Síntomas: A mediados de los años 60s, las reporteras Loretta McLaughlin (Keira Knightley) y Jean Cole (Carrie Coon) investigan una serie de asesinatos en la ciudad de Boston, y deducen que fueron cometidos por el mismo individuo.
Diagnóstico: El entretenimiento popular está saturado de historias "true crime", con incontables podcasts, docu-dramas y series dedicadas a examinar los "hechos reales" detrás de los crímenes más notorios de la era moderna. Es un formato popular que funciona bien cuando ofrece un final concreto, con el villano detrás de las rejas... pero es aún mejor cuando la resolución es ambigua, abierta a la interpretación del público, y con el mórbido deleite de un misterio sin respuesta.
La nueva película Boston Strangler (disponible en Star Plus) de algún modo satisface ambos criterios, analizando los crímenes de uno de los asesinos seriales más famosos del siglo veinte, al mismo tiempo que hace astutas preguntas sobre la versión oficial de los hechos.
Al principio de Boston Strangler conocemos a la reportera Loretta McLaughlin (Keira Knightley), cansada de escribir sobre modas femeninas para el periódico Record American. Entonces se entera de un asesinato cercano a la casa de su madre, y deduce de que está conectado con otros crímenes recientes. Pero su jefe, el editor Jack Maclaine (Chris Cooper), no le da permiso de escribir un reportaje "serio" por su falta de experiencia. Sin embargo Loretta persiste, y eventualmente colabora con la reportera Jean Cole para encontrar nuevas pistas que podrían ayudar a la captura del asesino.
La investigación de las reporteras es interesante por derecho propio, enfocándose en los contrastes que favorecen su colaboración. Loretta es tenaz y siempre dispuesta a hacer las preguntas incómodas que los demás prefieren callar; mientras que Jean es más diplomática, más experimentada en asuntos policíacos, y con mejores conexiones entre las autoridades de la ciudad.
Al mismo tiempo Boston Strangler denuncia el sexismo que no solo obstruye el trabajo de las reporteras (por ejemplo, acusando a Loretta de "flirtear" con los policías para obtener información restringida), sino que complica sus vidas personales, obligándolas a decidir entre su familia y su carrera. No es el propósito principal de la película, pero añade relevancia y conexión con la época actual.
Sin embargo, el aspecto más fascinante de Boston Strangler (en mi humilde opinión) fue la explicación "alternativa" sobre la identidad del Estrangulador de Boston. Solo diré que me pareció simultáneamente lógica, trágica y sorpresiva, sobre todo después de haber visto adaptaciones más convencionales de los mismos eventos. No sé si fue una teoría original, pero nunca la había escuchado, y eso bastó para capturar mi atención.
Por el lado negativo, Boston Strangler es una película fría y estéril, lo cual podría ser un reflejo intencional de la imparcialidad del reportero... o una falla del director que no supo crear suspenso ni emoción en el desarrollo de la historia. Las actuaciones son buenas, pero rara vez provocan las reacciones que debería causar en un relato tan sórdido, y además real.
Entonces, Boston Strangler no se acerca a los "grandes éxitos" del cine sobre asesinos seriales (como Zodiac, Summer of Sam o Monster), pero su naturaleza más profunda y reflexiva amerita una recomendación para aficionados al género, y para devotos de la moda "true crime" que quieran ver una nueva propuesta de un viejo tema. Cualquiera que sea la verdad, el caso sigue abierto.
Calificación: 7
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