tierney como la nueva esposa de David, igualmente preocupada por Nic, pero con dos hijos pequeños que sería injusto descuidar; y Amy Ryan como la ex-esposa de David y madre biológica de Nic, viviendo en otra ciudad y alejada del problema, hasta que el problema llega a su puerta. Ambas actrices hacen un sobresaliente trabajo como "daño colateral" de la adicción, y complementan el terrible retrato de una familia dividida por causas fuera de su control. Y, por cierto, Amy Ryan trabajó con Steve Carell en varios episodios de The Office, así que: mini-reunión de Dunder-Mifflin.
Por el lado negativo... parece un poco insensible hacer una película que le da más importancia a la adicción en un entorno de clase media alta, cuando existen historias más trágicas de drogadicción entre la gente sin recursos económicos para entrar y salir de "rehab" cada vez que se les antoje, y sin acceso a los expertos que apoyaron a Nic durante tantos años. Pero al mismo tiempo es importante reconocer que no es un problema definido por la clase social ni la posición económica. En fin, cada quién tendrá su propia interpretación de ese subtexto cultural.
Por lo demás, Beautiful Boy me pareció una película muy recomendable por su interesante contenido, y por el reparto que eleva el material con sinceras actuaciones que se quedan en la cabeza al terminar la película. No es un tema fácil, pero Carell y Chalamet lo hacen tolerable y abierto a discusión. Es lo más que podemos aspirar.
Calificación: 8.5
IMDb
Saturday, March 9, 2019
Capitana Marvel (Captain Marvel)
Síntomas: Como parte de la Fuerza Estelar Kree, Carol Danvers (Brie Larson) combate las incursiones de la raza Skrull en el universo. Pero su más reciente misión la lleva a un primitivo planeta que guarda algunos secretos sobre su pasado...
Diagnóstico: Apenas habían transcurrido unos segundos de Capitana Marvel, y yo ya tenía un nudo en la garganta. No diré por qué.
El Universo Cinemático de Marvel tuvo diez años para forjar una mitología rica y razonablemente consistente, y por eso la película Capitana Marvel tiene suficiente confianza en el público para comenzar en medio de la acción, sin preámbulo alguno, y con una lluvia de información que debemos asimilar para entender (medianamente) quién está peleando contra quién, y cuál es el lugar de la protagonista en la sociedad extraterrestre donde se libran constantes batallas entre la cultura Kree y los hostiles Skrulls, capaces de adoptar la forma de cualquier organismo para suplantar a sus enemigos y atacarlos desde adentro.
Todo es parte del plan de los directores Anna Boden y Ryan Fleck (Half Nelson), pues Carol misma no sabe cómo llegó ahí, ni de dónde provienen sus extrañas habilidades. Esto nos permite descubrir los múltiples niveles del misterio al mismo tiempo que Carol, una mujer de apariencia humana, pero con la sangre verde de los Kree.
En ese aspecto, Capitana Marvel tiene uno de los libretos más independientes de la saga, alejándose del canon comiquero, pero sin traicionar el espíritu del personaje. Además, al ubicarse en los noventas, goza cierta libertad para hacer las cosas a su manera. Por ejemplo, transformar esta "historia de origen" en una "buddy movie" noventera, con Carol Danvers y Nick Fury (Samuel L. Jackson) como "pareja dispareja" cuyas diferencias y similitudes permiten una agradable evolución que fortalece su futura relación... lo cual será esencial en Avengers: Endgame. Y, desde luego, los noventas también son una buena excusa para añadir grandes dosis de nostalgia y referencias que me hicieron sonreír en casi todas las escenas (incluyendo canciones de Nirvana, Hole y Garbage que realmente me transportaron a aquella década). Finalmente, el cameo de Stan Lee es una de las cosas más brillantes y "meta" que han hecho en el Universo de Marvel.
En lo que respecta al argumento, Capitana Marvel es un desfile de "ret-con" de principio a fin; pero se planeó con tanto cuidado que casi todo encaja donde debe. Casi.
El gran problema (al menos para mi) se presenta cuando entramos a la parte "cósmica" de la película, y la narrativa se vuelve al mismo tiempo confusa y predecible, con las habituales traiciones, alianzas inesperadas, y un obligatorio "mcguffin" que todos están buscando. Eso fue particularmente irritante, ya que no tiene sentido alguno... ¿velocidad de la luz? ¿Entonces qué han estado usando todo este tiempo para...? Bueno, y mejor ni hablar del blando antagonista que desperdicia al buen actor que lo interpreta. Una vez más aparece el "Síndrome Marvel", cuyos síntomas incluyen ambigua motivación para los villanos, genérico estilo visual, y forzados conflictos para añadir las escenas de acción que espera el público, incluso si no encajan en el flujo de la película (mala señal cuando estoy bostezando durante la Gran Pelea Final). Y ni siquiera estoy seguro si los eventos de Capitana Marvel van a facilitar o impedir la adaptación de Secret Invasion en algún momento del futuro.
Por el lado positivo, muchos de esos problemas se compensan gracias a Brie Larson, una excelente elección para interpretar a Carol Danvers. Su actuación combina una exótica textura extraterrestre (legado de su entrenamiento Kree) con los rastros de humor e inseguridad que la hacen humana. A pesar de sus considerables poderes, sigue siendo una "outsider" en la mejor tradición de Marvel.
Y, afortunadamente, los directores compartieron los valores de los comics escritos por Kelly Sue DeConnick, poniendo particular atención en las conexiones con los personajes secundarios. Gracias a eso Samuel L. Jackson, Annette Bening, y Lashana Lynch mantienen el balance emocional para complementar el melodrama espacial que, como dije, me pareció la parte más floja de la película. Ah, y no puedo olvidar al gato "Goose"; su participación es simpática, pero eventualmente lo usan más de la cuenta y pierde espontaneidad. Y otra cosa... ahora que Marvel y Star Wars son propiedad de Disney, ¿porqué no dejaron el nombre original del gato (Chewy)? Misterios corporativos, supongo.
Entonces, Capitana Marvel me pareció por sí misma una sólida introducción de un personaje con mucha personalidad y gran poder. Y, como parte del Universo Cinemático de Marvel, es la oportuna pieza faltante del rompecabezas para resolver el monumental "cliffhanger" de Avengers: Infinity War. Esos dos factores, tan difíciles de conciliar, me permitieron disculpar el argumento construido con piezas pre-fabricadas y crisis artificiales (así como el villano desechable). El carácter es lo que cuenta, y Capitana Marvel lo tiene en abundancia. Ojalá las secuelas conserven ese criterio y no se estanquen en la rutina "retro".
Calificación: 8.5
IMDb
Thursday, March 7, 2019
The Oath
Síntomas: El gobierno de los Estados Unidos implementa un "juramento de lealtad" voluntario para identificar a los auténticos patriotas de la nación. Mientras tanto, Chris (Ike Barinholtz) y Kai (Tiffany Haddish) se preparan para recibir a su familia en la celebración del Día de Gracias... y prometen no hablar de política en la mesa. Lo cual, por supuesto, será imposible.
Diagnóstico: En general me gusta el trabajo del comediante Ike Barinholtz, más conocido por sus papeles de "tipo raro" en sitcoms (The Mindy Project, Friends From College) y comedias adultas (Sisters, Neighbors, Blockers). Sin embargo, para su debut como director, Barinholtz eligió un proyecto mucho más difícil; y aunque no tuvo éxito absoluto, debo admirar su ambición y compromiso con las ideas que expresa.
The Oath comienza como cualquier comedia ligera sobre una familia disfuncional enfrentando sus diferencias durante una celebración, donde sus excéntricas personalidades crearán humorísticos conflictos antes de llegar al obligatorio final feliz donde todos aprenderán un poco sobre los demás y sobre sí mismos. Sin embargo, como dije, Barinholtz intentó algo distinto, y la "comedia familiar" rápidamente se transforma en una negrísima sátira política que se aproxima al territorio de The Purge... aunque sin tanta sangre ni violencia. Solo un poco.
Para lograrlo, The Oath toma como base la situación actual en los Estados Unidos y la exagera ligeramente, acentuado los contrastes culturales y enfatizando la atmósfera totalitaria que pisotea los principios de libertad e igualdad venerados en el pasado. Sin necesidad de mencionar nombres ni hechos reales, Barinholtz establece su intención de satirizar ambos extremos ideológicos del espectro político (liberales y conservadores) por medio de un micro-universo doméstico que refleja la profunda división de la sociedad a nivel nacional.
A pesar de buscar un punto intermedio en su sátira política, el director no puede ocultar su auténtica tendencia liberal; pero aún así Barinholtz merece crédito por burlarse igualmente de los demócratas, políticamente correctos hasta niveles ridículos, obsesionados con las noticias que refuerzan su creencia de que todo es horrible, y absolutamente convencidos de que todo es culpa del "otro bando". Igualmente, algunos de los invitados a la cena representan los más severos valores conservadores, y se consideran auténticos patriotas que tienen la obligación de apoyar las decisiones del gobierno, por ignorantes y represivas que parezcan.
Como podemos suponer, la cena es tan solo el principio de los problemas; y, sin revelar más de la cuenta, diré que el tono de The Oath rápidamente se amarga hasta alcanzar un incómodo nivel de crueldad y humor negro. Ike Barinholtz tuvo el valor de escribir una película controversial que parece destinada al fracaso; aunque, en el mejor de los casos, podría inspirarnos sobre el riesgo de la intolerancia en cualquier contexto social. Lástima que el material no haya sido más gracioso para hacer menos deprimente la experiencia.
The Oath tiene varios tropiezos narrativos e irregularidades en su tono y ejecución, pero podría recomendarla tan solo por la audacia del elenco, el cual incluye al mismo Ike Barinholtz, Tiffany Haddish, Billy Magnussen, Nora Dunn, Jon Barinholtz (hermano del director en la vida real y en la película), Meredith Hagner, Carrie Brownstein y John Cho, apoyados por breves apariciones de actores de carácter como Jay Duplass, Max Greenfield, y Bruce Boxleitner (¡Tron!).
En resumen: The Oath ofrece una buena lección de balance y razón, con esporádicas risas para recordarnos que no todo está perdido; pero también alcanza un nivel de estridencia que dificulta tomar en serio su intención conciliadora. Además, ese ridículo "deus ex machina" al final se siente como una trampa para dejar satisfecho al público afiliado a la visión del director. Por el lado positivo, estoy seguro de que la siguiente película de Ike Barinholtz parecerá un paseo dominical, después de este campo minado con retórica explosiva.
Calificación: 7.5
IMDb