Síntomas: Después de fallar en su más reciente misión, el Asesino (Michael Fassbender) deberá utilizar todo su ingenio para neutralizar a los individuos enviados por sus jefes para corregir el error.
Diagnóstico: Así es, uno de los más populares argumentos del cine B, pero realizado con la visión artística y pericia técnica de David Fincher, por no mencionar los amplios bolsillos de Netflix para garantizar la máxima calidad posible en todos los aspectos de la producción, desde la cinematografía de Erik Messerschmidt, hasta la truculenta música de Trent Reznor y Atticus Ross. Ah, y también están las canciones de The Smiths que el Asesino (Michael Fassbender) escucha constantemente para "relajarse" mientras trata de sobrevivir las consecuencias de su error (y no solo utilizaron grandes éxitos como How Soon is Now o Girlfriend in a Coma, sino que revivieron "deep cuts" que jamás esperé escuchar en un proyecto de alto perfil; tan solo con lo que gastó Netflix en la banda sonora, podrían haber financiado diez películas de "asesino en fuga" dirigidas por Jesse V. Johnson o John Hyams).
A pesar de esos antecedentes, conviene aclarar que The Killer (sin relación alguna con la clásica de John Woo) no es realmente una película de acción, sino un thriller analítico y cerebral enfocado en la metodología del Asesino, basada en estrictas reglas que le ayudaron a ganar excelente reputación en el mundo criminal (o algo así... la película no es muy clara sobre la organización que lo controla, pero claramente existe un código de conducta y "garantías" para proteger a los clientes que contratan sus servicios). Esto significa que hay poca violencia en The Killer, pero Fincher la compensa con virtuosos niveles de tensión y un hipnótico estilo visual integrado por colores fríos y encuadres precisos que reflejan el temperamento del Asesino.
Y, desde luego, la alquimia cinemática no funcionaría sin el otro ingrediente de la poción: la extraordinaria actuación de Michael Fassbender, casi muda pero enormemente expresiva gracias a su talento para transmitir emociones sin mover un músculo. En otras palabras, no hay que esperar una copia de John Wick, sino algo más cercano a "David", el cínico androide de Prometheus... pero con menos sarcasmo.
De hecho, mi única queja sobre The Killer sería el pretencioso "voice over" que nos acompaña de principio a fin. La película está basada en un comic (de Matz y Luc Jacamon), un medio donde la narración es indispensable para "llenar los huecos" y compartir el pensamiento de los personajes. Sin embargo Fassbender es tan bueno en su oficio que la narración me pareció una distracción redundante que rara vez contribuye al significado de las escenas. Cuando mucho la hubieran usado para enumerar las reglas del Asesino, y para reiterarlas cuando fuera necesario para justificar su conducta. Por lo demás, el rostro y lenguaje corporal del actor se encargan de decirnos lo que necesitamos saber sobre el personaje. Incluso diría que los mejores momentos de The Killer (en mi humilde opinión) son aquellos donde alguien más está hablando (por ejemplo Tilda Swinton, Charles Parnell, o Gabriel Polanco), y Fassbender simplemente escucha, evaluando la situación y calculando su siguiente paso.
Fuera de eso, The Killer me gustó mucho y podría estar entre mis favoritas de David Fincher, no solo por elevar una clásica premisa de las B-Movies, sino porque se presenta como simple entretenimiento de impecable manufactura, sin expectativas de gloria ni ambiciones comerciales. Probablemente nadie ganará Óscares por The Killer... pero no me había divertido tanto con una obra de Fincher desde Alien³. Y además aquí el perrito sobrevive.
Calificación: 9
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